sábado, 2 de febrero de 2013

DETRÁS DEL CRISTAL


Mentiría si dijera que esto está siendo fácil. Perseguir los sueños tiene la dificultad añadida de que son intangibles, que no se pueden agarrar con las manos y prenderlos a tu cuerpo, que se queden contigo para siempre.

En el camino se van dando pasos, algunos hacia adelante, y otros te obligan a retroceder, a pararte, incluso hay momentos tan complicados que puedes sentir la tentación de abandonar.

Merece la pena cuando encuentras manos a las que agarrarte, que tiran de ti cuando la tentación de sentarte a mirar el paisaje es muy fuerte.

Tengo un plazo, unos días más para dar por concluida la cuarta aventura, para dejar ya a mis personajes solos, que sean ellos, a partir de ese momento, quienes caminen. Me queda poco para presentaros a Ana y Andrés.

Y a Raquel.

Y a Pedro.

Y a Pablo...

Lo reconozco, estoy asustada. Reconozco que como Ana, me siento a veces más cómoda Detrás del Cristal.