Páginas

viernes, 30 de agosto de 2013

LITERAZEE UNA NUEVA PÁGINA PARA COMPARTIR LECTURAS


Ayer me pusieron un enlace en mi muro de Facebook, informándome de la creación de un club de lectura de Detrás del cristal. Estas cosas a mí no me pasan, ni todos los días ni nunca, así que fui a mirar qué era eso del club de lectura.

Fue como me enteré de la existencia de Literazee.



Enmarcada en una web de manejo muy sencillo, Literazee permite a los usuarios registrarse a través de sus perfiles en las redes sociales. Con un simple click entras en la aplicación y una vez en ella buscas el libro que estás leyendo. En el menú aparece la opción de indicar la página en la que se encuentra tu lectura. Al principio no lo entendía pero finalmente me di cuenta de que es importante porque evita spoilers. Sólo verás los comentarios que hagan los lectores de fragmentos anteriores a la posición del libro por la que tú estés, en el caso de que no lo hayas terminado.

La página permite comentarios y respuestas a esos comentarios, con lo cual los lectores pueden establecer un diálogo sobre la novela, como harían en un club de lectura.

También ofrece enlaces de descarga legales, lo que agradezco mucho después de todo lo que me ha tocado ir encontrando por ahí. Alguien, para consolarme, me dijo que si no te piratean es que estás muerto (literariamente hablando) pero como a veces yo me siento en coma, tampoco entiendo que lo hagan. Esta semana, El medallón de la magia, la que menos se lee de todas, no deja de ocupar posiciones de "privilegio" en páginas piratas.

No sé hasta qué punto tendrá éxito la página pero la idea es buena. He localizado en ella todos mis libros y en el club de Detrás del cristal incluso ya somos cuatro. Yo sé que aquí hay gente que se ha leído el libro pero que no ha podido comentar en amazon. Si os apetece todavía hacerlo esta puede ser una buena opción. Y si no queréis comentar, podéis uniros simplemente y leer lo que comenten los demás. 


Si veis la página en inglés, no hay problema. Una vez registrados, en las configuraciones se puede poner en español.


¿Os animáis a charlar virtualmente sobre libros?

sábado, 24 de agosto de 2013

REGALOS PARA UN ESCRITOR

Me he puesto a mirar por ahí regalos, por si me podían dar una idea que necesito, y he tropezado con otros para regalar a un escritor. Hay clásicos, de esos que se te ocurren casi sin pensar, y otros muy generosos que al final suelen ser los que más se valoran.



-Una pluma: muy poco original, pero supongo que todo escritor tiene que tener herramientas con las que expresarse y de vez en cuando no está mal cierta nostalgia. Ya tengo mi pluma y un bolígrafo, recuerdos de cumpleaños que a veces uso para tomar notas.

-Tiempo: dejarte solo para que tengas unas horas de paz y saques de tu mente las ideas que revolotean constantemente. A esto le veo una pega, que no siempre cuando tienes tiempo la musa te visita, pero nunca está de más. Me parece muy buena idea.

-Una estancia en una casa rural: a solas contigo mismo. ¡Genial! Salvo por un detalle, hay que hacer la comida, que lleva su tiempo. Ya que te pones, a mí me lo cambias por un hotel. Comodona que me he vuelto con la edad.

-Un curso de escritura: no viene mal aprender algo nuevo. Me encanta la opción. ¿Anotado?

-Un cuaderno de notas: buena idea, los hay preciosos, tanto que hasta te da pena empezarlos. Para mí son una tentación en cuanto entro en una librería aunque yo nunca los encuentro cuando los necesito. ¡No se puede cambiar tanto de bolso!

-Una memoria USB, para que no se te pierda nada: en mi caso… las pierdo, o lo que es peor, me las meto en los bolsillos y después acaban en la lavadora. Menos mal que algunas se recuperan si las dejas secar. Y menos mal que de lo importante, hago muchas copias.

-Mostrar interés por su obra: comprar su libro. Mira que esto no me convence, parece una obligación y no me gusta que lo sea. Mejor que te lean porque apetezca y no por obligación.


Y a vosotros, ¿qué os gustaría que os regalasen? ¿O qué regalarías?

Detrás del cristal. Mayte Esteban - eBooks en Nubico.es


Detrás del cristal. Mayte Esteban - eBooks en Nubico.es

Uy, no sé ni cómo he llegado hasta aquí, pero ya que estamos, publicaremos este post a ver qué sale. Esa soy yo, experimentando siempre.

