lunes, 28 de mayo de 2018

PÍLDORAS PARA OLVIDAR



Nos resistimos a que algunas historias terminen, pero la vida tiene eso, que no planifica los epílogos y algunas veces hasta acaba mal.

El final de una amistad, el final de un tiempo de sueños compartidos deja una herida que tarda mucho en curar. A veces haces como que no te das cuenta de que sigue abierta, esperas durante meses a que desaparezca. Pero no sucede. Un día, al pasar el dedo por encima con descuido, descubres que hay una sutura en tu alma. Que ya no duele, pero la cicatriz está ahí, para recordarte siempre que no imaginaste nada, que existió. Aceptas que ese tiempo no volverá, que igual que cambian todas las células de tu organismo periódicamente, los sentimientos mutan y se vuelven otros.

Pero cuesta tanto que estaría bien encontrar píldoras para olvidar.