Estoy encontrando estos días por la red, empresas que ofrecen ayuda a escritores noveles y esto me ha hecho pensar. No son editoriales, ni de autoedición, ni de coedición, ni de nada. Asesores, simplemente. Luego, por lo que deduzco, te lanzan a los brazos de Bubok o Lulu. La idea, estando como está el tema de publicar, no está mal. Algo de ayuda siempre viene bien, y con una portada vistosa y el primer diez por ciento del libro aceptable (ese que se deja a la vista por cortesía), quizá hasta se puedan vender libros. Pero seamos serios, así no se llega lejos. Hoy en día se escribe mucho más de lo que el mercado es capaz de absorber, y que yo sepa seguimos viviendo en una sociedad en la que funciona la ley de la oferta y la demanda. Si la oferta es elevada, el producto sufre una devaluación. El libro, por el exceso de oferta, es un producto devaluado y si una editorial decide apostar por uno tendrá que estar muy segura de que no va a ser un fiasco económico. Lo de la calidad literaria, al mercado, sinceramente le da lo mismo.
Saber por qué hay tantos libros hoy en día escritos, a la espera de publicación, es tan sencillo como deducir por qué la tecnología avanza a la velocidad que lo hace. En estos momentos (lo leí no sé dónde, disculpad mi mala memoria) están vivos el ochenta por ciento de los científicos que han existido a lo largo de toda la historia de la humanidad. Todos esos cerebros pensando a la vez, influyéndose los unos a los otros han dado como resultado este mundo tan complejo, donde lo mismo puedes comprar un vitrocerámica con un simple click, hablar con un amigo de Japón y retocar unas fotos y mandarlas a una exposición en Burkina Faso. Y todo en menos de lo que se tarda en bajar a por el pan.
Con respecto a la escritura pasa lo mismo. Hace muy poco tiempo que somos capaces de escribir. El ser humano lleva haciéndolo miles de años, pero eran muy pocos los individuos que accedían a este conocimiento. En Egipto, por ejemplo, los escribas tenían un alto rango porque dominaban la escritura. En las sociedades desarrolladas del siglo XIX, un alto porcentaje de la población es capaz de escribir un libro. Sin embargo, seguimos teniendo un elevadísimo grado de analfabetismo (no estoy de broma) al que llamamos "funcional". Gente que sabe leer y escribir, pero que no es capaz de "leer" y mucho menos de "escribir". Pero no me voy por las ramas. Toda esa gente que ha hecho el esfuerzo de componer una novela guarda la ilusión de verla en un escaparate. Es normal. Aquí entran ellos, los asesores.
Respiré varias veces, pestañeé, no fuera a ser que alguna legaña hubiera añadido números a unas cifras que sin ellos ya eran escandalosas. Buscad, os animo a hacerlo. Encontré una en la que se ofrecían informes de lectura por la módica cantidad de 100 euros, todo eso sin informar con claridad sobre quién se lee los libros. Te ayudan a registrar la obra (¡ni se os ocurra jamás dejarle a alguien nada que no esté registrado!) y te cobran por ello 30 euros y eso que hacerlo tú solito sólo cuesta unos trece y es mucho más seguro. El ISBN tampoco sé lo que cuesta, pero se ofrece la posibilidad de conseguírtelo por cifras que rondan los cincuenta euros. Lo mejor es cuando te ofrecen el ¿pack vip? Por menos de tres mil euros (casi nada) te lo hacemos todo, todo, todo. Incluso un par de reseñas en blogs!!!
Vuelta a suspirar. He visto faltas de ortografía como camiones de gran tonelaje en algunas de estas páginas. Sólo quiero deciros que, si escribís, si queréis ver vuestros sueños en papel, hay alternativas.
Si estás muy seguro de que esto es lo que quieres y, además, no necesitas su ayuda se puede publicar con Bubok o Lulu por tu cuenta (si no te destroza los nervios la cantidad de veces que te equivocas) y hacer todos los trámites legales no es tan complicado. Pero os advierto algo. Incluso tener un libro de papel en tus manos, con tu nombre y con tu foto, no te convierte en escritor. A lo sumo, somos contadores de historias. Da igual las veces que nos entrevisten en blogs o el hecho de que nos funcionen campañas de marketin online.