Y además, para que esto no se quede demasiado corto, añadiré algo precioso que he recibido hoy, un tuit inesperado de una lectora, Sonia March.












Cuando me dicen que defina mis libros me quedo sin palabras y vosotros lo hacéis muy sencillo.

¡Gracias y feliz fin de semana!

Pasadlo bien aunque vuestro fin de semana resulte ser hijo de la crisis. Al final, una cerveza con amigos es tan emocionante como el plan más caro del mundo. Lo que importa es la compañía.

jueves, 22 de agosto de 2013

LA SAGA DE LOS LONGEVOS (LA VIEJA FAMILIA) DE EVA GARCÍA SÁENZ




Sinopsis (extraída de Amazon):

"Corre el año 2012. Iago del Castillo, un carismático longevo de 10.300 años al frente del Museo de Arqueología de Cantabria, se ve arrastrado, en contra de su voluntad, a dirigir una investigación genética: sus hermanos Nagorno —un conflictivo escita de casi 3.000 años— y Lyra —una huidiza celta de 2.500 años—, cansados de enterrar durante siglos a sus familias efímeras, están obsesionados con identificar su rara mutación y tener hijos longevos.

Adriana, una joven y resuelta prehistoriadora, regresa a su Santander natal, contratada por el museo, dispuesta a aclarar el extraño suicidio de su madre, la psicóloga de cabecera de la alta sociedad cántabra, ocurrido quince años atrás.

Iago y Adriana chocan desde el primer momento, aunque entre ellos surge una intensa atracción que ambos intentan ignorar. Pero poco imaginará Adriana que la muerte de su madre tuvo mucho que ver con lo que le ocurrió a “la vieja familia” en el pasado y obligó a Iago a entrar en la investigación del gen longevo. Cuando descubran la cruda realidad y reaccionen, las consecuencias de sus actos les dejarán marcados para siempre."

Mi opinión:

Hace año y pico recibí un correo. Era de Eva García, contándome que había escrito una novela y la había publicado en amazon, y quería saber si me apetecía leerla y reseñarla para el blog. Supongo que lo hubiera hecho sin dudar en ese momento, ya que siempre he estado abierta a saber de los autores que inician su camino sin más medios que el talento y la ilusión que ponen en cada proyecto, pero yo había cometido un error en el blog con el correo (básicamente poner uno que apenas consulto) y tardé mucho en encontrarlo. Tanto que para cuando lo leí era yo la que estaba en medio de un maremágnum de proyectos y lo dejé pasar.

También, si soy sincera, porque mi tablet falleció por esas fechas.

Pensar en leerme un libro de casi 700 páginas en el ordenador me daba mucha pereza y además, muy poco después, supe que La esfera de los libros se iba a hacer cargo de la publicación en papel de la novela, así que pensé en esperar a que estuviera en este formato. Hace unas semanas, finalmente, llegó a mis manos.

Tengo mil pendientes, libros acumulados para rellenar unos cuantos años de lectura, pero este estaba en mi lista desde hace mucho y claro, se coló. No ha sido una lectura rápida ni mucho menos, he tardado bastante y no porque no se lea con fluidez sino porque mis ratos de tranquilidad no abundan ahora y me cuesta encontrar el momento de calma para leer. Eso sí, cada vez que encontraba uno caían una media de cien páginas.

La lectura ha resultado satisfactoria. Al principio me resultó complicado hacerme a la idea de que alguien nacido hace tanto tiempo pudiera resultar atractivo en nuestros días. Me acordaba de las fotos de los libros de historia, que no abarcan mucho más de cien años, y que siempre me hacen pensar que nuestra fisonomía ha cambiado mucho en muy poco, y no podía imaginar a un Iago del Castillo como un tipo cañón. Por otro lado me costaba creer que alguien podía llevar milenios por el planeta conservando la misma dentadura (no hacía nada más que pensar que el pobre Miguelón, el cráneo número 5 de Atapuerca falleció probablemente por un problema dental) pero poco a poco me dije que daba lo mismo, que esto es ficción y que como tal, si acepto el pacto, la lectura se vuelve placentera.

Así ha sido.

