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martes, 5 de marzo de 2024

EL MONASTERIO DE PIEDRA DE AGER AGUIRRE

 



Sinopsis:

En los lugares más bellos pueden cometerse los asesinatos más deleznables.

Cuenta la leyenda del parque del Monasterio de Piedra que este surgió tras una batalla entre ángeles y demonios, una lucha que ganó el bien sobre el mal...

hasta la reciente aparición de un cadáver en una de sus grutas.

Un asesino y un equipo de investigación de la Guardia Civil revivirán ahora esa contienda en este thriller policíaco ambientado en uno de los lugares más turísticos de la provincia de Zaragoza.

¿Quién vencerá esta vez?


Mis impresiones:

Ha sido mi última lectura en Audible y tengo que decir que me ha encantado, como todo lo que he leído hasta este momento de Ager Aguirre.

He venido a este blog porque, por lo que sea, Amazon ha decidido que digo cosas en las reseñas que están prohibidas. Como aquí no hay censura, me podré expresar con las palabras que quiera. Lo siento por el autor, que se queda sin las cinco estrellas que le pretendía poner a la novela, pero espero que otros lectores a los que sí deja opinar se las pongan, porque creo que las merece.

La novela está ambientada en el Monasterio de Piedra (era fácil de intuir por el título), un antiguo monasterio cisterciense situado en el municipio de Nuévalos, en la provincia de Zaragoza. Como tantos otros, con la desamortización de Mendizabal quedó abandonado hasta que, unos años después, lo compró un particular. Desde mediados del XIX fue sometido a un trabajo de paisajismo y se dedicó a uso turístico, función que aún conserva a día de hoy, y eso es lo que lo salvó de su desaparición.

Me llamó la atención desde el momento en el que se publicó la novela, porque cuando era pequeña, el viaje anual con mi padre al Monasterio de Piedra era inexcusable. Me recuerdo correteando por los caminos señalados, incluso tengo una foto con mi hermana delante de una de las cascadas cuando tenía apenas diez años. Me apetecía volver al parque, pues de mayor han sido muchísimas las veces que hemos planteado regresar, pero nunca se han dado las condiciones.

Ha tenido que producirse un regreso literario, que ha sido a la vez memoria de un tiempo que para mí queda muy lejano, y que ha abierto las ganas de volver. Qué importante es eso, que un libro despierte en el lector la necesidad de conocer un lugar o de reconocerlo, como es mi caso. Todo un acierto por parte de Ager, quien ha contado más de una vez que se propuso escribir novelas de los lugares a los que va de vacaciones.

El entorno en el que se desarrolla la novela, pues, es fantástico y lo ha recreado a la perfección en una novela que tiene una estructura muy bien construida, en la que no solo dedica tiempo a la narración de los crímenes que se  producen, sino a los personajes y sus relaciones entre ellos. Humaniza a los agente de la Guardia Civil, que realizan su trabajo de forma profesional, pero en los que no descuida su faceta humana.

Ager se las arregla para que dudes de todos, para que en unos momentos pienses que el asesino es uno u otro, y te anima a ir creando tus propias hipótesis, descartándolas con él o imaginándote de quién se puede tratar. Debo decir que supe quién era el asesino, pero eso es escasamente importante. Creo que lo deduje por una frase de la novela, pero en el fondo da igual porque también lo dudé.

Entre los personajes, destacan Allue, el teniente de la UCO que dirige la investigación, un tipo con sus propios problemas que llega con la Alferez de la EMUME Gascón e Inma Puertas, a quien llama cariñosamente ratona, pues es de la ITO, el laboratorio de criminalística. Otros dos agentes, Paula Gallur y Germán, del puesto de Nuévalos, completan la plantilla de los investigadores. Junto a ellos, el personal del parque y las víctimas, muchachas veinteañeras, completan el despliegue de este puzle que se irá armando ante los ojos (o los oídos) del lector.

La novela está muy bien escrita y, en mi caso, también tengo que destacar la narración de la persona encargada de locutar el audiolibro. Me parece todo un acierto.

Sobre la trama, es bastante sencilla: en el parque empiezan a aparecer los cadáveres de algunas jóvenes que responden al mismo patrón y que aparecen vestidas de una manera que no se corresponde a su personalidad, como si el asesino estuviera intentando mandar un mensaje con sus crímenes.

Solo se me ha quedado un pequeño hilo abierto, alguien que esperaba que nos dijera qué había sido de él, pero supongo que no es relevante para la conclusión del caso.

En definitiva, una buena novela que te invito a disfrutar en el formato que más te apetezca.

Si no lo has hecho aún, te invito también a leer a Ager Aguirre. A mí nunca me ha defraudado.

Puedes conseguir la novela aquí.



miércoles, 4 de octubre de 2023

4 DE OCTUBRE: A LA VENTA EL TIFFANY 163

 A partir de hoy, La chica de las fotos. Comer y amar, todo es empezar y Con suerte... en Navidad estarán disponibles en un nuevo formato en papel y digital (este saldrá a la venta mañana) dentro de la colección Tiffany de Harlequin.


La chica de las fotos

Rocío, camarera de un hotel rural y escultora en sus ratos libres, vive al borde de un ataque de ansiedad: el día de su boda está a la vuelta de la esquina y faltan muchos detalles por concretar todavía. Para colmo, tiene que trabajar horas extra en el hotel. Todo debe estar impecable para la llegada de Alberto Enríquez y Lucía Vega, la pareja de actores de cine más rutilante del momento. Cuando aparecen, a Rocío le ocurre algo que no logra entender. Es verdad que Alberto tiene un físico imponente y una mirada terriblemente sexy, pero lo que empieza a sentir es desconcertante e inoportuno.

Alberto enseguida descubre que Rocío no es la típica muchacha encandilada por un famoso. Sin embargo, algo se le escapa: ¿por qué Rocío evita mirarlo a los ojos? Impaciente por descubrirlo, idea mil maneras para tropezar con la esquiva camarera.

Comer y amar, todo es empezar

Paola se tiene que marchar de su pequeño pueblecito a causa del trabajo, y para ello debe renunciar a muchas cosas que ama, entre ellas una yegua blanca llamada Leyenda. Nada parece que pueda cambiar eso, pero un solomillo con pasas y arándanos y un paseo a caballo por el bosque con Carlos, el chico del picadero, le demuestran que quizá a lo que no se debe renunciar es a ser feliz.

Con suerte... Navidad

Andrea Hervás trabaja en una galería de arte de Madrid. Está preparando la exposición estrella de las Navidades cuando recibe una llamada de su jefe: debe dejarlo todo y marcharse a Grimiel, un pequeño pueblo castellano, donde una vecina quiere vender un cuadro y es necesario que alguien lo valore. Andrea se lo piensa: es 22 de diciembre, tiene planes y se aproxima una gran nevada, pero calcula que, si se da prisa, podrá ir y volver en un día. Con lo que no cuenta es con que todo se confabulará contra ella y acabará atrapada en ese pequeño pueblo.



Estas tres novelas no son novedad. De hecho, La chica de las fotos ha salido en papel ya tres veces.




LA PRIMERA


LA SEGUNDA

Y esta será la tercera vez. La he vuelto a leer para las galeradas de este nuevo formato y me sigue pareciendo fresca, divertida, con personajes entrañables y una ligera crítica a la prensa rosa que no hay que se muy listo para pillar. También hay otra al sistema educativo actual y alguna más, espero que tengáis suerte y la leáis sin saltaros páginas. Si lo hacéis, evidentemente no os vais a enterar de nada, porque mis novelas no tienen paja.

Ni polvo, eso tampoco, pertenecen a una corriente de la romántica que deja en manos del lector algunas escenas. En manos no, en su capacidad para imaginar lo que viene tras una elipsis. No estoy en contra de la novela con escenas eróticas, pero esta la escribí mucho antes de las famosas sombras y, como a mí ese enfoque no me gustó, jamás me han entrado ganas de cambiarle nada.

