sábado, 28 de febrero de 2015

FINALISTA EL EL III PREMIO INTERNACIONAL DE NOVELA HQÑ

En una nube. Así llevo desde hace un par de días. Escribiendo y borrando frases que cuando releo no me sirven, porque no encuentro la manera de transmitir todas las sensaciones que me invaden en estos momentos. 

¡He sido finalista en el III concurso Internacional de Novela HQÑ de Harlequin!

¡Estoy feliz!

¿Qué digo feliz? ¡Eufórica!

Esta novela es la que he me ha mantenido ocupada este verano, la que terminé de revisar justo antes de ponerme a darle los últimos toques a Brianda.


Como desde Harlequín aún no lo han hecho, no os voy a contar nada de ella de momento. Solo una cosa: estoy segura de que os va a gustar, porque es muy fresca y con un tema de actualidad que os hará pararos a pensar un poco. Y tiene no una, sino dos historias de amor.

Ay, que ya estoy impaciente, ¡¡¡quiero que la leáis ya mismo!!!

Me presenté al concurso muy ilusionada, pero consciente de que es un certamen internacional, en estos momentos hay mucha gente escribiendo historias de muchísima calidad y no era sencillo llegar hasta aquí. Sin embargo, me apetecía el reto, probarme, vivir la experiencia y os prometo que ha sido fantástica. Me teníais que haber visto cuando recibí la llamada, creo que hasta que no pasaron un par de horas no fui capaz de reaccionar de verdad, y lo mejor fue cuando decidí que esto se lo tenía que contar a mi madre. Agarré el teléfono, conté los tonos mientras iban sonando, impaciente por soltar la lengua y ella me contestó bajito:

-Hija, luego te llamo que ahora no puedo hablar.

Por supuesto, me reí, ella es así. La había pillado en un mal momento. Hasta tres horas después que me llamó, no pude contárselo. Menos mal que no me muerdo las uñas, no hubiera quedado ni una.

Otra hija, la mía, desde entonces me lleva dando miles de besos, diciendo que tiene la mejor madre del mundo. Aunque solo sea por esto, presentarse al concurso ya hubiera merecido la pena, por verla sentirse tan orgullosa de su mamá. Me la voy a comer cualquier día, o escribiré un personaje que se parezca mucho a ella, para que no se me olvide nunca lo preciosa que es. Mis chicos, los dos, también me han llenado de besos y abrazos, y anoche lo celebramos como se merece, los cuatro juntos. 

Quiero verle la carita ya, va a ser la primera vez que no conozca el rostro de una de mis novelas, pero estoy muy tranquila porque sé que en Harlequin se están haciendo portadas fantásticas y estoy segura de que le pondrán un traje que le siente como un guante.

¿Os he dicho que estoy feliz?

Por si acaso, lo estoy.

Me he quedado pensando en el lógico despiste que pueden tener conmigo mis lectores. Empecé escribiendo una novela juvenil. Luego salté a otra intimista. Después, una juvenil fantástica y más tarde acabo ganando un premio a la Mejor Novela Sentimental por Detrás del cristal. Cuando todo el mundo esperaba algo parecido... ¡voy y publico una novela juvenil fantástica con tintes históricos! ¡Y ahora una romántica!

Seguiré así, buscando para cada una de mis criaturas el mejor sitio que pueda, dejándome llevar por la historia que me seduzca en cada momento porque disfruto muchísimo con esto.

Voy a seguir escribiendo, como digo siempre, porque no sé no hacerlo. No sé cómo se vive sin palabras.

Una cosa más.

¡¡¡¡Estoy feliz!!!!

Os dejo una foto con los nombres de la ganadora y las otras dos finalistas, a las que felicito desde el blog y deseo toda la suerte del mundo.





lunes, 23 de febrero de 2015

EL ALCAZAR DE SEGOVIA SERA HOWARTS EN UN DOCUMENTAL


Proyecto Patronus será el nombre del documental que se ruede en torno al universo creado por J.K. Rowling sobre el mago más famoso del mundo Harry Potter.



El interés suscitado por las novelas de la escritora británica, publicadas desde 1997, con millones de seguidores en todo el planeta, ha llevado estos libros a estar entre los más vendidos del mundo. Asimismo, las películas basadas en las novelas que han sido rodadas se han convertido en algunas de las más vistas de la historia del cine y se han hecho rutas, se han organizado convenciones temáticas, se han vendido miles de videojuegos... Aunque la autora dio por cerrada la saga, los fans quieren más. En este documental, Proyecto Patronus (quienes han leído las novelas saben lo que es un patronus, un encantamiento para repeler dementores), Fernando Vidal Llavata, productor y Beatriz Martínez Arranz, segoviana licenciada en periodismo, entre otros jóvenes, se han puesto manos a la obra para rodar en España un documental inspirado en la saga de novelas.



Entre otros escenarios, los creadores del documental  mostrarán el Alcázar de Segovia, que se transformará en la escuela de magia más popular del mundo. 

Financiar el documental costará unos 3.600 euros de los que ya llevan recaudados 560 euros a través de la página web Verkami. Están abiertos a las donaciones y cuentan que quienes contribuyan al proyecto recibirán alguna recompensa. Un porcentaje de lo recaudado piensan donarlo a la investigación de la esclerosis múltiple y a la Asociación Lumus.


