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martes, 30 de julio de 2013

¡TERMINADA!


Por fin puedo decir que está terminada mi nueva novela. Le falta todo el proceso de corrección ortográfica, de ajuste de detalles, pero lo esencial, el argumento de lo que quería contar ya está.

Me preguntan varias cosas:

¿Cómo se llama?
Tiene un título provisional que cambiará, seguro, porque no sé si cuenta de verdad la esencia de la novela. Habrá que esperar aún para saberlo.

¿Cómo es de larga?
Más que ninguna, creo que se irá a las 400 páginas.

¿De qué va?
Un viaje aplazado veinte años, tres amigas, muchos cambios vitales.

¿A cuál de las anteriores se parece?
A ninguna. Tiene algo en común con Su chico de alquiler en la postura del narrador, o con Detrás del cristal en las frases y mucho más con La arena del reloj porque los sentimientos se adueñan del texto casi en cada línea. Pero soy yo, seguro que los que me habéis leído me vais a reconocer.

¿Cuándo la podréis ver?
Ni idea. No sé qué haré con ella. De momento, corregir como he dicho, pulirla, dejar que repose y entonces ya tomaré una decisión.

Estoy contenta porque me puse el reto de terminarla el verano pasado pero tuve ciertos problemas que me impidieron concentrarme en su escritura. Ahora me alegro porque quizá me ha dado tiempo para pensar mucho más en lo que quería contar.


Ya tengo otros proyectos en mente, en cuanto termine…

Feliz semana

jueves, 25 de julio de 2013

SU CHICO DE ALQUILER GRATIS EN AMAZON HASTA EL SÁBADO

¡Qué despiste!

Se me olvidó contarlo aquí, en mi blog, que estos días estoy regalando mi primera novela, Su chico de alquiler, que como sabéis los que sois asiduos del blog, está colgada en Amazon.

ESTARÁ GRATIS DOS DÍAS MÁS.

Mis razones para regalarla son varias.

La primera es que lleva tiempo en las redes, concretamente desde 2009, aunque en Amazon sólo está desde 2012. Al principio estuvo en descarga gratuita y eso provocó que en muchas páginas la colgasen de manera gratuita, al margen de mí misma. Al final, si alguien la lee, me daba un poco lo mismo, pero después me di cuenta que en muchas de esas páginas usaban una portada que no es exactamente la suya y en otras ni siquiera aparecía yo como autora de la novela.

Para bien o para mal yo soy su "madre" así que decidí solucionar esto.

Por otro lado pensé que necesitaba un pequeño repaso, algunos espacios habían cobrado vida propia y necesitaba un lavado de cara que le hice hace unos días. Se me han escapado detalles (gracias por comentármelo) que estoy arreglando, pero que no impiden su lectura. ¿Me perdonáis que se me hayan escapado un par de rayas?)

Finalmente, tenía que celebrar de alguna manera personal el haber logrado el sueño de publicar con una editorial. Y este regalo para vosotros, de pronto, se ha convertido en un regalo para mí misma. Ahora esto es lo que pone en la página de amazon:


Divertido, emocionante... no sé qué decir. Quizá que tiene magia, que anda sola a lo mejor porque la enfundé en unas cómodas zapatillas hace unos cuantos años ya.

Bueno, lo que os digo siempre de este libro, campo de pruebas para todo lo que hago, primera historia incompleta pero necesaria para aprender: que os divirtáis porque no es más que eso, una comedia de enredo llena de guiños personales.

Aunque claro, si no eras una de mis amigas a los veinte, a lo mejor no los ves...


domingo, 21 de julio de 2013

RELAJÁNDOME

Ayer estuve dando un paseo por Madrid. El plan era simple: no hacer nada. Llevo mucho tiempo luchando en esta batalla por conseguir mi sueño y realmente estoy agotada, así que pensé que no venía nada mal relajarse andando por la ciudad, que campo ya tengo mucho a mi alrededor. Detrás del cristal me ha reportado muchas alegrías, muchísimas más de las que esperaba, pero también otros momentos de preocupación que me han ido poniendo a prueba a diario y minando mis energías.

Era hora de cargar pilas.

