Estaba mirando fotos curiosas de lugares exóticos del mundo y, de repente, he pensado que, desde mi propia ventana, hay un paisaje único, que muchas veces no me paro a mirar porque, simplemente, está ahí. Hoy os lo muestro en estas imágenes, tomadas en un atardecer cualquiera, en la que el cielo se empeñó en volverse espectacular.
A veces nos pasa lo mismo con las personas. Nos fijamos en muchas que están lejos y se nos olvida pararnos a mirar a quienes tenemos cerca. Somos curiosos los humanos...
Que paséis el día como podáis. Yo ya estoy que no puedo con el calor, y apenas hace un par de horas que amaneció...