Noticia recogida de El Adelantado de Segovia.

domingo, 22 de febrero de 2015

VUELVO A PEDIR PERDÓN


Voy a pedir perdón a la gente de TARIFA. Y lo voy a hacer convencida de que no tengo por qué, pero ante la avalancha de mensajes en los que me han llamado de todo menos bonita, creo que hace falta una explicación. No se me caen los anillos por disculparme, aunque sienta que en este caso no se me ha entendido bien, se ha hecho una lectura que no se corresponde con la intención de mis palabras.

El sábado fui al cine a ver El Niño y puse un post en Facebook al volver. Mi intención no era ofender a nadie.  

Quiero que lo leáis:

He ido al cine a ver El Niño.
Lo primero que me ha dejado sorprendida es que no tenía subtítulos. No entendía una palabra de lo que estaban diciendo el de los ojos azules y su compi, me tengo que acordar de llevarme traductor para cuando vaya a Tarifa porque he descubierto que no entiendo el acento. Luego, por sorpresa, ha salido Rafael Costa paseando por Gibraltar. Y un helicóptero. (Muy importante para la próxima vez que vaya a ver una película en la que salgan helicópteros: no sentarse cerca del altavoz, que parecía que estaba dentro del cacharro). Luego han ido pasando cosas hasta que a uno le han dejado la mano que en vez de dedos parecía que tenía morcillas de Burgos y lo siguiente que recuerdo es una persecución por la playa, la Guardia Civil detrás de un todoterreno gris. Le han cogido (SPOILER). Dos o tres cosas más y se ha acabado.
Conclusión.
En algún momento y, pese al helicóptero, me he dormido.
Pero, por lo demás, bien.

Ante esto (que yo escribí en todo momento en un tono humorístico), de pronto, me empezaron a llegar comentarios de gente de Tarifa que se sentía ofendida por lo que yo había puesto.

Si alguien me conoce un poco sabe que yo no quiero cerca las polémicas. Este comentario lo hice en tono de humor, irónico, y la torpe en este caso, si se lee sin la mala idea con la que se ha interpretado, soy yo. Digo que YO no entiendo el acento. YO necesito un traductor. Y seguro que cuando vaya a Cádiz lo voy a tener porque tengo estupendos amigos allí que se van a encargar de que no me pierda una palabra, que mi dureza de oído se va a compensar con su paciencia al explicarme lo que me pierda por no entender. Quien me conozca, entenderá que también, justo después de esto, le hice un guiño de broma a un escritor al que adoro, Rafael R. Costa, que tiene una forma de vestir muy parecida a la de uno de los personajes que sale en la película (el inglés). Menos mal, él no se ofendió, que me entendió a la primera.

La semana pasada dormí muy poco, tan poco que en el cine me quedé frita, como digo en el post de Facebook, también puede ser que me pillase cansada y por eso se me escapasen las conversaciones de los personajes, sobre todo al principio de la película.

Me parece que lo que he recibido de vuelta está sacado de contexto, que he sido atacada con muy mala idea y me he visto en la obligación de bloquear a varias personas (antes he capturado los mensajes ofensivos que me han dejado, voy aprendiendo).

Otras, la verdad, es que se han portado muy bien conmigo, incluso gente de Tarifa que me ha escrito y me ha dejado explicarme en vez de llamarme barbaridades.

Me reitero: PIDO PERDÓN A TARIFA por haber elegido tan mal las palabras, pero hablaba de mí, no de sus gentes, ni de la ciudad que me parece preciosa y que es un lugar que creo que merece la pena conocer. Si me dejan, claro, ya ha habido quién me ha dicho que no se me ocurra aparecer por allí.

En mi post he añadido dos líneas:

ATENCIÓN: COMENTARIO EN MODO IRÓNICO. SOBRE MI PROPIA TORPEZA DE OÍDO.
Es que me están contando que se está entendiendo muy mal.


Os juro por mis hijos que son lo que más quiero en el mundo que jamás se me ha ocurrido meterme con los andaluces. De Tarifa o de ninguna parte. Y prometo que en mi Facebook, a partir de ahora, solo pondré spam.

LA FOTO DE NORA DE MARIA JEUNET



Sinopsis:

¿Qué harías si tu corazón elige a la peor persona que puedas imaginar?
Nora Olsen tiene la vida por delante, estudia en la Universidad de Nueva York, es una chica alegre, inquieta y curiosa. Nora tiene un amigo, Patrick, y cuando este decide encontrar a su familia biológica y saber qué pasó en realidad no duda ni un segundo en ayudarle. Todo cambiará para Nora cuando encuentran al hermano mayor de su amigo, un tipo oscuro, metido en problemas y rodeado de delincuentes, que sin embargo le enciende el corazón.
A pesar de los inconvenientes Nora inicia con él una extraña relación. Años después su unión tendrá consecuencias que ni ellos mismos imaginan y que tienen que ver con obras de arte, el FBI, un revolver, una foto...
Y es que en el juego de la vida es el destino quien encaja las piezas a su antojo, porque al final hay cosas que no se pueden evitar. ¿O tal vez sí?

Mis impresiones:

Llevo tiempo viendo las novelas de María Jeunet en la red, tanto ésta como Las hojas de Julia y la verdad es que me apetecía leerlas, así que cuando supe que María estaría en el RA, aprovechando que estamos conectadas en las redes sociales, le dije que teníamos que hacer lo posible por tropezar y así me llevaría a casa al menos uno de los dos libros, en papel, firmados por ella. Esta simple tarea se convirtió en todo un día de buscarnos la una a la otra, porque no teníamos más referencia que unas fotos de las redes (como en el libro, una foto) y encima yo aparecí con gafas. No fue nada fácil, de hecho lo conseguimos a última hora de la tarde con la ayuda de Lidia Herbada que ya me había visto en persona.

