martes, 15 de septiembre de 2015

LA CARICIA DE TÁNATOS, NOVEDADES VERSÁTIL.


Me alegra mucho publicar este post. La caricia de Tánatos, de María José Moreno es una de esas novelas que te preguntas por qué no estarán en papel cuando las lees en digital y, aunque haya transcurrido mucho tiempo desde que la autora la puso a la venta en Amazon, al final le ha llegado una oportunidad más que merecida.

En octubre de 2013 me descargué la versión digital de esta novela. Era el primer libro que leía de ella, a pesar de que ya tenía en el kindle la que en ese tiempo era su novela estrella era Bajo los tilos, con la que había alcanzado en 2012 el primer puesto de ventas de la plataforma digital y que le había permitido fichar con Ediciones B.

Estaba esperando a que Bajo los tilos saliera en papel, porque sabía que había sido ampliada y quería tener la lectura completa, así que, mientras llegaba enero, quise conocerla como autora y empecé por esta novela, una historia que podemos catalogar como thriller psicológico. No me decepcionó en absoluto, como no ha vuelto a hacerlo en la relectura que he hecho de la versión que desde el  lunes 14 de septiembre está a la venta en papel, de la mano de Off Versátil.



Después de leer sus dos libros, las casualidades de la vida quisieron que coincidiéramos en la presentación de nuestras novelas publicadas con Ediciones B en Madrid y esto nos ha convertido en amigas y compañeras de aventuras literarias. Mi alegría es doble, pues, porque el libro es muy bueno y porque es suyo. María José Moreno es psiquiatra y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Córdoba. Sus casi 30 años de sesiones en la atención de trastornos mentales y de la personalidad le dan un extra de solvencia a la Trilogía del Mal que empieza por La caricia de Tánatos, puesto que su propia experiencia profesional la vuelca en la creación de situaciones y personajes.

Sinopsis:

“Una coincidente cadena de sucesos viene a enturbiar la rutinaria y tranquila existencia de la psicoterapeuta Mercedes Lozano.

Inquietantes llamadas telefónicas anónimas y cartas; el inicio de una relación afectiva con Miguel Vergara, un psiquiatra que ejerce de médico forense, con una traumática infancia de la que no termina de desprenderse; un complicado tratamiento psicoterápico de una paciente, Marina Daroca, y la aparición en escena de un hombre que solicita su ayuda profesional y cuya mirada «hiela la sangre», ponen su vida boca abajo y la sitúan al borde del precipicio emocional
.
Un thriller psicológico que recrea con gran realismo el escabroso viaje de la psicoterapeuta a través de sí misma y de sus pacientes para identificar el tejido del Mal, su origen y la forma de manifestarse a través de sus múltiples máscaras: la manipulación, la perversidad, la culpa autoimpuesta, el maltrato psicológico… poniendo el acento en las vidas de unos personajes marcados por su infancia, mostrándonos el lado más oscuro de sus mentes.”

Mis impresiones:

En la mitología griega, Tánatos es la personificación de la muerte no violenta. Su toque era suave, como el de su hermano gemelo Hipnos, el sueño. En la teoría psicoanalítica, Tánatos es la pulsión de muerte, que se opone a Eros, la pulsión de vida.”

Así, con esta preciosa cita, arranca La caricia de Tánatos. Es solo el aperitivo de lo que el lector encontrará más adelante, una novela que, además de mantenerte en vilo, te hace pensar.

La caricia de Tánatos tiene como tema de fondo el maltrato, pero no el físico, ese que deja huellas visibles en las víctimas, sino otro mucho más perverso, el psicológico, el que poco a poco destruye a la persona, aniquilando su seguridad y su voluntad, y convirtiéndola en una marioneta de quien lo ejerce.

Lo primero que sucedió cuando empecé a leer La caricia de Tánatos es que enseguida me sentí identificada con Mercedes Lozano, la psicóloga cordobesa protagonista de la novela. Me sumergí en su vida y me angustié con ella cuando empezó a recibir unas misteriosas llamadas telefónicas en las que el interlocutor no contesta.