No quiero desanimar a quien quiera publicar, al contrario, yo misma leo muchas cosas autopublicadas y me he llevado gratas sorpresas. Solo quiero dejar claro que muy pocas veces el sueño traspasa las fronteras invisibles y se convierte en realidad. Si partimos de esa premisa, de no creer lo que no es, a lo mejor hasta podemos disfrutar mucho esta experiencia. Algunos tunean el coche, ¿no? ¿Por qué tú, que lo sueñas, no vas a tener tu libro?
Saber por qué hay tantos libros hoy en día escritos, a la espera de publicación, es tan sencillo como deducir por qué la tecnología avanza a la velocidad que lo hace. En estos momentos (lo leí no sé dónde, disculpad mi mala memoria) están vivos el ochenta por ciento de los científicos que han existido a lo largo de toda la historia de la humanidad. Todos esos cerebros pensando a la vez, influyéndose los unos a los otros han dado como resultado este mundo tan complejo, donde lo mismo puedes comprar un vitrocerámica con un simple click, hablar con un amigo de Japón y retocar unas fotos y mandarlas a una exposición en Burkina Faso. Y todo en menos de lo que se tarda en bajar a por el pan.
Con respecto a la escritura pasa lo mismo. Hace muy poco tiempo que somos capaces de escribir. El ser humano lleva haciéndolo miles de años, pero eran muy pocos los individuos que accedían a este conocimiento. En Egipto, por ejemplo, los escribas tenían un alto rango porque dominaban la escritura. En las sociedades desarrolladas del siglo XIX, un alto porcentaje de la población es capaz de escribir un libro. Sin embargo, seguimos teniendo un elevadísimo grado de analfabetismo (no estoy de broma) al que llamamos "funcional". Gente que sabe leer y escribir, pero que no es capaz de "leer" y mucho menos de "escribir". Pero no me voy por las ramas. Toda esa gente que ha hecho el esfuerzo de componer una novela guarda la ilusión de verla en un escaparate. Es normal. Aquí entran ellos, los asesores.
Respiré varias veces, pestañeé, no fuera a ser que alguna legaña hubiera añadido números a unas cifras que sin ellos ya eran escandalosas. Buscad, os animo a hacerlo. Encontré una en la que se ofrecían informes de lectura por la módica cantidad de 100 euros, todo eso sin informar con claridad sobre quién se lee los libros. Te ayudan a registrar la obra (¡ni se os ocurra jamás dejarle a alguien nada que no esté registrado!) y te cobran por ello 30 euros y eso que hacerlo tú solito sólo cuesta unos trece y es mucho más seguro. El ISBN tampoco sé lo que cuesta, pero se ofrece la posibilidad de conseguírtelo por cifras que rondan los cincuenta euros. Lo mejor es cuando te ofrecen el ¿pack vip? Por menos de tres mil euros (casi nada) te lo hacemos todo, todo, todo. Incluso un par de reseñas en blogs!!!
Vuelta a suspirar. He visto faltas de ortografía como camiones de gran tonelaje en algunas de estas páginas. Sólo quiero deciros que, si escribís, si queréis ver vuestros sueños en papel, hay alternativas.
Si estás muy seguro de que esto es lo que quieres y, además, no necesitas su ayuda se puede publicar con Bubok o Lulu por tu cuenta (si no te destroza los nervios la cantidad de veces que te equivocas) y hacer todos los trámites legales no es tan complicado. Pero os advierto algo. Incluso tener un libro de papel en tus manos, con tu nombre y con tu foto, no te convierte en escritor. A lo sumo, somos contadores de historias. Da igual las veces que nos entrevisten en blogs o el hecho de que nos funcionen campañas de marketin online.
No quiero desanimar a quien quiera publicar, al contrario, yo misma leo muchas cosas autopublicadas y me he llevado gratas sorpresas. Solo quiero dejar claro que muy pocas veces el sueño traspasa las fronteras invisibles y se convierte en realidad. Si partimos de esa premisa, de no creer lo que no es, a lo mejor hasta podemos disfrutar mucho esta experiencia. Algunos tunean el coche, ¿no? ¿Por qué tú, que lo sueñas, no vas a tener tu libro?
Sabias palabras querida amiga, y todas ellas muy ciertas... La cruda realidad es esa misma k has dicho y no hay k darle más vueltas. Si tienes suerte, llegarás muy lejos, pero más vale vivir en la "tierra" y hacerte a la idea de lo k hay... Pero si luego tu fortuna cambia y todo t va bien, pos mucho mejor!, más vale k t pille así de sorpresa k hacerte ilusiones... En fin reina, no me enrrollo más.