Ese ratito que compartimos lo recordaré con mucho cariño porque nos lo pasamos muy bien, me deja un impagable recuerdo del congreso de romántica y la sensación de que, además de una gran autora, en María hay una persona especial (por eso le salen novelas especiales).

Dejé que fuera ella la que eligiera una de las dos novelas para que empezase a conocerla, y ni lo dudó: La foto de Nora. Como el autor es quien mejor se conoce, le hice caso. Las hojas de Julia se quedan como pendiente para cuando nos volvamos a ver, quién sabe, quizá en la próxima Feria del Libro de Madrid.

Pero empecemos con el libro.

La novela está dividida en tres partes. En la primera conocemos a una jovencísima y loca Nora, que junto a su amigo Patrick investiga los orígenes familiares de este. En esta investigación tropieza con la foto del hermano biológico de su amigo (que roba) y Nora se enamora locamente de él, hasta el punto de obsesionarse en conocerlo. Acaba consiguiéndolo y a él, ella no le resulta indiferente. Empiezan una historia de amor que acaba interrumpiéndose bruscamente, dejando a Nora tan hundida que decide centrarse en sus estudios, marcharse de Nueva York a Europa y después esconderse en una universidad del centro de Estados Unidos, donde se acabará formando para ser la mejor en lo suyo: se acabará convirtiendo en experta en perfiles criminalísticos.

En la segunda parte empieza otra novela. Me explico. Han pasado cinco años y Nora, que ha madurado muchísimo con respecto al personaje que conocimos en la primera parte, se va a enfrentar a su primer caso como agente del FBI. Eso la obligará a volver a Nueva York, donde tendrá que trabajar codo con codo con John Newman, un joven teniente de la Policía de la ciudad con el que siente una conexión inmediata. Tienen que investigar la muerte de un hombre y la desaparición de otros dos que están conectados por el negocio de obras de arte.

La tercera… no os la cuento, porque tenéis que leer la novela vosotros.

Toda la novela se lee con una fluidez increíble, me ha costado muy poco tiempo terminarla (poco más de un día) y la segunda parte la que menos. Tiene momentos muy bonitos, de esos que te hacen leer con una sonrisa en los labios. María ha logrado que los personajes de Nora y John resulten muy creíbles y, sobre todo, sientes la conexión profunda que se establece entre ellos. Los dos vienen de una historia que les ha marcado pero al ir conociéndose la van dejando de lado, rindiéndose poco a poco a los sentimientos que empiezan a fluir. Y es que, por más que uno quiera, no se puede resistir al destino cuando éste decide venir a buscarte.

Volveré a leer las historias que me quiera contar María Jeunet porque son de esos libros que te hacen sentir bien. De los que acabas con una sonrisa en los labios. Una historia sencilla que tiene su parte de intriga, su parte romántica, su punto de humor y con sentimientos que fluyen por las páginas.

Felicidades, María.



jueves, 19 de febrero de 2015

DERECHOS de AMISTAD


El derecho a no tener amigos.
El derecho a tener amigos.
El derecho a tener pocos amigos.
El derecho a tener miles de amigos.
El derecho de conocer a gente sin necesidad de catalogarlos como amigos.
El derecho a no terminar una amistad.
El derecho a dar una amistad por terminada.
El derecho de retomar una amistad.
El derecho a hacerte amigo de quien quieras.
El derecho a rechazar a alguien como amigo.
El derecho a hacer amigos donde quieras.
El derecho a buscar amigos donde sea y decidir si lo son o no pasado un tiempo.
El derecho a decir quiénes son tus amigos en voz alta.
El derecho a no contar quiénes son tus amigos.

lunes, 16 de febrero de 2015

CRÓNICA DE UN ENCUENTRO ROMÁNTICO #VRA


Febrero. San Valentín. Fin de semana. Amor por todas partes, mil historias inventadas que se mezclaban con las reales en un hotel lleno de románticas (y algunos románticos). El marco no podía ser más apropiado para lo que allí iba a suceder.

Este pasado fin de semana, en el Hotel Convención, en la Calle O´Donnell de Madrid, a dos patadas de la Puerta de Alcalá, se reunió lo más selecto de las plumas que escriben romántica en este país. Y no solo eso, también se dio cabida a lectores y lectoras del género, logrando una macro convención con 500 personas. Sí, habéis leído bien: 500. Quienes no vais a estas cosas quizá la cifra no os dice nada, pero yo que soy asidua de charlas con escritores os digo que 500 no es normal. Lo normal es una docena. Incluso si van seis alguna vez te puedes dar con un canto en los dientes. Cuarenta es una multitud, pero 500… eso es grande, grande.

No fui capaz de reconocer a una tercera parte. Tenemos la mala costumbre de no poner fotos nuestras en los perfiles de las redes, sino de nuestras novelas, y a veces, en el caso de que sean nuestras, engañan. Yo, por ejemplo, salgo sin gafas, pero esta vez no llevé lentillas y hubo a quien le costó mucho saber que era yo. Y luego está que en las fotos nos falta el cuerpo, son solo de la cara. ¿Será alta? ¿Bajita? ¿Tendrá dos piernas? 

