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martes, 13 de noviembre de 2018
AQUELLO QUE FUIMOS, DE PILAR MUÑOZ, GANADORA DEL PREMIO INDIE DE AMAZON 2018
No sé cuándo supe de este proyecto, pero sí sé que fue hace años. Pilar empezó a escribir una novela "sencillita", pero poco a poco su mente fue llenándose de ideas y la hizo mucho más profunda. Tenía ganas de contar algo especial, de manera diferente, aunque ello le costase horas y horas en las que tuvo que tomar decisiones de esas nuestras, de escritor, que tienen que ver con narradores, puntos de vista y tiempos verbales. Tuvo que seleccionar información y decidir en qué momento la mostraba para conseguir el efecto que ella quería.
Y la terminó.
Cuando vi la novela, no pude más que quitarme el sombrero. Era una de esas novelas grandes que te llenan y le dije, como todos los que estábamos a su alrededor, que le diera una oportunidad grande. Me consta que lo hizo, que tanteó, que llamó a puertas y que todas se volvieron a cerrar. Fue un tiempo complicado, pero el destino juega sus cartas cuando tiene algo guardado en una manga.
Cuando casi había desistido, llegó el concurso indie.
Ella ya había participado en 2017 y todos los que estábamos a su alrededor concluimos que esta novela, Aquello que fuimos, no se movía en los parámetros que habíamos visto del concurso en otras ediciones, pero se ajustaba a las bases como un anillo a un dedo al que está destinado: originalidad y calidad literaria no le faltan. Allá la envío, con la esperanza no de ganar sino de que, por lo menos, lograra con ella esa visibilidad de la lista que haría que encontrase lectores, como sucedió con Un café a las seis.
Porque Pilar, como el resto de escritores la rodeamos, es lo que quiere de este mundo: un puñado de personas a las que ofrecer su historia para que la lean y, si es posible, que la disfruten.
A las dos semanas, nos habíamos dado por vencidos con el concurso. Lo que destacaba en ventas se alejaba mucho de Aquello que fuimos, era muy diferente, y además Pilar no se empecinó en bombardear las redes con promos a cada momento. Sus lectores, los que ya tenía de otras novelas, respondieron de maravilla y cuando el cupo parecía cubierto la novela ralentizó sus ventas. Pilar decidió dejarla viajar sola durante casi todo el verano y le dio tiempo para volver a ella en el otoño, puesto que parecía más una novela para disfrutar en un tiempo más calmado.
Pero algo sucedió que descolocó los planes.
El 17 de septiembre, Pilar recibió una llamada desde Amazon. Su estupefacción fue enorme al enterarse de que era finalista del concurso; supongo que si se lo hubieran dicho el año pasado no habría sido tan chocante, Un café a las seis ocupó muy buenas posiciones de ventas y gustó mucho. Sin embargo, Aquello que fuimos, con sus pasos tranquilos supuso toda una sorpresa.
Ese primer día, cuando solo se lo comentó a los íntimos, lo recuerdo como pura magia. El siguiente, cuando se anunció en las redes, fue todavía más especial. El tercero, cuando llegaron quienes siempre ponen en duda todo, los que la queremos lo vivimos con ella desde la distancia autoimpuesta de mantener la elegancia. Porque hay que ser elegantes. Porque, en realidad, no cabe otra opción. Porque las rabietas son de niños pequeños y ya vamos teniendo una edad (maravillosa, todo hay que decirlo).
Hasta que llegó el fallo del veredicto, soñamos con Pilar. Fueron días de muchas risas, de hipótesis locas, de soñar con los ojos abiertos y construir escenarios rocambolescos con lo que, de verdad, disfruté mucho. Fue también en momento de mandar a tomar por el culo a los agoreros que decían que tuviéramos cuidado, que a veces los sueños no se cumplen. Ya, lo sabemos, los sueños a veces se desvanecen nada más despertarte, pero no creo que sea malo permitirse soñar mientras estás dormido. Rejuvenece, revitaliza, reconforta y mil palabras más que empiezan por re que yo no iba a permitir que me cercenaran porque sí. Ni iba a permitir que se los cercenasen a ella, porque el trabajo que había hecho era impecable y todo buen trabajo se merece una recompensa, aunque no sea la definitiva que a veces apunta en el horizonte.
