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sábado, 21 de enero de 2012

HE VENDIDO UN LIBRO...

Emocionada estoy. No me lo podía creer cuando abrí mi correo y me encontré con el email de confirmación de "ganancias de creador". Ya, ya sé lo que pensáis. ¡Vaya cosa! ¡Un libro! Bueno, tiene sus matices y su explicación.


El miércoles vendí un libro en papel a través de la página donde lo publiqué. Los beneficios no los cobraré en la vida, son ridículos, pero es la primera vez que vendo un ejemplar de La arena del reloj a través de ellos. Ha ocurrido unas cuantas veces con Su chico de alquiler, pero éste estaba virgen en ese aspecto.

Los otros ejemplares que circulan en papel sé casi, uno por uno, quién los tiene. Incluso la mayoría están firmados por mí, con una dedicatoria personal e intransferible. Los otros libros, los electrónicos, están en descarga gratuita desde hace mucho, casi el mismo tiempo que hace que en esta página anularon el contador de descargas. No tengo ni idea de los que circulan por ahí en este formato y, sinceramente, no me preocupa. Creo que no significa nada. Una descarga no equivale a una lectura, ni siquiera se puede saber si todas fueron hechas por la misma mano...

Mi emoción tiene que ver con dos cosas: la persona que se lo ha comprado, Román, un compañero escritor que al que podéis leer en su blog El tiempo de Román y el hecho de que, desde que empezó 2012, La arena del reloj parece que ha adquirido vida propia. Me devuelve comentarios que a veces me tocan. No sé si me asusta casi más que me gusta, la verdad. Nunca he pretendido insistirle demasiado a nadie que lo lea, y si existen tantas personas que lo tienen en papel es porque lo han pedido y no he tenido inconveniente en hacer de intermediaria. Lo que me resulta curioso es que, justo ahora que he logrado decidirme a publicar el último libro, empiece éste su camino "virtual". He optado, con todas las precauciones del mundo, seguir ciertos consejos y darle una última oportunidad, brindándole por lo menos el mismo apoyo que a los libros de otros autores. Es mío, ¿no? Supongo que es lo que debería haber hecho desde el principio.
Los que frecuentáis el espejo sabéis que se pueden descargar gratis mis dos primeras novelas, pero por si alguno no se ha enterado, os dejo el enlace de Érase una vez… mi tienda virtual. Seguro que queda algún despistado. Ahí veréis que también se pueden comprar en papel.

Otra cosa más.
 
Como ya os he repetido, una de las cosas más emocionantes que me han pasado en todo este follón de publicar libros y dejarlos sueltos por ahí para que la gente que quiera se los lea, son las palabras que me llegan de vuelta. En mi caso, aunque hay reseñas, los comentarios más increíbles han llegado en privado, a través de mi correo electrónico. La mayoría de las veces no eran de las personas que quizá yo esperaba, porque tengo con ellas una relación algo más estrecha, sino de gente desconocida. Debe ser cierto en mi caso que las cosas en mi vida jamás suceden como cabría esperar, pero esta imprevisión que siempre me acompaña tiene su gracia. Nunca sé lo que puedo esperar, nunca sé cuándo la vida me va a sorprender. Supongo que cuando llegue algo de alguien que espero que llegue (ya me he liado con la frase) me caeré del susto.


Entre todo, creo que destaca este pequeño relato de Sandra Molina. Me devolvió palabras por mis palabras, una historia por mi historia. Está publicado en su blog. Lo transcribo aquí porque este es mi mundo y quiero que se quede. Habla de su padre, al que perdió cuando era muy joven. Me ha encantado.

El sordo reloj mudo


“Hoy lo he recordado. Después de tanto tiempo me ha venido a la mente ese reloj plateado que llevabas siempre enganchado al pantalón con una cadena y que guardabas celosamente en tu bolsillo derecho. ¿Qué habrá sido de él? Seguramente esté guardado en algún cajón de tu mesilla, aún intacta, junto a tu billetera de piel marrón y tu agenda de bolsillo.