Te asaltan muchas dudas.

El encuentro empezó el viernes. Muchos habían quedado en un café, Lury Margud que es una lianta  maravillosa y se las arregló para que se fueran reuniendo en algún lugar antes de ir a la presentación. Lo que parecía que sería un pequeño encuentro acabó siendo otra súper reunión de, por lo que me contaron, unas setenta personas. Imagino al camarero preguntándose qué había hecho él para merecer semejante castigo.

Imagino que pensó: ya lo tengo, es viernes 13.

Siguió con una presentación a cuatro bandas en la Fnac de Callao. Yo estaba allí desde mucho antes de la hora, porque no llegaba al café, antes incluso de que apareciera Regina Román, la primera que vino, pero empezó a llegar gente a la que quería saludar y al final no fui capaz de entrar del follón tan inmenso que se montó. También he visto presentaciones en Fnac menos multitudinarias.

Esperaba a mis chicas. Quería, por fin, abrazar a Mel Caran y a Yasnaia Altube, a quienes tenía, además, que dar en persona un regalito de un juego de Facebook, y creo que eso me frenó a la hora de buscar sitio sentada. Esperando, alguien abrió la puerta a mi lado, para salir a la calle. Un viento gélido, mezclado con una brisa achicharradora procedente del aire acondicionado del edificio me hicieron girar la cabeza y gritar un nombre: ¡Claudia! Por favor, casi me muero de la emoción cuando vi a Claudia, de La magia de los libros, llegada desde Chile, a la que tenía que dar un beso sí o sí. De pronto giré la cabeza, para ver quién la acompañaba y me encontré con… Mariel Ruggieri, una autora uruguaya que venía como ponente para el día siguiente. ¿Qué os digo de las dos? Pues que son encantadoras, que ahí estuvimos las tres rajando un poco y que al día siguiente, cuando nos volvimos a ver, fue como reencontrarte con viejas amigas (se entiende por el tiempo que hace que las conoces, of course, estamos estupendísimas todas). Con Claudia hubo foto que espero que me pase en cuando pueda, Mariel, como estaba mega ocupada, se me escapó, pero da lo mismo, creo que me quedo con lo cercana que es, con lo bien que me trató, con la conversación sobre el cambio de los enchufes entre España y América… vamos, una conversación normal para un encuentro de romántica. Para que hablen dos escritoras.

Al rato llegaron Mel, Yasnaia, Iris y Maca, y allí todo fueron abrazos, besos, presentaciones de las que muy bien no me enteré (Jose, que ya sé que te llamas Fran, pero para mí serás siempre Jose), de gente que he visto mil veces en las redes porque tenemos vínculos comunes. Alberto hizo fotos, Marcos puso la sonrisa que no le abandonó en todo el fin de semana y tuve que irme antes de tiempo porque tenía otra cita.

A Fnac se acercó Mercedes Gallego. Ella escribe novela negra, pero ahí estaba. Yo creo que en el fondo todos hacemos lo mismo. Con palabras, los personajes acaban muertos: los suyos de un disparo, una puñalada, con veneno… los nuestros (más metafóricamente), víctimas del amor que a veces es muy puñetero. Mercedes se adelantó hasta el café de Oriente, donde nos esperaban Pepa, Alicia, Gema, Begoña, Mari, María Loreto… con su club de lectura. Charlan sobre libros con la música de fondo de un piano. O más bien, dando voces por encima del volumen descomunal que tiene el instrumento. ¿No tendrá volumen? Porque los pianos, como los ambientadores, cuanto más sutiles, más gustan.

La noche acabó, hube de volver a casa por unas horas, antes de la maratón del sábado.

Empecé el sábado escribiendo. No sé estar un día sin hacerlo y aunque ahora no sean novelas, siempre caen palabras; en el blog, en un cuaderno, en las redes, en la primera servilleta que me encuentro…

 Toca madrugar para seguir el plan trazado para hoy, aunque el reloj ha vuelto a ser innecesario. Ulises ha soñado algo que ha provocado que se le escapase un ladrido dormido. Willy ha reclamado su salida al patio, maullando desde temprano, y mi reloj interno, alerta y descontrolado al notar en los pies el roce de unas sábanas extrañas, ha dicho basta.
Levántate.
El caso es que hace frío y la pereza me está haciendo cosquillas en la espalda. Quiere que cierre los ojos, me dé la vuelta y me duerma, pero recuerdo que, dos casas más adelante Meg Ferrero me esperará en un rato y le digo a este pecadillo que lo de revolverme el pelo lo deje para otro día.
Hoy hay cosas mejores que hacer.
Buenos días.

Con las pilas listas, el maquillaje en la mochila (que luego no usé por pereza de ir al coche a buscarlo), pusimos rumbo a Madrid. Habla que te habla, que mira que somos cotorras las dos, que las horas se nos encojen cuando estamos juntas. El viaje, sin sobresaltos. Llegamos a la primera, conseguimos aparcamiento en la puerta pero era zona verde (qué manía en las ciudades de ponérselo difícil a los de pueblo como nosotras) y como no estábamos seguras de qué significaba aquello, lo acabamos metiendo en un aparcamiento.

Primera odisea del día.

