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viernes, 28 de junio de 2013

DEEP IN MY SOUL DE ANTONIA J. CORRALES




Esto no es una reseña sino la celebración de un paso más en la carrera de Antonia J. Corrales, grandísima escritora y amiga que hoy está de enhorabuena. Antonia acaba de anunciar el las redes que su novela En un rincón del alma, que puedes encontrar reseñada en este blog, ha sido traducida al inglés.

Dentro de muy poco, con el título de Deep in my soul, verá la luz bajo el sello de Ediciones B. Saldrá a la venta el día 10 de julio en Amazon.com y en el resto de plataformas digitales que se han interesado por ella: FNAC, CASA DEL LIBRO, iTUNES... o sea, ya mismo. De este modo, Ediciones B, B de books en concreto, se convierte en la editorial pionera dentro del sector español traduciendo y editando En un rincón del alma debido al éxito que ha cosechado en todos los países en los que está disponible en español.

Desde El espejo de la entrada, desde lo más profundo de mi alma, mi enhorabuena porque la novela se lo merece y Antonia también. Yo, que tengo la suerte de conocerla, os puedo decir que vive con un enorme entusiasmo todo lo que rodea a su escritura, que cree firmemente en sus proyectos y los mima para que se conviertan en una realidad.

Así, creyendo en uno mismo, trabajando duro desde que te despiertas, los sueños dejan de ser imposibles.

Y esto no es todo, en otoño tenemos una nueva cita con Antonia, esta vez con nueva novela que saldrá a la vez en papel y en digital, As de corazones.

¡Qué ganas!

Comparto con vosotros una foto muy especial, de la pasada Feria del Libro de Madrid. Debajo de un paraguas rojo y con Antonia sonriendo al lado no me podía sentir más protegida.



miércoles, 26 de junio de 2013

SOBREVIVIR AL DESENGAÑO


Leo esto en una publicación de Facebook:

"Hay momentos en la vida en los que quieres meterte bajo tierra y no salir jamás. Cuando alguien te defrauda y no sabes por dónde vienen las cosas, porque hay personas que no tienen cojones a decirte a la cara los problemas que tienen contigo y a espaldas tuyas te hacen quedar como el culo, cuando se lo das todo y no son capaces de valorar nada. Es duro perder lo que quieres pero a veces en la vida hay que saber darse cuenta que no se puede dar más al que no lo aprecia."

¿Suena a desahogo, verdad?

Muchas veces los muros de la red se convierten en un tablón de anuncios donde se cuelgan sueños pero otras muchas sirven como desahogo de frustraciones. ¿Quién no ha colgado una foto con un mensaje desesperado? ¿O una frase cargada de dobles significados?

Yo entiendo perfectamente a esta persona, lo que estaba sintiendo cuando escribió estas palabras porque he pasado por una situación que aunque seguro que tiene mil matices diferentes, se parece mucho. He sufrido un gran desengaño por confiar en quien no debía, por permitir que alguien entrase en mi mundo y lo invadiera, tomándose atribuciones que jamás le di. Tuve que aguantar salidas de tono de esas que se suelen resolver muy bien con un "vete a tomar por el culo" pero que me ahorré porque hay personas que, sinceramente, existen porque tiene que haber de todo.

No merece la pena gastar un minuto de tu tiempo más con ellas. Ni siquiera merece la pena ensuciar tu vocabulario.

Alguien me dice siempre que tu karma te devuelve todo lo bueno que haces en la vida y yo pienso que del mismo modo te tiene que devolver lo malo, el daño que causas. Por eso intento no hacer daño a nadie, me quedo con  lo que el dolor y resuelvo el malestar que me provoca con paciencia, tiempo y sonrisas. De momento la vida me va devolviendo con intereses lo bueno, no me puedo quejar en absoluto. Ahora bien, espero algo. Quizá la única maldad que me permito, y es que ese mago que es el tiempo le retorne a estar persona todo el daño que a mí me causó con los mismos intereses.

No sé si tendrá vidas futuras para pagarlos.


Por eso, a esta persona desesperada le digo que tenga paciencia y confíe en su karma. Yo sé que es muy bueno y como le ha dicho alguien es quizá por eso por lo que ha sufrido esta decepción, por ser una PERSONA. 