Al principio, no entendí por qué ese reloj, por qué no llevabas uno de pulsera, como todo el mundo. Más tarde me di cuenta. Tú lo hacías especial al sacarlo orgulloso del bolsillo del pantalón de pana, porque tú eras especial. Eráis compañeros, dos almas gemelas que latían a la par.

Me gustaba ese reloj. Oía su incesante "tic tac" cuando todo era silencio, al igual que tu corazón, cuando me sentaba junto a ti y posaba mi cabeza en tu pecho, intentando encontrar ese ritmo acompasado. Tal vez por eso me gustaba tanto.


Cada cierto tiempo, le dabas cuerda, impidiendo que se apagara, reavivando su motor y evitando su sufrimiento. Posiblemente porque era impensable la vida de uno sin el otro.


Pero un día, tu corazón se apagó y dejé de oír el reloj. El pequeño objeto plateado se quedó sordo, ya no oía ese compás que siempre le acompañaba. Se sintió inútil e impotente no pudiendo dar cuerda a tu corazón, como tantas hiciste tú hiciste con él. Desde ese instante, decidió que ya no era necesario decir nada más y enmudeció para siempre.”

SANDRA



Creo que es imposible expresar más sentimientos con menos palabras.
 
¡Feliz fin de semana!

26 comentarios:

  1. Eres una mujer de poca fe. Ya verás que en nada venderás muchos más libros, sólo faltaba un empujoncito para que la gente los conociera. Yo los he descargado a los dos, pero prometo comprar "La arena del reloj" en papel, este libro lo quiero tener a mano para ir releyendo cositas. Me ayudará mucho a ser más fuerte y a valorar las cosas. Así que vete con cuidado que la semana próxima recibirás otro aviso.
    Sobre el escrito de Sandra me he quedado sin palabras, muchos sentimientos y emociones.
    Un beso enorme y ánimos a las dos.

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  2. Ves? Lo que yo siempre te digo: eres una mujer de poca fe.
    El relato de Sandra me ha parecido fabuloso, y estoy de acuerdo en que cómo se puede decir tanto con tan pocas palabras. Será que están muy bien plasmadas sobre el papel y te hacen sentir lo mismo que quien las escribe. Felicidades Sandra!
    Y tu Mayte, ten un poco más de fe, que es gratis, aún estando en crisis. Para algo que no cuesta.....

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  3. Me alegro mucho, poquito a poco. Muchos besotes.

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  4. Me alegro!!!Esas cosas llevan su tiempo pero siempre a más nunca a menos!
    Un saludo!

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  5. Entiendo perfectamente tu entusiasmo. Ya sabes que para mí, este ha sido un libro muy especial. Me gusta tu forma de escribir y estoy deseando leer el próximo, que seguro dará que hablar.
    Un besazo.
    Àngels.

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  6. Entiendo tu emoción. ¡Es genial! Supongo que ahora esperas con ansias que se lo lea y que te escriba comentando que le pareció. Sólo así sabrás que se lo ha leído y tu satisfacción será completa.
    Opino lo mismo que anteriores comentarios: Esto de vender un ejemplar se repetirá muchas veces más.
    Un abrazo. Ah! Casi lo olvido. Seguí tu consejo en lo del maquillaje. Aunque suene ridículo te hace sentir un pelín más segura :D

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  7. Me alegro muchísimo y estoy segura de que a partir de ahora vas a vender muchos más, esta mañana he leído del tirón la primera mitad y ahora me voy a leer la segunda mitad. Me está gustando mucho, es un libro muy especial, ya te iré contando para no escribir un comentario kilométrico
    un beso!

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  8. Marga, tus palabras me emocionan y me asustan. Fifty-fifty.

    Un besazo.

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  9. Al, hoy he leído un correo muy chulo que hablaba un poco de lo que me pasa. No sé quién me lo habrá mandado.

    Besos

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  10. Sarah, y tan poquito a poquito, pero conmigo hay que tener cuidado porque como arranque de verdad no va a haber quién me pare... jajaja.

    Un beso.

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  11. Ángels, esta semana os voy a contar un detalle de la portada... ¡Y hasta aquí puedo leer!