La vida de Mercedes no ha sido fácil. Desde que nació, siente que su madre no tiene con ella la relación que sería normal entre una madre y una hija, y sufre por ello aunque se empeñe en decir algunas veces que lo tiene asumido. Para ella, el personaje esencial de su familia fue su padre y nos cuenta cómo es la relación que tiene con sus tres hermanos. Todos, diez años antes del inicio de la novela, la arropan cuando José Luis, su novio de toda la vida, la abandona a pocos días de la boda para marcharse con Lola, su mejor amiga de la infancia. Decide centrarse en su profesión de psicóloga, después de pasar una temporada en Estados Unidos donde un compañero de profesión le sirve de ayuda para superar el trauma.

Ya en la actualidad, Mercedes conoce a Miguel Vergara, psicólogo que trabaja de forense, por el que se siente inmediatamente atraída. Ambos vienen de relaciones que no han ido demasiado bien y se muestran cautos en cuanto a sus sentimientos. Por otro lado, Mercedes no puede evitar sentir en algunos momentos que su relación con Miguel tiene ciertas similitudes con la que está viviendo una de sus pacientes, Marina, que se convierte en el centro de la preocupación de la psicóloga. Y no es para menos. Después de haber logrado salir de una relación en la que sufría malos tratos y en la que era fuertemente dependiente, ha caído en las redes de otro manipulador.

Pero no es esa la única trama de la novela, hay otra que circula en paralelo, una que habla de descubrimiento de secretos familiares que han permanecido sepultados por un pacto de silencio familiar y que le acabarán dando la clave de lo que le toca sufrir.

La novela se estructura en cuatro partes. Empieza por una introducción, fechada el 18 de septiembre de 2010, pero enseguida la historia que nos esboza, una anticipación del final, se interrumpe para empezar a contarla desde que comenzó.  La primera parte arranca en enero de 2010, la segunda va de marzo a mayo de este mismo año, la tercera parte transcurre entre junio y julio 2010 y la cuarta en los dos últimos meses de ese verano. Todas tienen una extensión similar, alrededor de quince capítulos muy dinámicos, enlazados de manera que vas pasando página casi sin darte cuenta. Finaliza con un epílogo en el que nos queda claro que aunque la historia que cuenta La caricia de Tánatos ha terminado, no lo ha hecho del todo, hay una parte, la que tiene que ver con la recuperación sentimental de la protagonista, que se ha quedado colgada. Y algo más…

Los escenarios elegidos para la novela se centran sobre todo en la ciudad de Córdoba. Yo, que he tenido la suerte de visitarla este verano, recordaba las descripciones de las calles por las que se mueven los personajes. Creo que quienes conozcan la ciudad y sobre todo los que viven en ella van a tener un plus añadido en la lectura. Es algo que me gusta, que los autores se atrevan a ambientar las novelas en espacios poco frecuentes. Me sucedió lo mismo cuando leí la trilogía de César Pérez Gellida, Versos, canciones y trocitos de carne, ambientada en Valladolid o Muerte sin resurrección, que transcurre en Ourense. Muchas de las novelas están ambientadas en los mismos lugares de siempre, Madrid, Barcelona… Valoro de manera muy positiva que se apueste por cambiar esto y que ciudades más pequeñas se conviertan de algún modo en protagonistas de novela.

Los personajes tienen mucha fuerza, no solo los principales, sino también los secundarios están trazados con maestría. No en vano, María José Moreno es psiquiatra y el perfil de cada uno de ellos es minucioso. Podemos sentir que sienten. Marcos, Marina, Marta… cada uno tiene una personalidad definida, unas preocupaciones vitales diferentes que van perfilando su personalidad a lo largo de las páginas del libro.


Esta novela es la primera de una Trilogía sobre el Mal, cuya segunda parte tardará muy poco en estar disponible, en marzo del año que viene. Se titula El poder de la Sombra y la tercera será La fuerza de Eros, cuya publicación está prevista para septiembre de 2016. Las portadas de las tres, que rescato de la página de la editorial Versátil, son una verdadera delicia, creo que han hecho un trabajo fantástico con ellas.



