Estuve
pensando un rato en esto.
Me asaltaron las dudas propias que siempre asaltan a
alguien como yo, y lo hicieron, como siempre, mientras me dedicaba a las
labores domésticas. Lo confieso, me aburre planchar, no disfruto nada limpiando
cristales y me desespera ordenar habitaciones de niños porque antes de darme la
vuelta ha aparecido uno que se ha cargado todo mi esfuerzo.
Para no
desaprovechar el tiempo, pienso en otras cosas. Para no desaprovecharlo y para
evadirme de la pereza que me da la casa.
Me puse
a pensar qué significa ser indie.
¿Independiente?
Si ser independiente significa ir por la vida siguiendo tu propio instinto, enarbolando tu bandera en solitario, entendería que indie debería ser alguien que se mueve sin compañía. Asociándonos a algo o a
alguien dejamos de estar solos y ya no creo que esa definición nos valga.
¿Soy
indie?
En lo
que se refiere a seguir mi instinto, probablemente. Actúo pensando pero sin
consultar demasiado, equivocándome y rectificando cuando lo estimo oportuno. Salto de un género a otro sin importarme mucho que habrá quien no lo entienda, incluso quien lo considere pretencioso.
En lo
que se refiere a mantenerme como escritora al margen de todo, me temo que no.
No es sólo por los compromisos adquiridos y firmados, es porque una vez que
decides insertarte en el sistema, cualquier sistema, formas parte de engranaje
de algún modo. Hasta lo que chirría es parte de ese mecanismo.
Entonces la independencia se anula por completo.
Entonces la independencia se anula por completo.
Entonces,
¿qué soy?
Una
autora en busca de lectores que empujen a mis manos a volver a componer
historias, en busca de ese estímulo externo que, no nos engañemos, supone el
impulso clave para no rendirse.
Y desde
ayer sé que, además, estoy medio loca o soy una delincuente en potencia porque dije
en alto que no me da miedo ir a la cárcel. Tendría mucho más tiempo para
escribir que ahora.
Feliz
fin de semana
Nunca somos independientes del todo, Mayte. Por mucho que queramos salirnos del sistema, vivimos en sociedad y en mayor o menor medida dependemos unos de otros. Lo de la cárcel me ha hecho mucha gracia. Yo lo había pensado muchas veces. Conocí a una escritora que fue a la cárcel a pedir si podía alquilar una celda para escribir su novela, y así lo hizo; iba allí cada día durante cinco horas a escribir. Me contó que a veces era claustrofóbico pero consiguió terminar así su novela.
ResponderEliminarEl impulso clave para no rendirse... ¿a qué? ¿A publicar o a escribir? Es diferente. Muchos opinan que el fin último del escritor es que le lean,si no,lo que hace carece de sentido. Yo no pienso igual. Quien lleva la escritura en las venas y ama las letras ya siente un placer absoluto en el simple hecho de escribir, con independencia de que este se vea incrementado luego si lo leen los demás, por eso a mí me asalta otra duda después de leer tu entrada: Alguien como tú, que afirma (más o menos) necesitar la escritura en su vida tanto como el aire que respira, ¿de verdad dejaría de escribir o de componer historias si no la leyeran? Esta claro que la satisfacción sería menor, pero, ¡¿de verdad podrías replantear tu vida sin volver a plasmar una letra en un papel (u ordenador)?! Imagínalo por un momento, a ver qué pasa.
ResponderEliminarUn beso!
Por cierto, en lo demás estoy contigo. Odio las tareas de la casa, eso lo primero, jaja, y lo segundo, que también opino que a quien decide meterse en el río lo arrastra la corriente, en mayor o menor medida, lo quiera o no, y eso hay que sopesarlo antes de dar el salto. Pero a veces no queda otra si se quiere llegar a la otra orilla, lo único es estar segura de que de verdad merece la pena :)
ResponderEliminarEs un tema complejo, yo me siento indie porque así empecé y en ese grupo nos aglomeró Amazon.... Y nosotros mismos nos juntamos bajo esa denominación. Se supone que ya no lo soy, pero sigo con esa sensación de pertenencia a un grupo. Es como si hubiera nacido morena y aunque ahora fuera castaña, me sintiera morena...
ResponderEliminarTampoco creo que sea tan malo, ni tan relevante. Para mi, ser indie ha sido una de las mejores experiencias que he tenido.
Me gusta más la palabra indio que indie. Crear denominaciones generacionales me parece pretencioso y falto de elegancia. Puede que sea más simple de lo que pienso y obedezca solo a maniobras comerciales. Cada cual escribirá por un motivo. Yo lo hago porque me gusta, pero sin lectores no encuentro motivación. Y necesito a los lectores no solo para mostrar lo que uno lleva y para recibir esa palmadita en la espalda; en el fondo, uno sueña con llegar un día a tanta gente que te permita cambiar de dedicación y centrarte en las letras. Escribir gusta, pero también es un sacrificio; por eso se entiende que abandonen quienes no vean la recompensa.
ResponderEliminar¿por qué será que me llega tanto esta entrada? Creo que aunque lo deseemos nunca podremos librarnos de muchas de nuestras ataduras. Y lo peor es que algunas nos la imponemos nosotros mismos, por ejemplo yo estoy deseando de librarme de las ataduras de las redes sociales, de la promoción.. para poder dedicarme a escribir y aqui sigo. Porque me he dado cuenta de por desgracia, uno sin lo otro no vale, o por lo menos al nivel que me muevo y como no de mis expectativas.