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  12. Me alegro muchísimo. Estoy ahora empezando a leer precisamente este libro. Y tus palabras, y las palabras de tu padre, me están llegando al corazón. Me estás haciendo revivir muchos momentos que estaban ahí en mi memoria y que hacía tiempo que no recordaba. Como dice Tatty, es un libro muy, pero que muy especial. ¡Gracias Mayte!
    Besotes!!!

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  13. Mayte, ¡enhorabuena por esta noticia que has compartido con nosotros! Me alegra ver cómo este libro va cogiendo vida propia, más allá de lo que pudieses esperar. Aunque sea un único ejemplar, la ilusión tiene que ser tremenda, más sabiendo de la disponibilidad de la descarga gratuita. Sigue adelante, que más alegrías tiene que llegar.

    ¡Un beso!

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  14. Patito!!!

    Se te echa de menos. Espero que sea para bien, que ese trabajo que te está robando tiempo para tu familia, al menos te guste.

    En lo del maquillaje, vale, pero en cuestiones automovilísticas no hagas ni caso a mis consejos.

    Muchos besos.

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  15. Tatty, ¡cómo me alegro de que te guste! Hay veces que la opinión de algunas personas, sobre todo cuando saben de libros tanto como tú, la esperas con la misma impaciencia que te asusta.

    Estoy deseando leer tus impresiones.

    Mil besos.

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  16. Margari, ahora vais a coincidir todas!!!! Si lo sé, organizamos una lectura conjunta...

    Me gusta mucho lo que dices, que te está llevando de la mano a tus propios recuerdos. Eso es lo que más me han dicho de este libro.

    Ya me contarás.

    Besos

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  17. Jesús, las alegrías con este libro son vuestras palabras. Creo que no necesito más. Todo lo que rodeó su creación fue muy especial, lo que nos ayudó a no pensar demasiado en lo que pasaba, impagable. Espero que le llegue el turno contigo algún día.

    Mil besos.

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  18. ¡Pues si tú estás emocionada! Acabo de leer tu entrada y tengo la sensación de que el que ha vendido el libro ¡soy yo!
    Me alegro un montón de haber sido el primero, es un orgullo. ¡Ah! Parece que el ejemplar ya está en camino. Deseando estoy que llegue para leerlo. Lo que no te prometo es una reseña porque nunca he hecho una y no sé si seré capaz, con la maestría que hay por estos mundos blogueros, de llegar al mínimo de calidad. Por supuesto que una entrada, sí, y estoy convencido de que mi opinión será positiva.
    Me ha encantado el relato de Sandra. En cuanto pueda echaré un vistazo a su blog.
    Y, ya sabes, me debes una dedicatoria...
    ¡Un besazo!

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  19. Román, ya me contarás. Y claro que sí, nos firmaremos los libros mutuamente porque tengo que conseguir el tuyo.

    Gracias otra vez.

    Besos

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  20. Como siempre, llego el último y poco más puedo añadir. La arena del reloj es un libro para siempre, y si no, dentro de veinte años hablamos.

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  21. Vale, Enrique. Entonces de lo que nos tenemos que preocupar es de no perder el contacto.

    Un beso.

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  22. ¡Felicidades! Es maravilloso. Siempre hace ilusión, en eso te doy la razón. Precioso el microrelato de Sandra Molina.

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  23. Dácil, la vida es un cúmulo de pequeñas cosas que hay que aprender a disfrutar. Esta, te lo aseguro, me ha hecho muy feliz porque no es tan fácil vender a través de las páginas de autoedición. Sólo lo consiguen algunos privilegiados.

    Un beso.

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  24. Muchísimas felicidades! seguro que este es el primero de muchos! Sobre el relato de Sandra, precioso.

    Saludos :)

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  25. Ja, "mujer de poca fe". Apoyo totalmente el comentario de Margaramon.
    Verás como este año será una buena racha. Lanzaremos con bomba y platillo El medallón de la magia!!
    Y bueno, seguro que vendes otros muchos más!

    Precioso el relato de Sandra!

    Besos!

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