lunes, 28 de mayo de 2018
PÍLDORAS PARA OLVIDAR
Nos resistimos a que algunas historias terminen, pero la vida tiene eso, que no planifica los epílogos y algunas veces hasta acaba mal.
El final de una amistad, el final de un tiempo de sueños compartidos deja una herida que tarda mucho en curar. A veces haces como que no te das cuenta de que sigue abierta, esperas durante meses a que desaparezca. Pero no sucede. Un día, al pasar el dedo por encima con descuido, descubres que hay una sutura en tu alma. Que ya no duele, pero la cicatriz está ahí, para recordarte siempre que no imaginaste nada, que existió. Aceptas que ese tiempo no volverá, que igual que cambian todas las células de tu organismo periódicamente, los sentimientos mutan y se vuelven otros.
Pero cuesta tanto que estaría bien encontrar píldoras para olvidar.
El reflejo de
Mayte Esteban
Etiquetas:
Mayte Esteban,
microrrelato
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
En esos momentos piensa una que esas píldoras estarían bien... Pero luego no. No es bueno olvidar, que luego tropieza una otra vez con la misma piedra. Y también se aprende, también te fortaleces.
ResponderEliminarBesotes!!
Eso es cierto, pero algunas historias no importaría olvidarlas. Aunque te caigas de nuevo, es casi imposible repetirlas tan mal.
EliminarBesos
No sé yo, no sé yo... Que no las olvidamos y volvemos a tropezar otra vez...
EliminarBesotes!!!
Pero igual tropezamos con más gracia, jajaja
EliminarBesos