Hace una semana que la novela dejó de aparecer como solamente mía y que lleva en su descripción el sello de B de Books y la verdad es que la pobre no termina de encajar el impacto de lo que esto supone. Creo que va a ser como yo (algo tendremos que ver), que los cambios le provocan un trastorno al que tarda en adaptarse pero si también ha salido como yo no dudéis que estará luchando hasta quedarse sin brío, por más que ayer me diera cuenta de que aunque a mí esto me haya costado muchísimo, lo que llevo conseguido no es más que una gotita en el océano.




¿Por qué digo esto? Pues porque ayer mi paseo, además de incluir un bocadillo de jamón serrano y un momento de relax en una terraza, estuvo lleno de libros. Me dediqué sin querer a visitar librerías. No sé qué pasa que veo una y entro aunque no lo tenga planeado. Allí encontré miles de libros y me di cuenta de lo difícil que es que te elijan si no estás en un montón enorme con el que tropiezas al entrar.




De todos modos, como yo siempre doy vueltas a mi aire sin fijarme en novedades solamente, elegí dos libros. ¡No me iba a venir con las manos vacías! Uno de ellos es La Saga de los longevos, en edición de bolsillo. Sé que lo tengo en digital porque Eva García Sáenz se puso en contacto hace más de un año conmigo para que lo reseñase en este blog pero me pillo en medio de un proyecto mío, lo fui dejando y no me dio tiempo: mi tablet falleció y como no se puede encender se quedó con todos los libros que tenía en su memoria.

Descansen en paz.

El otro libro es una novela erótica: La sumisa insumisa de Rosa Peñasco. También en bolsillo. Trata sobre una muchacha aficionada a los chats eróticos. No he leído mucho más de la sinopsis, quiero cuando lo lea que me sorprenda.

Ya tengo más lecturas pendientes, no tengo remedio, ni tiempo…


Esta primera semana, antes de que se me olvide, se han generado algunas noticias en torno a Detrás del cristal. He sido contraportada de El adelantado de Segovia (pinchando se puede leer el artículo) y también Detrás del cristal aparece recomendada como lectura imprescindible para este verano en la revista entretanto Magazine. Además, por si fuera poco, también La arena del reloj ha recibido una reseña, y ya van 34. Ha sido en el blog La palabra pronunciada y como dije en su día, cuando no las esperas, cuando te llegan después de tanto tiempo, saben muy bien. La arena es un libro de 2009 y también la han incluido en otro blog para un reto que hay en la blogosfera, leer no novedades en este mes de agosto.

¡Espero que me lo cuenten!

¡Más cosas! Detrás del cristal también está disponible, además de en Casa del Libro, Fnac y Amazon en las tiendas virtuales de El Corte Inglés y iTunes.




lunes, 15 de julio de 2013

EDICIONES B (B DE BOOKS) APUESTA POR DETRÁS DEL CRISTAL. ¡PUBLICAMOS!

Bueno, pues ha llegado el día de contarlo…

Tomaré aire, sonreiré un poco para no salir muy mal en la foto y os lo explico. ¿Por dónde empiezo? Quizá por el principio, por ese pasado 14 de febrero por la noche, cuando armada con una botella de vino tinto (para echarle la culpa a  algo si salía mal) subí mi cuarta novela a Amazon, Detrás del cristal. Esta vez, al contrario de lo que hice con Su chico de alquiler (de cuya publicación en la plataforma no informe hasta que se puso 1 en su categoría), lo conté.

Tonterías que le dan a una de vez en cuando.

Entonces no me imaginaba todo lo que vendría después, ni en mis mejores sueños pensé que la humilde novela que había escrito se apalancaría en el top 100 y no sólo no se iría enseguida sino que, además, empezó a subir y en diez días se colocó en el top ten, y en otros pocos llegó a ser número dos en España, uno en romántica e incluso uno en Bienestar y vida sana, categoría que yo estoy segura de que no elegí, pero que a saber, puede que fuera el vino y no me acuerde… Y mucho menos que no saldría del top en 21 semanas, 16 de la cuales estuvo entre las diez novelas más vendidas en España.

Y eso que se la regalé antes a mis amigos, porque quizá soy tonta y no quería ese efecto inmediato de subida que da el que tu entorno se ponga de acuerdo y la compren todos en masa, falseando por unos instantes su propio valor. Dejé que fueran otros quien le dieran una oportunidad, aún a riesgo de equivocarme.

Esto tuvo consecuencias.

Ofertas editoriales.

