miércoles, 27 de abril de 2011

ANA MARÍA MATUTE, PREMIO CERVANTES.

Hoy he visto a Ana María Matute, recogiendo el premio Cervantes. La oía hablar y, a la vez que ella, me emocionaba. Sentada en su silla, en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, lanzaba su discurso con los ojos emborronados y el corazón pletórico: "La única verdad es todo lo que me he inventado en la vida". Eso es lo que son los escritores, inventores de vidas. Sólo con palabras, mezclando verbos con adjetivos, adverbios con sustantivos, subordinadas de causa con coordinadas copulativas, añadiéndole un toque de determinantes y alguna que otra conjunción y... ¡magia! Aparecen personajes con alma, capaces de despertar nuestras emociones humanas. A Ana María Matute le han dado otro premio pero creo que no se acerca, ni de lejos, a lo que nos ha regalado ella.


Viéndola a ella me venía a la cabeza otra grande que se marchó hace poco: Josefina Aldecoa. Su desaparición, el 16 de marzo, nos pilló mirando a Japón y el desastre del tsunami. Si cae en vuestras manos Historia de una maestra, leedlo. Es una pequeña joya literaria. Lo leí hace mucho pero no he podido olvidarlo.

domingo, 24 de abril de 2011

SEDUCIENDO A MR. BRIDGERTON. Julia Quinn

Este libro no tiene nada que ver con el anterior. No es de los libros que elegiría si estuviera delante de una estantería en un centro comercial o en una librería, salvo que fuera a pasar la tarde en la piscina y estuviera buscando una edición barata a la que no le pasara nada por ser salpicada por una pandilla de niños asalvajados. Sencillamente, no es mi estilo.


Error. Me habría perdido una historia muy interesante. Eso es lo que tiene prejuzgar, etiquetar las cosas sin pararse a mirarlas de verdad. Justo como le pasa a Penélope, la protagonista. La historia está ambientada en el XIX, insertada en la alta sociedad londinense del momento, y cuenta cómo la protagonista se ha ido quedando sin su oportunidad de casarse (lo único para lo que estaban destinadas las jóvenes de su clase), convirtiéndose en una solterona a los 28. Nadie es capaz de distinguirla del papel de la pared. Está enamorada (como no) del hermano de su mejor amiga, que tampoco anda muy allá en eso de casarse (tiene 33, nada menos) y él nunca se fijará en ella porque es el patito feo de las fiestas de sociedad. La historia de ellos dos se mezcla con la misteriosa hoja llamada Ecos de Sociedad, escrita por la misteriosa Lady Whistledown.

No es la trama lo que me ha enganchado. Me han encantado los diálogos y la ironía en la prosa. No sabía que me iba a encontrar algo así. Pensaba que sería uno de esos libros escritos medianamente bien, con sus páginas pegote correspondientes, y poco más, pero me ha hecho reir, me ha hecho pensar en algunos momentos... No ha estado mal para una tarde de domingo. Se le puede dar una oportunidad.

EL MEDICO. Noah Gordon.

Hace años que buscaba un momento para ponerme con este libro, pero siempre que miraba el volumen del ejemplar decidía que no era el momento. Encontrado por fin en las vacaciones que acaban de terminar, la semana pasada lo empecé y, como suponía desde la primera vez que lo vi, no pude abandonar hasta que no lo acabé del todo. Tenía un hermoso recuerdo de El último judío, una novela que leí sin mirar siquiera la sinopsis y que he repetido en dos ocasiones más, así que sabía que ya conocía el estilo del autor y, si la traducción no era mala, me iba a encantar. (Las traducciones malas son capaces de cargarse muy buenas novelas).
La historia de Rob J. Cole te atrapa desde la primera página y la singularidad de todos los episodios que se narran en la novela te arrastran irremediablemente. He seguido con atención sus andanzas, desde que era un niño y queda huérfano y en manos de un cirujano barbero que le enseñará a ganarse la vida, hasta cuando pierde a este entrañable personaje y en compañía de su gata, un carro y una yegua decide cruzar medio mundo para convertirse en alumno del médico más insigne del mundo. Las circunstancias, la intolerancia religiosa sobre todo, le obligarán a hacerse pasar por judío para ser aceptado en una escuela donde los cristianos no son bien recibidos. Cole se enamorará, conocerá a altos mandatarios y se hará un lugar entre ellos. Todo, por cumplir su sueño: convertirse en médico.
Me ha gustado todo de la novela: la descripción de paisajes, de personajes, los ambientes, las distintas religiones y sus diferentes maneras de acercarse a un Dios que siempre es el mismo. Confieso que siempre tengo miedo a los libros largos porque me he llevado un par de decepciones muy gordas en los últimos tiempos, pero no ha sido el caso con este. Sencillamente, me ha encantado. Es de los que, estoy segura, cuando no encuentre nada que me atraiga, volveré a leer.

