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viernes, 26 de noviembre de 2021

LA ENVIDIA DE LOS MEDIOCRES DE ROBERTO MARTÍNEZ GUZMÁN

 

 


Sinopsis:

«Nunca abras una caja de Pandora si no tienes armas con las que combatir los demonios que encierra dentro».

Un encargo de un amigo, una muerte accidental y una pequeña villa en la montaña lucense son el punto de partida de un caso que no solo removerá los cimientos de la tranquila sociedad rural, sino que acabará por poner a prueba los límites de la conciencia humana.

 

Mis impresiones.

Después de hacerse esperar muchísimo, hace unos días se puso a la venta la segunda entrega de la saga protagonizada por Lucas Acevedo. Tras el rotundo éxito de La suerte de los idiotas —Amazon ha publicado que ha sido la novela más descargada de la plataforma en los diez años que lleva en España—, Roberto Martínez Guzmán vuelve a ese personaje que tantas alegrías le ha dado, este policía retirado temporalmente de la UDYCO.

En esta segunda novela, Lucas sigue en su descanso. Lo que le ocurrió en La suerte de los idiotas le ha dejado alguna herida y todavía no siente que deba volver a retomar su vida activa. Un día recibe un encargo aparentemente sencillo de su amigo Tomás —al que ya conocimos en la primera entrega—: recoger el informe de la autopsia de su madre. En principio ha sufrido un accidente doméstico, es algo que no parece que tenga detrás nada oscuro, pero hay algunos detalles de los últimos meses de vida de sus padres que hacen que Tomás no esté tranquilo. Por eso quiere que sea Lucas quien vaya, quizá sean solo cosas suyas, producidas por el dolor de la pérdida.

El policía, en calidad de amigo, se traslada al pequeño municipio lucense de Fonsagrada. Allí, mientras va haciendo preguntas, se encontrará con algo que no voy a desvelar, por supuesto, porque eso queda para los lectores.



La envidia de los mediocres consta de 17 capítulos y una introducción que Martínez Guzmán ha titulado con el nombre del pueblo de Lugo. Está contada desde la perspectiva de Lucas, con un lenguaje sencillo, rápido, con diálogos ágiles y directos que harán que el lector se sumerja en la historia y, cuando se quiera dar cuenta, la habrá terminado. Este Lucas es más sereno que el que conocimos en la otra entrega; ya lleva tiempo de baja y está más sosegado. Sin embargo, no ha perdido un ápice de su curiosidad y sus dotes deductivas.

En la novela, hay una reflexión final muy interesante y queda la promesa de que esta no será la última de sus aventuras.

Me parece que hay Lucas para rato.

La portada de esta novela sigue la misma línea de la anterior, así como el título. 

Para mí ha tenido un extra, por el que doy las gracias. Hay cosas que hacen mucha ilusión.

domingo, 21 de noviembre de 2021

ERLENDUR. HONOR VIKINGO DE JOANA ARTEAGA




 Sinopsis:

Erlendur vive entre dos mundos tan opuestos, que tiene divididos el alma y el corazón. Solo su estricto código de honor, que siente como la única constante en su vida, parece procurarle algo de cordura y estabilidad.

Pero todo puede cambiar en un suspiro, uno mágico e inesperado. Un suspiro que dura lo que tarda en probar los labios de Cassandra, que está tan perdida como él, pero que tiene el don de señalarle el camino y rescatarle de los abismos.

Una aldea perdida, un pueblo orgulloso y bárbaro, y mucho honor vikingo componen los elementos de una historia de amor llena de emoción y lucha por encontrar el sitio de cada uno.


Mis impresiones:

He perdido ya la cuenta de las novelas que llevo leídas de Joana Arteaga. Me sigue pareciendo que es una maestra narrando emociones, que hace frases brillantes y que conmueve siempre con todo lo que escribe.

Esta novela, Erlendur. Honor vikingo, la traigo hoy al blog porque tiene algo especial: el punto de partida. La historia es original, hace un planteamiento que sorprende hasta a Cass, la protagonista de la novela. 