Tú puedes sobrevivir al desengaño.

lunes, 24 de junio de 2013

EL AIRE QUE RESPIRAS DE CARE SANTOS


Recomendación:

Eso es lo que voy a hacer hoy, recomendaros el último libro que he leído. Pensé plantear la reseña como siempre, con la sinopsis y un análisis de la voz narrativa, los personajes y la ambientación pero en este libro ésta es una tarea harto difícil por la misma estructura del mismo y la ingente cantidad de personajes que se mueven a lo largo de la narración. Si lo hiciera así acabaría con el encanto de esta gran novela, así que he decidido decantarme por recomendar su lectura valorando algunos elementos sueltos.

Recordando un poco cómo es este mismo libro, hecho de recortes, de fragmentos.

Care Santos, como en Habitaciones cerradas, traza el relato a partir de elementos que en principio parecen inconexos, historias que se suceden, que transcurren en el presente y en el pasado, que se componen de cartas, fragmentos de libros, biografías de personajes que realmente existieron… y que el lector debe ir dejando en su memoria para, al final, establecer el vínculo que los une. Ese, en definitiva, es el amor a los libros, el elemento que sustenta toda la novela, una colección de novelas eróticas y las vicisitudes por las que han ido pasando desde la invasión napoleónica hasta nuestros días. El marco de todo ello es la ciudad de Barcelona que se convierte en un personaje más, que evoluciona y está viva.

Care tiene una habilidad innata para cambiar el tiempo verbal de la narración, incluso se permite introducir de pronto a otro que continúe el relato para hacerlo más ameno y lo hace tan bien que te convence. Juega con el omnisciente, pasa a la primera persona en otros fragmentos o usa el recurso del género epistolar y deja al lector la tarea de darle cohesión a todo.

Y se consigue.

A lo largo de las casi seiscientas páginas de la novela son muchas las frases que me han llamado la atención, por lo que, contraviniendo mis propias costumbres, me atrevo a resaltar algunas de esas que me dejo marcadas para mí misma. Sólo son tres, no creáis que la destripo.

               "En la capacidad del lector tienen los libros su destino"

               Lo dice Guillot, el personaje que ha dedicado sus esfuerzos en recopilar las novelas eróticas y que por circunstancias de la guerra de independencia acaba perdiéndolas. Se lo dice a Ángel Brancaleone, un joven de origen modesto que será clave en la recuperación de los mismos. Me quedé pensando que cada libro, por sencillo que parezca, por insustancial que pueda resultarle a otros, siempre encuentra su destino en el alma de algún lector. Las mismas palabras, dependiendo de nuestras propias circunstancias, cobran sentidos diferentes. Hasta algunas sin significado, nosotros se lo damos.

               "Por mucho que nos veamos obligados a  fingir lo que no somos, nunca renunciaremos a lo que amamos de verdad"

               De una conversación entre Carlota y Brancaleone. Me gustó porque creo que nos resume un poco a los humanos, somos así. Empecinados en nuestros deseos y nuestros sentimientos que permanecen si son ciertos a pesar de que la razón a veces diga que es mejor desestimarlos. Pero ya se sabe, no se puede siempre contravenir al corazón.

               "Al cabo, para eso servimos los novelistas: para decir cómo ocurrió lo que no ocurrió nunca"

               Qué bonita frase y qué gran verdad. Nos lo inventamos todo, construimos aunque estemos fingiendo que es una reconstrucción y la complicidad que encontramos con los lectores nos empuja a seguir haciéndolo.

El final… tengo que decir que me lo imaginaba y mira que eso no me pasa habitualmente. Aunque escriba historias, cada uno tenemos nuestra propia manera de resolverlas y en este caso me ha pasado que hubiera hecho lo mismo que ella, así que puedo decir que la novela me ha gustado mucho. Una vez alguien me dijo que sabe si un libro le ha gustado muchísimo cuando piensa que eso es lo que le hubiera gustado escribir.

En El aire que respiras, conmigo, se cumple esa máxima.

Ahora guardaré esta novela en mi biblioteca y esperaré que la próxima vez que tropiece con Care, como me sucedió en la pasada Feria del Libro, haya suerte y lo lleve conmigo para que le dibuje una marca que lo convierta en uno muy especial en mi biblioteca.

Un libro único.


domingo, 23 de junio de 2013

LA NOCHE DE SAN JUAN

Esta noche celebramos la llegada del solsticio de verano. Esta fiesta pagana del fuego, que viene desde la antigüedad, se ha convertido en un momento de encuentro más en la que el significado simbólico se ha ido diluyendo a favor de otro más sencillo: la reunión, la charla, la alegría porque ya no hay que madrugar el lunes para ir al colegio.