lunes, 18 de abril de 2011

SU CHICO DE ALQUILER EN LA RED

Alberto siempre me pregunta por qué tengo mis libros en descarga gratuita, que si no me interesaría más ganar dinero con esto y creo que lo hago por cosas como esta. Bárbara Jimenez, de La Magia de los libros, un blog que os recomiendo desde hace mucho (está en el lateral derecho de la pantalla) se ha leído el libro para ayudarme con un detallito que necesitaba para la contra, y ha hecho una entrada en su blog. Los comentarios, en sólo un día, han sido ¡sorprendentes!. Espero que la historia llegue a mucha gente, que pasen un buen rato y, quién sabe, quizá algún día sea capaz de ver alguna de mis novelas entre las más vendidas (siempre digo que soñar no cuesta...)

Si queréis seguir el enlace, podréis ver la sinopsis de Bárbara y leer los comentarios.

su chico de alquiler

jueves, 14 de abril de 2011

LAS LLANURAS DEL TRÁNSITO

En esta nueva entrega, Auel cuenta el camino que recorren Ayla y Jondalar, para atravesar lo que más tarde será Europa y llegar a la tierra de los Zelandonii, el pueblo originario de él. La autora aprovecha este viaje para hacer un repaso a las condiciones climáticas del momento, la flora, la fauna y, de paso, a repasar de nuevo historias planteadas ya en los libros anteriores. La pareja se encuentra con pueblos por los que ya pasara Jondalar en su viaje de ida y alguno nuevo, y el recurso de la técnica de Ayla para hacer fuego (con pirita y pedernal) y el asombro que provoca siempre su llegada acompañados por el lobo y los caballos, son explotados al máximo, repitíendose siempre que se encuentran con humanos. Del mismo modo, el discurso de Ayla y su defensa del clan, su enfado por la poca comprensión de los de su especie, son una constante.
De este libro empezaron cansándome un poco las repeticiones, pero, sobre todo, las presentaciones y el hecho de que había poco nuevo. En este libro los nombres empiezan ya a multiplicarse y eso, sinceramente, me agotaba. Aunque, de momento, podía con ello. Lo volví a leer, pero sólo una vez más. Y fue el último que repetí.
Siempre digo que en este espacio no hagó críticas de libros y sus correspondientes argumentos, eso queda para los lectores que creo que deben tener su propio criterio y jamás fiarse de lo que otros les cuenten. Dejo sensaciones, pinceladas de lo que el libro y su lectura supusieron para mí. A quien se acerque a la historia le queda, por su cuenta, sacar sus propias conclusiones. Yo sólo soy yo, y esto es sólo un reflejo. Puede que difuso, incompleto, personal como todo lo que hacemos cada uno de nostros. El mío, nada más.

domingo, 10 de abril de 2011

LOS HIJOS DE LA TIERRA: LOS CAZADORES DE MAMUTS

En esta tercera novela, Ayla vuelve a tener contacto con otros seres humanos, además de Jondalar. Son los mamutoi, los primeros de su especie que ve la chica desde que perdiera a su familia con el terremoto. Los mamutoi, fascinados por el poder que Ayla ejerce sobre los animales que la acompañan, la aceptan pronto, pero también aparecen los recelos cuando se enteran que ha sido criada por el clan, a los que ellos llaman Cabezas Chatas, a los que consideran animales.

