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domingo, 18 de enero de 2015

CAMINOS REVUELTOS



Hay momentos en los que la vida revuelve los caminos, la niebla desdibuja el horizonte y me siento perdida. Entonces, cuando no soy capaz ni de intuir el siguiente paso, mi valor se esfuma, perdido entre esa nada blanca que me rodea, y lo único que me apetece es hacerme un ovillo y esperar a que vuelva a salir el sol.

Quizá no sea valiente.

Quizá no sirva más que para aplazar lo inevitable.

Hoy amaneció con una densa niebla que no ha despejado en todo el día. Las calles están húmedas, se me han mojado el pelo y el abrigo y en cuanto he llegado a casa he buscado mi manta.

Me he refugiado en ella, con un buen cargamento de palabras.


No conozco otro lugar mejor en este mundo.

martes, 13 de enero de 2015

MIS DISCULPAS, CABALLERO.


Hay temporadas que a la vida le da por ponerte a prueba y la puñetera se lo toma en serio. Uno detrás de otro, te va soltando bofetones y no eres capaz de esquivarlos.

Esta última semana ha sido para regalarla.

Un comentario de La arena del reloj me tocó (las narices primero y el ánimo después). Entré en mi particular bucle de encontrar explicaciones a lo inexplicable y me fui cayendo.

Luego pasaron otras cosas que no vienen a cuento.

Y me enfadé.

El caso es que el lunes hice algo que quienes me conocéis (en persona o por los siete años que llevo escribiendo en este blog), sabéis que no es propio de mí: un mal comentario sobre alguien a quien no conozco y que no me ha hecho nada en absoluto.

Igual que no comento jamás las novelas que no me entusiasman, tampoco entro en otras críticas a lo loco. Ni en las redes ni en la vida real. Pues bien, el lunes me salté una de las principales normas que rigen mi forma de ser. Y no lo hice con alguien que se lo merezca, que haya tenido un comportamiento deleznable (y mira que ha habido esta semana, solo hace falta mirar a Paris), sino con un actor.

De una serie.

De la tele.

En Twitter.

Este fue mi inspiradísimo tuit en relación a la serie que vi el pasado miércoles por la noche y su respuesta:




Esta tarde me ha contestado, sin haberle mencionado, porque ni siquiera me fijé en su nombre. Y ha sido todo lo educado que yo no fui, dándome una lección que me merezco. Porque, ¿quién soy yo para valorar el trabajo de nadie tan a la ligera? Al fin y al cabo actuar es algo subjetivo y, en todo caso, debería argumentar qué es lo que veo mal o bien. Pero no, lo solté así, a lo bruto, con el mismo tacto que tuvieron conmigo hace unos días en La arena, con el mismo nivel de argumentación (cero). Y, si no quiero que hagan eso conmigo, ¿por qué lo hago yo con los demás?

Estaba haciendo la cena, pensando en esto, cuando mi hermana ha llamado para decirme que mi madre está en urgencias, con una arritmia. Es la segunda vez en los últimos tres meses que le pasa. De pronto el suelo se ha tambaleado a mis pies, por lo fácil que es que la vida, sin poner nada de tu parte, te dé un disgusto.

No hace falta ni siquiera abrir la bocaza.

No voy a ser yo quien dé disgustos si puedo evitarlo. Como no fui justa en absoluto, me pasé tres pueblos y quiero disculparme, pero los 140 caracteres de Twitter se me quedan cortos.

Perdón, Rafael. Voy a cumplir lo que te he dicho, seguiré viendo la serie y prometo que no diré más tonterías.


Por cierto, mi madre mejora.

jueves, 8 de enero de 2015

ASESINATO EN EL ORIENT EXPRESS DE AGATHA CHRISTIE




Sinopsis:

Estambul, pleno invierno. Poirot decide tomar el Orient Express que en esta época suele hacer su recorrido prácticamente vacío. Pero aquel día, el tren va lleno y sólo gracias a una buena amiga consigue una litera en el coche-cama. A la mañana siguiente se despierta, descubre que una tormenta de nieve ha obligado a detener el tren y que un americano, llamado Ratcher, ha sido apuñalado salvajemente. Aparentemente nadie ha entrado ni ha salido del coche-cama. El asesino, sin duda, es alguno de los ocupantes entre los que se encuentra una altiva princesa rusa y una institutriz inglesa.