Porque, vamos a ver, entrar en un parking es fácil. Aprietas el botón, se levanta la barrera y entras. Aparcar, chupado, si no había ni media docena de coches a esas horas. Pero, ¿y salir? No me digáis que siguiendo los carteles porque fue exactamente lo que hicimos. Nos encontramos deambulando por pasillos solitarios donde los tacones (de Meg) resonaban de manera inquietante. Donde ni una sola puerta se abría. Donde los ascensores no funcionaban… Tuvimos que dar media vuelta, pero media vuelta cuando llevas doscientas no te lleva al principio. Pánico. ¿Hemos sido capaces de llegar desde Guadalajara en poco más de media hora y nos va a costar más salir de puto parking? Al final apareció la puerta por la que habíamos intentado salir. Ahí estaba el coche y la solución, la fácil, era intentar salir por el acceso de vehículos, pero vimos un señor con casco.

Nuestra salvación.

Le preguntamos cómo se salía de ahí y nos miró con media sonrisa encantadora que no supe si interpretar como “pobres, se han perdido” o “serán tontas, que se han perdido en un aparcamiento vacío”. En cualquier caso nos indicó la puerta y en la calle ya nos orientamos.

Recoger la acreditación costó un poco porque Meg conoce a todo el mundo!!!!!!!!! Al final me puse en una de las dos filas y esperé mientras ella iba repartiendo besos a diestro y siniestro, presentándome gente tan rápido que a mí me resultaba imposible procesar tantos nombres. A la pobre Tessa C. Martin le pregunté varias veces, y eso que se llama como yo!!

Una vez dentro, empezaron las charlas. Lo único que he encontrado mal es que duraban mucho y las pausas muy poco. Y me explico. En eventos como este, tan importante es escuchar a los ponentes como compartir con el resto de la gente que va unos minutos. Los diez entre charla y charla, quince a veces, eran muy pocos para poder establecer vínculos que son tan importantes como lo que te van a contar en las mesas. Sobre todo contando con que tenías ese tiempo para ir al servicio y éramos muchos. Haber acortado un poco las charlas y expandido los descansos, en mi opinión, y solo es eso, una opinión, hubiera dado más juego. Llegaba un momento en cada una en el que la sala se llenaba de murmullos de puro cansancio. La atención en alumnos de secundaria es solo posible mantenerla unos cincuenta minutos y nosotros, aunque más mayores, estábamos disfrutando cual adolescentes en jornadas culturales.

Como han sido muchas, las fotos os invito a visitarlas en mi perfil de Twitter, donde las fui colgando a medida que se producían, con algunas frases rescatadas de los ponentes. Todo el día estuve al lado de Sara Ventas, una persona maravillosa que me ha encantado conocer, de Pepa, de Qué locura de libros y detrás de Meg Ferrero y Tessa C. Martin. Detrás de mí, Pepa Fraile y Laura Nuño, con la que hablé poquito pero que me causó muy buena impresión.

El final del día fue apoteósico para mí. Durante la comida una chica se me acercó y me llamó por mi nombre. Mi confusión se fue desvaneciendo con la primera sílaba de su nombre: Carla Crespo!! Con las ganas que tenía de que nos viéramos. Ambas habíamos quedado con María Jeunet, aunque solo fuera para darle un beso y aquello parecía el juego del ratón y el gato porque no había manera, pero al final lo conseguí. ¡Encontré a María! Mentira, me encontró ella, con la ayuda de Lidia Herbada. A la que no encontramos fue a Carla. Nos pusimos a hablar fuera y charlando nos cerraron la puerta. Y en esto estábamos cuando apareció alguien a quien no conocía, pero que espero conocer, una barcelonesa de ojos azules que se llama Sandra Parejo y que ahora mismo está en el top de Amazon!!

¡Quién podía osar a desafiar a las guardianas para entrar!

Sara no entendía dónde me había metido, Meg tampoco y mientras, fuera, conocí a Lidia. En realidad ya nos habíamos visto pero creo que nos conocimos el sábado. Hija de mi corazón, lo que me pude reír contigo. Espero que se solucione el problema que tenías el otro día, pero nos dio para un buen rato de risas. Mientras esperábamos que María terminase de firmar algunos libros (es toda una estrella), fuimos vigilando a las guardianas y a la que se despistaron entramos en la sala. Como ya era tarde, nos sentamos donde pudimos, atrás, al lado de la Doctora Jomeini (Ana González Duque) y Lorraine Coco. En el rato del sorteo creo que no paramos de hablar, tanto que le tocó a Lidia un lote de libros y tuve que levantarle la mano porque no se había enterado de que era el suyo. Volvió triste y compungida por su mala suerte: ¡todos en inglés! A María, a Ana y a mí no nos tocó nada. Le dije a María que no se preocupe, que a ella le va a tocar ser súper ventas.

A la salida me esperaban Alberto, Juan Carlos y Maribel, con los que estuve reponiendo líquidos, charlando y relajándome después de un día agotador. Tenía muchas ganas de verlos, hacía tiempo que no compartíamos unos momentos y espero que otra vez encontremos la manera de sentarnos juntos, pero mucho más tiempo. Juan Carlos me regaló una de sus libretas, con la portada de Brianda, que he estrenado con teléfonos de autoras.

Volví al hotel y el fin de fiesta fue con Yasnaia, Maca, Iris, sus respectivos y Mel Caran. Una cenita rápida y volver, porque el día fue para vivirlo, no para contarlo. AGOTADOR.

