Páginas

jueves, 22 de mayo de 2025

LOS BLOGS DE AUTOR

Hoy he vuelto de un viaje, estuve en Córdoba, en el Espacio Atenea, hablando de La lectora de Bécquer, y me ha dado tiempo a leer muchas cosas de esas peregrinas que se publican en los perfiles de redes para mantenerlos vivos.

Cinco horas de viaje son muchas horas.

Yo no debería criticar a nadie, porque soy un desastre en lo que se refiere a tácticas de marketing; tuve que elegir una y decidí la peor: ser yo misma. Eso es guay si un día me convierto en una leyenda literaria, los historiadores que me estudien sabrán que como fuente primaria soy fiable (por favor, si alguien lee esto en cualquier momento, que sepa que me estoy descojonando de risa). Como algo para el presente es un descalabro.

Nadie quiere personas de verdad hoy en día, hay que crearse personajes y pasearlos por las redes y por los eventos.

En un post, creo que de Instagram, decían que hay que mantener un blog de autor porque esto ayuda a tu imagen de escritor. He parpadeado un par de veces, he achinado los ojos por si estaba leyendo mal y, después, he mirado por la ventanilla del coche y me he distraído mirando unos molinos generadores de energía eléctrica al lado de unos molinos de verdad, y he pensado en don Quijote.

¿Ha dicho que hay que mantener un blog?

Eso es como si en los tiempos de las energías renovables, de internet, de redes sociales y de GPS incluso para ir andando a los sitios, alguien se empeñase en ir en burro por la carretera.

¡Ay, señor! Los blogs tuvieron su momento. En 2011, cada vez que publicaba una entrada, yo que era una mindundi de los blogs, al cabo de un rato tenía 1000 visitas. Ahora, si las entradas tienen 5 visitas igual es porque he entrado yo cinco veces, o alguien desde Singapur, que no sé qué fijación tienen las visitas que vienen de allí.

Hoy en día, los blogs son como los molinos de don Quijote, están de adorno en el paisaje, se conservan por pura nostalgia, pero no sirven para nada. Son como dar voces en medio de un mercadillo, pero en el mes de enero, en medio de Castilla y cuando está cayendo una nevada como Filomena. Te arriesgas a que no te escuche ni Cristo.

O precisamente por eso lo usas, porque sabes perfectamente que puedes seguir ejercitando los dedos y componiendo pequeños textos sin el menor temor a que venga alguien a decirte cualquier tontería. Y, oye, en estos tiempos de tanto hate en redes, que haya espacios tan recónditos en los que se puede uno seguir expresando, no está mal.

Nada mal.

4 comentarios:

  1. El que lo dijo no está muy al día... Yo continuo con él, porque me obligo así a reflejar mis impresiones de los libros y a veces acudo para recordar algunos de ellos. Y por seguir en contacto con los poquitos que seguimos por aquí. Aunque últimamente lo tengo abandonadito, que me falta el tiempo.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me pasa como a ti, es un espacio de reflexión. Está para guardar mis cosas juntas, pero poco más.
      No funcionan las páginas de autor, como para que funcionen los blogs.

      Un beso

      Eliminar
  2. Por eso mismo he regresado a blogspot. Con tantas novedades y redes sociales, se ha perdido la esencia del escritor: ese espacio íntimo con el que se conecta más. Digan lo que digan, veo Instagram o Tiktok como un lugar donde te observan más que conocerte mejor. Seguramente tenga una visión errónea de este mundo actual.
    Me quedo con el pasado, donde conocí a grandes personas y autores impresionantes.
    Y, sí, te entiendo bien haha!
    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
  3. Así es. Bienvenido a este rincón virtual. Un abrazo.

    ResponderEliminar

Si dejas tu comentario, entenderé que aceptas formar parte del reflejo de este espejo. Gracias por tu visita.