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lunes, 26 de noviembre de 2012

REALIDAD AUMENTADA DE BRUNO NIEVAS



Sinopsis (extraída de Amazon):

Alex Portago recibe en su ciudad natal, Almería, una visita inesperada: un gurú de la tecnología le ofrece un contrato millonario —y con estrictas cláusulas de confidencialidad— para resolver unos «problemas» que han surgido en un proyecto de realidad aumentada, un desarrollo innovador de alta tecnología en el que la realidad virtual interactúa con el mundo real.

Entre el equipo de investigación Alex encuentra a Lia Santana, el amor que se le escapó una vez y que no está dispuesto a perder de nuevo. Juntos comienzan a buscar respuestas, aunque éstas no parecen arrojar otra cosa que nuevos interrogantes. El misterioso origen de uno de los engranajes del proyecto y la evolución del romance de los protagonistas constituyen los dos ejes principales de la intriga en esta fabulosa e inquietante novela que Bruno Nievas pone ahora a nuestra disposición en papel —mejorada y con escenas nuevas—, tras haber sido un éxito de descargas en Internet.

Mi opinión:
El ejemplar de Realidad aumentada que tengo en mis manos es otro más de los libros dedicados que he ido acumulando a lo largo de este año. Me lo firmó Bruno en Getafe, después de su presentación expres en el marco de las charlas organizadas para el Getafe Negro de este año. La verdad es que había mirado el programa antes de ir, pero no me había dado cuenta de que estaría allí, por lo que fue una sorpresa encontrármelo. Junto a mi familia y unos amigos (Armando y Arantza) estuve escuchando cómo fue el proceso de creación de esta novela, casi tan fascinante como su propio contenido. El recurso de internet ha sido clave para todos los autores que en estos momentos buscan hacerse un hueco en el panorama literario y Realidad aumentada es una de las novelas pioneras en este sentido, además de ser también una de las que más éxito ha cosechado. Antes incluso de hacerse más visible, al ser una de las cinco elegidas por B de Books para el lanzamiento de autores de éxito en el panorama digital, ya había logrado nada más y nada menos que 42.000 descargas en la red.

El punto de partida de esta novela temporalmente es 2009 y está ambientada, en principio, en Almería. Parte de la proposición que recibe el protagonista, Alex Portago, por parte de Stephen Boggs, que lidera un proyecto de una multinacional de la tecnología, para trabajar en el desarrollo de un dispositivo de realidad aumentada. Alex es neurólogo y ha vuelto de Estados Unidos a su ciudad natal y es fanático de la tecnología, por lo que acepta a pesar de las condiciones de confidencialidad tan extremas que le proponen. Nada más embarcarse en el proyecto descubre que forma parte de él Alicia Santana, Lia, la mujer de la que lleva años enamorado y con la que tuvo una relación que se quedó en unos puntos suspensivos. Al menos para su corazón. Eso le vincula aún más al proyecto.

Desde el principio Alex se siente fascinado por las posibilidades que el chip que han desarrollado para este proceso los ingenieros tiene para el ocio. No harán falta sistemas de GPS tradicionales para moverse por una ciudad; con este artefacto se cuenta con toda la información necesaria para no perderse nada (información sobre calles, edificios, incluso datos históricos adicionales). Simplemente con unas gafas aparentemente normales, la persona que las lleve será capaz de absorber más información de la que jamás haya soñado. Incluso el programa es capaz de reconocer la voz de quien lo porta, por lo que además permite una movilidad hasta ahora nunca vista. Y no se queda ahí, además es capaz de adelantarse a los deseos del usuario, como si le leyese el pensamiento.

Pero no todo es tan fantástico. Pronto Alex descubrirá que se están produciendo muertes en el equipo que desarrolla el prototipo, muertes con una explicación plausible en principio pero que, poco a poco, se tornan misteriosas.

