domingo, 28 de enero de 2018
CARRETERAS SECUNDARIAS DE IGNACIO MARTÍNEZ DE PISÓN
Sinopsis:
El adolescente Felipe y su padre viven a salto de mata, cambiando constantemente de ciudad y de domicilio. Su única posesión es el Citroën Tiburón en el que viajan por la España de finales del franquismo. Van en busca de algo, pero ellos mismos no saben de qué.
Mis impresiones:
He leído esta novela en el marco del club de lectura La sala de espera, organizado por Rubén Berrueco en Facebook. Lo he hecho porque, aunque este no era ninguno de los tres libros que él proponía como lectura de Ignacio Martínez de Pisón, lo tenía en casa desde hace años, en la biblioteca de mi hijo mayor y me pareció un buen momento para ponerme con él. Muchas veces he leído con él los libros que le mandaban en clase, pero este no me pillaría en un momento despejado de lecturas y se quedó. Me gustó la idea de Rubén, la de proponerse como reto leer al menos doce libros al año -uno por mes- y, por otro, poder comentarlo en casa con mi hijo.
La historia empieza a orillas del mar, con los pies de Felipe, el adolescente protagonista, sumergidos en la orilla. Concentrado en lo que le dicen las olas. La voz de su padre, le llama para que se monte en el Tiburón, el coche que tienen y él sabe ya, sin que haya más pistas, que se irán del sitio donde están viviendo. Porque ellos viven así, escapando de un lugar a otro, sin echar raíces en ninguna parte.
Un padre y su hijo.
Un padre y su hijo adolescente, con todos los problemas de incomunicación que genera esta etapa de la vida en la que ninguno quiere parecerse a sus progenitores. Felipe nos va contando su periplo de un lugar a otro a bordo del Citroën y su modo de vida, trampeando, cometiendo pequeñas estafas... Cuenta la relación de su padre con Estrella, una cantante de zarzuela que a él le saca de sus casillas y después con Paquita, una muchacha un tanto hippie y chiflada de la que no entiende que haya sido capaz de enamorarse de un estirado como su padre.
El libro cuenta dos viajes. Uno es ese, el viaje en coche de un lugar a otro, sin quedarse demasiado en ninguno; el otro, es la huida del padre de Felipe. De su pasado, de su familia, de las cosas que le recuerdan que ha fracasado en la vida.
Creo que es una lectura que merece la pena, pues hace un repaso de cómo era la vida y la sociedad de la España de los últimos momentos del franquismo. El autor escribe bien, la novela tiene toques de humor y se aprecia en ella el desencanto de la adolescencia. Y creo que, si a vuestros hijos se la mandan en clase, es además un buen momento para compartir algo.
Aunque sean adolescentes y tampoco sea la situación más propicia para coincidir.
Hay una película protagonizada por Antonio Resines que se basa en este libro.
El reflejo de
Mayte Esteban
Etiquetas:
adolescencia,
Carreteras secundarias,
Ignacio Martínez de Pisón,
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Buen consejo final. Siempre es interesante compartir cosas con los hijos y, si es un libro, mucho mejor porque está lugar a muchas conversaciones.
ResponderEliminarA él también le gustó.
EliminarBesos
Pues sí, siempre está bien compartir lecturas con los hijos y poder luego hablar de ellas. No he leído este libro, así que lo tendré en cuenta, que pinta muy bien.
ResponderEliminarBesotes!!!
El autor escribe muy bien. Llevo muchos años viendo sus libros y por fin he llegado a él.
EliminarUn beso
LA verdad que no he leído nada de este escritor, y me lo anoto porque sí, la temáticas es muy interesante.
ResponderEliminarA veces pasa eso, que un libro esté en una estantería (tuya, de un familiar, de la biblioteca) y te pase por alto, y un día, zas, la descubres y te apetece. Y si encima te gusta, mejor que mejor.
BEsos.
A mí me pasó con un autor que después me enamoró cómo escribe, que es Pedro de Paz. El primer libro suyo que leí lo cogí de la estantería de mi madre, que vete tú a saber cómo llegó hasta ella.
EliminarUn beso