Para Comer y amar y  Con suerte... en Navidad será la primera vez en papel. Las tres son divertidas comedias que transcurren en un pueblecito castellano en la Navidad en el caso de estas dos últimas y en los alrededores de las fechas Navideñas en el caso de la chica de las fotos.

El libro en papel va a costar 9,95€ y es un buen regalo para estas fechas.

Sobre las actividades que estoy organizando con ella, os cuento la primera. Será el 4 de noviembre, sábado, e iré a Córdoba, al Espacio Atenea, para dar una charla en la que este será el tema:

LA VERSATILIDAD DE LA NOVELA ROMÁNTICA.

Y después de Córdoba hay previstos dos eventos más, uno en Madrid que me hace mucha ilusión, pero que todavía está por confirmar, y otro en Guadalajara. Y, quizá, esto sí que no es seguro, quizá haga algo en Málaga para el puente de diciembre si alguien se apunta.







domingo, 24 de abril de 2022

SIN FECHA DE CADUCIDAD, X PREMIO INTERNACIONAL HQÑ

 Quiero recoger en el blog que ya ha salido a la venta la novela con la que he ganado el X Premio Internacional HQÑ. Ha sido muy extraño, se publicó ayer en digital, día del libro de 2022, y no consta en Amazon casi ninguna venta. Al menos, su descenso constante en el ranking da a entender que apenas se ha descargado, aunque en otros libros, con menos de las que me han llegado capturas me situé en el top.

No sé qué ha pasado y tampoco me preocupa mucho. Me parece raro, pero esto es ingobernable. Imprevisible. Extrañísimo. Y me lo quiero dejar en el blog porque aquí reúno todas las cosas que me han ido pasando en este camino.

No voy a dejar de hacerlo ahora que he llegado a la meta...

EDITO: Varios compañeros me han escrito para decirme que han detectado lo mismo que yo, que han debido tocar el algoritmo porque están pasando cosas muy extrañas con las listas y las ventas, una no correspondencia que no habíamos vistos desde 2011. Me quedo más tranquila aunque me parezca una putada.

Os dejo la sinopsis y la portada.




Una promesa. Un singular contrato. Una locura, pero tenía que intentarlo.

Héctor Martín tiene un serio problema y, después de agotar todas las vías que se le ocurren para solucionarlo, se encuentra que no tiene a quién acudir. Desesperado, se acuerda de Alba, la que fue su mejor amiga en la adolescencia. Alba firmó una promesa sin fecha de caducidad, pero tal vez ya no esté dispuesta a cumplirla porque hace mucho que sus vidas se separaron.

Alba S. Kent es la autora más exitosa de novelas de fantasía del momento. No atraviesa una buena racha, desde hace tiempo recibe correos de un tal Romeo que han pasado de la admiración más profunda hasta un tono tan preocupante que ha despertado muchos fantasmas del pasado.

¿Podrá Alba confiar en Héctor de nuevo después de lo que pasó entre ellos y con la amenaza de un acosador perturbando su ánimo?


El enlace de compra os lo dejo aquí.

viernes, 29 de enero de 2021

SEÑORA DE ROJO SOBRE FONDO GRIS DE MIGUEL DELIBES

 


Sinopsis:

Un prestigioso pintor, sumido en una grave crisis creativa, va hilando ante su hija sus recuerdos más íntimos en un monólogo que es a la vez homenaje y exorcismo. Su relato se centra en dos acontecimientos: la detención de dos de sus hijos por motivos políticos y, fundamentalmente, la enfermedad y muerte de su mujer, Ana, a los cuarenta y ocho años. Ana contagiaba una sensación de belleza y plenitud que cobró un verdadero alcance sobre el fondo gris de lo cotidiano y los sinsabores de la enfermedad. Historia de un amor en carrera desenfrenada hacia la muerte y sobrecogedora semblanza de un personaje femenino, Señora de rojo sobre fondo gris es una profunda lección de humanismo y madurez artística que sólo Miguel Delibes podía ofrecernos.


Mis impresiones:

Creía que lo terminaría hoy, por las noches leo en digital, pero no fui capaz de soltarlo. Delibes es Delibes y esta novelita no te deja así como así. Novelita por lo corta, porque en realidad es una de esas novelas grandes que te conectan con alguien desconocido. Dibuja emociones a flor de piel: desesperadas, lúcidas, intensas, tan certeras que se enredan con la enfermedad y te hacen sentirlas tuyas. El amor, tan inmenso que no encuentra manera de disimularse entre esos personajes ficticios que tienen una base tan real, ese que se empeña en no aceptar lo inevitable.

Porque esto no es ficción.

Este es un juego en el que Delibes disimula su vida. Y el pintor no es pintor, sino el mismo autor. Y el lienzo en blanco, sospecho, es esa incapacidad de ilusionarse que te asalta cuando lo que está sucediendo a tu alrededor te desborda, cuando las emociones se hacen dueñas de ti de tal manera que desdibujan hasta lo que tiraba de ti a diario.

Qué imposible se hace seguir cuando amas tanto a alguien sentenciado.

Pero también hay otro lado en esta historia, contada en segunda persona a una hija, a la que parece querer dejar la herencia de su madre, la emocional, los recuerdos de ella, de esa mujer vital que siempre fue todo para él. Y lo hace con una profunda admiración, la presenta ante nosotros como la mujer perfecta. No ve en ella nada reprobable, quizá, si tiene algo así, le da la vuelta y se lo adjudica a él mismo.

Qué grande haber logrado que te ame alguien así, ¿verdad?

En dos o tres instantes, me vi en las palabras escritas por Delibes, en aquel inventar diagnósticos, en ese afán por no aceptar lo inevitable. En su necesidad de escribirlo, como si eso desanudase la angustia que se fue a vivir a mi pecho.

Qué complicado cuando te toca este papel, el del que se queda, el de la impotencia de ver sin poder actuar porque no hay absolutamente nada que puedas hacer para mantener a la persona a tu lado. La empatía que despertaron en mí estas páginas fue brutal. Porque yo lo sentí hace años, desde otro ángulo, desde mi posición de hija, y tuve la misma necesidad de disolver la pena en recuerdos.

De recogerlos, de ordenarlos, aunque yo no eligiera contarlos sino que le diera a él, a mi padre, su voz, y recogiera la mía, en dos historias paralelas que se complementan. Sé que mi pluma fue torpe e inexperta, pero esa verdad que te golpea con este libro sí fui capaz de transmitirla. Por eso ha sido todavía más especial, porque nunca había llegado a este libro y, al leerlo, me he sentido aún más cerca del maestro, sabiendo que en mis venas corre esa sangre de quienes necesitan las palabras incluso para explicarse lo que no quieren explicarse.

Este era el momento para leer Señora de rojo sobre fondo gris. Me alegro mucho de no haberlo hecho antes.

Si te gustó Señora de rojo sobre fondo gris, tal vez te guste La arena del reloj

domingo, 13 de diciembre de 2020

DICHOSO HIGHLANDER DE JOANA ARTEAGA

 



Sinopsis:

LECCIÓN NÚMERO UNO PARA APRENDER A VIVIR: hazlo, aunque dé miedo.

Georgia Danvers se perdió en París y hace tiempo que necesita saber cómo vivir.

Cómo volver a sostener un pincel.

Cómo dejar de tener miedo.

Necesita un cambio de aires y entender que, aunque los nuevos comienzos pueden ser aterradores, también suelen venir cargados de esperanzas.

De propuestas de trabajo interesantes.

Del verde de Escocia.

De lecciones de vida.

Y, quizá, con suerte, de un dichoso highlander que se empeñe en que la luz vuelva a encenderse en su interior.

Georgia comprobará entonces que la vida se abre paso en Skye, entre leyendas sobre hadas y princesas, un mural en un castillo ancestral, secretos del pasado y un amor que parece desafiar todos los miedos.

Cuando dos corazones destrozados se encuentran, ¿puede el amor sanarlos o acabará por condenarlos completamente?


