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viernes, 25 de abril de 2014

POLÉMICA EN LOS BLOGS DE RESEÑAS

Hay que generar polémica.

Esta es la conclusión a la que llego leyendo post en los blogs, o estados en las distintas redes sociales. Cuanto más borde y más ácido seas, más seguirán tus palabras, más retuits obtendrás y más visitas generarás para tu sitio web. A la gente no le gustan las buenas noticias. No le gusta que seas feliz y tengas la desfachatez de contárselo. No le gusta que te guste un libro y lo alabes.

No.

Prefieren hacerse eco de lo deprimente, de lo absurdo, de lo controvertido, meter constantemente el dedo en los ojos de quien sea para ver cómo reacciona el atacado y alimentar la hoguera de la mala baba.

Lo peor, es que entramos en ese juego.

Y no estoy hablando solo de los ataques gratuitos a los que nos enfrentamos quienes, por hache o por be, de pronto destacamos en esto de la escritura, que daría para mucho.

Hoy hablo de otra cosa. He leído un post sobre las reseñas literarias en los blogs, la razón por la que han proliferado los sitios que ofrecen comentarios de libros para que los lectores tengan cierta orientación a la hora de elegir una lectura. Es verdad que los hay que se han abierto con el único fin de que las editoriales alimenten gratis las estanterías de casas particulares y que sus reseñas no tienen nada de reseñas, pero también es cierto que hay gente honesta en este mundo, que la generalización que se hace me parece tristísima.

Conozco blogs que hacen análisis pormenorizados de los libros, disecciones dignas de un cirujano, de diez quizá en un examen pero no son los que más frecuento porque quizá restan magia a la hora de ponerte a leer: te lo han destripado entero.

Conozco otros que cuentan perfectamente sin contar, que analizan desde un punto de vista tan sutil que, si no has leído el libro, tampoco es problema porque han sabido darle el punto justo para hacer ese análisis sin destrozar las sorpresas.

Conozco otros que simplemente son sensaciones lectoras, lo que personalmente aportó cada novela al reseñador que esconde el blog.

Desde hace seis años soy de las que simplemente aporta sensaciones lectoras porque cuando abrí este espejo no sabía ni que existían blogs de reseñas. Tampoco he querido entrar en el juego de pedir libros a nadie. Me compro los que me apetecen, salvo algunos que me han llegado solos a través del correo con la petición de que les hiciera una crítica. Un limitadísimo porcentaje de ellos lo ha logrado porque para que aparezca un reflejo en el espejo primero hay que convencerme a mí. No se trata de hacerle la pelota a nadie, hay personas que probablemente pensaron que sus libros estarían aquí porque me conocen y aunque los he leído no me han convencido y no voy a dar en público mis razones. Son mías y estoy en mi derecho de guardármelas, ¿no creéis?

Ha habido también malos momentos, situaciones personales que aplazaron un comentario y para cuando me encontré mejor ya no tenía frescas las sensaciones y los dejé correr.

Creo que cada uno de estos blogs, en su estilo, está aportando algo, empujando o frenando una lectura pero hay algo importante que no se ha dicho en ese post: nadie obliga a nadie a leer lo que publicamos.

Entonces, ¿hoy se han levantado con ganas de polémica?



REMATANDO ABRIL

Desde el pasado sábado estoy viviendo una semana muy intensa en cuanto a presentaciones del libro y encuentros con los lectores. Para mí, aunque ya había experimentado sentarme delante de un grupo de personas que se habían acercado a mis novelas, está siendo algo en cierta manera nuevo porque estoy yendo sin el apoyo que supuso, por ejemplo, sentarme en Madrid el 14 de febrero al lado de Antonia J Corrales o el 21 de marzo con María José Moreno.

Hoy cierro el ciclo de abril a las seis de la tarde en la Biblioteca de Fuenterrebollo (Segovia) y será la vez que más sola me encuentre porque además ninguna de las personas (anonimas en las redes) que me acompañan de manera habitual, pueden estar conmigo. Supongo que no habrá fotos que compartir (no se me ocurre cómo hacérmelas a mí misma) y tampoco tengo muy claro cuál será el enfoque que le daremos a la charla, pero de lo que estoy segura es de que lo disfrutaré, como todo lo que me está pasando en este último año y pico, desde que subí a Amazon Detrás del cristal.

Al fin y al cabo, eso es lo que quedará cuando todo esto acabe.

He estado pensando en la huella que me están dejando todas estas experiencias, el poder saber de primera mano lo que opinan los lectores de las palabras que escribes, cómo, a pesar de la "locura" con la que arranca la novela, encuentras lectores que asumen que es ficción, se sumergen en ella y se dejan llevar de la mano. Me encanta que me señalen frases que de pronto abandonan el contexto del libro para posicionarse frente a sus ojos con significados aplicables a sus propias vidas y que me cuenten otras historias que, quién sabe, igual en el futuro acabarán inspirando a otros personajes de ficción.

Todo esto me enriquece como persona y siento como si estuviera tomando notas, en una libreta imaginaria, para después trasladar las sensaciones al papel. Porque sé que, al final, cualquier detalle se acabará colando en una novela, a modo de guiño que tal vez sólo entienda yo.

Iré con los ojos abiertos y los oídos dispuestos.