Además, si te apetece, puedes descargarte el formato imprimible del punto de libro en la página de la editorial. Me ha parecido una idea muy original. Pincha aquí para verlo.

viernes, 11 de septiembre de 2015

VIRGINIA WOOLF (1882-1941)




“Cada secreto del alma de un escritor, cada experiencia de su vida, cada atributo de su mente, se hallan ampliamente escritos en sus obra”.

Hace unos meses tropecé con un artículo en el que se hablaba de esta escritora británica, perteneciente a la corriente modernista, y me dije que en cuanto tuviera tiempo tenía que indagar más sobre ella. Quería saber algo más de la vida y obra de una escritora con la que me sentí muy identificada en algunos pasajes de ese artículo. ¿Por qué? Pues porque reconocí en las suyas, algunas de las inquietudes y las dudas que a veces me asaltan desde que escribo (y sobre todo desde que publico lo que escribo). En ningún momento creo que nos parezcamos más allá de este pequeño matiz, pero quería conocerla un poco más. Incluso un poco más allá de sus libros, de los que reconozco solo haber leído Al faro y hace tanto tiempo que apenas lo recuerdo.

De ella dicen que no tuvo reparos en experimentar con la estructura espacial y temporal en la narración, y que convirtió el monólogo interior en una potente herramienta para explorar el subconsciente de los personajes. Con él se aproximaba a sus pensamientos y los exponía libres de la censura de un narrador externo.

La formación de Virginia, más que provenir de escuelas, se forjó en el ambiente en el que creció, frecuentado por gente vinculada a la literatura, ya que su padre, Leslei Stephen, era crítico e historiador. Al morir este se trasladó al barrio de Bloomsbury, en Londres, donde se relacionó con intelectuales como Forster, Keynes o Russell, formando lo que ha pasado a la historia como el grupo de Bloomsbury.

Antes de la publicación de la novela que la consagró, La señora Dalloway, ya casada con Leonard Woolf, escribió algunos textos en los que se empezaba a vislumbrar la ruptura con la narrativa de su momento, pero ninguno de ellos tuvo el éxito de esta novela o Al faro. Es con ellas con las que empieza a brillar su prosa poética y su rompedora originalidad estructural.

Sin embargo, algo tuvo un peso enorme en su ánimo siempre. Fue una persona depresiva. El proceso lo desencadenaría la temprana muerte de su madre, cuando apenas tenía 13 años, seguida dos años después por la de su hermana Stella que había asumido su papel. Estos dos hechos hicieron mella en la personalidad de la niña y, aunque en apariencia se recuperó, años después, tras el fallecimiento de su padre, la depresión hizo otra vez aparición en forma de una crisis mucho más virulenta que las anteriores. Lo que padeció se conoce como trastorno bipolar y afectó en gran medida a sus relaciones sociales, aunque mucho menos a su producción literaria.

Varios factores influyeron en el final de su vida, aunque se piensa que la fría acogida que tuvo la biografía que escribió de su amigo Roger Fry pudo ser el desencadenante de su trágico final: se ahogó en las aguas del río Ouse, después de llenar los bolsillos de su abrigo de piedras. Fue en marzo de 1941, aunque nada se supo de ella hasta que apareció su cadáver en el mes de abril.

Virginia dejó una nota para su marido, al que amaba profundamente, una nota con frases cortas, mal escrita según su propio criterio, en el que expresaba cómo se sentía:

“No puedo luchar”
“No puedo leer”
“No creo que dos personas pudieran ser más felices de lo que hemos sido tú y yo”

jueves, 27 de agosto de 2015

LA NOVELISTA FINGIDA DE RAFAEL R. COSTA

La novelista fingida de Rafael R. Costa participa en el II Concurso de Autores Indies de Amazon



Sinopsis:

Barbara L. Shackleton, antes Rita Amber, consiguió un éxito abrumador con su primera novela. Se vendieron millones de ejemplares y la historia fue llevada al cine, con buen presupuesto y una otoñal Bette Davis como estrella rutilante.
Durante unos años vivió de esa fama y hasta mereció el Premio Pulitzer de 1972. Cuando sus millones de lectores, así como su editor, le piden la segunda parte se refugia en su mansión de Long Island.
Allí se abastece de una docena de máquinas de escribir, y compra muñecas antiguas a las que corta el cabello con unas tijeras para hacerlas parecer a la protagonista de su libro.
La inesperada visita de un conocido hará que la novela que la llevó a la cumbre literaria muestre sus secretos. 

