Páginas

domingo, 6 de mayo de 2018

NO HAY GANAS

Pixabay


O necesidad, o la pasión suficiente para ponerme a escribir como siempre. No consigo conectar las emociones con las palabras y siento el resultado frío.

Y me duele.

Tal vez sea porque la mayoría de lo que quiero decir es mejor que me lo calle, que no está bonito decir que no me gusta la gente que finge ser lo que no es. Que no entiendo el alboroto público cuando se contradice con el comportamiento privado. Que me parece que las injusticias nos rodean y que no son exclusivas de los juzgados.

Por eso, porque todas estas cosas no se pueden decir con claridad, al final lo que escribo lo guardo un par de días y después borro.

Me he dado cuenta de que me estoy censurando a mí misma, y ni siquiera creo que sea porque tenga algo que perder, sino porque no tengo ganas de discutir. No me apetece el conflicto, no me viene bien para la salud.

Hoy, por ejemplo, he pensado en escribir algo sobre lo increíbles que son las madres. La mía y la que soy, las que veo a diario, las que recuerdo. Las que lo fueron y ahora ejercen más de abuelas. Las que no tuvieron hijos nunca y, sin embargo, de algún modo fueron madres. Después de un buen rato dándole vueltas a lo que quería contar, los pensamientos han empezado a irse a otro lado y he acabado en el principio: no hay ganas.

Solo he escrito una frase: "La felicidad se puede llevar de la mano. Feliz día de la madre  "

Y ya.

Suficiente como para que quienes me conocen se hayan preguntado si me pasa algo. Pues sí. Mañana tengo una cita que no me apetece nada, tengo pánico a que llegue la hora, pero no me queda más remedio que respirar profundamente y presentarme allí. Sentarme y contener las ganas de llorar. O no, porque cuando lloro dejo que salga la tensión, quizá sea lo mejor. Y después llegarán días un poco raros, sin la seguridad de que lo que pasará mañana sea la solución, teniendo que afrontar las consecuencias, pero no queda otra.

No os preocupéis. Todavía no me estoy muriendo, es que mañana me van a sacar una muela. Y no, no soy valiente.

Tengo pánico a ese momento.

5 comentarios:

  1. Joder, Mayte, ¡qué susto!
    Ánimo y que todo vaya bien.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy esperando que me haga efecto la anestesia. Mitad del recorrido completado. Nervios on, pero sin llorar ni una gotita, como una campeona.
      A ver el resto del proceso si me sigo portando, no me fío de mí.

      Eliminar
    2. Hala, ya está. Ahora me esperan dos días fastidiados, pero esto está solucionado. A ver si el problema colateral también mejora.

      Eliminar
  2. Pues ya pasó, Mayte. Tampoco iría yo muy tranquila a sacarme una muela... Si es para los empastes y voy ya... Vamos, que de valiente, también poco.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Llevo todo el día esperando a que me duela y nada. Ha sido un rato, no es agradable, pero ya está. Le tengo más miedo a las vueltas que le doy a todo.

      Besos!

      Eliminar

Si dejas tu comentario, entenderé que aceptas formar parte del reflejo de este espejo. Gracias por tu visita.