Al menos creo que nosotros no celebramos mucho más.



¿Cómo lo hacemos? Con hogueras en el parque, hechas por los adolescentes con lo primero que pillan (un vez vi un sofá) e incluso a veces los más mayores hemos celebrado cenas improvisadas en las mesas. Una vez fue a base de aperitivos, preparados por cada uno de los adultos para agasajar al resto. Éramos muchos y al menos yo acabé empachada de tanto comer.

Y muy divertida, sin querer habíamos organizado un concurso de pinchos que serían la envidia de Chicote. Palabra.

Yo, como con los pinchos no me aclaro, hice una tarta que se me da bastante mejor y de la que no quedó nada.

El momento de las hogueras es divertido, los pequeños lo disfrutan y los padres podemos llegar a atacarnos porque alguno no entienda que no tiene las piernas tan largas como los adolescentes y se empeñe en saltar por encima del fuego.

No sería la primera vez…

Para esta noche no tenemos pensado cenar allí, nos ha pillado un poco ocupados a todos así que vamos a tomarnos sólo el postre: helado y chocolate con bizcochos.

Para la hoguera hay rituales.

Dicen que si saltas de la mano de la persona que quieres conseguirás felicidad pero yo no lo tengo muy claro. Ya saltar solo lo veo difícil pero de la mano de alguien… ¿quién te dice que no te caes de culo en la hoguera? Mejor lo dejo, que soy muy patosa y me busco la felicidad de otra manera menos peligrosa.

Otros dicen que debes saltar el fuego siete veces para que se cumpla un deseo. Vamos, con lo pava que soy, como para andar tentando al diablo, que tiene que andar cerca habiendo fuego de por medio.

Una manera de atraer a los hados es bañarse en el mar esta noche y saltar nueve olas de espaldas. No tenemos mar, descartado.

También hay quien dice que trae suerte quemar en la hoguera los apuntes del curso que ha terminado. O un papel donde se ha escrito aquello que queremos que se vaya de nuestra vida, un deseo para que el fuego purificador nos lo conceda.

A lo mejor eso lo hago, no parece peligroso.


Lo que sí es seguro es que probaré el helado y el chocolate.

miércoles, 19 de junio de 2013

¿DE QUÉ VA DETRÁS DEL CRISTAL?



Hoy me han hecho una pregunta: ¿de qué va tu novela? La odio porque me resulta muy complicado explicarla sin destriparla. Me he dado cuenta de que en mi blog no he contado sino apenas vaguedades de mi propio libro. Como me cuesta, me haré preguntas y empiezo por esa misma.

¿De qué va Detrás del cristal?

Narro varias historias que se van entrelazando, algunas de ellas de amor aunque no es una novela romántica al uso. Detrás del cristal tiene ritmo de comedia de enredo con una trama principal que es pura ficción. Alrededor de esa trama gira otra mucho más seria, una historia de malos tratos de la que me sirvo como narradora para incrementar la desesperación de mi protagonista. No la desarrollé demasiado porque esta novela quería que transmitiera luz, un poco de alegría para estos tiempos de crisis que vivimos y porque simplemente es eso, una historia de fondo, secundaria, en la que no profundicé porque para eso necesitaría una novela entera.

¿Qué no encontrarás en ella?

Por ejemplo, sexo explícito. No le iba nada a mis personajes y tampoco me apetecía, así que los encuentros sexuales de los personajes están narrados de otro modo. 

¿Cómo son los protagonistas?

Bastante normales. No son mega perfectos, ni siquiera tienen los ojos claros y cuerpos esculturales. Son personas que se equivocan y están llenas de miedos. Como cualquiera de nosotros. 
Lo que los convierte en protagonistas de una novela es la situación excepcional que viven, disparatada y divertida. Ficción, por supuesto.

¿Dónde está ambientada?

En Madrid, aquí mismo. Otra cosa que quise desde el principio es que los escenarios fueran reconocibles y los personajes se llamasen como cualquiera que te pudieras cruzar en una parada de metro. Ana, Andrés y Pablo. Sencillos.

¿Es una novela romántica?

No. O no exactamente. En las novelas románticas el foco de atención se queda en los protagonistas y no los pierde de vista y Detrás del cristal lo mueve constantemente para mostrarnos a los secundarios y su mundo. Éstos también evolucionan, cambian a lo largo del relato.