Mis impresiones:

Antes de que empieces a leerlas, vuelve atrás y lee la sinopsis. Sé que muchas veces, al hacer un copia pega de las sinopsis que extraemos de las plataformas digitales, mucha gente se las salta. En este caso estarías cometiendo un error, porque en la sinopsis de esta novela está la esencia de su prosa. No solo es un pequeño marco de lo que te vas a encontrar para darla a conocer. Hay la misma cadencia de frases, ese ritmo y esa poesía que envuelve a la novela.

Voy a empezar a contar algo por el principio.

Este verano, superando mis prejuicios por las novelas de higlanders, descargué la que había publicado Joana Arteaga, con la que se presentó al concurso de Amazon, Maldito highlander. No había encontrado en este tipo de novelas, que me venden uno de los tópicos más manidos de la romántica, mucho atractivo en el pasado, pero yo había leído ya a Joana y quería saber qué me iba a contar. La verdad es que ella situaba esa circunstancia del personaje en un segundo plano, se trataba de una historia contemporánea en la que el origen del personaje -de los dos, en realidad-, no tenía más importancia que ese paisaje maravilloso que aparecía de vez en cuando en la novela. Era un elemento más.

Fue la primera vez que oí hablar de la isla de Skye, me gustaron los personajes, me pareció una trama muy agradable y muy entretenida, que me duró un suspiro. Por supuesto, cuando poco después Joana publicó Bendito highlander, la historia de la hermana mediana de la protagonista, ni me lo pensé.

 

Isla de Skye
Isla de Skye

Si la primera historia me gustó, la de Charlotte me encantó. Me gustaron muchísimo más los personajes, su pasado, la historia que tenían que afrontar juntos... fue una lectura estupenda que cerré con la sensación de que James, el protagonista de esa novela, iba a ser de esos que se convierten en tu personaje del año. Tengo debilidad en la romántica por los protas masculinos que son buenas personas. Los malotes se los dejo a la gente a la que le gusta que le traten mal, yo prefiero gente herida, pero con el corazón más grande que Escocia. Y James era de esos.

Cuando salió a la venta Dichoso highlander, la tercera parte, yo ya no sabía qué esperar. La segunda novela había sido mejor que la primera para mí, así que, el que Joana consiguiera superar eso, me parecía casi un milagro. Demasiado grabado en el subconsciente (y en nuestras propias experiencias lectoras) tenemos eso de "segundas partes nunca fueron buenas". Pero había sido así, lo había hecho y quedaba descubrir si en la tercera sucedía igual.

¿Pero yo para qué dudo de Joana? Es grande, siente cada palabra que escribe y así es casi imposible fallar.

A ver cómo os cuento algo de esta historia sin desvelar nada. 

Georgia es un personaje que empieza la novela sumida en un mar de confusión. Hay algo que no nos cuenta que le ha hecho daño, eso lo sabemos, algo que mantiene sus manos firmes en la decisión de no tocar un pincel, algo que ha sido su pasión hasta entonces. En París, que es donde ha vivido, ha dejado a la que fue y la que es ahora no le gusta. En medio de esa confusión acude a un hospital a visitar a alguien de su familia y en la máquina de café se encuentra con Kian, quien tiene pinta de haber sufrido un accidente. Lo corroboran su camisón de hospital y las múltiples magulladuras que adornan su cuerpo. Georgia necesita dinero para la máquina, ha salido corriendo y solo tiene euros, no las libras que la máquina requiere. No le gusta pedir, pero tiene hambre, sueño y se muere por un café.

Kian, al darse cuenta, le ofrece sus monedas a cambio de un beso.

En esta primera escena nos encontramos con un caradura encantador, pero eso solo es una fachada. Kian es muchísimo más. Es alguien que ha pasado media vida caminando por un filo, con el abismo a un lado y sus propias ganas de vivir al otro, y ha desarrollado una filosofía de vida que, después, cuando la casualidad (que al final no lo es tanto) vuelva a ponerlos uno frente al otro, le irá enseñando a Georgia.

Un corazón estropeado intentando sanar un corazón herido.

En esta novela hay leyendas, paisajes extraordinarios, hadas legendarias, un castillo, un mural que tiene que hablar de una vida y muchos personajes para enamorarse en cada página. De los que ves desde el principio y de los que hace falta un tiempo para comprenderlos.

De verdad, no puedo contaros más, solo que me ha transportado a Skye, he sentido vivos a los personajes, Kian me ha conmovido como hace tiempo que no lo hacía un personaje y he llorado. Un montón. El final de la novela se deslizó ante mis ojos provocando un nudo en las emociones que se acabaron desbordando.

Y eso es aterradoramente bonito.

Os la recomiendo, con las otras de la trilogía o ella sola, como queráis, pero leedla. Si tenéis unlimited está gratis, si no, son tres euros que os aseguro que serán una maravillosa inversión.

No me quiero olvidar, la portada es obra de Nere Gurutxeta, que también hizo la portada de la última novela de Pilar Muñoz y alguna de Roberto Martínez Guzmán. Un perfecto complemento para una historia inolvidable.


lunes, 3 de agosto de 2020

CUANDO LA LLAMASTE CLAUDIA DE PILAR MUÑOZ

CUANDO LA LLAMASTE CLAUDIA de [PILAR MUÑOZ ÁLAMO]


Hoy toca haceros una recomendación, y toca hacerla desde el corazón, desde las emociones que me provocan siempre las novelas de Pilar Muñoz. Vosotros, los que estáis al otro lado del espejo, ya sabéis lo suficiente de mí como para estar seguros de que todo lo que llega a este mundo personal que creé para mí lo hace porque se lo merece, porque me ha calado hondo y el resultado es lo suficientemente satisfactorio para mí como para que considere que quiero guardarlo en mi casa.

Siéntete libre de creerme y probarlo o déjalo pasar, pero te aseguro que no voy a mentir, no lo necesito.

Sabéis que en el espejo los libros no se destripan, no se cuenta nada que pueda anular las sorpresas que irá encontrando el lector, por lo que, sobre la trama, os dejo únicamente lo que dice la sinopsis:

Hay historias que es preferible abordar sin conocer lo que aguardan, sin prever el impacto que pueden tener sobre ti. Como quien se aproxima al vacío con los ojos cerrados.

La de Aitor y Teresa es una de ellas.

Jamás pensaron que tuvieran que enfrentar un giro vital tan fuerte. Que un acontecimiento así cambiara el orden de sus sentimientos y su magnitud. Que los obligara a confesar verdades, a defender sus deseos, a tomar decisiones con el tiempo en contra. Con el presente en jaque y el futuro incierto.

Creían tenerlo todo controlado, pero… algo se les escapó de las manos.


En realidad, esta sinopsis está escrita para que sea el lector quien descubra qué hay tras ese título tan sugerente, tras la portada de flores tan preciosa que ha diseñado y pintado con acuarelas para la ocasión Nere Gurutxeta. Justo lo que dice es que no te va a contar qué es lo que te vas a encontrar, y creo que es un acierto. Esta es una de esas novelas pequeñitas de formato, pero grandes por lo que son capaces de hacerte sentir. Parte de ese impacto vendrá de la mano de no saber, de no anticipar, de no hacer cábalas, porque de verdad no te van a llevar a ningún lado.

Pilar Muñoz elige para contar la historia de Aitor y Teresa un narrador muy especial. Si alguien me preguntase cuál es el mejor narrador para una historia, le diría la verdad: la historia, si la escribes con verdad, te lo grita. Te lo grita cuando no aciertas, cuando le pones una voz que distorsiona lo que quieres contar. Te lo grita cuando no avanza, y las palabras se quedan torpes y deslucidas. Te lo grita cuando, por fin, eres valiente, borras lo escrito y empiezas a dejarte de tonterías y narrar desde las tripas, dejándote la piel en cada línea.