Me quedo con muchas cosas, millones de emociones que le ponen un broche magnífico a estos dos años en los que he jugado a ser escritora. Le doy las gracias a Merche Diolch por lo que se lo ha currado, porque yo sé que no es fácil organizar eventos de este tipo, habrá estado a punto de volverse loca. Que sepas que has hecho algo grande, que has logrado que personas que comparten la misma pasión y que hacía tiempo que deseaban encontrarse, lo hicieran en un día algo más que especial.
Solo me queda desearos mucha suerte a todas con vuestros libros y vuestra aventura literaria.


 Ah, y pedir perdón por los nombres que no han acudido a mi cabeza mientras escribía, que son muchos. Hay muchos besos que se me han quedado perdidos, recuerdo de pronto a Ana Iturgaiz, a José de la Rosa, a Isabel Keats... 

EL MISTERIO VELÁZQUEZ DE ELIACER CANSINO




Sinopsis
:

He aquí las confesiones de Nicolás Pertusato, un muchacho al que el destino obligó a participar en unos sucesos extraordinarios y hasta hoy ignorados. Este joven que aparece retratado en Las Meninas evoca su vida, la lucha por mantener su dignidad a pesar de su particular condición física y, finalmente, su enigmática relación con el pintor Velázquezm que le llevará a acometer una difícil empresa.

Mis impresiones:

He elegido este libro de literatura juvenil porque sabía que con él no iba a fallar. Lo leí hace mucho tiempo y recuerdo que me encantó, así que, como se lo habían mandado leer a mi hijo para clase, aproveché para hacer una relectura, para saber si las sensaciones eran las mismas.

La lectura la he disfrutado casi como si fuera la primera vez, no solo por el tiempo que hacía desde la anterior, sino porque la historia de este curioso personaje, presente en uno de los cuadros más famosos de nuestra pintura, tiene el suficiente atractivo como para volver a ella.

Nos cuenta la vida de Nicolasillo Pertusato, un enano, de origen italiano que acaba sirviendo en la corte de Felipe IV. A su alrededor iremos conociendo a personajes reales de la época, como Maribárbola, y un misterioso personaje, Nerval, por el que Velázquez, el genial pintor, tendrá sensaciones ambivalentes.

No os voy a contar quién es, por supuesto.

A quienes tengáis niños a partir de doce años, os recomiendo esta novela, escrita en primera persona desde la perspectiva de Nicolás. Conocerán una época que, los que me conocéis, sabéis que me fascina: el Siglo de Oro español.

Cuarto libro para mi reto de 20.

jueves, 12 de febrero de 2015

NOS VEMOS EN EL RA

Por fin, después de esperar durante meses, llega el ansiado fin de semana en el que tendrá lugar el V encuentro de autores de Romántica. Los próximos 13 y 14 de febrero, en Madrid, una numerosa representación de autores y autoras de este género se van a reunir para debatir sobre el género, para intercambiar experiencias y, sobre todo, y hablo en mi caso, para conocer a algunos de mis compañeros. Lo bueno de las redes sociales es que el canal de comunicación se mantiene abierto, no solo con los lectores sino también con los autores, pero siempre es mucho mejor y tú a tú, un poner a la persona en 3D, después de tanto tiempo identificándola con sus fotos de perfil de las redes.

No quiero mencionar a nadie en especial, porque me dejaría a alguien y no estaría siendo justa, pero la verdad es que hay un buen puñado de personas a las que espero dar un beso y un abrazo (yo, un abrazo) y que van a hacer de estos dos días algo que recordaré durante mucho tiempo.

El programa empieza el viernes, mañana mismo, con presentaciones de libros en Fnac de la Calle Preciados. El cartel, como veréis, de auténtico lujo:

Lorraine Cocó, Amor en cadena. Editorial Harlequin Ibérica.

Regina Roman, Loca de amor. Ediciones Versátil.

José de la Rosa, Gigoló. El amor tiene un precio. Editorial Titania.

Mar Vaquerizo, Todo lo que desees. Editorial Esencia.

A esto puede acudir cualquiera, independientemente de si está apuntado al encuentro, así que, si no se os ocurre mejor plan, os recomiendo que os deis una vuelta por allí. Si sois asiduos del género es hasta posible que tropecéis con alguno de los autores o autoras que leéis. Incluso conmigo podréis tropezar...

El sábado 13, en el Hotel Convención (C/ O'Donnell, 53 Madrid), será donde se celebren las conferencias en las que se hablará sobre el género, a las que acuden, además de autores, las editoriales más destacadas. Os dejo un enlace donde podéis ver el programa concreto, aunque es cierto que es cerrado y creo que solo será de libre acceso a última hora de la tarde, cuando los autores firmen sus libros. La librería Libros Paraíso Romántico tendrá un stand donde se pueden conseguir las obras de los asistentes al encuentro. Y somos un buen puñado, así que creo que van a tener mucho trabajo.

Lo dicho, que nos vemos en el RA.

Yo voy por ella...


jueves, 5 de febrero de 2015

UN MEDALLÓN Y DOS NOVELAS

Tengo una historia que se ha dividido en dos novelas. Es la historia de un medallón mágico. Esto, que yo creía que lo había contado ya un montón de veces, y que estaba claro, resulta que hoy he descubierto que no, que no lo he explicado mucho. O al menos que tengo que explicarlo un poco más.


 


Me han dejado un comentario para Brianda en Amazon.