Alex descubre que el uso del chip genera cambios en la forma de percibir la realidad en quienes lo usan y se empieza a asustar. Más, cuando aparecen en escena otros equipos que al parecer están desarrollando algo similiar y tratan de tentarle económicamente para que abandone el proyecto y se una al suyo. El desconcierto del neurólogo le hará buscar ayuda, aunque lo tenga prohibido, en su amigo Owl, un pirata informático que es probablemente mi personaje favorito de la novela. Su vida "ilegal" la cubre con un puesto gris de funcionario y un aspecto externo de desubicado, viviendo en casa de sus padres como un adolescente.

Así, poco a poco, como si fuéramos quitando las capas de una cebolla, la novela va poniendo ante nuestros ojos oscuras intrigas que conducirán al final.

Los personajes de realidad aumentada, los que sustentan la trama, casi se pueden reducir a dos: Alex y Lia. Él, víctima de unas pesadillas que poco a poco van pareciendo cada vez más reales, es quien tendrá la clave para resolver el enigma que envuelve al chip (en el que también encontramos referencias a la cultura Maya y a unos extraterrestres). Alex, con su capacidad para intuir potenciada al máximo, irá desenmarañando la madeja de las conspiraciones alrededor de este artefacto y será pronto consciente de las implicaciones que tiene para el futuro de la humanidad desvelar el secreto asociado al invento. Es retratado como una mente privilegiada, pero a veces, cuando se trata de asuntos más mundanos, como su relación con Lia, se comporta de manera mucho menos segura. Mi sensación con este personaje ha sido contradictoria, no ha terminado de encajarme que sea tan inteligente, tan cerebral a veces, y otras se deje arrastrar por sus sentimientos. A lo mejor en la vida real somos un poco así, dependiendo de la situación, pero en la literatura me gustan más personajes menos "humanos".

Lia es la responsable. Demasiado muchas veces, diría yo. De ella destacan sus ojos azules, a los que se hacen constantes referencias, y su carácter anclado en la realidad. No es un personaje al que le haya sacado demasiado partido, ni tampoco a la relación que tienen ambos. Creo que si hay un punto menos fuerte en la novela es precisamente este, el no haber conseguido, al menos en mi caso, hacerme partícipe de la relación entre los dos, que me la crea. No podía sentir en ningún momento complicidad entre ellos, aunque el narrador me dijera que la estaba habiendo. Tampoco entendía a veces sus bruscos cambios de humor.

La parte que más me ha costado seguir ha sido toda la que tiene que ver con la jerga informática, con la que no estoy demasiado familiarizada. He descubierto, con esta novela, que soy de letras. Pero de letras puras. Al principio trataba de entenderlo todo pero hasta cómo conectar el iphone a una red wifi me parece chino, así que en un momento dado decidí que daba igual que no lo entendiera. Sin eso, el resto de la novela se podía seguir con mucha facilidad a pesar de mi torpeza en estos temas.

La ambientación se mueve entre el desierto de Tabernas, en Almería, la ciudad mexicana de Palenque y Madrid, y me ha parecido acertada. También me han gustado mucho las referencias a películas que he visto (me acuerdo ahora una de Regreso al futuro) o las pinceladas en las que aparecen novelas de otros autores actuales e incluso librerías que conozco de primera mano. Aproximan el relato al lector, lo actualizan y te sientes cómodo leyendo.

En general, pienso que se trata de una novela muy entretenida, que plantea un dilema interesante y que cumple perfectamente una de las funciones de la literatura, quizá por la que nació: entretener. No lleguéis a ella buscando una obra maestra, ni siquiera buscando que os emocione (aunque las últimas páginas lo pueden conseguir), sino con la mente abierta, imaginando que lo que plantea pueda llegar a  suceder. Hoy puede parecer ciencia ficción pero también lo eran en su momento las novelas de Julio Verne, o quizá 1984 de Orwell, y ¿estás seguro de que no hay un Gran Hermano que te vigila? Ese puede ser el principal acierto de la novela.

Bruno Nievas, además de ser el autor de Realidad Aumentada, ha escrito varios libros de no ficción relacionados con su profesión de pediatra, que están disponibles en Amazon.


Lo dicho, si queréis pasar un buen rato de lectura, que además os haga pensar dónde nos pueden llevar los avances de la tecnología, esta es vuestra novela.

¿La habéis leído?