Más o menos así encontró Pilar esta voz particular, y esto lo sé porque he presenciado el camino que ha seguido, las veces que ha dicho: "Esto no es así", y no se ha rendido. Porque el narrador, los personajes, la trama... todo aparece solo si no te rindes, si te relajas y dejas que la historia se presente ante ti. Para esto no sirven las prisas, sino la prosa. No valen los medios, sino perder el miedo. Da igual que tardes dos años y no tengas el mejor programa de edición de textos del mundo, ni el mejor sitio de la casa para escribir. Si tienes la historia saldrá en cualquier lugar, y lo hará rezumando una verdad que a ratos es tan real que te hace pensar si Aitor o Teresa no serán realmente dos personas y no dos personajes.

Cuando la llamaste Claudia es una de esas novelas capaces de hacer sentir y disfrutar. Es Pilar Muñoz en estado puro, y la pone en vuestras manos hoy como la puso en las mías hace un tiempo, con la respiración contenida, deseando saber si también sentís lo mismo que ella al escribirla.

Yo lo sentí.

Yo entendí a Teresa y Aitor, a pesar de todo. A los dos.

martes, 23 de junio de 2020

NUEVA NOVELA DESPUÉS DEL VERANO

Debería empezar a poner el título, pero estoy gamberra y lo voy a dejar para un poquito más adelante. Al final le voy a pillar el gusto a esto del hype...

De momento os diré que el protagonista se llama Daniel Durán y será un escritor fantasma, un negro literario como los llamamos aquí. Tiene 36 años y carga a sus espaldas un pasado que no le deja avanzar. Será lo que sucede en esta novela lo que desanude sus emociones. A pesar de ser escritor, se mantiene en una forma excelente, porque practica con un saco de boxeo todos los días. A mí me ha dado por imaginármelo más o menos así.


Hay otro personaje con el que forma una pareja increíble. Se llama Elsa García y sé que cuando veáis la foto os va a dejar descolocados que diga que estos dos forman una pareja, más que nada porque es evidente la diferencia de edad. No diré la de ella, que no es elegante... Es la dueña del grupo editorial para el que trabaja Daniel.


Elsa y Daniel no son una pareja sentimental, no voy a contar una historia de amor (aunque el amor estará presente también en esta novela), voy a hablar de literatura. Si te gustan los libros, tal vez te guste esta novela.

Otro día cuento un poquito más y presento a otro personaje: Beatriz Álvarez.


martes, 10 de septiembre de 2019

UNA CARTA PARA MARY

Querida Mary E. Davenport:

Tal vez hayas pensado, al recibir esta carta, que al fin te contestaba Camille. O John Lowell. O James Payne para contarte las dificultades de una vida por la que temes. Pero no es así. Quien te escribe esta carta ni siquiera es una mujer de tu tiempo, sino alguien que ha sido testigo de tu historia de viva voz y a través de unas letras maravillosamente escritas y quiere mostrarte ahora su más profunda admiración.

No he tenido la suerte, o tal vez la desgracia, de formar parte de la sociedad inglesa de principios del siglo XX a la que has pertenecido tú, pero nada me hubiera gustado más que haber sido testigo directo de la vida de la mujer fuerte, valiente y un tanto rebelde que demostraste ser, una mujer que a pesar de su juventud y palpable inexperiencia afrontó vientos en contra que la hicieron tambalearse, que abrió los ojos al mundo feroz al que la empujaron sin más armas que las de sus propias manos, su ingenio y ese orgullo perdido en tantas y tantas otras coetáneas tuyas y que tú desempolvaste, dando una lección incluso a más de una de las que ahora conocerán tu historia.

Han sido muchos los inconvenientes por los que has pasado: algunos, tomando forma fuera de ti, como esa guerra maldita que tanto sufrimiento causó; otros, dentro de tu corazón y en nombre de un amor reñido con las costumbres, las imposiciones y los designios de un padre a cuya voluntad te debías. A pesar de lo pudieras sentir.

No sé si quien lea tu historia te juzgará; aunque lo dudo. Yo no lo he hecho, al contrario, he sentido hacia ti una empatía inmensa. He deseado con todas mis fuerzas que te sonriera la vida y, sobre todo, el amor. Que uno de los dos hombres que compartían tu existencia te correspondiera con la intensidad que merecías, con la misma que sentías tú.

Yo hoy me siento emocionada por que el mundo te conozca. Sí, ya sé que no aciertas a comprender la razón; no sabes ni siquiera quién soy. Pero eso no importa. Mis mejores deseos están contigo y con aquella otra mujer que ha querido que tus vivencias vean la luz.

Espero de todo corazón que tú, mi desde siempre querida Mary, conquistes a todo aquel que tenga a bien abrirte las puertas de casa. Que tenga a bien escucharte. Que tenga a bien mirarte a los ojos mientras te encuentra entre las líneas de tus hojas de papel.

Recibe un cordial abrazo. O como solemos decir en mi tiempo:
¡Un besazo enorme!

Pilar.

jueves, 5 de julio de 2018

TODOS LOS VERANOS DEL MUNDO DE MÓNICA GUTIÉRREZ



Sinopsis:

Helena, decidida a casarse en Serralles, el pueblo de todos sus veranos de infancia, regresa a la casa de sus padres para preparar la boda y reencontrarse con sus hermanos y sobrinos. Un lugar sin sorpresas, hasta que Helena tropieza con Marc, un buen amigo al que había perdido de vista durante muchos años, y la vida en el pueblo deja de ser tranquila.

Quizás sea el momento de refugiarse en la nueva librería con un té y galletas, o acostumbrarse a los excéntricos alumnos de su madre y a las terribles ausencias. Quizá sea tiempo de respuestas, de cambios y vendimia. Tiempo de dejar atrás todo lastre y aprender al fin a salir volando

Mis impresiones:

Cuando un libro de Mónica Gutiérrez llega a mis manos, sé que tengo las expectativas muy altas, porque ella no me ha fallado nunca. Todas sus historias me han encantado, todas han tenido algo mágico que las envuelve y que de alguna manera me arropa como lectora. En definitiva, me he sentido muy cómoda en todas sus obras.

Sin embargo, a esta, le tenía un poco de miedo.

Venga, preguntadme por qué.

Bueno, ya sé que no me lo podéis preguntar, así que os lo cuento yo. Transcurre en verano. Mónica es la mujer del invierno, de las historias navideñas o de las tormentas de nieve en noviembre y, de pronto, se saltaba una de las premisas de todas sus novelas, una que me gusta especialmente porque soy una adoradora del invierno. Me temía un libro sin mantitas y sin chimeneas encendidas, un libro sin toda la magia que ella sabe ponerle a esta estación.

¿Qué encontraría?

Al final ha sido un paseo tan agradable como todos los demás que he dado de su mano, en el que no han estado ausentes las reflexiones durante toda la lectura. En el que he sentido pellizquitos en el corazón cuando a Helena le pesa tanto la ausencia de su padre. Una oleada de empatía me ha invadido, y me he parado a pensar si será cierto que el no tenerlo te hace idealizar su figura. Yo me peleaba con el mío un par de veces por día, pero nos reconciliábamos a la misma velocidad y creo que hasta eso echo de menos desde que no está...

Creo que de todas sus historias, y esto es aventurarme mucho, Todos los veranos del mundo es la más romántica. Tiene una historia de amor de esas que te gustaría vivir, de ese que puede con el tiempo y aguanta paciente durante décadas mientras le llega su oportunidad. Es una historia de familia que se quiere y que se extraña y es la nostalgia de un padre ausente y de una madre a la que le cuesta demostrar afecto. Es la historia de unos hermanos que se adoran a pesar de que son tan distintos como el agua y el aceite.

