Mis impresiones:
Hoy, los habituales del blog os habréis dado cuenta de que no he copiado la sinopsis editorial de la novela, como hago siempre que abordo un libro que he leído en el blog. No lo he hecho porque, aunque os parezca mentira, sobre todo por el tiempo que lleva publicado, yo no sabía nada de este libro.
Bueno, nada, nada, no. Algunas cosas sabía.
Por ejemplo, conocía la portada, que he visto en las redes desde hace mucho tiempo. Sabía que han hecho una película que se acaba de estrenar. Y sabía que ha gustado mucho.
Pero sobre el contenido de la novela no tenía ni idea, porque no me había parado ni siquiera a leer una reseña de las que han ido apareciendo en los blogs.
¿Y por qué la leí entonces?
No tengo ni idea.
Supongo que hay libros que esperan pacientes por ti a que llegue el día de que los tengas en las manos. Eso pasó con este. Llegó su momento y lo abrí. Empecé a leer. Me dije que no era para tanto...
Y aquí, los habituales del blog, estaréis pensando en la razón por la que un libro que pensé al leer las primeras diez páginas que no era para tanto, ha acabado teniendo su reseña, si yo digo hasta la saciedad que solo me molesto en escribir sobre lo que me gusta de verdad.
Sencillo: me equivoqué.
Las primeras páginas, como digo, no me convencieron nada. Sentía que la narración no era nada del otro mundo, no lograba entrar en la historia, quizá porque, como os he dicho, no sabía de qué iba y me costó avanzar un poco para centrarme en lo que estaba leyendo. Aunque el detonante está al principio, el arranque de esta historia en 2007, no tenía ni idea de dónde quería llevarme la autora, y no ayudaron nada los primeros capítulos.
Pero no me rendí.
Seguí leyendo y en quince páginas la novela me había empezado a seducir de tal manera que solo ha durado día y medio en mis manos. Lo decía en Twitter, solo uno de mis libros ha logrado mantenerme tan atrapada, y no creo que cuente mucho porque lo escribí yo y mi relación con él, obvio, no es nada objetiva. Solo me ha pasado eso con Detrás del cristal, una novela que releí hasta la saciedad para corregirla y (mira que sabía hasta donde estaban las comas) cada vez que volvía a ella me sumergía en lo que yo misma había contado y me olvidaba de las horas.
Pero, ya digo, eso no cuenta.
Sobre la historia, creo que no voy a explicar nada. Es mejor que cada uno la lea y saque sus conclusiones, que decida si quiere o no entrar en ella habiendo leído la sinopsis o no, pero sí diré que Louisa Clark me ha gustado mucho. Su carácter, su evolución, su manera de luchar en la batalla en la que se mete sin darse cuenta. Su humor, que me ha sacado más de una carcajada. Su sensibilidad y su paciencia.
Will es el personaje que más me ha gustado. La situación que vive le hace protagonista de todo, aunque sea ella quien, salvo en algunos capítulos sueltos, nos esté contando la historia. La autora ha sabido meterme en sus zapatos hasta donde se puede (del todo creo que es imposible) y por eso yo creo que esta novela tiene el único final posible. Redondo y potente, de los que no se olvidan con facilidad (pero que me ahorro por si algún despistado no lo conoce).
Tengo que ponerle un pero a la novela. Son las tramas secundarias. En algunos momentos te sacan de la narración principal y creo que son demasiado extensas para el poco peso que tienen en la principal.Si bien es necesario que nos presente a Patrick, el novio de Louisa, repite muchas veces cómo es. A mí, con una o dos, me habría bastado para hacerme una idea. Y tampoco creo que haga falta, para que la novela siga siendo interesante, contar tantos detalles de la vida de la hermana de la protagonista. De hecho, creo que aporta más bien poco a la historia.
Me ha gustado mucho. Sin grandes alardes narrativos, la novela engancha, te hace reflexionar sobre la situación del protagonista, te pone en su piel y te hace plantearte qué es lo que harías tú en su situación y, estés o no de acuerdo, mueve algo en tu interior.
Es una novela que me ha llenado también por otra cosa. En realidad está contando una historia de amor y, por una vez, el sexo no tiene nada que decir. Eso, de verdad lo he agradecido, porque estoy más que cansada de novelas que solo son un intercambio de fluidos. Quiero intercambio de emociones, que alguien me cuente lo que sé, que las personas son capaces de enamorarse más allá de compartir un rato de pasión. Que el amor es mucho, mucho más que tocarse el cuerpo. Que, donde de verdad estalla el sentimiento no es entre las piernas sino en un lugar mucho más emocionante y difícil de encontrar, que es dentro de uno mismo.
En la necesidad del otro, en las ganas de compartir momentos, de discutir si se da el caso. En las conversaciones irónicas y en el intercambio de sonrisas y miradas.
Para mí, esto y la reflexión sobre Will son lo mejor que tiene. Y que se lee sola.
Mira que lleva tiempo este libro entre mis pendientes. A ver cuándo me animo!
ResponderEliminarBesotes!!!
Hazlo!!
ResponderEliminarVoy a ver si me animo con ella. Me apetece dejar a un lado el género negro ;-)
ResponderEliminarAnimate!!
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