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martes, 3 de enero de 2017

ESOS SUEÑOS DE MEDIA TARDE



He soñado con una campaña de marketing. Ha tenido que ser que en la comida he puesto salsa barbacoa, porque otro ingrediente extraño no ha entrado en mi dieta de hoy. Lo cierto es que me he quedado dormida y me ha perseguido la portada de un libro que (creo) no he visto nunca antes de que apareciera en mi sueño.

En esta portada se veía a un personaje enmascarado; llevaba una de esas máscaras del Carnaval de Venecia, blanca y con plumas. Y un traje azul, con reminiscencias del siglo XVIII. Hasta ahí, todo normal, podría tratarse de una novela histórica, pero... aquí es donde aparece la campaña de marketing.

Había individuos disfrazados así por toda la ciudad.

A veces estaban dentro de un escaparate. Vivos, siguiendo con la mirada enmascarada (lo que era bastante inquietante) los pasos de los viandantes. Otras veces estaban sentados como copilotos de los coches, daba igual si iban en marcha o permanecían aparcados. Uno, incluso, estaba en Mercadona haciendo la compra. Con una mano empujaba el carrito, mientras que con la otra sostenía ese palito por el que se sujetan las máscaras.

Ha sido muy raro, bastante inquietante, porque te miraban todo el rato, aunque no daban miedo. En el sueño, yo estaba segura de que se trataba de una campaña de marketing de un libro y la verdad es que funcionaba, porque la gente no hablaba de otra cosa.

Me he despertado sobresaltada, pero no ha sido por el enmascarado, es que no llevaba zapatos.