Mi medicina son las palabras. Las necesito escritas, me
nutro de ellas y busco el consuelo de su compañía. Las coloco y descoloco a mi
antojo, componiendo historias que hacen que, cuando el ánimo no acompaña, el
mundo parezca un poquito más feliz.
Estos días estoy necesitando dosis extra. El calor ha
arrasado con la sensación de sueño y las noches se hacen eternas. Los días,
arrastrando el cansancio, tampoco dan tregua y, en cuanto encuentro un momento,
me siento y escribo.
Es por ello por lo que la novela en la que me entretengo
ahora avanza a un ritmo muy rápido. Tengo clara la trama y necesito esa dosis de calma que me da imbuirme
en ella. Cada palabra escrita respiro mejor. Cada párrafo que avanzo me hace
relajarme más. Cada página es el alivio para los arañazos del alma.
¡Qué bien que así sea! El calor es cierto que no quita las ganas de cualquier cosa... salvo de escribir. ¡Ya nos contarás sobre ese proyecto! Lo saques a la venta como si no ;)
ResponderEliminarSaludos <3