Sí, eso que leo por ahí día sí y día también, que cuentan que no es  verdad, que es un mito, que no pasa, algo que había llegado a  creerme tanto que la primera me pareció una broma. Tuve que comprobar cien veces mi correo para asegurarme de que era cierto. Investigué, no fuera a ser que alguien se estuviera burlando de mis sueños pero no. Era completamente cierto.

No se quedó ahí, tras la primera, llego la segunda, la tercera, la cuarta… y así hasta siete.

¡Toma ya!

Las editoriales habían visto que tras la apariencia de una historia quizá un tanto disparatada, las motivaciones de los personajes, sus sentimientos, escondían otros muy reales. La novela tiene palabras escritas y otras sugeridas que no hace falta ser muy listo para ver. Además, se leía muy bien, de manera fluida. Se entendía mejor. No tenía errores básicos (me encantó que me dijeran que tenía una ortografía impoluta, gracias, lo intento siempre). Lo más curioso: ni se fijaron en el experimento interactivo que llevaba dentro, un camino que ahora veo que está siendo recorrido por otros y me alegro muchísimo.

Reconozco que quizá esta no es la mejor novela para ponerlo en marcha pero lo intenté al menos.

En ese contexto, quienes me conocen saben que me empecé a "nerviosar" (por usar vocabulario de mi hija). No me he atrevido a ponerme yo en contacto con una editorial porque siempre he pensado que estaba en medio de un aprendizaje. Cuando me presento a un examen es para sacar buena nota y creía que aún no tenía el diez en mis manos. A pesar del principio imposible, a pesar del narrador puñetero, a pesar de todos los peros que le han puesto, Detrás del cristal superaba siete de siete exámenes con sobresaliente. Las valoraciones de la novela de TODAS las editoriales eran excelentes, llegaron en muy pocos días después de que me la pidieran (nadie tardó más de una semana) y aunque siempre me reservo dudas (soy así, qué le voy a hacer, no sé si es humildad o simple sentido común) y empecé a tomarlas en cuenta. Al fin y al cabo, si no hubieran aparecido, lo hubiera tratado de hacer yo sola. Publicar en papel, digo. Como las otras veces. Voy a mi aire siempre.

¿Por qué no intentarlo?, me pregunté. Si ya lo digo yo, "Está permitido equivocarse, lo cobarde es no intentarlo". Me armé de valor (esta vez, lo prometo, sin vino) y acepté.




Al final mi elección, como se puede  ver en un rinconcito de la portada que acompaña a este post, fue Ediciones B. La novela está ya bajo el sello de B de Books y, en unos meses, estará en papel en las librerías. Además, en formato digital, a partir de ahora se va a poder comprar en Amazon, Fnac y Casa del Libro. ¡Guau! Y eso no es todo, ¡en el primer trimestre del próximo año voy a ver mi libro en una tienda!

¿Cómo será esa sensación? Estoy deseando experimentarla.

Siempre hablo de sueños, de imposibles, de esas cosas que deseas y que parece que nunca van a llegar pero va a ser cierto… Lo imposible sólo tarda un poco más.

Sigo soñando imposibles porque ya no estoy segura de que lo sean tanto. Hasta me voy a atrever con esos en los que nadie cree, dejando que el universo se alíe con ellos y me los conceda. Y si no, me olvidaré de ellos y soñaré otros. ¿Quién es capaz de ponerle límite a los sueños?

Ya, ya sé que estoy tonta. O feliz.

Seguiré escribiendo, aprendiendo, rectificando cuando me equivoco porque es la única manera de crecer.

Gracias a los que siempre estáis conmigo.

Sé que hoy, los de verdad, los que me quieren, atravesarán mi espejo para compartir esto conmigo, me dejaran aquí sus palabras aquí para siempre, porque no hace falta que les explique lo importante que es para mí.

Mis importantes ya lo saben.

Mayte Esteban.

¿Escritora? (Me va a costar ponerlo pero me parece que ya no miento)

Enlaces:
Casa del Libro:
Fnac:
Amazon:


Quiero felicitar a los otros autores que empiezan este recorrido conmigo: Mercedes Pinto Maldonado, María José Moreno, Isabel Keats, María Martínez, Fernando Gamboa y Christophe Paul.

jueves, 4 de julio de 2013

LECTURAS DE VACACIONES


Mis vacaciones de verano se suceden a trompicones: unos días en junio, otros en agosto y otros en septiembre. En realidad no hago mucho más allá de lo de siempre porque no me voy a ninguna parte, sin embargo el tiempo de ocio se multiplica y los libros que pasan por mis manos se suceden a más velocidad de la normal.