Mónica se marca la novela menos feelgood de todas sus novelas, pero no pierde ese toque que la hace única, esa forma de narrar en la que de vez en cuando deja caer perlas literarias que te recuerdan que ella misma es una lectora voraz y apasionada. Aparecen sus personajes entrañables, esos que sabe dibujar tan bien. Como siempre hay un librero, un anciano que se parece a Eduardo Mendoza, un hermana loca y adorable, un hermano escritor de éxito y unos sobrinos encantadores. Pero también hay una protagonista, Helena, que vive dentro de una mentira que ha fabricado ella misma para protegerse del dolor, de esas mentiras que, por mucho mimo que les pongas, te acaban haciendo el mismo daño que tratas de evitar.

Y está Marc. De todos los protagonistas masculinos de Mónica Gutiérrez es el que más me ha gustado, un Peter Pan que hace un tándem perfecto con su Wendy, a la que está empeñado en enseñar a volar. ¿Dónde existe un hombre como él? Porque si los vendieran, os aseguro que habría cola para hacerse con uno. De los que hacen levitar con sus besos y no se cortan en ir a por lo que quieren, por muy imposible que parezca. Hay mucha química entre los personajes protagonistas y se nota.

Sé que nadie se cree mis reseñas porque son buenas, y eso que este es el único libro que he salvado de los diez últimos leídos -llevo unos días que leo un montón-, pero no por eso voy a dejar de recomendarla en mi blog. Yo estoy tranquila, digo la verdad siempre aquí porque hacer otra cosa sería como mentirle a tu diario. ¿Quién es tan estúpido como para hacer eso? Este es mi registro de lecturas y me niego a guardar las que no me llenan. Me ahorro los libros de los que mi verdad sería decir que he perdido miserablemente el tiempo porque lo que más prisa me corre es olvidarme de ellos. Me han dejado fría, así que para qué...

Puedo asegurar que con Todos los veranos del mundo no fui capaz de sacar la nariz del libro hasta que lo terminé: en una tarde. Ayuda que es cortito, pero además es que está tan bien escrito que, si tienes tiempo como tengo yo ahora que no estoy escribiendo, no lo podrás soltar.

Espero impaciente el siguiente libro de Mónica Gutiérrez. O paciente, tengo todos los veranos del mundo por delante.

Gracias por estos libros, son un remanso de paz en medio de las tormentas cotidianas.

viernes, 22 de junio de 2018

SE LLAMABA MANUEL DE VÍCTOR FERNÁNDEZ CORREAS



Sinopsis:

El cuerpo del joven Manuel Prieto aparece en el Cerro Garabitas de la Casa de Campo de Madrid el día de Nochebuena de 1952. Gonzalo Suárez, inspector de segunda del Cuerpo General de Policía, se hace cargo del caso. Un caso que, sin saberlo, cambiará su vida tal y como la conoce.

El teniente Arturo Saavedra negocia los términos del acuerdo que permitirá a Estados Unidos establecer bases militares en España. Y lo hace por convicción, pero también por interés personal: las negociaciones son la puerta abierta a la nueva vida que ansía por encima de todo.

Marga Uriarte vive con odio. En el pasado coqueteó con el entorno del Partido Comunista de España. Ahora, un viejo conocido le pide ayuda en nombre del partido. Lo que parecía un mero trámite para ganar algo de dinero se convierte en una oportunidad inmejorable para saldar cuentas con su pasado.

Tres historias que se desarrollan en una España en la que, se aseguraba, había empezado a amanecer. Aunque no para todos.

Mis impresiones:

Leí las primeras palabras de esta novela hace mucho tiempo, cuando Víctor, con quien mantengo contacto de manera habitual, me preguntó qué me parecían. Recuerdo perfectamente la sensación que se me quedó prendida en la piel, la de estar presenciando el germen de una gran historia. Había algo intangible, algo que iba más allá de las palabras ordenadas en una secuencia, formando frases. Había una atmósfera que me envolvió y me trasladó al escenario que él estaba construyendo. Me fascinó su voz, algo que creo que ya he repetido más veces, y quise saber en qué quedaría aquel principio que apuntaba tan bien.

Poco a poco, lo fui sabiendo.

Algunos días, después de una de nuestras charlas, él me dejaba ver algún fragmento en el que había estado trabajando. Para mí era un acto de confianza y un regalo, que me apresuraba a beberme. No me llegó en principio una novela completa sino una especie de adelantos que lo que consiguieron es que tuviera muchas más ganas de leer la novela entera. De degustarla toda. De dejar que mi piel respondiera a sus palabras, como responde siempre ante los grandes narradores y las grandes historias.

Cuando llegó la novela completa, la leí y solo pude darle la enhorabuena. Sentí que frente a mis ojos asombrados se había gestado una novela enorme. Y estuve segura de que, en algún momento, encontraría el camino para llegar hasta los lectores.

Tenía que lograrlo.

Había sido un viaje fascinante por un Madrid desconocido para mí y supongo que para la mayoría, una ciudad que se ocultaba bajo esa otra que la oficialidad de la época pretendió hacernos pasar por la única existente. Me descubrió las sombras de la ciudad, y me llevó a otra ciudad, a otra novela y a otras sombras, aquellas que dejaba el viento en la de Zafón. No por el estilo ni por la historia, que ni se parecen, sino por el descubrimiento de Madrid que supuso para mí, como en el otro caso sucedió con Barcelona.

Me imaginé -a imaginar no hay quien me gane- que un día de otoño, ligeramente lluvioso y frío, Victor me servía de cicerone por los escenarios de la novela, emulando la visita que hice al lado de Helena Tornero (no sé por qué me acuerdo del nombre de la guía) hasta los de La sombra del viento.

Ya me dirá él si esto se queda en mi imaginación o un día lo hacemos realidad.

Si os habéis fijado, no estoy hablando nada del contenido de la novela. Pensaba hacerlo, pensaba analizarla como en cualquier reseña, fijándome en el narrador omnisciente, en la magnífica y realista ambientación o en la personalidad de los personajes, pero me vais a perdonar que esta vez no pueda. Esta no es una novela más para mí, sé que hoy peco de no ser nada objetiva. Da lo mismo, ya os lo digo yo, no quiero serlo porque me resulta imposible desprenderme de todo lo que ha supuesto esta novela para mí. Con ella he vivido como espectadora privilegiada el proceso entero hasta que ha llegado a mis manos.

Desde la idea, hasta el papel.

Con todas las luces y las sombras que esto conlleva, con todas las charlas, las dudas, las incertidumbres hasta que se hizo real. Con los avatares inesperados y las alegrías inmensas.

Todo.

Lo más bonito, la confianza que él depositó en mí Victor compartiendo tantos momentos. El aprendizaje vital. La constatación de que en este mundo de egos desmedidos y de relaciones interesadas -a ver qué puedo sacar de ti me lo he tenido que encontrar muchas veces- quedan personas magníficas. Autores con los que compartes dudas, miedos, alegrías a lo largo de los años, por muchos que pasen. Lectores también, como tú, con quien entusiasmarte con un ensayo de Delibes y que lo viven como el mismo descubrimiento que hiciste cuando tropezaste con él.

Algo impagable por lo extraordinario que resulta.

Por eso no puedo ser objetiva con Gonzalo, con Marga y con Arturo. No puedo hablar de El Canelita desde la distancia necesaria, ni puedo mantenerme al margen de los sentimientos que provoca la muerte de Manuel. Ni sé decir sin que se note que tengo mis emociones comprometidas, que la trama me parece perfecta y que no soy capaz de ponerle un pero a la historia que ha escrito. Porque es de eso, del contenido, de lo que quiero hablar, de lo que en realidad nos remueve y nos conmueve.

Será mejor, pues, que le hagáis poco caso a esta loca que lleva un rato escribiendo sin pensar mucho más allá de lo que siente y juzguéis a solas, pasando cada página de las 357 de esta novela y decidáis por vuestra cuenta si os gusta.

De él, de Victor, también os puedo hablar un rato. La primera vez que estuvimos en el mismo lugar, él no me vio. Yo sí, lo reconocí entre el público en una sala a la que habíamos acudido a una charla y ni se me ocurrió acercarme. Al fin y al cabo, en ese momento yo solo era una lectora que escribía y él era un escritor que publicaba con grandes editoriales.