Esta es la primera de las novelas de la saga que introduce una historia de amor al más puro estilo novela (triángulo amoroso que se forma debido a malos entendidos y silencios y que acaba deshaciéndose en favor de lo que espera el lector). Las repeticiones de historias que aparecen en las dos novelas anteriores son constantes, pero están bien hiladas, por lo que no se hacen nada pesadas. A los personajes nuevos nos los va presentando poco a poco y eso ayuda a que el lector no se aturulle entre tanto nombre. Además, la investigación que hace la autora sobre las viviendas, los enseres que usaban y las técnicas de caza, son interesantes. He leído por ahí a escépticos que afirman que puede que se haya inventado todo y quienes la leemos nos lo creamos sin plantearnos que dice auténticas aberraciones (dicen que no nos vamos a poner a investigar si lo que nos cuenta es real o no). A ella no sé qué la llaman, pero a nosotros, los lectores, nos están llamando idiotas por disfrutar estas novelas. Para ellos tengo un comentario: acusar a un novelista de inventar demuestra que el que lo dice no sabe todavía que los escritores no somos estudiosos del mundo sino fabuladores. Que se lean Caperucita, por ejemplo. A ver sobre qué base científica situamos el cuento... A las novelas no se les pide que sea reales sino verosimil, y estas, definitivamente, lo son.

La única cosa que encuentro yo, lo que siempre me ha parecido curiosa es que, a pesar de que se trata de culturas que vivieron hace miles de años, tienen valores que se parecen muchísimo a los actuales. Eso, si has estudiado un poco, es altamente improbable. En la Prehistoria, el hombre está en pañales. Es como un niño, por lo que presumir que era capaz de pensamientos tan complejos como los que se plantean aquí es chocante. Y fascinante a la vez.

viernes, 8 de abril de 2011

LOS HIJOS DE LA TIERRA: EL VALLE DE LOS CABALLOS.

Lo primero que tengo que decir es que, aunque el mejor de todos es El clan..., éste es el que más veces me he vuelto a leer.

Esta segunda parte de la saga Los hijos de la Tierra me pilló un poco descolocada, más que nada por la manera de estructurar la historia que usó la autora. Me resultaba molesto que un capítulo lo dedicase a Ayla y su supervivencia en el valle y otro al viaje de Jondalar y su hermano. Y me resultaba molesto porque, cuando había logrado entrar en una historia, se me acababa el capítulo y tenía que colocar mi mente en lo que les pasaba a los otros personajes. Por eso, el resto de las veces que lo he leído lo he hecho como si se tratase de tres libros: uno narra el viaje de Ayla desde que es expulsada del clan hasta que se instala en el valle y empieza a construir su mundo; otro cuenta el viaje de Jondalar y Thonolan; finalmente, otro tercer libro, ese que cuenta el encuentro entre Ayla y Jondalar. Este último, al principio, si soy sincera, me decepcionó un poco. No esperaba que tuviera "páginas pegote". Ya lo he explicado alguna vez, le llamo así a los encuentros sexuales explícitos que aparecen en muchas novelas, sobre todo del mundo anglosajón. Les llamo "pegote" porque hay veces que parece que en las editoriales tuvieran en plantilla a un pobre infeliz que se dedicara a escribir todas las páginas de ese tipo para cualquier novela donde considerasen oportuno incluirlas. Sobre todo si la novela estuviera pensada para llegar a un público femenino.

Pero es lo único que no me gusta. Creo que la parte en la que Ayla está sola en el valle es impresionante. Un solo personaje y su lucha para seguir sola te atrapan y te enganchan y la historia de los dos hermanos también está genial. Y me gusta sinceramente el tercer "libro", aunque le haya puesto unos peros.

Este es el único libro de la colección que he leído en inglés también. La verdad es que no fue muy buena idea. Como está lleno de descripciones aparecen miles de adjetivos y el hecho de que Ayla maneje muchas plantas también incorporaba a la lectura sustantivos desconocidos para mí. Me costó tanto que pensé que me había pasado de lista pensando que podía leer en inglés. Menos mal que después publicaron Harry Potter and the Deathly Hallows y no tuve problemas.

jueves, 7 de abril de 2011

LOS HIJOS DE LA TIERRA: EL CLAN DEL OSO CAVERNARIO.