Voy a contar un poquito de la trama, pero es que en este caso es necesario para entender por qué digo que es tan original.

Cass ha montado en un barco que recorre los fiordos noruegos, en uno de esos cruceros para solteros, y las cosas no están yendo bien. No es porque no esté ligando, es que el viaje no está cumpliendo ninguna de las expectativas que puso, empezando por  su amiga y siguiendo por su cuerpo, que se empeña en ponérselo complicado. El doctor del barco la visita y, después de tratarla, le deja unas rutas para que, en una de las paradas del barco, baje a tierra y le dé el aire.

Y sí, hace aire. Viene una ráfaga, la deja sin mapa cuando se ha metido en medio del bosque y ocurre lo inevitable: se pierde. Cuando logre encontrar a otro ser vivo, el barco ya se habrá ido y ella creerá que ha hecho un viaje en el tiempo, porque todo es tan extraordinariamente irreal, que es hasta posible.

Pero no, no es un viaje en el tiempo, es algo mucho más interesante.

La novela está escrita en presente y alterna las perspectivas del Erlendur, el vikingo, y Cass, la chica londinense que está perdida. En esta historia, que tiene su gran parte de romance, también hay reflexiones sobre el honor, sobre las decisiones que toman los padres por los hijos. Sobre rectificar o enrocarse en ideas que no llevan a ninguna parte. Sobre seguir tus deseos o amoldarte a lo que se espera de ti.

Es una novela para leer, no para contar, porque, como he dicho antes, la narrativa de Joana se saborea. Si no estuviera muy feo, la compararía con otras que venden mucho y perderían por goleada, así que solo voy a decir algo que es verdad: ella tiene magia en los dedos. Sus personajes son pura pasión, tanto en lo que se refiere a la lógica relación que aparece en una novela romántica, como las que tienen con los otros a los que se tienen que enfrentar.

Me ha encantado la ambientación de la historia, Valgar, y, sobre todo, Cass. Su forma de expresarse, tan distinta a la de los demás, siempre con los pies tan en el suelo y con ese manejo de la ironía y el humor que me ha gustado tanto.

¿La recomiendo? Pues claro.

La puedes encontrar en Amazon por 2,99€ o también se puede descargar en kindle Unlimited. 

Puedes descargarla aquí

martes, 9 de noviembre de 2021

CONCHA MÉNDEZ (1898-1986)




Concepción Méndez Cuesta, Concha Méndez, fue una niña que soñaba con viajar, con ser capitana de barco y ver el mundo con sus propios ojos. Su mente inquieta y su enérgico carácter serían la nota dominante en toda su vida, en la que la literatura tuvo una importancia esencial.

Concha nació en Madrid en 1898, el año del desastre, cuando lo que quedaba del Imperio que había empezado en la época de los Reyes Católicos se desmoronaba definitivamente. Su infancia fue feliz y acomodada: nació en una familia numerosa -eran diez hermanos- y recibió una esmerada educación en un colegio francés. Sus veranos los pasaba en San Sebastián, y fue allí donde conoció al que sería durante siete años su primer novio: Luis Buñuel. Con él, y de la mano de la amistad de Maruja Mallo, fue conociendo también a varios de los integrantes de la generación del 27: Alberti, Lorca y Cernuda, con los que le unió un vínculo entrañable.

Sus inquietudes literarias no tardaron en aparecer. Contemporánea de esa generación, formó parte del grupo de mujeres literatas conocidas como las Sinsombrero. Fue poetisa, autora teatral y guionista, amen de editora de revistas literarias donde colaboró activamente durante casi toda su vida.

Su producción literaria arranca en 1926 con un libro de poemas, Inquietudes, al que le siguen Surtidor en el 28 y Canciones de mar y tierra en el 30.