Mis breves impresiones:

Es la primera vez en mi vida que leo a esta autora. Ya sé que siendo lectora desde temprana edad esto es más que raro, pero nunca me había dado por ahí. La verdad es que el libro se lo he tomado prestado a mi hija de 11 años que es una forofa de las historias de misterio y la experiencia ha sido buena.

Tampoco he visto la película. No sé si esto es aún más raro, pero la verdad es que no, así que entré en el libro sin saber quién era el asesino. Y si Hércules Poirot no me lo cuenta, estaría igual porque las pistas no hacían nada más que confundirme. Soy malísima jugando al Cluedo, todo hay que decirlo.

La novela es una ágil sucesión de diálogos que te llevan en volandas y que, en mi caso, no arrojaban luz al misterio sino que, a medida que avanzaba, lo iban embarullando cada vez más. Todos me parecían tan sospechosos como inocentes a la vez, y creo que ese es el valor de la novela, la capacidad que tiene de generar confusión en el lector y que se sienta perdido sin la sagaz intervención del inspector.

El final me ha encantado.

Tengo dos novelas más en casa, creo que les echaré un vistazo más adelante. Seguro que hasta la última página no me entero de nada.

Segunda novela para el reto de 20 este año, lista.

martes, 6 de enero de 2015

MAGNUS LITERATURE

Si cierro los ojos y pienso en la Literatura, la de verdad, la que se estudia, encuentro un nexo común en todas las obras: la marca de su tiempo, del momento en el que fueron escritas. Aunque a veces la fantasía se cuele en el argumento, como es el caso de El Quijote, el paisaje donde se mueve la novela es real, un reflejo de esa sociedad en la que vivió Cervantes, que permanece enganchado en cada línea. Una manera de hablar, de sentir, de conducirse en la vida que supo plasmar, más allá de la locura de un hombre que había leído demasiados libros de caballerías.

Claro que no todo lo que se escribe con ese poso de realidad se quedará, porque influyen más factores: capacidad del autor para transmitir, profundidad de sus reflexiones, habilidad para convertir las palabras en música, facilidad para atrapar la atención de quien lee, maestría para emocionar… Cuando estas y otras muchas cosas confluyen en un libro el lector, el buen lector, lo siente. La pócima que se empezó gestando en la mente del novelista recibe la gota del último ingrediente y la magia fluye.

Encontramos Literatura. Enorme. Magnífica.

Quizá nunca se pueda decir de mí que he escrito literatura. Es más que posible que no escriba nada que aporte algo al mundo, pero lo reflejaré a través de mi espejo. Tal como lo siento. No sé si sabré transmitir, profundizar, que las palabras se conviertan en notas musicales y de ellas surja una melodía que atrape las emociones del lector. No sé si lograré mantener su atención y removeré sus sentimientos.

Seguro que nada de lo que escriba trascenderá más allá de los muros invisibles de mi pequeño mundo, pero viviré mucho más tranquila si permito que las palabras no se me atraganten dentro, si dejo que salgan sin el miedo que a veces me acompaña. Voy a emocionarme.

Otra cosa será descubrir si escribo literatura.


O no.

lunes, 5 de enero de 2015

LA TRIBU MALDITA DE VÍCTOR FERNÁNDEZ CORREAS.


Sinopsis

Anar teme por su clan. Todo lo que los rodea se ha vuelto hostil: los animales han desaparecido, los frutos escasean y varios compañeros han sido devorados por las fieras. Además, el implacable y violento invierno se cierne sobre ellos. Todos los miembros de la tribu desean emigrar. Todos menos unos pocos. Entre ellos, Kamu, el líder de los cazadores. Ellos prefieren esperar a la siguiente primavera. Pero Anar, el chamán de la tribu, insiste en buscar una tierra maravillosa y pacífica, un valle donde el agua fluye, donde abundan los frutos y donde megaceros y manadas de caballos pastan. Un valle en el que el grupo podría establecerse de forma permanente y al resguardo de las amenazas de la naturaleza y de otros homínidos. Con sus compañeros, y pese a la infinidad de riesgos que habrán de afrontar durante el trayecto —entre ellos el encuentro con tribus rivales—, Anar emprenderá un azaroso y peligroso viaje en busca del mágico lugar. La llegada de otra tribu permite al líder de los cazadores, Kamu, cumplir su deseo de fortalecer el clan con nuevos y poderosos miembros. Sin embargo, el nuevo grupo trae consigo a una extraña y atractiva hembra pelirroja que amenaza la supervivencia de todos aquellos que decidan acogerla. Ocurrió hace 400000 años y La tribu maldita lo narra en esta excelente primera novela sobre el mundo de Atapuerca. Anar, Kamu y Numu, junto al resto de la tribu y a la extraña pelirroja Kanai, vagaron por la península en busca de una tierra soñada. Fue una travesía repleta de amenazas que finalizó en la fatal Sima de los Huesos.