Lo copio porque no se lee nada, y si lo pongo más grande se sale por los lados:

Sí, me ha sorprendido esta novela porque no esperaba que su lectura me llevara a las calles de Toledo ni a las de un Madrid de otra época. Me he enterado de cosas que ni me imaginaba, he disfrutado de las antiguas posadas, he visto los caminos y he conocido a personajes interesantes.
Pocos fallos, alguna que otra pequeña errata o acentos que no dificultan el disfrute de la historia.
Lo malo es que cuando llegué al final me hubiera gustado seguir leyendo qué pasa con los dos personajes del inicio, los que encuentran el libro de Brianda. No me queda otra que estar al acecho para enterarme.
Me ha gustado bastante.


Lo primero, muchas gracias a Marina, a quien no conozco. Por leerla y por tomarse la molestia de poner un comentario. Lo segundo, pedir disculpas por lo de los acentos porque lleva razón. Seguro que se me ha escapado alguno. Soy el ser más patoso del planeta y desconfiguré el corrector de Word. Pero de una manera desconcertante: a tramos. Y sin que haya habido informático capaz de arreglar el desaguisado. Con el copia pega me llevaba el error, el que fuera, al nuevo archivo. Lo he tenido que hacer todo a ojo y veo... pues lo que veo. Bastante mal. Sé que se me han pasado, y sé que he tenido que corregir cosas que no consigo entender cómo fui capaz de escribirlas así porque era...

dífícíl

Sí, como lo veis, puse eso en una palabra. Se ve que tenía el día generoso en tildes y a todas las letras le planté una, para que no fueran teniendo envidia las unas de las otras. Pero tengo unos lectores muy amables que se toman la molestia de apuntarlas y decirme dónde están para que las extermine, y en ello me concentro. Sé que algún día lograré que esté perfecta, igual que sé que eso es difícil (con una sola tilde).

Pero a lo que iba, que quizá no he explicado mucho que son dos novelas que se complementan. Igual que cuando lees Brianda te falta algo, al leer El medallón de la magia, alguna duda se te queda. Marina, no estés mucho al acecho, simplemente busca en Amazon y ahí está El medallón de la magia. Si tienes el programa KU, gratis. Si no, 0,99€, pero es más, si me escribes a mí, te la regalo.

¡Que yo no quiero que te quedes con la historia a medias!

Estas novelas tienen una particularidad. Sientes que necesitas de la otra cuando acabas, pero da lo mismo el orden en el que las leas. Es una cosa muy curiosa, porque escribí primero la historia del presente (el medallón) y después la que sucede en el pasado (Brianda). Si primero lees Brianda, las lees en orden cronológico. Si las lees tal y como la escribí, creo que también se entienden bien. Te dejo elegir a ti como lector.





Sé que muchas de las personas que me conocen como escritora lo han hecho a través de una novela romántica, pero es que yo, al principio, lo que escribía era novela juvenil. Y luego me hice un lío y me salió una novela intimista. Es más, tuve otro rato tonto y en una de esas vueltas mentales escribí hasta una distopía (que no ha sobrevivido, gracias a un arrebato de sentido común que me dio una tarde). Ahora tengo varias novelas esperando a ser publicadas y cada una de ellas, de un género. ¿Cuál será la siguiente? No sé.

Estoy en modo pensando.

miércoles, 4 de febrero de 2015

AMANECER CONTIGO DE NOELIA AMARILLO



Sinopsis:

Barcelona, 1916. En su lecho de muerte, Oriol, la oveja negra y único heredero de la acaudalada familia Agramunt, confiesa que tiene un hijo que nadie conoce. El patriarca de los Agramunt, Biel, decide encontrar a su nieto y un mes después, cuando Lucas regresa a su casa en la Barceloneta le espera un lujoso automóvil aparcado frente a su puerta.

A partir de ese momento, la vida de Lucas dará un giro radical: deberá abandonar la única vida que ha conocido, será educado con disciplina y se enfrentará a los otros aspirantes a la herencia de su abuelo.

Encerrado entre los muros de una suntuosa mansión y mientras intenta adaptarse a ese mundo desconocido que lo rechaza, conocerá a Alicia, la joven que le ayudará y le enseñará lo que es el amor y hasta qué punto estar atrapado puede ser la salvación de un hombre.

Mis impresiones:

Tengo que decir, para empezar, que es la primera vez que leo a Noelia Amarillo. Sé de ella desde hace años, he tenido en mis manos ejemplares de sus novelas, pero no fue hasta hace unos días cuando la conocí realmente como escritora. En esto tuvo que ver mucho mi vecina Gema. Ella vio el Kindle flash diario y me envió un mensaje preguntándome si merecía la pena que nos comprásemos la novela. Me pareció buena idea, así podríamos comentar entre las dos la lectura algún día, y lo hicimos.

Yo acababa de terminar una lectura cero, en la que había puesto los cinco sentidos, y necesitaba algo ligero. Pensé que podía ser buena idea ponerme con el libro, sin tener ni la más remota idea de qué iba, porque no me leí ni la sinopsis. Me bastaba con que Gema la hubiera considerado para empezar su lectura.