Pero ha pasado.
Ha ganado.
A veces las cosas no suceden antes porque hay algo mucho mejor esperando más adelante, lo sabemos, pero a menudo lo olvidamos.
Me pregunto hoy cómo ha podido suceder, me consta de los prejuicios de mucha gente que solo mirando la portada se pensaron "bah, otra novela romántica más", sin pararse a leerla con atención, sin darse cuenta de que de romántica, del género del XXI (dejemos de llamarla rosa, es un insulto), no tiene nada porque no cumple ni uno solo de los parámetros del género. Por eso Pilar no la catalogó ahí, porque no lo es. Se trata de Narrativa, con mayúsculas, una novela grande de las que te hacen pensar y escrita con un pulso exquisito.
Ha ganado y yo no puedo estar más feliz.
Ahora el corazón late loco porque esto no es más que una puerta abierta, el reconocimiento a una autora que lleva AÑOS haciendo un buen trabajo con la elegancia de una señora. Que va a seguir luchando por sus novelas, que serán como ella, mejores con los años. Porque es como el buen vino, que va ganando en enteros a medida que el tiempo pasa por él.
Esta puerta quizá le abra otras, o eso espero yo, porque su voz narrativa no se puede quedar en silencio tras esto. No es por el premio, ella tiene más obras premiadas, es porque ya es el momento de que pase a un primer plano y que conquiste a más lectores; porque los conquistará a poco que se lo permitan.
Yo estoy orgullosa de ella, de ser su amiga desde hace años, de compartir esta aventura y de que no se avergüence de formar parte de este aquelarre de brujas que formamos con María José Moreno. Las brujas andaluzas por mayoría, ellas, y yo que me voy a hacer andaluza de adopción. Creo que con un par de conjuros, o un par de semanas en Córdoba, el acento lo pillo.
Otra vez, felicidades, Pilar. Y gracias. Por ser grande y elegante, por escribir tan bonito, por ser una bruja buena y lista. Por cuidar de nosotras. Por crear personajes de los que se te quedan un poquito en el corazón.
Hoy me tocáis la fibra sensible con vuestros escritos y me ha dado por llorar, eso sí, de alegría por Pilar.
ResponderEliminarMuy bonito lo que has escrito.
Un beso, brujita rosa.
Un beso y muchas gracias.
EliminarFelicidades y así como dijiste lo que esta destidest a ser grande, lo será en su justo momento. Bellas palabras, no sabía de esta escrescri y tampoco de su obra, pero deseo leerla
ResponderEliminarA mí me encantó desde el primer instante. Un beso.
EliminarLo vi ayer en FAcebook. Mi más sincera enhorabuena a PIlar.
ResponderEliminarNo he leído aún su obra, pero tengo anotada este título porque tiene una pintaza el argumento, que sé no me voy a poder resistir.
BEsos.
Hazlo. Yo también creo que te puede gustar mucho.
EliminarUn beso.
Precioso tu texto, Maite. Y tienes razón, a veces se nos olvida que cuando algo bueno no pasa es porque más adelante nos espera algo mejor. Yo hace tiempo que lo sé. Y siempre llega ese momento, a veces se hace esperar, pero llegar, llega.
ResponderEliminarAquello que fuimos es una novela preciosa, un libro de narrativa, de buena literatura y se merece ese premio y todo lo bueno que llegue a partir de ahora.
A mí también me encantó desde que el instante en que empecé a leerla.
Tiene magia. Acabo de ver tu comentario. Año y pico después...
EliminarBesos