ResponderEliminarSi no te importa, me gustaría compartir tu post en el club de las escritoras para abrir un debate, a ver k dicen tus compañeras.
Un besito guapa y k pases un feliz fin d semana!, muak!!!
Tienes toda la razón, lamentablemente esxisten estan "compañías" como bubock o lulu que ofrecen el cielo y la luna y te dan solo desiluciones ya que las personas aún no se animan a comprar libros por internet y si lo hacen no compran libros de escritores noveles por más buenos que sean. Yo creo que esas páginas sirven como capricho, si quieres tener un libro tuyo entre las manos, físico, para obsequiar a tus amigos, pero tal vez no es buena idea si se está buscando una retribución no sólo económica si no a nivel cultural y social, como un reconocimiento a tu trabajo.
ResponderEliminarMuy buen post, te sigo!
^_^
Muy buena entrada, yo también me ando metiendo en estos temas.
ResponderEliminarMe ha parecido que hablas con muchísima cabeza.
Un abrazo
Pues sí. Hay tanto que leer como tanto por publicar. Y no leeremos todo en una vida entera, ¿cuantos libros buenos se quedarán sin ser leídos por nosotras? ¿cuantos libros buenos se quedarán sin ser publicados?
ResponderEliminarMe gusta que des esos alcancen porque libras a ilusionados escritores de ser embaucados.
Uh... no sé si opinar aquí o no.
ResponderEliminarCreo que has dicho muchas cosas ciertas, muchas. Pero, como acabo de poner en twiitter, ni tan blanco ni tan negro.
Un abrazo y estupenda entrada!
Dulce, con tu permiso, comparto aquí los comentarios que ha generado el post en tu blog.
ResponderEliminarNina-Neko: en realidad no hablaba de Bubok o de Lulu. En realidad, si te fijas bien, no prometen nada.
ResponderEliminarEs cierto que a través de estas páginas es complicadísimo vender algún libro (y te lo digo yo, que sí los he vendido, pero la cantidad a través de la página es casi anecdótica y jamás cobraré lo que me correspondería, porque no llego al mínimo). Es por eso por lo que el precio que tienen ahí mis novelas es el mínimo que me deja poner el programa.
Lo que si es cierto es que por publicar con Bubok o Lulu nadie te va a considerar escritor. O eso me parece a mí, humildemente.
Un beso.
Mientrasleo: tiendo a ser un pelín pesimista y no dejo que los pies se separen del suelo, salvo para escribir. La vida te enseña a buscar mecanismos para amortiguar los golpes que te va dando. Ya bastantes trae ella sola como para ponérselo fácil. Prefiero pensar que no y que el final sea sí que al revés.
ResponderEliminarPatito, no pretendía ayudar a nadie a no meter la pata, sino a empujar a la reflexión. Eso sí, sin quitar la ilusión, que sé por experiencia lo que se siente cuando tu "hijo literario" cobra vida.
ResponderEliminarAM, no me hagas esto, que yo de twiter no me entero...
ResponderEliminarDe todos modos (esto a ti no te lo tengo que explicar) hablaba de esa gente que empieza a proliferar al margen de las editoriales.
Y que una también tiene días tontos y se cabrea con lo que lee. Luego se me pasa, todo hay que decirlo.
Un beso.
Comentarios en EL CLUB DE LAS ESCRITORAS.
ResponderEliminarDanyyy dijo...
Hola Dulce gracias por la entrada es muy interesante.Lamentablemente debo decir que estoy en desacuerdo con Mayte.Esta parte no me gusto nada:
"Incluso tener un libro de papel en tus manos, con tu nombre y con tu foto, no te convierte en escritor. A lo sumo, somos contadores de historias. Da igual las veces que nos entrevisten en blogs o el hecho de que nos funcionen campañas de marketin online"
Yo he leido muchos blog novelas de gran calidad incluso mas calidad que las "escritoras profesionales" pero todo es cuestión de gustos.Creo que ser escritor va más alla de una profesión,es una vocación.Es algo que nace del alma y no todos aspiramos a ser publicados ni reconocidos por los estandares que impone el mundo literario.Creo que hay que ser muy cuidadoso cuando se escribe un articulo como este porque si bien es respetable su opinión también es cierto que hay que respetar a los demás.Quizas estoy siendo muy suceptible pero creo que desde el momento en que decidimos que queremos escribir somos ESCRITORES.Es algo que nace del alma no creo que todos los que somos parte del club nos levantamos un día diciendo "me voy a poner a escribir así me publican y soy reconocido".Es muy cierto lo de las editoriales y de las plataformas que ofrecen servicios casi irreales.