Mis impresiones

Los libros ambientados en la Prehistoria ejercen una especial fascinación sobre mí. Supongo que tiene que ver con que la profesora que tuve en la universidad, Primitiva Bueno Ramírez, que vivía todo lo que nos contaba en clase. Su manera de transmitir conocimientos la recuerdo repleta de pasión y, quizá por ello, desde el principio se convirtió en mi asignatura de Historia favorita. Coincidió además que leí en aquel momento El clan del oso cavernario y la novela terminó de despertar mi interés por nuestros primeros pasos por el planeta.

Por eso, cuando tropecé con una reseña de La tribu maldita en el blog El búho entre libros, comenté que me apetecía mucho leerla. La sinopsis me resultaba atractiva y la valoración que se hacía del libro también. Lo que no me esperaba es que Víctor leyera mi comentario y la novela acabase en el buzón de mi casa. Me hizo tanta ilusión que se saltó toda la lista de pendientes y a punto estuvo de pasarle por encima al libro que estaba leyendo en esos momentos. Tuve que contenerme porque ya no soy capaz de simultanear lecturas; si lo intento alguna acaba abandonada.

Así que, cuando finalmente pude empezar, descubrí algo que me he guardado, que no le he comentado a él todavía: ¡no había visto la dedicatoria! ¡Muchas gracias! A veces parezco idiota y otras lo soy directamente. Menos mal que la evolución humana no dependió de mí, apañada estaba la especie con mi despiste monumental… Tenía que haberme imaginado que el libro llegaría personalizado.

La historia que plantea Víctor está situada cronológicamente en el Pleistoceno medio, una época que coincide con el Paleolítico en el desarrollo humano. Es un momento en el que los homínidos que habitan el planeta son nómadas que se desplazan constantemente en busca de recursos para su supervivencia. El autor elige precisamente este período porque coincide con la datación de los restos que existen del homo heidelbergensis, los individuos que poblaron la Sierra de Atapuerca, en Burgos, hace más o menos cuatrocientos mil años.

La tribu maldita pretende ser un reflejo del modo de vida de una tribu y para ello el autor hace una profunda investigación de su modo de vida, pero no se conforma con eso, sino que crea una trama de novela que nos va llevando de la mano. La realidad se pone el traje de la ficción pero no la perdemos nunca de vista porque estos personajes no viven vidas extraordinarias, más allá de lo extraordinario que es sobrevivir en las tremendas condiciones en las que lo hacen. Y es que, un elemento clave para subsistir es el fuego. En La tribu maldita, el clan protagonista no ha alcanzado aún su dominio, lo que convierte la supervivencia en algo todavía más sorprendente. Cazan, pero sobre todo viven de la carroña, de los restos de animales abandonados por los lobos o leones. Sienten frío, hambre, dolores que no son capaces de calmar. Nacen y mueren, completando el ciclo de la vida sin apenas dilemas morales. No entienden por qué morimos, pero tampoco les preocupa demasiado cuando ocurre. Hay un pasaje que a mí me produjo un tremendo desconcierto. Unas hembras recolectoras están en su tarea cuando aparece una pantera (una especie que habitaba la península). Se ven rodeadas y una de las hembras sufre su ataque. La pantera se lanza a su cuello y la arrastra para llevársela como alimento mientras los demás… no sienten nada… salvo que tienen hambre. Es la misma sensación que el autor logra transmitir cuando mueren niños tras el parto o los primeros años de vida: no hay dramas, hay supervivencia de los más fuertes y la vida que sigue adelante completando su ciclo.