Debo confesar que me ha sorprendido gratamente. Ha sido una lectura fácil, en la que enseguida te sentías cómodo, avanzando por las páginas. Gran parte del éxito de esta lectura han sido los personajes, todos ellos perfectamente caracterizados, creíbles en todo momento, y con historias potentes que te hacían querer saber más. Me ha encantado Lucas, el protagonista, y mucho más Alicia. Ella es la antítesis de la protagonista que suelen usar ahora en romántica, una mujer frágil físicamente pero con una personalidad tan arrolladora que es imposible resistirse a sus encantos. A ambos los ha rodeado de otros personajes con mucha fuerza, con voces potentes que escuchas en todo momento. Etor, un simple criado, por ejemplo, no se queda en un relleno, sino que le dota de una manera de hablar que le hace único. Y Enoc te acaba sorprendiendo con una historia detrás que, hasta que no llevas más de media novela, no te esperas.

Al lado de esto, Barcelona, la ciudad que era en 1916, que describe con olores y sabores. Una casa en la que transcurre la mayoría de la acción por la que te sientes pasear y una trama pausada pero pensada al milímetro. Dulce muchas veces. Otras bastante dura.

Como me ha sucedido a mí, me gustaría que conocierais la historia de Lucas sin saber nada de ella, seguro que os va a sorprender. Tiene mucho encanto y muchísima sensualidad. ¿Os animáis?

Enhorabuena, Noelia.

Seguro que te voy a leer más veces.


Esta novela la incluyo en el reto de mis 20 para este año. Y ya van tres.

martes, 3 de febrero de 2015

SONRÍE DE MEL CARAN

No es la primera vez que os hablo en mi blog de la primera novela de Mel Caran, Sonríe, pero hoy tenía que volver a hacerlo porque es un día muy especial. Después de esperar mucho (a mí se me ha hecho muy largo) al fin la novela está desde hoy, 3 de febrero, bajo el sello de Esencia (Planeta).



Ésta que os muestro es la portada definitiva, con la que la vais a encontrar en librerías, aunque es la tercera de la novela. Está muy alejada de esa primera, ese corazón arrinconado que me llamó tanto la atención que yo, que no leo erótica, me descargué el fragmento de prueba. Me gustó por esa parte romántica que está presente en la historia, y seguí con el resto de la novela encontrando algo inesperado.

No fue solo Rebeca.

Tampoco Alan.

Me encontré con Mel Caran. Ambas en ese momento éramos dos personas que, bajo su responsabilidad, habían decidido subir sus relatos a Amazon a ver qué pasaba. Al poco, casi unos días después de conocernos, yo ya tenía mi contrato con Ediciones B. Unos meses después, Mel avanzaba en su camino, firmando el suyo con Planeta. Recuerdo la noche en la que mi teléfono, tardísimo, empezó a escupir mensajes como loco, uno detrás de otro. No me daba tiempo a leer y, por supuesto, no podía dejar de sonreír por lo que me estaban diciendo. Mel me contaba entusiasmada que la novela iba a ser publicada en papel. Fue una de esas noches mágicas que se viven de vez en cuando, de una larga conversación, de sueños que se empiezan a convertir en una realidad y que necesitas compartir. No era algo mío, pero de verdad que me hizo sentir parte de su historia.

Del tiempo de antes de esta llamada, de los meses de incertidumbre, me quedo con las cientos de conversaciones, de los nervios, del verano, de aquellos días en los que cambió la portada; del primer ejemplar de Sonríe que existe en papel, una prueba que hizo a través de Createspace que, por avatares del destino no tiene ella sino yo. Se puede decir que soy una privilegiada. Me quedo con nuestras competiciones, cuando comparábamos quién había vendido más libros cada día (con el único fin de reírnos un rato). Hemos ido de la mano en esto, me la tendió en un momento en el que muchas se evaporaron y, por ella, he leído libros a los que no me hubiera acercado ni con un palo de selfie. Rompiendo barreras mentales, dándoles una oportunidad (aunque lo de las sombras no lo ha conseguido ni ella ni nadie, no me vais a ver en el cine tampoco, lo siento). Es verdad que cada uno tiene sus gustos y que, de todos, me quedo solo con dos o tres.

Sonríe, por supuesto.

Porque me gustó su frescura, el planteamiento de la diferencia de edad, las dudas de Rebeca, una mujer que se enamora profundamente de alguien más joven que ella. La ternura del principio de su relación con Alan, el "algo más" que tantas veces se echa de menos en la erótica actual.

Por cierto, os dejo la sinopsis:

Rebeca acaba de divorciarse y está tra­tando de reorganizar su vida. Ella nunca imaginó lo que el destino le tenía pre­parado, ni que gracias a su modesto trabajo conocería a Alan, la persona que acabaría con su tranquila y aburrida existencia de recién separada.
La conexión entre ambos es inmedia­ta y enseguida iniciarán una relación difícil, por la diferencia de edad y de estatus social. Rebeca es consciente de que tarde o temprano tendrá que tomar una de las decisiones más dolo­rosas de su vida.

Sonríe tiene un final... insatisfactorio para el lector, porque te descoloca. Porque te entran ganas de estrangular a la autora por haberlo dejado abierto, pero... esto lo han pensando bien en Esencia y como la misma Mel Carán ha contado ya, en el mes de mayo se publicará la segunda parte, así que no vamos a tener que esperar mucho para conocer el desenlace.

Os invito a sonreír con Alan y Rebeca.

Os invito a conocer a Mel Carán.

Hoy es un día especial, compañera. Un regalo para el camino.


Si queréis un ejemplar digital podéis pichar aquí

La versión en papel, aquí