lunes, 18 de noviembre de 2024

DISCURSO DE INAUGURACIÓN I ENCUENTRO GUADA EN ROSA Y NEGRO

 

DISTINTAS TINTAS, MISMA PASIÓN


Distinguidos autores, queridos amantes de la literatura, y público en general, que nos acompañáis en este día tan especial para las letras en Guadalajara.

Es un honor inaugurar este encuentro que reúne a dos géneros literarios aparentemente opuestos, pero que han sido complementarios desde la mitología: Eros y Tánatos, el amor y la muerte; la novela rosa y la novela negra.

Estos dos géneros exploran los extremos de la condición humana: mientras la novela romántica una busca la unión y el amor, la novela negra nos enfrenta con la destrucción y el lado oscuro que todos tenemos.

La novela rosa, con sus tramas románticas y finales felices, lleva mucho tiempo entre nosotros, pero es después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se convierte en una especie de refugio para el alma y experimenta un boom. En un mundo que se había vuelto oscuro y lleno de incertidumbres, ofreció una escapada de la cruda realidad, a mundos donde el amor siempre triunfaba. Su capacidad para conectar con las emociones de los lectores y ofrecer esa evasión de la realidad la convirtieron en un género literario de gran popularidad que ha perdurado hasta nuestros días, con las lógicas modificaciones que implica el progreso de la sociedad. En esos tiempos difíciles, se convirtió en algo terapéutico, ofreciendo emociones impagables: entretenimiento y alivio para momentos de desesperación, consuelo y, sobre todo, esa esperanza en que las cosas mejoren que lleva implícito el imprescindible final feliz.

Hoy conserva ese poder de hacernos soñar con un mundo más amable, de emocionarnos y llegar al corazón. 

Pero, además, la novela romántica actual ha sabido ir más allá: en sus páginas encontramos temas como el bullying, los malos tratos, el acoso y la reivindicación de derechos, todo ello sin perder de vista el núcleo de toda historia romántica: el amor. Poco importa si es entre un chico y una chica, dos chicos o dos chicas, pues la novela rosa ha evolucionado con la sociedad, pero manteniéndose fiel a su esencia: ese final esperanzador que es su sello de identidad.

Por otro lado, la novela negra española también ha recorrido un camino que va de la sombra a la luz. De ser considerado un género menor, desde la Transición, ha experimentado una transformación radical, pues algunos autores empezaron a utilizar la novela negra como una herramienta para denunciar los problemas sociales y políticos de la época, mostrando su compromiso social, describiendo en ocasiones una realidad cruda y sin concesiones, reflejando la dureza de la vida en muchas zonas de España. Los protagonistas eran a menudo detectives privados o periodistas que se veían envueltos en tramas oscuras y peligrosas. Recordemos al inolvidable Pepe Carvalho de Manuel Vázquez Montalbán. 

Ese cambio sustancial fue reivindicando su papel y, a medida que España avanzaba hacia la democracia, la novela negra siguió pisando fuerte. A partir de los años 90, coincidiendo con el boom de muchas de las editoriales que hoy conocemos, aparecieron subgéneros, ampliando su abanico de temas: el terrorismo, la inmigración, la corrupción política y los crímenes económicos empezaron a frecuentar las tramas. 

Hoy en día, tal como le sucede a la novela romántica, la novela negra se funde con otros subgéneros narrativos y es habitual encontrar subramas negras dentro de novelas históricas o románticas, sin ir más lejos.

En la actualidad, la novela negra española goza de excelente salud, con una gran variedad de autores y títulos que atraen a un público cada vez más amplio. Este género ha logrado consolidarse como uno de los más importantes de la literatura española contemporánea.

También conviene señalar, que durante mucho tiempo, tanto la novela romántica como la negra, fueron vistas con cierto desdén por la crítica literaria. La novela rosa se consideraba como una lectura ligera y superficial, "cosa de mujeres", mientras que la novela negra era clasificada como un género menor, para un público popular. Sin embargo, ambos han demostrado su valor literario y su capacidad para abordar temas complejos y universales con gran solvencia.

Ambos ocupan hoy en día un lugar destacado en las librerías y en las listas de ventas, y eso no puede ser solo casualidad.

¿Qué une a estos dos subgéneros narrativos aparentemente tan distintos? Ambos exploran las emociones humanas más profundas: el amor, el deseo, el miedo, la venganza. Ambos nos invitan a reflexionar sobre nuestra sociedad, nuestras relaciones y nuestra propia condición. Y ambos han dejado una huella imborrable en la literatura.

Hoy, la novela rosa y la novela negra gozan de buena salud. Los lectores buscan cada vez más historias que los emocionen, que los hagan pensar y que los transporten a otros mundos. Y estos dos géneros, con su capacidad para combinar entretenimiento y profundidad, satisfacen plenamente estas demandas.