Víctor Fernández Correas documenta los escenarios, los animales, las herramientas, las formas de caza, la vestimenta, el paisaje y lo hace tan bien que escribe una novela rigurosa, sin dejar de ser una historia de ficción. Da un paso más y elige fabular sobre seres humanos concretos, reales, que habitaron en la Sierra de Atapuerca. Así, el conocido como Miguelón, el cráneo número 5 que podemos contemplar en el Museo de la Evolución humana de Burgos, se convierte por obra y gracia de su pluma en Kamu, líder de esta tribu. Sabemos la causa de la muerte de este individuo y Víctor la usa para recrear una hipotética situación sobre cómo se pudo producir (tomándose alguna licencia narrativa). Y no solo él. El dueño de la pelvis mejor conservada que existe aquí se llama Anar, un anciano que ha sido líder de su tribu hasta que sus achaques le impiden seguir siéndolo y cede el mando a Kamu. Y así, unos cuantos personajes más son construidos a partir de lo que sabemos de los restos fósiles encontrados en la Sima de los huesos. A su vez, se permite también imaginar sobre excalibur, un bifaz de cuarcita roja encontrado en Atapuerca, extremadamente raro  por la poca frecuencia de ese material en la zona.



No os voy a contar cómo acaba, qué hipótesis elige el autor para hablar sobre la causa de la muerte de todos estos individuos, cómo acabaron todos en esa Sima de los Huesos, porque quiero que, si podéis, la descubráis vosotros mismos. Lo que sí os diré es que toda la novela transmite la dureza de un tiempo en el que la mayor preocupación era seguir vivo.

La novela se sustenta en descripciones, tanto de paisajes como de sentimientos, teniendo el diálogo escasísima importancia. Cuando aparece no son más que palabras muy cortas, gruñidos que incluyen ideas muy básicas (hay una lista al final para no perderse pero no hace falta, la vi después de haber terminado la novela y deduje siempre qué significaban los términos por el contexto). A pesar de la ausencia de diálogos se lee muy rápido porque está muy bien escrita. El epílogo es una auténtica clase de historia (prehistoria).

Ah, y además esta novela está prologada por Eudald Carbonell, prehistoriador, arqueólogo, antropólogo, geólogo y paleontólogo,  así que supongo que tratando el tema que trata no puede traer mejor aval.

Hace años visité Atapuerca. Me gustó la visita guiada por el yacimiento, pero me gustó mucho más el parque arqueológico, la explicación in situ de técnicas de pintura, el tallado de herramientas o cómo encendían fuego. Creo que una vez que has leído la novela la explicación sobre el terreno cobra otra dimensión. Entre mis planes está volver. No creo que tarde, cuando haga un poco mejor en Burgos, que ahora hace un frío que pela.



Sobre el autor, para quienes no le conozcáis, Víctor Fernández Correas nació en Saint Denis (Francia) en 1974 mientras sus padres trabajaban allí; una familia de tantas, de emigrantes que buscaban ganarse la vida. Sin embargo él se declara extremeño casi por los cuatro costados. En la actualidad vive en Getafe (Madrid).

Comenzó a escribir a mediados del año 2000, animado al ganar un certamen de relato corto en Valverde de la Vera (Cáceres). En el Primer Certamen de Relato Corto ‘Princesa Jariza’ de Jaraíz de La Vera, en 2001 se alzó con el premio, con una historia de templarios y semana santa en Jerez de los Caballeros.

Un relato escrito en 2001, Epílogo imperial, se transformó, ampliado y documentado, en La conspiración de Yuste, su primera novela, editada por La esfera de los libros en 2008. Cuatro años después, en 2012,  reapareció en el mercado literario con La tribu maldita, editada por Temas de hoy.
Actualmente trabaja en su tercera novela, mientras que escribe cada mañana efemérides con las que nos da los buenos días en Facebook y que yo, particularmente, disfruto como una enana. Tengo que decir que si en esta novela muestra grandes dotes narrativas, en los textos que ha escrito últimamente ha evolucionado hasta encontrar una voz personalísima que a mí, particularmente, me tiene enganchada. 

No hay que perderle la pista.


Con esta novela inicio mi reto 2015 en el apartado de novela histórica. Prehistórica no hay. ¡Sólo me quedan 19 para conseguirlo!

sábado, 3 de enero de 2015

RETO SEMI GENÉRICO 2015: A LEER SE HA DICHO.



Después de ver el reto genérico que planteaba Laky, y pensar que nuestro tiempo es bastante limitado para alcanzar los cuarenta libros que ella plantea, Pilar Muñoz nos retaba en Facebook a uno bastante menos ambicioso, la mitad de novelas.

