sábado, 16 de abril de 2016

DE ESPALDAS AL ESPEJO

Llevo un tiempo así, ignorando la realidad mientras escribo, porque lo que veo ante mis ojos duele. Araña. Desconcierta y sobresalta mi ánimo y no me apetece reflejarlo.

Por eso, porque escribir para mí es pasión y es terapia, en esta novela en la que enredo mis días, en algunos momentos le doy la espalda a lo lógico y me escudo en lo bello, en lo que me gustaría que fuera el mundo. No me apetece pensar con las coordenadas de lo razonable.

Porque no.

Porque ahora necesito escaparme y porque esta no es nada más que una historia.

La que me apetece contar.