Es en esos años cuando deja su relación con Buñuel, se va de casa en el 29 y cumple su sueño de infancia de viajar: Londres, Montevideo, Buenos Aires... nada está lejos para esta mujer incansable y resuelta, que aprovecha su estancia en Argentina para hacer contactos. Conoce a Guillermo de la Torre y esa es la puerta que se le abre para publicar semanalmente en el diario La Nación sus poemas. Pero quiere volver a España y lo hace en el 31, cuando llega la República. Regresa y contacta de nuevo con viejos amigos como Lorca, que será quien le presente a Manuel Altolaguirre, otro miembro de la generación del 27, con quien se acabará casando.

La vida se vuelve luminosa para ello, los proyectos cuajan y en ese momento, junto al que ya es su marido, funda la revista Héroe, en la que colaborarán los grandes autores españoles de ese momento. Pero ella necesita más, sus inquietudes, esas que expresa en su primera obra, no tienen límites y explora la faceta de autora dramática. Del 31 al 35 publica tres obras: El personaje presentido, El ángel cartero y El carbón y la rosa, las dos últimas enfocadas al público infantil. 

No se va a olvidar de la poesía, en esos años verán la luz Vida a vida, Niño y sombras y Lluvias entrelazadas, aunque para cuando publica las últimas ya no está en Madrid, sino en Londres. Allí le toca vivir una dura experiencia, la de perder a su primer hijo, al que dedica esa segunda obra de este momento. Sin embargo, al poco la vida la compensa y tiene a su hija Paloma.

En Londres, junto a su marido, se pone como meta la difusión de la obra del 27. Funda con él dos revistas, Poesía, 1616 y Caballo verde para la poesía, esta última dirigida por el escritor Pablo Neruda.

No se quedará allí, pronto se trasladarán a París, pero la Segunda Guerra Mundial les hace tomar la decisión de abandonar la capital francesa y marchan a Cuba. Es en ese nuevo exilio donde publica El ciervo herido, otra obra poética.

En 1944 se trasladan de nuevo, esta vez a México, país en el que estará hasta su muerte, salvo breves visitas a España. En México su vida personal se desmorona: su marido la abandona por una cubana y ya solo publicará una obra en el 45, El solitario (Nacimiento), al que seguirán 31 años de silencio literario.

Es en el 76 cuando aparece su Antología poética y en el 79 la que será su última obra escrita, Vida o río. Después de esto aún tiene una historia que contar, la suya propia, pero ya es una mujer mayor y no la escribe, sino que la cuenta, la graba en unas cintas que será su nieta Paloma quien se encargue de compilar y publicar en 1991, Memorias habladas, memorias armadas. Paloma decide suprimir lo más personal y el libro no es una biografía como tal, sino una sucesión de anécdotas en las que aún se puede ver el fuerte carácter de esta mujer.

Concha Méndez, una de las Sinsombrero, una de nuestras autoras olvidadas a la que merece la pena recordar.


Se desprendió mi sangre para formar tu cuerpo.

Se repartió mi alma para formar tu alma.

Y fueron nueve lunas y fue toda una angustia

de días sin reposo y noches desveladas.


Y fue en la hora de verte que te perdí sin verte.

¿De qué color tus ojos, tu cabello, tu sombra?

Mi corazón que es cuna que en secreto te guarda,

porque sabe que fuiste y te llevó en la vida,

te seguirá meciendo hasta el fin de mis horas.

martes, 2 de noviembre de 2021

CON SUERTE... EN NAVIDAD: LA PORTADA

 Hoy dejo en el blog la portada de la próxima novela que publicaré con el selló HQÑ de HarperCollins Ibérica. Se llama Con suerte... en Navidad y su mayor fortaleza son unos personajes muy especiales, además de que se lee en poco más de una tarde. 




Y que te ríes, porque tiene algo loco esta historia; es desenfadada.

Solo voy a decir una cosa hoy: está escrita para evadirse un rato. El año pasado, 2020, fue muy duro para muchos; 2021, para mí, ha sido todavía más, así que solo tengo ganas de divertirme, de leer por placer, de dejar el libro con una sonrisa que me permita encarar 2022. Y eso es lo que os presento ahora.

Espero que me acompañéis.