La verdad es que fue una conversación muy divertida en la que nos fuimos picando las unas a las otras y al final tanto ella, como María José Moreno y yo misma decidimos que estábamos casi seguras de que podríamos con él. Dejamos a Pilar que escribiera la entrada y aquí está su propuesta.

Reto semi genérico 2015

En esta entrada iré apuntando las novelas a medida que las vaya leyendo y enlazaré las entradas del blog en las que pondré un comentario sobre cada una de ellas.

1. Novela negra/policíaca. Los crímenes azules. Enrique Laso. Julio.

2. Thrillers o suspense. Asesinato en el Orient Express, Agatha Christie. Enero

3. Histórico. La tribu maldita de Víctor Fernández Correas. Enero. La luz que no puedes ver. Anthony Doerr. Julio.

4. Guerrero. Khimera de César Pérez Gellida. Marzo

5. Humor.

6. Romantico/amoroso. Amanecer contigo de Noelia Amarillo. Febrero. Entre dos bandos de Laura Nuño. Abril.


7. Infantil. El misterio Velázquez. Eliacer Cansino. Febrero.

8. Juvenil.

9. Familiares.

10. Terror.

11. Landscape. La dama del paso. Marisa Sicilia, Abril.

12. Exóticos. En tierra de fuego. Mayelen Fouler. Octubre.

13. Libro de relatos. Café y cigarrillos para un funeral. Roberto Martínez Guzmán. Julio. La librería a la vuelta de la esquina. Varios autores. Noviembre.

14. Libro sobre libros (metaliteratura) Mientras escribo. Stephen King. Junio.

15. Obra de teatro, poesía o ensayo. Herido diario. Rayden. Julio.

 16. Narrativa contemporánea. El nadador en el mar secreto. Abril.

17. Clásicos. El lazarillo de Tormes. Anónimo. Abril.

18. 3 libros autoeditados/independientes. Descubriendo a Valentina. Mara MacBell. Mayo. La librería a la vuelta de la esquina. Varios autores. Noviembre. La novelista fingida. Rafael R. Costa. Agosto.

Para facilitároslo aún más, ofrecemos la posibilidad de usar un comodín, es decir, en aquel género que se os resista podéis incluir una novela de cualquier otro género para completar los veinte libros.

Estamos pensando en un aliciente para quienes se animen con él y lo cumplan, aunque en principio está pensado para que seamos nosotras mismas las que nos saquemos de encima la pereza y nos pongamos a leer.

jueves, 1 de enero de 2015

¿SERÉ CAPAZ?

Me llevo preguntando un rato si seré capaz de cumplir un solo propósito para este nuevo año. El que usé para arrancar 2014 se quedó colgado, no lo cumplí y eso que bastaba con leer un solo libro, Nada, de Carmen Laforet. Ahí lo dejé, con el marcapáginas puesto; es una novela que tengo atragantada, que he empezado varias veces y siempre se ha quedado e medias. Quiero pensar que tiene que llegar su momento, y que ese no es ahora, pero reconozco que, a medida que pasan los años voy perdiendo la esperanza de averiguar qué es lo que no le pasa a Andrea.

Este año quería retarme con algo sencillo: conocer autores a los que todavía no he leído. Autores consagrados, de esos que entran en las listas de libros que van marcando vidas, pero no sé yo si seré capaz, visto el exitazo de mi propósito del año pasado.

Uno que tengo ahí, a mano en la biblioteca, es Mientras agonizo, de Faulkner. Podría empezar por él.

Pero no quiero ceñirme a estos libros, también pienso leer de estos otros (como los que escribo yo) que son para pasar el rato, que te entretienen y te duran un suspiro. Y los que se apilan en mi mesilla, en papel, que estoy ya aburrida de limpiarles el polvo y mirarlos con cara de deseo, mientras espero a que les llegue su momento. Y el que me van a traer los Reyes, que me hace muchísima ilusión. Y algunos del kindle que llevan tiempo ahí. Y las lecturas cero que es casi lo que más me apetece.

Me estoy empezando a poner nerviosa, ya me estoy presionando yo solita.

Menos mal que el resto de planes para 2015 son escasos. Después de un año lleno de eventos entro en otro con la agenda despejada: 364 días (ya me he cargado uno), para hacer lo que quiera. Y lo único que quiero este año es leer.

¿Seré capaz?