Adriana, la protagonista, llega a Santander, su ciudad natal, para trabajar en el MAC, el museo arqueológico de Cantabria, y allí conoce a Héctor, Iago, Jairo y Kyra del Castillo, los cuatro hermanos que lo gestionan. Es una joven arqueóloga cántabra que hasta ese momento ha trabajado en el museo arqueológico Nacional y que decide aceptar un trabajo en su tierra, donde se enfrentará a viejos fantasmas del pasado, como la muerte de su madre en unas circunstancias peculiares.

La conexión entre Adriana y el longevo Iago será casi instantánea y provocará recelos en su hermano Jairo (Nagorno en su origen escita). Poco a poco, a medida que avanza la trama, descubriremos las disputas milenarias que enfrentan a ambos hermanos.

La novela está escrita en primera persona, desde dos puntos de vista diferentes: el de Adriana por un lado y el de Iago por otro. Resulta sencillo ir de uno a otro y es interesante ver los puntos de vista de los dos.
Me ha gustado cómo entremezcla el pasado, dándonos pequeñas pinceladas que son más que suficientes para entender a los personajes y aunque no me gusta mucho que las historias se queden abiertas, en este caso es así. Imposible resistirse a la siguiente tal y como termina esta, ¿no? ¿No lo sabéis? ¡Pues a leer!

La novela está muy elaborada y la autora incluso nos va informando de los distintos nombres que han tenido los longevos desde el primero que les pusieron al nacer hasta las distintas personalidades que han tenido que ir adoptando a lo largo de milenios para pasar desapercibidos entre los efímeros, las personas que envejecen y mueren. Pero si tengo que destacar algo, por encima de todo, es la impecable escritura de Eva García y su afilado sentido del humor que aplica a los personajes.

Mucha más suerte a Eva y vosotros, atacad la lectura.



martes, 20 de agosto de 2013

OTRO REGALO EN FORMA DE IMAGEN

Otro regalo de una lectora. 

Como el otro día publiqué que soy un poco torpe con esto de los programas de edición de fotos me ha llegado un montaje precioso. No me deja decir su nombre (espero que cambie de idea) pero como ella y yo sabemos quién es, muchas gracias otra vez. Al final voy a hacer un álbum precioso con lo que me regaláis.

Esto trae parejas lecturas y comentarios que os agradezco de todo corazón. 


sábado, 17 de agosto de 2013

¿INDIE O NO INDIE?



Estuve pensando un rato en esto. 

Me asaltaron las dudas propias que siempre asaltan a alguien como yo, y lo hicieron, como siempre, mientras me dedicaba a las labores domésticas. Lo confieso, me aburre planchar, no disfruto nada limpiando cristales y me desespera ordenar habitaciones de niños porque antes de darme la vuelta ha aparecido uno que se ha cargado todo mi esfuerzo.

Para no desaprovechar el tiempo, pienso en otras cosas. Para no desaprovecharlo y para evadirme de la pereza que me da la casa.

Me puse a pensar qué significa ser indie.

¿Independiente?

Si ser independiente significa ir por la vida siguiendo tu propio instinto, enarbolando tu bandera en solitario, entendería que indie debería ser alguien que se mueve sin compañía. Asociándonos a algo o a alguien dejamos de estar solos y ya no creo que esa definición nos valga.

¿Soy indie?

En lo que se refiere a seguir mi instinto, probablemente. Actúo pensando pero sin consultar demasiado, equivocándome y rectificando cuando lo estimo oportuno. Salto de un género a otro sin importarme mucho que habrá quien no lo entienda, incluso quien lo considere pretencioso.

En lo que se refiere a mantenerme como escritora al margen de todo, me temo que no. No es sólo por los compromisos adquiridos y firmados, es porque una vez que decides insertarte en el sistema, cualquier sistema, formas parte de engranaje de algún modo. Hasta lo que chirría es parte de ese mecanismo.

Entonces la independencia se anula por completo.

Entonces, ¿qué soy?

Una autora en busca de lectores que empujen a mis manos a volver a componer historias, en busca de ese estímulo externo que, no nos engañemos, supone el impulso clave para no rendirse.

Y desde ayer sé que, además, estoy medio loca o soy una delincuente en potencia porque dije en alto que no me da miedo ir a la cárcel. Tendría mucho más tiempo para escribir que ahora.


Feliz fin de semana


domingo, 11 de agosto de 2013

GRACIAS


No se me dan muy bien los programas de edición de fotos, así que cuando me lo dan hecho, sólo puedo dar las gracias!!!

lunes, 5 de agosto de 2013

TODO LO QUE CABE EN LOS BOLSILLOS DE EVA WEAVER.