Hace unos años me saqué el carné de conducir. Ya sé que un inicio como este para hablar de un libro puede parecer desconcertante pero es que fue ahí, en la autoescuela, donde descubrí esta increíble saga. Estaba mortalmente aburrida entre señales de obligación, de prohibición, horizontales, verticales, luminosas... cuando me fijé en un libro que tenía otra estudiante. Estaba del revés, así que, en lugar de la portada, lo que leí fue la sinopsis. Siempre es mejor una sinopsis que un stop o un ceda el paso. Era El clan del oso cavernario y a mí, como lectora voraz que soy, me apeteció enseguida leerlo. No me lo pensé. Le pregunté a la chica si me lo prestaba cuando lo terminase. Ella me dijo que como teníamos el examen no iba a leer, así que me lo podía llevar. Le prometí firmemente no tenerlo más de una semana y me lo dejó. A los dos días se lo devolví, alucinada porque hacía mucho que no me tropezaba con un libro que me llenase tanto.

El clan... cuenta una de esas historias redondas que son tan poco frecuentes. Empieza con un terremoto que destroza el mundo conocido de Ayla, una pequeña niña cromañón. Se queda sola, perdida, hasta que la curandera de un clan de Neandertales la acoge. Ayla crece entre el cariño de Iza, su salvadora y de Creb, el Mogur y el odio y los recelos que despiertan en otros miembros del clan sus marcadas diferencias. Toda la historia transcurre en uno de los períodos más fascinantes de la historia del hombre, aquel del que sólo sabemos cosas a partir de los vestigios que nos han ido quedando de nuestros antepasados. Sin más herramientas que libros pensados para el estudio y su potente imaginación, Auel crea un mundo fascinante. Ayla, desde el principio, consigue despertar la empatía del lector y hace que su aventura sea la tuya propia.
El libro termina con otro terremoto, una violenta saccudida del mundo que obligará a Ayla a enfrentase a todo sola a partir de ese momento.

Desde entonces he leído esta novela periódicamente. Cuando un libro, y otro, y otro más y no me llenan, voy a la estantería, elijo alguna de las distintas ediciones que tengo de El clan..., y retrocedo miles de años, en una máquina del tiempo mágica que tengo que se llama imaginación.

Me encantan los comentarios, así que te propongo, si lees esto, que me cuentes qué te empujo a leer esta novela, o lo que quieras, en realidad. Mañana hablaré del Valle de los Caballos.

martes, 5 de abril de 2011

AEROPUERTOS FANTASMA

Estaba escuchando en las noticias el montón de aeropuertos que han costado una pasta gansa y que no sirven para nada hoy por hoy, en España, y me he cabreado. Hay miles de familias que no llegan a mil euros al mes, o peor, a quinientos, pasándolas canutas, y los políticos se dedican a emplear los recursos en proyectos estúpidos que no generan nada.

Creo que, ya que han metido la pata hasta el cuello, deberían ir pensando en usos alternativos para esas instalaciones. No es de recibo que, en León por ejemplo, haya un aeropuerto que tenga sólo un vuelo a la semana, y que en Lérida, que pasa otro tanto, a veces hasta se anule por falta de viajeros. Ya que el mal está hecho, que las instalaciones están ahí, bueno sería que se les fueran incorporando otros usos. ¿Por qué no centros comerciales? Ya que se han hecho "aeropuertos para las personas" (debe ser que algunas vuelan, no sé), se les podría dar un uso para las personas. Si la pista está para pasear, añadamosle una sala donde los jubilados puedan echar la partida, aprendan a usar internet, o simplemente tiendas donde se pueda hacer la compra semanal. Total, el aparcamiento ya lo tienen... Quizá sea mejor esta idea loca que dejar que se caigan a pedazos, o que se conviertan en fantasmas gigantes que nos recuerden constantemente hasta donde puede llegar la estupidez humana.

sábado, 2 de abril de 2011

LA CRISIS DESPIERTA EL TALENTO

Siempre me parece lo más lícito citar la fuente de lo que publico si no es de mi propia cosecha. Ya no entro en cuestiones legales, simplemente es ética. En este caso, como en algún otro, me resulta imposible, porque lo he recibido por correo electrónico y no tenía "denominación de origen". De todos modos siempre me parece que las crisis tienen algo positivo: despiertan el talento. Y esto es una muestra de ello.

LA SANTA PACIENCIA


EURIBOR DEVORANDO A SUS HIJOS

EL DESCENDIMIENTO DEL ANDAMIO


LAS MENDIGAS


EL NACIMIENTO DE LA GENERACION PERDIDA