miércoles, 6 de abril de 2016

FLORES CORTADAS (PRETTY GIRLS) DE KARIN SLAUGHTER


Sinopsis:

Flores cortadas un thriller psicológico sofisticado y escalofriante en el que, mezclando turbios secretos, fría venganza y una inesperada posibilidad de absolución, nos presenta a dos hermanas que, tras haber perdido el contacto, han de unir fuerzas para desvelar la verdad acerca de las espantosas tragedias que, separadas por veinte años, destrozaron sus vidas.

Hermanas. Desconocidas. Supervivientes.

Han pasado más de dos décadas desde que Julia, la hermana mayor de Claire y Lydia, desapareció sin dejar rastro a los 19 años. Algún tiempo después, ellas dejaron de hablarse y tomaron caminos opuestos. Claire se ha convertido en la decorativa y ociosa esposa de un millonario de Atlanta. Lydia, madre soltera, sale con un expresidiario y se esfuerza por llegar a fin de mes. Ninguna de las dos, sin embargo, se ha recuperado del horror y la tristeza de su tragedia compartida: una herida atroz que se reabre cruelmente al morir asesinado el marido de Claire.

La desaparición de una joven y el asesinato de un hombre de mediana edad, separados casi por un cuarto de siglo. ¿Qué relación puede haber entre ambos hechos? Tras alcanzar una tregua precaria, las hermanas supervivientes miran al pasado en busca de la verdad y comienzan a desenterrar los secretos que destruyeron a su familia y a descubrir una posibilidad de redención y venganza allí donde menos lo esperan.


Mis impresiones:

Llevo unos días impactada con esta novela. No son los hechos que cuenta, sino la enorme habilidad narrativa de Karin Slaughter, autora a la que no conocía de nada, que ha sido capaz de arrastrarme por las páginas de esta novela, de absorberme con su lectura de un modo casi tan brutal como los horribles crímenes que plantea.

Las protagonistas de esa historia son las hermanas Carroll, Julia, desaparecida en 1991, Claire y Lydia. La desaparición de Julia cuando era una adolescente destrozó a la familia. La incertidumbre de no saber qué había sido de ella acabó con la relación de ambas, con el matrimonio de sus padres y les ha hecho vivir en una mentira enorme, que es la que irán desenmarañando en la novela, décadas después.

El detonante es el asesinato de Paul, el perfecto marido de Claire, por parte de un delincuente común. Claire y su esposo sufren un atraco en el que él muere y el día del funeral tres extraños entran en su casa a robar. Parece un delito común, una banda que se dedica a leer las esquelas para saber qué casas estarán vacías y desvalijarlas en ese momento, pero pronto Claire descubrirá que hay mucho más detrás de ese hecho. Y necesitará a Lydia para que le ayude poner sobre la mesa todos los asuntos oscuros que va descubriendo.

Los personajes de la novela están muy bien perfilados. Todos, la verdad es que aquí evolucionan hasta los secundarios. Tienen su presente y su pasado, luces y sombras, todo narrado con sencillez, aunque también son frecuentes las frases esas que a mí, de vez en cuando, me da por anotar.

Flores cortadas hace alusión a las jóvenes a las que una panda de degenerados secuestran, violan y asesinan, a lo largo del tiempo. El objetivo es tan turbio como grabar la tortura para después distribuirla a otros que encuentran placer en el sufrimiento de los demás. Sin embargo, de este libro a mí lo que me ha sorprendido, para bien, es la capacidad de su autora para, página tras página, descolocarme. Porque, con una enorme maestría, monta un escenario para derribarlo al instante. Y me hace dudar. Y me descoloca. Y me deja pensando si seré capaz de anticipar lo siguiente.

Y no.

Casi hasta el final estuve dudándolo todo, sospechando de cada uno de los personajes. Muestra lo justo para que el lector no se sienta engañado, pero te engaña y lo hace tan bien que creo que es una novela que disfrutarán, y mucho, todos aquellos a los que los thriller les apasionan.

Yo los leo. Como leo romántica sin que se me caigan los anillos, o best sellers cuando me da la gana, o clásicos porque me encantan. Sin embargo, no todos logran captar mi atención. Algunos se pierden en detalles escabrosos, otros se me van por las ramas e incluso en alguno de mis fracasos lectores recientes, hasta yo fui capaz de conocer la identidad del asesino y anticiparme a todo lo que iba a suceder en las cien últimas páginas. En esta novela, a cada página girada mis sorpresas iban en aumento. El interés no decaía, quería llegar al final de las 486 páginas.

Tengo que decir que hubo un momento de desconcierto, pero es que estaba tan metida en la historia que se me olvidó un pequeño detalle. O grandísimo, no sé. Veinte páginas antes del final, mi marcapáginas decía que me quedaban muchísimas más. No veía sentido a que faltase tanto, porque intuía que la conclusión de la historia tenía que estar cerca, a no ser que la autora hiciera una de sus piruetas con triple salto mortal y me dejase otra vez con cara de lela. Pero no, era mi natural despiste que me hizo olvidarme de algo que pone en la contraportada, en un círculo rojo, destacado, pero que se me había pasado por alto. La novela incluye la precuela, Arrancada.

Y ahí descubrí por qué llevo equivocándome con el título varios días. Cuando me preguntaban cómo se llamaba el libro me salía Flores arrancadas. Pero no, eran cortadas, y no era consciente de que había mezclado los dos. La precuela es la historia de Julia, la mayor de las hermanas Carrol, que he dejado para leer en otro momento, porque necesito leer algo mucho más ligero ahora.

Lo único que no me ha terminado de convencer es la facilidad con la que descubren las contraseñas de los ordenadores, pero con todo lo positivo de la novela, esto se lo perdono.


Si os gusta el género, si queréis ver una lección magistral de escritura, ni lo dudéis. A por ella.

Quiero darle las gracias a María Eugenia por regalármela. Dijiste que me iba a gustar y no te equivocaste nada.

¡Muchas gracias!