domingo, 24 de abril de 2011

SEDUCIENDO A MR. BRIDGERTON. Julia Quinn

Este libro no tiene nada que ver con el anterior. No es de los libros que elegiría si estuviera delante de una estantería en un centro comercial o en una librería, salvo que fuera a pasar la tarde en la piscina y estuviera buscando una edición barata a la que no le pasara nada por ser salpicada por una pandilla de niños asalvajados. Sencillamente, no es mi estilo.


Error. Me habría perdido una historia muy interesante. Eso es lo que tiene prejuzgar, etiquetar las cosas sin pararse a mirarlas de verdad. Justo como le pasa a Penélope, la protagonista. La historia está ambientada en el XIX, insertada en la alta sociedad londinense del momento, y cuenta cómo la protagonista se ha ido quedando sin su oportunidad de casarse (lo único para lo que estaban destinadas las jóvenes de su clase), convirtiéndose en una solterona a los 28. Nadie es capaz de distinguirla del papel de la pared. Está enamorada (como no) del hermano de su mejor amiga, que tampoco anda muy allá en eso de casarse (tiene 33, nada menos) y él nunca se fijará en ella porque es el patito feo de las fiestas de sociedad. La historia de ellos dos se mezcla con la misteriosa hoja llamada Ecos de Sociedad, escrita por la misteriosa Lady Whistledown.

No es la trama lo que me ha enganchado. Me han encantado los diálogos y la ironía en la prosa. No sabía que me iba a encontrar algo así. Pensaba que sería uno de esos libros escritos medianamente bien, con sus páginas pegote correspondientes, y poco más, pero me ha hecho reir, me ha hecho pensar en algunos momentos... No ha estado mal para una tarde de domingo. Se le puede dar una oportunidad.

EL MEDICO. Noah Gordon.

Hace años que buscaba un momento para ponerme con este libro, pero siempre que miraba el volumen del ejemplar decidía que no era el momento. Encontrado por fin en las vacaciones que acaban de terminar, la semana pasada lo empecé y, como suponía desde la primera vez que lo vi, no pude abandonar hasta que no lo acabé del todo. Tenía un hermoso recuerdo de El último judío, una novela que leí sin mirar siquiera la sinopsis y que he repetido en dos ocasiones más, así que sabía que ya conocía el estilo del autor y, si la traducción no era mala, me iba a encantar. (Las traducciones malas son capaces de cargarse muy buenas novelas).
La historia de Rob J. Cole te atrapa desde la primera página y la singularidad de todos los episodios que se narran en la novela te arrastran irremediablemente. He seguido con atención sus andanzas, desde que era un niño y queda huérfano y en manos de un cirujano barbero que le enseñará a ganarse la vida, hasta cuando pierde a este entrañable personaje y en compañía de su gata, un carro y una yegua decide cruzar medio mundo para convertirse en alumno del médico más insigne del mundo. Las circunstancias, la intolerancia religiosa sobre todo, le obligarán a hacerse pasar por judío para ser aceptado en una escuela donde los cristianos no son bien recibidos. Cole se enamorará, conocerá a altos mandatarios y se hará un lugar entre ellos. Todo, por cumplir su sueño: convertirse en médico.
Me ha gustado todo de la novela: la descripción de paisajes, de personajes, los ambientes, las distintas religiones y sus diferentes maneras de acercarse a un Dios que siempre es el mismo. Confieso que siempre tengo miedo a los libros largos porque me he llevado un par de decepciones muy gordas en los últimos tiempos, pero no ha sido el caso con este. Sencillamente, me ha encantado. Es de los que, estoy segura, cuando no encuentre nada que me atraiga, volveré a leer.