lunes, 5 de agosto de 2013

TODO LO QUE CABE EN LOS BOLSILLOS DE EVA WEAVER.


Sinopsis:

Mika hereda de su abuelo sus marionetas y un gran abrigo lleno de bolsillos. Actúa ante otros niños, haciéndoles olvidar por un momento la miseria del gueto. Pronto se ve obligado también a actuar para los soldados, lo que le permite salir de allí. Tras la liberación, las marionetas quedan en poder un soldado nazi confi nado en Siberia. Años después, y tras pasar por varias manos, las marionetas volverán a Mika en su lecho de muerte.

Mi sensación:

Este libro es de mi hijo, pero como últimamente lee menos de lo habitual (la edad, que no perdona a nadie y el verano de los 13 que hay que estrujarlo porque es único) se le van acumulando lecturas que a veces se convierten en las mías. Este libro reposaba pacientemente su turno en el montón que le espera y decidí empezarlo yo.

Mi hijo es de papel, el formato digital todavía no le convence, y mira que es raro, él que no suelta el ipod en ningún momento del día…

Pero vamos al libro.

Eva Weaver distribuye la novela en tres partes. La primera cuenta la historia de Mika, un niño polaco judío de doce años que encuentra en las marionetas una manera de huir de la situación extrema en la que se encuentra cuando es trasladado por los nazis al gueto de Varsovia durante la segunda guerra mundial. Mika hereda un curioso abrigo de su abuelo, un abrigo lleno de bolsillos, enorme, que esconden las marionetas que su abuelo empezó a hacer antes de ser ejecutado en plena calle por intentar defender a una muchacha. Un día Mika tropieza con Max, un soldado nazi que decide utilizar a Mika para entretener a los soldados que están al otro lado del muro y eso le acaba salvando de ser deportado. Mika, comprometido sobre todo con los niños que sufren el abandono en el gueto, usará el abrigo y la facilidad que tiene para salir cada noche del gueto para salvar a algunos que esconde en la amplitud de la prenda. Las heridas que portará en el alma tras la terrible experiencia vivida le acompañarán durante toda su vida.

En la segunda parte Eva nos cuenta la historia del príncipe, la marioneta más emblemática de Mika, que acaba en las manos de Max. Cuando termine la guerra será quien acompañe al soldado a su destierro a Siberia y esta es la parte del libro que más me ha impresionado porque cuenta la historia desde el otro lado, desde la perspectiva de un soldado que pierde la guerra y que sufre el castigo por sus crímenes. Max logrará escapar del infierno blanco pero también marcado para siempre.

La última parte está ambientada en el presente, en Nueva York, donde acaban las marionetas. Serán los nietos de Mika y Max quienes traten de curar las heridas a través de ese príncipe de cartón piedra.

Me ha parecido un libro irregular, una primera parte muy extensa en la que prácticamente se repiten los clichés que siempre hemos escuchado sobre las víctimas de la guerra. Me ha gustado más la segunda, la de los que perdieron la guerra y sufrieron el castigo que fue tan cruel como el que ellos mismos habían infligido. La última, la de la reconciliación, me ha dejado un poco fría.

Creo que el libro empieza bien pero no me ha llenado del todo. Esperaba algo así como lo que te sucede con El niño del pijama de rayas y eso es lo que pasa por esperar algo, que te acaba decepcionando.


¿Os ha pasado con algún libro este verano?