ResponderEliminarDifícil tesitura, pero lo de la cárcel lo transformaría por un convento en la que me alquilaran una celda por horas, donde no tuvieran conexion a internet, pero si un buen claustro donde pasear y buenos dulces que degustar.
O sea, Carmen, que ya sé que no soy la única a la que se le pasan estas ideas por la cabeza. No se si me quedo más tranquila, jajaja.
ResponderEliminarPilar, llevas razón, no podría dejar de escribir aunque no tuviera lectores, pero es cierto que empuja un montón a no rendirse. Y creo que no es por la satisfacción de sentir que te escuchan sino por esa dosis extra de empuje, nada más.
ResponderEliminarEs que la casa... es un rollo. Se parece a la eternidad, como si fuéramos Sísifo empujando siempre la misma piedra que se cae sin remedio.
Almudena, lo que he escrito, fruto de dormir poco, seguro, es bastante irrelevante, uno de esos pensamientos que se me pasan por la cabeza como rayos que escribo en este blog que es un rincón tranquilo, la prolongación de ese mundo caótico que es el cerebro de cada uno.
ResponderEliminarCuando empiezas en algo, es verdad, cuesta desvincularte sentimentalmente. Yo no puedo dejar de lado lo que me empujó a dar cada paso de mi vida porque cada cosa me marcó y me moldeó para ser como soy.
Besos
Enrique, sería genial poder dedicarse en exclusiva a escribir. En esto estamos completamente de acuerdo, pero de momento... yo no puedo, como tú.
ResponderEliminarUn beso enorme, y mi admiración, ya lo sabes.
María José, si no me levantan para maitines lo del convento tampoco es mala idea. Mucho mejor que la cárcel, jajaja.
ResponderEliminarBesos.
Me dicen que ser independiente no es lo mismo que estar solo.
ResponderEliminarLO SÉ.
Me dicen que desconozco lo que significa ser indie.
PARA NADA, CLARO QUE LO SÉ.
Esta entrada era simplemente una excusa para hablar, con varias lecturas. Una es la superficial, la que se queda con lo que pone y otra, gracias a dios la que habéis visto casi todos, lo que subyace entre líneas.
Igualito que mis libros, donde lo que está escrita es la mitad de la mitad de lo que dicen. Tengo la suerte de tener lectores inteligentes y, de vez en cuando, otros que no me entienden pero la vida es así, hay mucha gente que habla idiomas diferentes.
Tomarse las tareas de la casa como un período para poner el piloto automático e ir dándole a la cabecita, no está nada mal. Es una buena manera de aprovechar el tiempo, la verdad. Pero no estoy tan segura de que sea ideal poder tener el 100% del tiempo para escribir. Un escritor necesita vivir para poder escribir. Está bien que siempre nos quejemos del poco tiempo que tenemos para escribir, eso significa que (aunque no nos lo parezca) estamos ahí, acumulando experiencias vitales. Y sí, limpiar la casa también puede ser parte de esa experiencia vital ¿No se te han ocurrido mil ideas para tus novelas mientras lo hacías? Pues eso.
ResponderEliminarMónica, ¡llevas toda la razón! Igual que no entiendo a quien escribe sin tener en la lectura una costumbre (serán genios, supongo) tampoco tiene que ser interesante lo que salga si te dedicas a escribir sin que la vida te arañe un poco y te ponga por delante experiencias.
ResponderEliminarAunque no sé, estoy pensando que la cárcel tiene que dar para mucho. Están llenas de gente con historias de las que marcan. Pero tranquila, aunque a veces piense cosas raras, sabes que soy una buena chica que no pretende delinquir ni hacer daño a nadie. Para eso, ya están otras.
Besos, escritora ;)
Pues yo creo que el termino no se refiere al estado de una persona, más bien a si sus libros están publicados por editorial o son editados por uno mismo. El termino Indie no me gusta nada, nuestro vocabularios es bastante rico como para tener que buscar siempre palabras de otra lengua. En muchos casos, tenemos libros con editoriales y otros por nuestra cuenta. Asi que más bien habría que hablar del estado de la novela y no de la persona.
ResponderEliminarAntonio, creo que cuando escribí esto había un debate en las redes muy intenso sobre el tema. Recuperar la entrada tiene que ver con el final, con la conversación que mantuve con Fj Rohs sobre lo que estaríamos dispuestos a hacer para conseguir tiempo para escribir. En su novela, Los papeles fugitivos de Arístides Green, que leí hace poco, el protagonista es un escritor que es capaz de matar por lograr ese tiempo. Me contó que habíamos tenido una conversación sobre el tema y no recordaba cuándo. Al ver la fecha de este comentario me di cuenta de cuándo fue.
ResponderEliminarEs verdad lo que dices, sobre todo ahora más verdad que nunca, habría que tildar de independientes a las obras y no a los autores porque muchos reunimos en la misma persona las dos opciones.
Gracias por pasarte por mi blog.
Jajaja, Mayte, no estás loca.
ResponderEliminarSencillamente quieres ESCRIBIR, y hacerlo con libertad y con el tiempo suficiente para ir lo más lejos posible...
Creo que en realidad esa es una reflexión de alguien muy cuerdo. De alguien que ama la vida y que desea vivirla intensa y apasionadamente: haciendo lo que realmente le gusta ;)
Besos!!!