¿Cómo la califican quienes la leen?

Entretenida, ágil, rápida, amena… Hay incluso gente que subraya sus frases. Hasta 23 subrayados compartidos tiene el final. Será que les gusta a quienes lo leen, ¿no? También hay quien dice que la historia no podría suceder en la vida real. Y yo sonrío porque sé dos cosas: algo que me guardo y que la realidad siempre supera a la ficción.

¿Cómo la califico yo?


Pues me gusta mucho, claro, porque para eso la escribí así. Medio romántica, medio intimista, llena de pensamientos entre líneas que hay que saber encontrar pero también eso no sé si es posible si no me conoces. A veces callo más que digo…

Me voy a dormir pero antes os dejo el booktrailer. Hoy lleva 125 días publicada, los mismos que en el top 100 pero algo me dice que eso va a cambiar muy pronto. Quizá esta misma noche.


¡Felices sueños! Yo mañana no quiero despertarme...

miércoles, 12 de junio de 2013

NO RECLAMES AL AMOR DE CARLA CRESPO



Sinopsis:

Desde que dejó la universidad y empezó a trabajar como agente de pasaje en una línea aérea, el día a día de Tesa transcurre entre retrasos y cancelaciones. Los horarios intempestivos del aeropuerto la agotan, apenas tiene vida social, no llega a mileurista y vive colada por Roberto, un piloto que no le hace ni caso… aun así, es feliz con su rutina.

Un día, tras un desagradable incidente con un pasajero que queda en lista de espera, su pequeño mundo se desmorona. Sin trabajo y sin expectativas de encontrar uno nuevo hace las maletas rumbo a la tierra de las oportunidades. Lo que no sabe es que lo peor está por llegar. Miguel, el encantador y atractivo joven que se ha sentado a su lado en el avión, ¡no es otro que el grosero pasajero del overbooking!

Está dispuesta a olvidarse para siempre de él y a empezar de cero su vida en Boston cuando su nuevo amigo, Simone, lo invita a la fiesta de Halloween y, entonces, sucede lo inevitable: empieza a mirarlo con buenos ojos y donde antes había odio ahora hay ¿amor?

¿Será capaz Tesa de olvidar el incidente que cambió para siempre su vida? ¿Será capaz de perdonar a Miguel?

Mi opinión:

Me descargué esta novela de Amazon tras haber leído el fragmento gratuito que la página nos ofrece. La llevaba viendo tiempo en las listas de los más vendidos y me llamaba la atención la sinopsis, así que probé. Desde que se me acabó el fragmento supe que tenía que comprarla porque me quedé con ganas de seguir. 

En cuanto pude, lo hice.

La novela rebosa frescura en la escritura, es ágil, divertida y envolvente. Sin darte apenas cuenta vas avanzando páginas y en muy poco tiempo te plantas en el final. Está escrita en primera persona, desde el punto de vista de la protagonista, una azafata de tierra del aeropuerto de Manises que es despedida por la infracción que comete en el embarque de un pasajero. Cosas de la vida, este pasajero, muy poco después, se acabará convirtiendo en una persona especial para ella.

Me encantan las casualidades, creo que son la sal de la vida, creo en ellas firmemente porque me tropiezo, día sí y día también con alguna, y por eso estoy convencida de que en la ficción hay que incorporarlas. Igual que los principios abruptos, partir de situaciones chocantes para alcanzar la meta que es contar una historia que entretenga (el verdadero fin de la literatura), que nos haga sentir algo mientras leemos que no sea un profundo sopor. En ese sentido, No reclames al amor cumple a la perfección. Carla hace lo que yo llamo "tirar una piedra en el estanque" y la novela muestra las ondas que se forman hasta que todo se vuelve a tranquilizar. Contar una historia, desde mi punto de vista es eso, remover la tranquilidad de una vida común con un hecho que se sale de lo normal para, a lo largo del relato, ir encontrando el camino para volver a la calma. Por eso, las historias románticas como esta, acaban bien, porque se ha recuperado el punto en el que el agua se serena. Ya no hay más ondas, habría que tirar otra piedra para que volviera a romperse la rutina pero, ante eso, se puede optar por empezar con otro planteamiento, otras situaciones, que desde la perspectiva del narrador de historias siempre es más interesante porque te permite modelar de nuevo personajes.

Yo, llegado ese punto, empiezo otra novela diferente.