Después, cuando un amigo común nos puso en contacto al cabo de los años, se lo conté. Nos reímos bastante con esto, con mi torpeza para las relaciones humanas que muchas veces me cuesta dejarlas pasar. Rompimos el hielo y desde entonces estamos ahí,descongelados, listos para cuando necesitemos ojos extra. No todos los días, a veces ni todas las semanas, pero con la tranquilidad y la confianza de saber que el otro siempre estará. A un silbido o a un mensaje.

Se llama Víctor, en presente.

Víctor Fernández Correas.

Se llamaba Manuel.

jueves, 21 de junio de 2018

NADINA O LA ATRACCIÓN DEL VACÍO DE MARISA SICILIA



Sinopsis:

Mathieu Girard es agente de los Grupos de Intervención de la Gendarmería Nacional, una unidad de élite francesa. Le gusta su trabajo y siente cierta atracción por el riesgo, que se empeña en negar y le causa problemas a la hora de mantener relaciones estables.

Es responsable y reflexivo y su situación afectiva no es su prioridad. En París y en situación de alerta máxima ante la amenaza de ataques terroristas, Mathieu deberá vigilar de cerca a Dmitry Zaitsev, un empresario ruso involucrado en negocios turbios que asegura que puede evitar que una letal partida de armas llegue a manos de los extremistas. Y también conocerá a Nadina.

Todas las señales le advierten de que no debe acercarse a ella, pero, cuando amas el peligro, eso no debería importar.

Mis impresiones:

Lo primero que tengo que decir es que me llevé una tremenda sorpresa al constatar que mis palabras acerca de Marisa Sicilia acompañan a esta novela en la contraportada en papel, un honor inesperado como no me voy a cansar de decir. Las voy a guardar aquí, con la reseña, porque son completamente sinceras: creo que es una de las mejores autoras de romántica que tenemos en estos momentos y, por qué no, una de las mujeres que mejor escriben en este momento en España.

"Me encanta Marisa Sicilia. Sabe escribir. Sabe transmitir. Con muy pocas palabras, con inicios que no necesitan fuegos artificiales para conquistar, consigue sumergirte en la historia que se proponga y lo hace con una narrativa de las que envuelven. Sencilla, pero no simple. Elegante, sin necesidad de utilizar palabras altisonantes. Dulce, aunque a veces no evite la crudeza en sus historias cuando es necesaria."

Lo segundo, que en realidad es la primera sensación que tuve al empezar a leer esta novela, es que ojalá leyéramos los libros siempre sin prejuicios de ningún tipo. Mira que yo no soy de reivindicarlo todo, creo que estamos en unos tiempos en los que se alza la voz muchas veces sin reflexionar cinco segundos, gracias a la inmediatez de las redes, pero en esta novela de Marisa sé que van a pesar los prejuicios por el género y mucha gente se va a perder una trama sólida, consistente y veraz que, en sus primeras páginas, podría haber sido escrita por un hombre. El principio plantea la ruptura sentimental del protagonista, un agente de la élite de la policía francesa, pero enseguida pasa a la acción. El Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional al que pertenece es requerido para una misión: un hombre de origen musulmán está atrincherado en un supermercado con rehenes y ellos se tienen que encargar de sacarlos de allí vivos.

La escena está narrada de manera impecable, se nota por todas partes la documentación que ha manejado la autora para construir un momento verosímil. Potente. Actual como es esta novela, que trata el tema del terrorismo que vivimos en estos momentos, centrado en París, que es una de las ciudades que más lo han sufrido.

Nadina habla de muchas más cosas que de la historia de amor entre ella y Mathieu, una historia que tiene momentos dulces y otros más amargos. Habla de la guerra y sus secuelas. Habla de decisiones que te salvan la vida, pero que a cambio suponen una condena perpetua. Habla del riesgo, de la soledad, del miedo, pero también tiene cabida la esperanza. Mantiene un equilibrio entre la acción, entre esa trama de tráfico de armas y la otra, la que se centra en las personas, que la convierte en una novela muy atractiva.

Los personajes de la novela, entre los que desfilan muchos de diferentes nacionalidades, están muy bien construidos. Incluso se molesta en modelar el lenguaje para que sintamos a un ruso que no habla bien el idioma y busca nombres para ellos que permitan una rápida identificación de su origen. Nada está al azar.

El protagonismo recae en Mathieu  un hombre capaz de enfrentarse a situaciones de las que los demás escapamos; en palabras de Marisa, es deportista, osado, sacrificado, paciente, un hombre honesto y con un alto autocontrol,  que solo salta por los aires cuando se ve incapaz de resistirse a esa atracción por el peligro, un peligro que en la novela está personificado en Nadina. Ella es frágil y fuerte a la vez, un personaje contradictorio y redondo, contrapunto perfecto para esta novela de intriga y romance. El tercer pilar será es Dmitry Zaitsev, un personaje oscuro relacionado con el tráfico de armas. Mathieu entrará a trabajar en el Lumiere, un local de copas en las cercanías del Puente de Alejandro III, en París, del que aquel es el propietario para vigilarlo de cerca. La policía lo quiere usar como cebo para detener el tráfico de unas armas que se han extraviado y que sospechan que van a ir a parar a integristas islámicos. Dima es un hombre cínico, divertido, manipulador, que representa la tentación.

Los tres forman un triángulo que por si solo habría bastado para mantener la atención. Pero como he dicho, Nadina o la atracción del vacío es mucho más que eso. Es una novela actual, llena de matices, que te regala unas cuantas horas de lectura y reflexión.


viernes, 4 de mayo de 2018

PROYECTAR UNA NOVELA

Pixabay

Hace años quise escribir una novela. Mirando un cuadro de Velázquez, La venus del espejo, pensé en contar la historia de esa mujer misteriosa y a ello me puse. Entonces ignoraba que se sabía algo sobre la propietaria de esa espalda que me fascinaba. No sabía su nombre, o al menos quién se cree que era, Olimpia Triunfi, con quien se dice además que el pintor sevillano tuvo hasta un hijo, Antonio. No tenía ni idea de que se sospecha que se conocieron en Roma cuando el autor tenía 50 años, en uno de sus viajes, cuando ella no era más que una joven de unos veinte.

En esta tesitura de desconocimiento, decidí inventar. Mi venus no se llamaba Olimpia, sino Clara, y no era una joven italiana, sino una huérfana de Madrid, obligada por las circunstancias de su origen a ejercer como prostituta en la barrio de Lavapiés. No planteé una relación entre los dos, sino una explicación a por qué este era el único desnudo pintado por el sevillano, pintor de cámara de Felipe IV, un cuadro escandaloso para la época en la que la Inquisición ejercía un control de la moral, contexto en el que difícilmente se explica este cuadro.

Escribí la historia de principio a fin, pero aún no tenía las herramientas necesarias para desarrollar una novela. Lo que debería haber sido un libro se quedó en un relato de poco más de diez páginas que me valió mi primer premio literario remunerado y marcó un principio literario. Es el arranque del lío en el que me metí hace casi una década (y del que me quiero escapar dos de cada tres días porque a veces, muchas, me supera).

He querido volver a ella.

Hace unos días saqué todo lo que conservo de aquel momento de escritura, me puse de nuevo a investigar, esta vez con más medios porque ahora sí tengo internet, y poco a poco la intención se ha ido desinflando. A medida que conozco la historia real, más lejos la veo de mi torpe invención, así que el proyecto ha pedido fuelle. He guardado el relato. He recogido los libros. He borrado del historial las páginas marcadas para volver a ellas y he regresado a ese momento en el que estoy. El de la reflexión. El de pensar qué hacer ahora que acumulo en la memoria tres novelas terminadas y al menos el doble de bocetos en los que centrar mi atención.

No sé por dónde seguiré.