En mis días de junio han caído tres novelas.

Probablemente debería haberlas plasmado aquí pero hace dos o tres reseñas me descubrí aburriéndome mientras diseccionaba la novela que recientemente había pasado por mis manos. No creo que cuando algo te aburre el resultado sea bueno y si a eso le sumamos que tampoco tengo la obligación de hacerlo… me empecé a preguntar cuál había sido el camino para llegar hasta aquí, para acabar haciendo un análisis de cada libro que leo, por qué lo he estado repitiendo a lo largo de estos más de cinco años. La respuesta llegó muy clara: para mí. Para recordarme los libros que pasan por mis manos y me gustan, para tenerlos ordenados y que mi prima los viera (creo que lo he dicho un montón de veces). Por eso mis reseñas carecen de técnica y se desvían del sendero de lo correcto día sí y día también.

Son esbozos de emociones y algo de argumento, lo justo para recordarme a mí esa lectura.
Me gustaba mucho hacerlo, no me llevaba demasiado tiempo y además existía un intercambio de opiniones con los lectores de este blog que enriquecía mi lectura aportándole más matices. A veces incluso en ese intercambio intervenía el mismo autor, todo un lujo.

Pero descubrí otra cosa no tan buena.

De pronto, en medio de un libro me paraba a analizar el tiempo verbal, la postura del narrador, las motivaciones remotas de los personajes que les llevaban a tomar decisiones trascendentales en su vida… y pensé que ya está bien. Es como si en medio de un momento de pasión arrebatadora, en lugar de disfrutar del beso empiezas a tomar notas del recorrido de la lengua, del cosquilleo en la nuca o de la mano que se desliza sutilmente por tu espalda.

¡Adiós la magia!

Me estaba perdiendo algo clave en la lectura que es pasar las páginas bebiéndolas y creo que eso me produjo una terrible sed que tres lecturas han saciado de golpe. Tres libros que me han hecho ver que necesito enfocar esto de otro modo.

Otra cosa que también me ha estado dando vueltas por la cabeza ha sido algo que leí hace poco en un muro de Facebook. Hablaban de reseñas positivas y negativas, de lo poco que se mojan algunos blogs a la hora de criticar negativamente determinados libros. ¡Yo nada! Sencillamente porque no pasa por aquí ningún libro que no me haya gustado. Eso se lo dejo a quienes lo quieran, a quienes les divierta o a quienes les obliguen sus compromisos, pero no es mi caso. Si un libro me ha emocionado, aunque sea por la razón más absurda, lo veréis aquí. Si me ha parecido una castaña, o no me ha enganchado lo suficiente, o le he visto fallos tremendos… me lo saltaré porque precisamente nadie me ha mandado hacer esto y eso me da la libertad de decidir. Sin embargo, desde fuera, esto se ve como algo que resta credibilidad a todo lo positivo que pueda decir de otro libro porque parece complacencia.

Yo no lo veo así pero… ya he dicho mil veces que soy rara.

Así que no sé si habrá más reseñas. Igual cambio de idea dentro de diez minutos o vuelvo a sentir la necesidad pero ahora no me apetece decir nada más que me han gustado mucho estos tres libros.

Ciudad de cristal, de Paul Auster, porque me encanta el juego de espejos que plantea con tantas personalidades que adopta su protagonista, porque se le escapan frases de esas que subrayo, porque el análisis del Quijote me ha parecido soberbio.



Christy Alien. ¡Quiero un Rockford!, de Iván Hernández, porque me ha hecho reír, porque me ha entretenido un montón y me parece una excelente lectura para cualquier tarde. Y encima estoy ya esperando la siguiente de esta saga de novelas por entregas.



Tengo tu número, de Sophie Kinsella, porque me ha devuelto a esos veranos en los que me sentaba en un banco del parque con un libro y el mundo desaparecía a mi alrededor, tanto que a veces se me olvidaba que no estaba allí porque sí, sino porque tenía que vigilar a dos niños pequeños.



Los tres, aunque sean géneros distintos, tienen algo en común: si me sobrase tiempo y me faltasen lecturas, me gustaría volver a ellos. Yo sí soy de repetir cuando un libro me gusta. De hecho, a algunos de los que tengo en casa se les caen las páginas.