Esta es mi humilde opinión.Gracias por el articulo besos
15 de octubre de 2011 17:07
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Déborah F. Muñoz dijo...
hay que tener cara... hay un montón de aprovechados, yo ya no me fío ni de mi sombra.
15 de octubre de 2011 17:17
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Cali Axfer dijo...
Me ha parecido super interesante. ¡Aunque casi me quita la ilusión de convertirme e una buena escritora con libros publicados y reconocidos! Noo.. es broma... siempre tendré esa llamita encendida en el corazón. =)
Me ha hecho darme cuenta de que hay DEMASIADO para tan "POCA GENTE".Hay demasiados libros y escritores para que todos puedan ser buenos. Pero por algo se tiene que empezar... y al menos es un alivio pensar que hay tanta gente apasionada con la lectura y la escritura. Solo que habría que abrir más puertas para los que realmente se esfuerzan y lo merecen. Aunque algunos/as podríamos llegar a llevarnos un par o tres de chascos... ;D
Pues nada. Ahí queda mi opinión.
Un beso
Cali
15 de octubre de 2011 18:01
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Mayte dijo...
Danyyy siento haber herido alguna susceptibilidad con la frase que mencionas, pero hablaba básicamente de mí misma. Llevo escribiendo... ¿treinta años? Tengo dos novelas publicadas en papel, me reseñan, me animan, mis libros aparecen recomendados en publicaciones de papel... y aún así, cuando me preguntan qué soy, jamás me atrevo a llamarme escritora.
Quería insistir en lo difícil que está hoy en día separar el grano de la paja, porque hay muchísima paja. Y grano, pero es más difícil encontrarlo.
15 de octubre de 2011 20:19
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Danyyy dijo...
Hola Mayte no te preocupes son cuestiones de como uno siente las cosas. Pero no que quepa duda de que respeto tu opinion. Creo que vos pensas de una forma SER ESCRITOR que es totalmente opuesta a la mía pero ES RESPETABLE. Viendolo objetivamente mi punto de vista es subjetivo y romántico en cierto punto. Tu punto de vista seria mas objetivo y realista.
Yo te considero una escritora ya que visite tu blog y tu obra a simple vista es impresionate. Te pido disculpas si mis palabras sonaron muy fuertes. Reina sos una escritora con letras mayusculas pero entiendo tu decepción en ciertos aspectos.Gracias por tu artículo y abrir este debate. Besos
15 de octubre de 2011 20:51
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Yo estoy totalmente de acuerdo con todo lo dicho en esta entrada por Mayte. Pero tengo que decir que no lo estoy tanto con algunos de los comentarios. Me explico:
ResponderEliminaryo soy técnico especialista en automoción, con una trayectoria profesional de 25 años, y una vez se me ocurrió dar un paseo en bicicleta por mi pueblo y alrededores, y jamás se me ocurrió decir que era ciclista.
Alberto
Mayte, que te digo... parece ser un tema que da para mucho discutir.
ResponderEliminarYo si te consideraría escritora, aunque creo que depende de las percepciones.
Tal vez el hecho de que te dedicas exclusivamente a esto, haga que no lo sientas así.
Lo que me alegra es que tienes los pies sobre la tierra, aunque creo que puede ser un arma de doble filo, porque te dará estabilidad, pero no sé que tanto sirva para aquellos que desesperadamente buscan alcanzar un sueño.
Sin duda este tema siempre será controversial...
Besos!!!
Hola Mayte:
ResponderEliminarMuy bueno el texto. Comunicas tus ideas con mucha gracia y haces que lleguen fácilmente.
De acuerdo con tus planteamientos.
Creo que el trabajo de las editoriales es vital para separar el grano de la paja, pero también me temo que si sus criterios se rigen solo por aspectos económicos la cosa está más que jodida.
Eso sí, el que tenga algo que contar que lo cuente pero lo de ser escritor es harina de otro costal.
Un saludo.