lunes, 24 de junio de 2013

EL AIRE QUE RESPIRAS DE CARE SANTOS


Recomendación:

Eso es lo que voy a hacer hoy, recomendaros el último libro que he leído. Pensé plantear la reseña como siempre, con la sinopsis y un análisis de la voz narrativa, los personajes y la ambientación pero en este libro ésta es una tarea harto difícil por la misma estructura del mismo y la ingente cantidad de personajes que se mueven a lo largo de la narración. Si lo hiciera así acabaría con el encanto de esta gran novela, así que he decidido decantarme por recomendar su lectura valorando algunos elementos sueltos.

Recordando un poco cómo es este mismo libro, hecho de recortes, de fragmentos.

Care Santos, como en Habitaciones cerradas, traza el relato a partir de elementos que en principio parecen inconexos, historias que se suceden, que transcurren en el presente y en el pasado, que se componen de cartas, fragmentos de libros, biografías de personajes que realmente existieron… y que el lector debe ir dejando en su memoria para, al final, establecer el vínculo que los une. Ese, en definitiva, es el amor a los libros, el elemento que sustenta toda la novela, una colección de novelas eróticas y las vicisitudes por las que han ido pasando desde la invasión napoleónica hasta nuestros días. El marco de todo ello es la ciudad de Barcelona que se convierte en un personaje más, que evoluciona y está viva.

Care tiene una habilidad innata para cambiar el tiempo verbal de la narración, incluso se permite introducir de pronto a otro que continúe el relato para hacerlo más ameno y lo hace tan bien que te convence. Juega con el omnisciente, pasa a la primera persona en otros fragmentos o usa el recurso del género epistolar y deja al lector la tarea de darle cohesión a todo.

Y se consigue.

A lo largo de las casi seiscientas páginas de la novela son muchas las frases que me han llamado la atención, por lo que, contraviniendo mis propias costumbres, me atrevo a resaltar algunas de esas que me dejo marcadas para mí misma. Sólo son tres, no creáis que la destripo.

               "En la capacidad del lector tienen los libros su destino"

               Lo dice Guillot, el personaje que ha dedicado sus esfuerzos en recopilar las novelas eróticas y que por circunstancias de la guerra de independencia acaba perdiéndolas. Se lo dice a Ángel Brancaleone, un joven de origen modesto que será clave en la recuperación de los mismos. Me quedé pensando que cada libro, por sencillo que parezca, por insustancial que pueda resultarle a otros, siempre encuentra su destino en el alma de algún lector. Las mismas palabras, dependiendo de nuestras propias circunstancias, cobran sentidos diferentes. Hasta algunas sin significado, nosotros se lo damos.

               "Por mucho que nos veamos obligados a  fingir lo que no somos, nunca renunciaremos a lo que amamos de verdad"

               De una conversación entre Carlota y Brancaleone. Me gustó porque creo que nos resume un poco a los humanos, somos así. Empecinados en nuestros deseos y nuestros sentimientos que permanecen si son ciertos a pesar de que la razón a veces diga que es mejor desestimarlos. Pero ya se sabe, no se puede siempre contravenir al corazón.

               "Al cabo, para eso servimos los novelistas: para decir cómo ocurrió lo que no ocurrió nunca"

               Qué bonita frase y qué gran verdad. Nos lo inventamos todo, construimos aunque estemos fingiendo que es una reconstrucción y la complicidad que encontramos con los lectores nos empuja a seguir haciéndolo.

El final… tengo que decir que me lo imaginaba y mira que eso no me pasa habitualmente. Aunque escriba historias, cada uno tenemos nuestra propia manera de resolverlas y en este caso me ha pasado que hubiera hecho lo mismo que ella, así que puedo decir que la novela me ha gustado mucho. Una vez alguien me dijo que sabe si un libro le ha gustado muchísimo cuando piensa que eso es lo que le hubiera gustado escribir.

En El aire que respiras, conmigo, se cumple esa máxima.

Ahora guardaré esta novela en mi biblioteca y esperaré que la próxima vez que tropiece con Care, como me sucedió en la pasada Feria del Libro, haya suerte y lo lleve conmigo para que le dibuje una marca que lo convierta en uno muy especial en mi biblioteca.

Un libro único.