lunes, 10 de octubre de 2022

CERRADO POR DECEPCIÓN

Esta mañana cerré una historia por decepción. Pero no de las pequeñas, de las gordas de verdad, de esas que de pronto te preguntas qué demonios has estado haciendo en los últimos años para no darte cuenta de que estás haciendo el tonto.

Sin remordimientos, hice una selección y le di al botón de borrar.

No quedan ni pruebas de lo bueno, o de lo que al menos yo consideraba bueno. Lo he borrado y espero que esto dé un resultado positivo. Lo espero por una experiencia que tuve en 2015; harta de que una persona me tomase el pelo y se pensara que yo estoy en la misma categoría de un pañuelo de papel (que se usa y se tira) hice lo mismo que he hecho hoy y, oye, mano de santo.

De esta historia apenas me acuerdo y esa persona lo único que me provoca es una profunda compasión. A veces nuestras elecciones son tan catastróficas que lo único que dan es pena.

Hoy también he borrado y espero que, de aquí a siete años, ni me acuerde de esto.

Me he tomado una cerveza para celebrarlo.