Y lo que es más extraño: no sé si tengo ganas de seguir. Me siento un poco ajena a todo lo que se mueve en torno a los libros últimamente, sin ese fuelle del principio, sin el empuje suficiente como para dedicarle a esto las horas necesarias para que el resultado sea digno.

No sé si es la primavera o que el invierno ha hecho acto de presencia en esta etapa de mi vida y necesito arroparme con una manta y absorber su calor.

Reponer energía hasta que regrese la primavera.


jueves, 15 de marzo de 2018

EL COLOR DE LAS MAREAS DE MIKEL ALVIRA



Sinopsis:

A través de un manuscrito, un anciano, que se presenta como Joaquín, le cuenta a la galerista Nuria Tussaud la historia de su tatarabuela Beatriz y de su familia. El viaje por la memoria reconstruye vidas pasadas, historias que en los nuestros pensaríamos que son imposibles.

El color de las mareas es la historia de amor de Beatriz y Marcel Hugarte, filtrada por la mirada de Mikel Alvira, que traza el lienzo de unas fascinantes relaciones humanas a lo largo de cinco décadas, desde aquel recordado 1898 hasta 1948.

Mis impresiones:

Conocí a Mikel Alvira a través de La novela de Rebeca hace un par de años. Ya en ese momento me fascinó su capacidad para jugar con las palabras, con los narradores, su particular forma de armar las historias. Sabía que quería leer algo más suyo y que sería especial, y no me equivocaba.

Por todo.

Lo primero, en lo que concierne a lo personal, es que he leído sin presión. A veces, cuando me gusta una historia, yo sola me estreso, porque sé que voy a contar aquí mis impresiones y me esfuerzo en recordar datos, en anotar, en asir sensaciones para después plasmarlas en el blog. Hace poco decidí que no iba a volver a hacerlo, porque la lectura se había convertido en un sillón incómodo: cuando el libro no me llegaba, porque no lo disfrutaba. Cuando sí lo hacía, por esa necesidad de no dejarme nada.

Dejé las notas a un lado, abrí las páginas del libro y le hice una promesa silenciosa: voy solo a leer. Voy a disfrutar este viaje cerrando los ojos y dejándome llevar de la mano.

Y lo he hecho, he leído, me he dejado mecer en la prosa poética de Mikel, como si estuviera a bordo del Hamaika mientras Marcel Hugarte lo pilotaba. He escuchado atentamente esta historia de vaivenes en el tiempo, de narradores que se dan la mano y se van cediendo el testigo. Me he parado a saborear esos otros párrafos en los que el narrador piensa en voz alta y me habla de la vida, pero no de la de Marcel o Beatriz, ni siquiera la de Nuria o Jorge, o de cualquiera de los otros personajes que pueblan la novela: cuando me habla de la vida, de lo que todos podemos experimentar en algún momento.

Me he dejado conmover y seducir por la sabiduría de las emociones que se te meten bajo la piel y te despiertan.

No os voy a contar mucho de la historia. Os diré que, al terminar, me pregunté si Marcel Noviembre fue como la marea en la vida de Beatriz Tussaud. Me pregunté por San Telmo y su faro, y esa galería de arte en un lugar tan especial. Y en una frase, la única que no pude evitar anotar (uno no se cura de golpe de toda una vida): "Hay miradas que valen una vida".

Cerré el libro con la misma frase que lo abre y, si no fuera porque la vida es corta y los libros muchos, tal vez hubiera pensado subirme de nuevo en este barco y recorrer el mar de emociones que lleva.

Un placer, señor Alvira. Ha sido un placer este paseo.

Le espero en el siguiente.

domingo, 28 de enero de 2018

CARRETERAS SECUNDARIAS DE IGNACIO MARTÍNEZ DE PISÓN



Sinopsis:

El adolescente Felipe y su padre viven a salto de mata, cambiando constantemente de ciudad y de domicilio. Su única posesión es el Citroën Tiburón en el que viajan por la España de finales del franquismo. Van en busca de algo, pero ellos mismos no saben de qué.

Mis impresiones:

He leído esta novela en el marco del club de lectura La sala de espera, organizado por Rubén Berrueco en Facebook. Lo he hecho porque, aunque este no era ninguno de los tres libros que él proponía como lectura de Ignacio Martínez de Pisón, lo tenía en casa desde hace años, en la biblioteca de mi hijo mayor y me pareció un buen momento para ponerme con él. Muchas veces he leído con él los libros que le mandaban en clase, pero este no me pillaría en un momento despejado de lecturas y se quedó. Me gustó la idea de Rubén, la de proponerse como reto leer al menos doce libros al año -uno por mes- y, por otro, poder comentarlo en casa con mi hijo.

La historia empieza a orillas del mar, con los pies de Felipe, el adolescente protagonista, sumergidos en la orilla. Concentrado en lo que le dicen las olas. La voz de su padre, le llama para que se monte en el Tiburón, el coche que tienen y él sabe ya, sin que haya más pistas, que se irán del sitio donde están viviendo. Porque ellos viven así, escapando de un lugar a otro, sin echar raíces en ninguna parte.

Un padre y su hijo.

Un padre y su hijo adolescente, con todos los problemas de incomunicación que genera esta etapa de la vida en la que ninguno quiere parecerse a sus progenitores. Felipe nos va contando su periplo de un lugar a otro a bordo del Citroën y su modo de vida, trampeando, cometiendo pequeñas estafas... Cuenta la relación de su padre con Estrella, una cantante de zarzuela que a él le saca de sus casillas y después con Paquita, una muchacha un tanto hippie y chiflada de la que no entiende que haya sido capaz de enamorarse de un estirado como su padre.

El libro cuenta dos viajes. Uno es ese, el viaje en coche de un lugar a otro, sin quedarse demasiado en ninguno; el otro, es la huida del padre de Felipe. De su pasado, de su familia, de las cosas que le recuerdan que ha fracasado en la vida.

Creo que es una lectura que merece la pena, pues hace un repaso de cómo era la vida y la sociedad de la España de los últimos momentos del franquismo. El autor escribe bien, la novela tiene toques de humor y se aprecia en ella el desencanto de la adolescencia. Y creo que, si a vuestros hijos se la mandan en clase, es además un buen momento para compartir algo.

Aunque sean adolescentes y tampoco sea la situación más propicia para coincidir.

Hay una película protagonizada por Antonio Resines que se basa en este libro.


lunes, 1 de enero de 2018

AL ABRIGO DEL MAR DE BEATRIZ MANRIQUE




Sinopsis:

Astrid Sell es una joven educada en un entorno refinado y acomodado. Una dama con clase que entiende lo que se espera de ella conforme a su posición.

Román Guirao es un joven humilde que trabaja desde su niñez en la taberna familiar. Un hombre que sabe que las mujeres como Astrid están vedadas a los hombres como él.

El periodo estival, un paseo por la costa de Mojácar y el vuelo de un sombrero provocarán el encuentro de estos dos jóvenes cuyo amor deberá enfrentar sus diferencias sociales así como diversas adversidades que pondrán a prueba la veracidad, la lealtad y la fortaleza de sus sentimientos.

Una novela enmarcada en la sociedad almeriense de la última década del siglo XIX, cuya riqueza derivada de la minería, se convertirá en el escenario de la historia de dos personas con unos orígenes tan alejados como diferentes.


Mis impresiones:

Sabía que quería leer este libro desde que me enteré de que Beatriz Manrique publicaría de nuevo este año. Este verano he leído otras dos novelas suyas y, tanto a mí como a mi madre, nos encantaron, así que lo estaba esperando.

Si no habéis leído a Beatriz, os la recomiendo. Escribe historias muy bonitas, ambientadas a finales del siglo XIX y muy bien documentadas. Al final del libro, en realidad lo hace en todas sus novelas, tiene un anexo donde nos explica sus fuentes y algunas curiosidades, en este caso sobre la zona de Almería y las minas. Es un extra para saber de la época y a mí me acaba gustando también un montón porque aprendo cosas, como, por ejemplo, a quién le debemos el proceso de vulcanización del caucho y qué utilidad se le dio. Yo a este señor, Goodyear, solo lo asociaba con unas ruedas que les ponen a los F1.