Tradicionalmente el rosa ha sido de chicas y el negro se lo hemos reservado a los chicos, pero eso ya no es así: en este encuentro, las novelas románticas no serán solo cosa de mujeres ni las negras de hombres. Hemos dado un salto cualitativo y aquí, en Guadalajara, tendremos la oportunidad de comprobar la riqueza y la diversidad de la narrativa española actual. Hay mujeres que escriben y leen novela negra, y hombres que escriben y leen romántica. 

Vamos a debatir juntos temas literarios de actualidad, desde el profundo respeto que tenemos a la literatura y con el mismo respeto que, poco a poco, estamos consiguiendo de la crítica.

Bienvenidos a Guada en Rosa y Negro, la primera edición espero que de muchas.


Mayte Esteban

Guadalajara, 16 de noviembre de 2024


lunes, 11 de noviembre de 2024

LOS LÍMITES DE LA FICCIÓN

El próximo sábado 16 de noviembre, dentro del I Encuentro Guada en Rosa y Negro, debatiremos en una mesa redonda "Los límites de la ficción".

Es en el Palacio Multiusos de Guadalajara, la entrada en gratuita y los autores que vienen merecen la pena.



sábado, 9 de noviembre de 2024

GUADA EN ROSA Y NEGRO

El próximo 16 de septiembre, en Guadalajara, se reunirán autores de novela negra y romántica en el primer Encuentro con estos dos géneros que se celebra en la capital alcarreña.

Voy a ser la encargada de dar el discurso de bienvenida, algo que me apetece mucho porque se trata de mi ciudad natal. También seré la encargada de conducir una mesa, a la que hemos llamado "Los límites de la ficción".

La entrada es libre.

Este es el programa.









domingo, 3 de noviembre de 2024

CANTIMPALOS, CUÉLLAR Y LA RUTA DE LA LECTORA DE BÉCQUER

Hace mucho que cuando planifico un encuentro con lectores, siempre voy con miedo. Si me fío de las sensaciones que me llegan a través de las redes, me voy a encontrar más sola que la una. ¿Qué pasa al final? Pues que me sorprende muchísimo la gente que acude, los libros que firmo y el ambiente que se crea.

Voy a recoger aquí las fotos del encuentro en Cantimpalos el día 30 de septiembre, el que tuve en Cuéllar en 18 de octubre y la ruta de La lectora de Bécquer por sus escenarios en Segovia el día 19 de octubre. Y no voy a valorar nada, dejo las fotos y que cada quien saque sus propias conclusiones.

Estas son las de Cantimpalos, 30 de septiembre.








Cuéllar, 18 de octubre.







Ruta de La lectora de Bécquer, 19 de octubre, Segovia.












Hay por lo menos cien fotos más, pero como soy cero fotogénica, mejor no comparto más. Creo que con estas uno se puede hacer a la idea de que hay personas de verdad leyendo mis libros. 

Gracias a Álida y a Nuria. Sois de lo mejor que me he encontrado en este camino. 

viernes, 18 de octubre de 2024

MIENTE

Una vez, alguien me aseguró que no mentía nunca. Yo me quedé pensando que eso es imposible; aunque sea sin querer, todos mentimos en algún momento. Por error, por descuido, por desmemoria, por piedad... soltamos algunas mentiras sin importancia.

Otra cosa es mentir de forma consciente, responder no cuando es y quedarte tan pichi.

Hace cuatro meses, a esa misma persona le hice una pregunta cerrada, cuya respuesta solo podía ser sí o no. Contestó no, y a mí me dieron vueltas los ojos porque estaba convencida, por algunas cosas que había presenciado, de que era un sí. 

Pensé, igual me he perdido algo, yo siempre vivo despistada perdida y tampoco es que le hubiera prestado mucha atención al tema.

El caso es que a lo largo del verano ha habido varias circunstancias que han confirmado que yo llevaba razón (era un sí) y que mintió descaradamente, una mentira que no tiene importancia porque el hecho a mí ni me va ni me viene. Fue una de esas preguntas que sueltas en una conversación intrascendente, que cobró importancia al encontrarme con pruebas que decían justo lo contrario que su rotundo no.

Pensé que quizá, por una razón desconocida, quería que yo creyera esa versión, y la verdad es que estaba más que dispuesta a darle el gusto, porque de verdad que es algo que me la pela, pero hace unos días, por casualidad también, presencié algo que confirmaba que su no podía ser cierto. Que no me había mentido. 

Bueno, pues ayer, que no tenía sueño, dando vueltas por una red social, volví a tropezar con algo que desmentía el no con la misma rotundidad que lo que presencié le daba la razón al sí.

Vamos, que miente con todas las de la ley.

No sé si es a mí en concreto o se miente, pero que no dice la verdad, eso es seguro.

Después de este galimatías, que no es más que un ejercicio de redacción mientras aplaco los nervios por el encuentro con lectores en Cuéllar que tengo dentro de un rato, solo quiero llegar a un lugar. Todos mentimos. A veces, las mentiras son mentirijillas tolerables. Otras, como en este caso, algo mucho más serio porque afecta a otras personas.

Lo que me resultó curioso fue la incoherencia, la afirmación rotunda por parte de quien miente.

Creo que por sistema.