Sinopsis:

Mika hereda de su abuelo sus marionetas y un gran abrigo lleno de bolsillos. Actúa ante otros niños, haciéndoles olvidar por un momento la miseria del gueto. Pronto se ve obligado también a actuar para los soldados, lo que le permite salir de allí. Tras la liberación, las marionetas quedan en poder un soldado nazi confi nado en Siberia. Años después, y tras pasar por varias manos, las marionetas volverán a Mika en su lecho de muerte.

Mi sensación:

Este libro es de mi hijo, pero como últimamente lee menos de lo habitual (la edad, que no perdona a nadie y el verano de los 13 que hay que estrujarlo porque es único) se le van acumulando lecturas que a veces se convierten en las mías. Este libro reposaba pacientemente su turno en el montón que le espera y decidí empezarlo yo.

Mi hijo es de papel, el formato digital todavía no le convence, y mira que es raro, él que no suelta el ipod en ningún momento del día…

Pero vamos al libro.

Eva Weaver distribuye la novela en tres partes. La primera cuenta la historia de Mika, un niño polaco judío de doce años que encuentra en las marionetas una manera de huir de la situación extrema en la que se encuentra cuando es trasladado por los nazis al gueto de Varsovia durante la segunda guerra mundial. Mika hereda un curioso abrigo de su abuelo, un abrigo lleno de bolsillos, enorme, que esconden las marionetas que su abuelo empezó a hacer antes de ser ejecutado en plena calle por intentar defender a una muchacha. Un día Mika tropieza con Max, un soldado nazi que decide utilizar a Mika para entretener a los soldados que están al otro lado del muro y eso le acaba salvando de ser deportado. Mika, comprometido sobre todo con los niños que sufren el abandono en el gueto, usará el abrigo y la facilidad que tiene para salir cada noche del gueto para salvar a algunos que esconde en la amplitud de la prenda. Las heridas que portará en el alma tras la terrible experiencia vivida le acompañarán durante toda su vida.

En la segunda parte Eva nos cuenta la historia del príncipe, la marioneta más emblemática de Mika, que acaba en las manos de Max. Cuando termine la guerra será quien acompañe al soldado a su destierro a Siberia y esta es la parte del libro que más me ha impresionado porque cuenta la historia desde el otro lado, desde la perspectiva de un soldado que pierde la guerra y que sufre el castigo por sus crímenes. Max logrará escapar del infierno blanco pero también marcado para siempre.

La última parte está ambientada en el presente, en Nueva York, donde acaban las marionetas. Serán los nietos de Mika y Max quienes traten de curar las heridas a través de ese príncipe de cartón piedra.

Me ha parecido un libro irregular, una primera parte muy extensa en la que prácticamente se repiten los clichés que siempre hemos escuchado sobre las víctimas de la guerra. Me ha gustado más la segunda, la de los que perdieron la guerra y sufrieron el castigo que fue tan cruel como el que ellos mismos habían infligido. La última, la de la reconciliación, me ha dejado un poco fría.

Creo que el libro empieza bien pero no me ha llenado del todo. Esperaba algo así como lo que te sucede con El niño del pijama de rayas y eso es lo que pasa por esperar algo, que te acaba decepcionando.


¿Os ha pasado con algún libro este verano?

viernes, 2 de agosto de 2013

INDIEDITADA

Hace ya cuatro años que me convertí en una indie, una autoeditada, o como queráis llamarlo. En estos tiempos en los que se habla tanto del fenómeno indie, y de amazon como plataforma de divulgación que muchos hemos encontrado, me doy cuenta de que este fenómeno no es nuevo. Simplemente, ha explotado y se ha expandido en los últimos meses.

Hace cinco años gané un concurso de relato breve, dotado con una cantidad económica que no deba para mucho. No sabía qué hacer con ese dinero hasta que un día casi un año después, trasteando por internet, tropecé con la posibilidad de conseguir poner uno de mis libros en papel. No era caro, era fácil y tenía dinero. Hice lo que me apetecía en ese momento: publicar mi libro. La página en cuestión ofrecía la posibilidad de poner la obra en formato pdf, para descargarlo, y como yo nunca he estado demasiado preocupada por el tema económico (nada, en realidad) lo dejé en descarga gratuita.

