martes, 9 de octubre de 2018

NO LO MATES, POR FAVOR (HARTA DEL BUENISMO)

Estaba deambulando por las opiniones de Amazon y he tropezado con una negativa -en una historia que no es mía, aclaremos el tema- en la que la comentarista se queja de la muerte de uno de los personajes principales. Esa es su razón de peso para tirar todo el trabajo de la novela, porque no le ha parecido bien que un personaje se muera. Le ha plantado un comentario negativo:

"Se merecía otro final".

(Porque tú lo digas, añade mi yo más borde).

Hasta donde yo tengo entendido, el final de las novelas, como el principio y todo lo que va en medio, a menos que seas un estafador de la narrativa y le pidas a alguien que te escriba el esquema de la novela, lo decide el autor. Es el único responsable del final de los personajes, tiene que serlo porque es SU HISTORIA. Tú, como lector, puedes valorar si te ha gustado más o menos, si te ha hecho sentir algo o te has aburrido como una almeja, si domina la técnica o es mejor que se dedique a recoger percebes que parece más sencillo (se ve que me apetece marisco, vaya ejemplos). Pero la historia es del autor.

Suya.

Del todo.

No vale que tú, como lector, la "hubieras escrito de otra manera" o "le hubieras sacado más partido". No vale porque eso no es una opinión que sirva a nadie más que a ti mismo. Y como no le sirve a nadie, no sé para qué corres a compartirla. Repito, por si alguien no se entera, no estoy hablando de una novela mía, no es a mí a quien le han puesto eso en estos días. Otras veces sí, pero no ha sido la que he visto hoy.

Solo quiero decirte una cosa, comentarista vacío: hazlo si eres capaz, ponte, escribe, súbelo a una plataforma y exponte a  qué opinen de lo que has escrito. Quizá no se te ocurra jamás volver a decirle a nadie qué tiene que hacer con sus personajes.

Dicho esto, estoy harta del buenismo y del acomodo al gusto de los lectores para tenerlos contentos. ¿Qué pasa si quiero matar a un personaje, entre otras cosas porque mi historia, repito MI HISTORIA, gira en torno a eso? Que no la quieres leer porque eres demasiado cobarde para sufrir un poco con un libro, NO LA LEAS, pero deja que cada uno se exprese como quiera y deja de decirle a los autores qué es lo que tienen que escribir.

Y si tanto sabes, ya te lo he dicho. Ponte. Ya verás como eso de darle alma a los personajes es más complicado que escribir una redacción mediocre de colegio en la que cuentes que estás escribiendo la maravilla del siglo.

Está el espejo antipático, pero es que me empieza a dar todo igual.