Leedlo y sabréis de qué estoy hablando. Es algo que hoy en día es de uso cotidiano.

Al abrigo del mar es una historia de amor entre dos personas de diferente clase social. Ella es apenas una niña de 17 el verano en el que se conocen y él un joven de poco más de veinte. Astrid Sell, la mayor de cuatro hermanos de procedencia noruega y familia adinerada, se fija un día en la playa en Román Guirao, un joven pescador sin recursos. Y él de ella. Cada día, en sus paseos con Elsa, la niñera que cuida de ella y sus hermanos, Astrid tratará de disimular un interés que él, por su parte, no esconde. El ímpetu de la juventud, la adolescencia irreflexiva, acabarán haciendo que encuentren una manera de citarse en una cala cada madrugada y allí se enamoren. Al abrigo del mar...

Ha sido un placer su lectura. El narrador omnisciente cuenta la historia desde todos los ángulos posibles, haciendo saltos temporales del presente al pasado, y eso hará que podamos ir comprendiendo las razones del comportamiento de cada uno: puede que entre ellos haya algunos desencuentros, pero el lector siempre sabe que se aman por encima de todo. Bueno, de casi todo, porque hay una cosa que no contaré porque haría un spoiler.

Os la recomiendo si os gustan las novelas que, además de contar una historia, nos enseñan otro tiempo. Me ha gustado saber más sobre la zona de Mojacar y Almería a finales del XIX  y de los Cafés donde se ofrecían espectáculos musicales en el época.

Por cierto, feliz año.


miércoles, 29 de noviembre de 2017

10 RAZONES PARA RELEER MATAR A UN RUISEÑOR DE HARPER LEE



1.- Porque es de esas pocas novelas que admiten ser leídas varias veces en la vida. Vuelves a ella y la disfrutas, y si hace mucho tiempo desde la primera vez, muchísimo más.

2.- Porque contiene frases inolvidables.

"Disparad a todos los arrendajos azules que queráis, si podéis acertarles, pero recordad que es un pecado matar a un ruiseñor."

3.- Porque plantea temas muy delicados como las diferencias sociales y raciales sin sermonearte sobre ello.

4.- Porque sigo pensando que Atticus Finch es maravilloso. Como hombre y como padre.

5.- Porque solo una niña como Scout, vestida como un niño y desde la inocencia inteligente, sería capaz de contar así esta historia.

6.- Porque pone el foco en la delgadísima línea que separa lo justo de lo que no lo es. Y te obliga a pararte a pensar.

7.- Porque tiene un delicado sentido del humor.

8.- Porque los diálogos caracterizan a la perfección a cada personaje. Podemos escuchar las bravuconerías de Jem, las dudas de Scout, la excesiva imaginación de Dill, la cordura lúcida de Atticus... Incluso no escuchamos a Boo y eso también nos hace oír un poco a este niño grande que lleva toda la vida encerrado. Y a la tía Alexandra, a la señorita Maudie, a Calpurnia...

9.- Porque el círculo que empieza a trazarse en la primera frase se completa al llegar al final. Probad a volver a empezar, descubriréis de qué estoy hablando. Es de esas novelas en las que el puzle encaja a la perfección.

10.- Porque al cerrarla es posible que empieces a sentir nostalgia.

Se me ocurre que puede ser un regalo muy especial para esta Navidad, para alguien enamorado de los libros. Para quien me pregunta siempre, una nota: tiene un tamaño de letra muy bueno.

martes, 5 de septiembre de 2017

HASTA QUE LLEGASTE A MI VIDA DE BEATRIZ MANRIQUE



Sinopsis:

Charlotte Gallagher se encuentra en un baile ante la mirada de los demás invitados y de la poca familia que le queda. Su hermanastro Edward quiere obligarla a casarse con un hombre al que no ama mientras la presiona para que finja estar feliz ante su inminente compromiso con lord Sidmouth. Charlotte se siente sola y atrapada. No tiene a nadie a quien acudir y le horroriza la idea de contraer nupcias con un hombre al que desprecia. Desesperada, se aleja de la gente en busca de un respiro y, sin esperarlo, se encuentra con Alonso, un agente español al que no dudará en utilizar para alcanzar su ansiada libertad.

Una novela ambientada a finales de siglo XIX entre España y Estados Unidos, en la que se respira el ambiente del Madrid decimonónico y en la que el amor tendrá que luchar contra la desconfianza, el espionaje y los intereses personales.

Mis impresiones:

Antes de empezar este comentario quiero hacer un pequeño inciso. Si os fijáis, jamás pongo datos técnicos de las novelas que atraviesan el espejo. Eso tiene una intención, la de no hacer ninguna distinción entre novelas autoeditadas y novelas que llevan detrás un sello editorial. En ambos casos se pueden encontrar buenas y malas novelas, pero en el espejo no. En el espejo, en mi espejo, solo las que a mí me satisfacen. Y eso, desde luego, es independiente de los avales con los que vengan.

Dicho esto, empiezo con la novela de Beatriz Manrique.

La llevo viendo desde que se publicó, pero no fue hasta el otro día, cuando HQÑ puso 109 novelas en oferta (incluidas dos mías) cuando la compré. La verdad que fue a la desesperada, porque llevaba a mis espaldas una decena de abandonos (bueno, en medio leí un relato que descargué gratis y solo lo leí porque era corto, porque malo era un rato). Cuando vi esta novela en Twitter me acordé de que hacía tiempo había leído la sinopsis y me había llamado la atención y no lo pensé más.

Descargué la muestra...

Ya, ya sé que es lo que debería de haber hecho con las otras, pero a veces no controlo mis impulsos, hago cosas sin pensar aunque sepa que pueden traer consecuencias (negativas), pero qué le vamos a hacer. Estoy viva y a veces voy con tanta prisa que se me olvida lo básico. Después de tanto abandono, recordé que esto se puede hacer, así que allá fui.

No llevaba ni dos páginas cuando me di cuenta de que, con Hasta que llegaste a mi vida no habría sido necesario tomar precauciones. La narrativa de Beatriz está a años luz de todo lo que había leído esos días. La historia me resultaba atractiva y, sin darme cuenta, había terminado el fragmento. La compré desde el mismo kindle y continué la lectura.

La historia arranca en Londres, en 1874, en un baile. Charlotte, la protagonista, quiere escapar de una situación incómoda, el matrimonio de conveniencia que ha planificado su hermanastro con lord Sidmouth, un hombre al que detesta con todas sus fuerzas y que es mucho mayor que ella. Charlotte, desesperada, encuentra en Alonso, un espía español que está en la fiesta porque recaba información para los partidarios del príncipe Alfonso (futuro Alfonso XII) para que este ingrese en la Academia Militar británica de Sandhurst. Alonso es comprometido por Charlotte y, para mantener el honor, solo tiene dos opciones: batirse en duelo con Eduard, el hermano de la muchacha, o casarse con ella. No os cuento qué es lo que hace que se decante por el matrimonio, es mejor que lo descubráis.

La relación entre los dos protagonistas no empieza bien. Él está dispuesto a hacérselo pasar mal, porque con el chantaje le ha tirado su vida personal (complicada) y ella tampoco es que sea muy simpática con su marido, pero están dispuestos a aguantar un tiempo juntos y, pasado este, solicitar la nulidad por no haber consumado el matrimonio. Sin embargo...

Lo leéis.

Me ha hecho disfrutar, es ágil, hay pinceladas de la historia de finales del siglo XIX en España y escenarios que recorren Gran Bretaña, Madrid y Boston. No me ha durado apenas y me ha dejado buenas sensaciones y ganas de leer algo más de Beatriz. Me han recomendado encarecidamente Un sombrero en el corazón, así que haré caso.

Si os apetece, está en oferta durante este mes. En Amazon por 0,94€. Lo podéis conseguir aquí.