En principio el plan era conseguir cuatro ejemplares en papel, los que necesitaba para mis familiares próximos, de una historia que había titulado La arena del reloj, y que no era nada más que un relato familiar que en ese momento consideré que no le interesaba a nadie más. Aún recuerdo el día que llegó el paquete, la emoción que sentí al abrirlo y tocar mi novela con las manos. Fue muy, pero que muy especial. El principio y, a la vez, el final de una aventura que había comenzado con el premio por mi relato.

Pero la vida es una sorpresa constante y mi humilde libro empezó a recabar lectores. Casi por su cuenta.

Los cuatro fueron seguidos por otros 25 y en un mes llevaba 100. Bueno, exactamente 104. Todo con el boca oreja y sin salir de mi entorno, y con el agravante de que me da una vergüenza tremenda hablar de esto en persona con la gente. De hecho, a día de hoy, la mayoría de mis vecinos no tienen ni puñetera idea de que escribo. Los que lo descubren me preguntan por qué no lo cuento y yo les digo que en realidad lo hago… a través de internet, que me cuesta bastante menos.

Las peticiones de libros de La arena... continuaron y a día de hoy, en papel, llevo cerca de 500 ejemplares repartidos por ahí.

Como no sé vivir sin meterme en líos, me encargaron una charla de autoedición y esa es la razón por la que publiqué Su chico de alquiler. Con él fui haciendo los trámites legales necesarios para ser autoeditado y paralelamente hice lo mismo con La arena… Me convertí, sin comerlo, ni beberlo, en una indie, editora de sus propias obras. Y sin saber qué era eso de ser indie… Di la charla. Firme libros en una pequeña feria del Libro. Me devolvieron opiniones. Me regalaron reseñas. Me hicieron entrevistas.

Todo raro, divertido. Confieso que me lo pasé en grande en cada uno de los momentos que supusieron estos pequeños pasos.

El salto a Amazon lo di tarde quizá porque esa inquietud de ser leído que tenemos en el fondo todos ya estaba cubierta y porque los libros en papel seguían teniendo demanda y engrosando esa primeras cifras. Los resultados han sido buenos pero no los he vivido igual que lo anterior. Ha sido mucho más estresante y muchísimo menos emocionante todo lo que me ha pasado.

Salvo por un pequeño detalle: con la última novela, Detrás del cristal, conseguí editorial. Por primera vez alguien se ocupará del papel, alguien que no soy yo y la distribución será mucho más sensata que llevar los libros bajo el brazo. No ha sido tampoco una aventura al uso, simplemente colgué la novela en amazon y llegaron las ofertas. Aunque parezca, dicho así, que fue sencillo, que sólo tuve que decidir, puedo asegurar que no lo fue, sino más bien todo lo contrario.

Pero es que a mí las primeras veces nunca me resultan sencillas.

Leo por ahí que está mal visto autoeditarse, porque no tenemos filtros. Creo que es cierto. Existe uno solo, nuestra propia exigencia que tiene también que ver con la paciencia. Hay quien necesita todo ya, y quien se lo piensa y corrige, repasa, remodela… Yo soy del segundo tipo. De hecho me siento como una escultora cuando creo una novela. Primero cojo la cera y hago algo que se parece a un hombre. Luego, con paciencia, voy logrando que aparezcan los brazos, las piernas, el torso. Los rasgos de la cara, en general, están ahí.

Descanso.

Tiempo después, vuelvo a mi escultura. Perfilo un poco los músculos, voy dándole forma a los detalles. Los ojos, las manos, los labios, los dedos de los pies…

Descanso.

Vuelvo de nuevo y me entretengo en el pelo. Miro con cuidado cada uno de los rasgos y con mimo vuelvo a pasar mis dedos, por si puedo suavizar algún detalle más.

Descanso.

Cuando considero que está, sólo entonces, procedo a convertir esa cera en bronce.

Y a veces, muchas, no me vale y vuelvo a empezar…

Por eso, escribir una novela, me lleva años. Decidir que el texto puede ser revisado por otros ojos no me resulta sencillo y después de que lo termino, queda todavía mucho trabajo. Hay que maquetar y pelearse con el problema de la portada, la llave maestra que decidirá, casi más que nada, que alguien que no sepa nada de ti sienta la necesidad de asomarse al mundo que has creado.

Hoy repaso la última y el control de calidad mental que tengo todavía no le ha dado el visto bueno. A saber cuándo sucederá.


Hoy ya no sé si soy indie, editada, indieditada, o una loca contadora de historias cuyos dedos no se pueden estar quietos porque necesitan trasladar a alguna parte todas las historias que circulan por mi imaginación.