domingo, 6 de abril de 2014

YA NO OPINO


Encuentro a menudo debates en las redes sobre las puntuaciones que se dan a las novelas en Amazon, la falsedad de las de cinco estrellas y la envidia o la mala leche que muchas veces se esconde tras las de una o dos. Los he visto e incluso abierto alguno yo ante alguna opinión de esas que no tienen compra y es dudoso que hablen de la novela porque son tan ambiguas que podrían servir para cualquier libro.

Me pregunto muchísimas veces para qué puñetas pusieron las estrellas.

Yo sabéis que no opino, salvo que un libro me guste de verdad de la buena pero grande, grande con MAYÚSCULAS. Me quedo en mi casita, hago una reseña si me apetece en el blog, pero a Amazon o Goodreads, por ejemplo, voy poco porque estoy hasta las narices de que se me pida opinión a cambio de opinión o que se me sugiera que mienta en una impresión, otorgando más puntuación de la que merece el libro.

He pensado que lo mejor sería que las estrellas desaparecieran y quedasen, simplemente, las opiniones. 

Solitas, pero que cambiarían de significado en muchas ocasiones, desnudo su contenido, libre de la atadura subjetiva que te hace suponer que cuatro estrellas implican una lectura satisfactoria. Porque las he visto de dos que no machacan la novela sino que señalan algún punto flojo pero que salvan otros tantos y he visto de cuatro que están siendo críticas tan negativas del libro que sorprende ver tal amontonamiento de astros encima de las palabras del comentarista.

Diréis, ¿las lees entonces?

Pues sí, leo las opiniones de algunos libros, sobre todo si ya tengo la mía formada para saber en qué coincido con los demás y me sorprende que muchas veces me he olvidado de matices del libro o he pasado por alto otros. Veo si concuerdan con las mías y confieso que a veces me frustra el hecho de no haber sido capaz de ver ciertas excelencias en algunos libros que se repiten sin cesar, mientras que en otros leo algunas cosas que directamente me hacen pensar que se han leído una novela completamente diferente a la que yo leí porque no hay por donde coger lo que dicen.


Por todo esto, ya no opino.