Para contarnos esta historia, Carla elige, además de la primera persona, el presente. De este modo resulta sencillo seguir sus sentimientos, acercarse a ella y entender cómo se siente en cada momento. El cambio de vida que supone dejar su Valencia natal para marcharse a Boston a vivir con unos amigos de sus padres, el nuevo trabajo, sus miedos, el descubrimiento de por qué la despidieron, acaban pareciéndote tuyos. Me gusta el presente para las novelas porque aproxima al lector, lo involucra y lo arrastra con él.

Una cosa de la que huye la novela es la moda de incorporar escenas de sexo explícito. Considero que es un acierto, no le hacen falta en absoluto a esta novela.

También me ha gustado mucho que se hable de personajes de aquí, cercanos, reconocibles cien por cien, aunque los traslade a Boston. Miguel, el protagonista, es cautivador; Simone, el amigo gay con el que ella vive en Boston divertidísimo y la madre, una pesada encantadora, como casi todas las madres. El papel de María en la historia ya lo vais a tener que averiguar.

Lo dicho, si el género romántico es lo tuyo, esta es tu novela. Si lo que le exiges a una historia es que esté bien contada, que te permita soñar, léela. Si quieres una crónica de la realidad, cómprate el periódico mejor.

Te lo dice una lectora exigente.

viernes, 7 de junio de 2013

FLORITURAS LITERARIAS

Cualquier necio puede escribir en lenguaje erudito. La verdadera prueba es el lenguaje corriente. (Clive Staples Lewis)

Intenté leer un libro de esos que encontramos recomendados en FB cada día. De alguien que reniega de la publicidad cansina que reconozco que a veces hacemos, pero que la practica en cuanto tiene ocasión y novela nueva. A pesar de que tiene una mayoría de opiniones positivas, incluso de gente con gustos afines a los míos, tengo que decir que desistí antes de llegar al consabido 10% de cortesía. Y eso que tenía la novela entera, que me la descargué pagando. El lenguaje, farragoso hasta más no poder, sobre adjetivado, imposible, me despertó un sopor inmenso y antes de darme cuenta estaba pensando en cualquier otra cosa que no fuera en la protagonista de la historia.

Abandoné.

Hace unos días, en un blog, leí que cualquiera que se lo plantee puede escribir un best seller. No estoy nada de acuerdo. Hay determinados esquemas que provocan que una novela se venda bien porque ayudan a que se lea sin apenas darte cuenta, pero fijándome en ésta, adelantando páginas, observando la longitud de los capítulos y la manera de cerrarlos, fui consciente de que los sigue a rajatabla… salvo uno: sencillez expresiva. Que no simpleza. Una grande de las letras, de las grandes de verdad, Ana María Matute, decía en algún momento que escribir sencillo no es nada fácil y corroboro sus palabras. Como autor te puedes decantar por decorar los escritos para huir de ese cliché que te atizan en cuanto se entiende perfectamente lo que dices y sin querer acabas haciendo lo que ocurría en esa novela: la sobrecargas de reflexiones inútiles, la llenas de metáforas y adornos y el lector se va de paseo por su mente, olvidándose de que estaba leyendo la historia que imaginaste.

Volví a las opiniones de la novela en Amazon y descubrí que aunque podía sentirme identificada con alguna de las negativas, tampoco podía descartar las buenas porque no he logrado ni siquiera adentrarme en la novela. No me sirvieron de nada, esa es mi conclusión. Lo único que me sirvió fue probar.

Sin embargo, sé algo. Creo que desestimo leer ni una sola de las que vea suyas en adelante porque hay miles donde elegir y no me ha gustado su estilo. La elegancia de una frase sencilla jamás la tendrá una en la que sobran palabras. La elegancia, me decían, no está en vestirte de sedas, sino ponerte un trapo y que te quede como si fuera seda. Es algo innato que sólo algunos llevan en sus genes. Yo, me pongo un trapo y sigue pareciendo un trapo, pero mi hermana, por ejemplo, no. Le sienta bien cualquier cosa, la convierte en algo especial sólo con mantenerla en contacto con su cuerpo. Mira que nos parecemos, pero el efecto no es el mismo.

Con la escritura creo que ocurre algo así, hay quien convierte lo aparentemente fácil en arte y quien confunde el talento con las florituras literarias. A lo mejor estoy equivocada.

Seguro.


No digo que siempre haya que ser sencillo, pienso que hay quien no lo es y se maneja de maravilla pero eso está al alcance de muy pocos elegidos.