Mis impresiones:

Este verano he leído muy poco. Eso es algo ­extraño en mí, porque en verano es cuando más tiempo suelo tener para dedicarle a la lectura. Ha habido diversas circunstancias que han ido entorpeciendo mi rutina y la cuenta lectora ha quedado más que escasa.

Sin embargo, La novelista fingida la quería que leer por varias razones. La primera es que me apasiona cómo escribe Rafael R. Costa. ­Leí primero El caracol de Byron y me encantó la manera en la que fluye su discurso, la magia con la que construye los personajes. Después, cuando me acerqué a La interpretadora de sueños, las sensaciones fueron nuevamente maravillosas. Cuando un autor te gusta, ni te lo piensas: el mismo día en el que publicó esta nueva novela, me hice con ella.

Rafael R. Costa estructura La novelista fingida en cinco partes y empieza la narración por la que titula «El sombrero de Bette Davis». Es un inicio in extrema res porque, aunque nos deja unas pequeñas preguntas que tendremos que ir resolviendo a la largo de la historia, en este capítulo nos adelanta que Barbara L. Shackleton, a pesar de vivir en su lujosa mansión, es una estrella literaria en declive que brilla menos que la noche lúgubre en la que comienza la narración. El éxito espectacular de su novela publicada por HarperCollins, de la que se vendieron miles de ejemplares, que se tradujo a muchos idiomas, de la que incluso se hizo una película protagonizada por Bette Davis es solo un recuerdo del pasado. El fracaso de su segundo libro ha ido dejándola al margen del mundo editorial y  empezamos a intuir que ha tenido mucho que ver en la muerte de la joven Alice Bruma. Stephan Wells, un poeta enamorado de Alice, que ha pasado años en la cárcel por ello, ha venido a reclamarle que es una impostora y tiene la manera de demostrar que es la culpable de la muerte de Alice.

La llegada de la policía y la «amable detención» de Barbara se queda en suspenso para el lector. El autor, en el segundo capítulo, decide llevarnos de la mano al principio de la historia, al momento en el que las dos protagonistas de la historia se conocen.

La novelista fingida nos cuenta mucho en el mismo título. Barbara L. Shackleton no es el nombre real de esta mujer que aparece en la vida de Alice Bruma el mismo día en el que el hombre pisa la luna, mientras están en Central Park. Es Rita Amber, una joven sin escrúpulos que está intentando construirse una nueva biografía y ve en Alice el modelo perfecto. Enseguida busca la manera de coincidir con ella, incluso en Unnameable Book’s,  la pequeña librería en la que Alice trabaja mientras escribe su novela. El primer paso para convertirse en quien Barbara desea, será ganarse su confianza.


La novela es la historia de una timadora, de una impostora que tiene la imagen perfecta que le permite venderse, pero el mismo valor literario que un jarrón de los chinos (la comparación, hablando de una novela de alguien que escribe tan bien como Rafael, es para darme un bofetón, pero no estoy en mi mejor verano, ya lo he dicho). El autor se esmera en que conozcamos a la que era Rita Amber y esa otra que quiere ser, la novelista por la que se hace pasar. Y lo hace muy bien, pintando todos los matices de una personalidad enferma. Yo no he logrado empatizar nada con este personaje, aunque sí con Alice, la verdadera novelista, la que escribe con tanta pasión que sus dedos en el teclado crean una melodía armoniosa cuando se sienta delante de la máquina de escribir y se olvida de que el mundo existe.

A ellas dos les acompañan un puñado de personajes secundarios, necesarios para contar la historia, entre los que destaca Stephan Wells, el poeta, a quien Barbara le causa siempre una tremenda desconfianza. Rafael no los esboza, los recrea en palabras y dibujos con los que llena sus cuadernos de notas. Estoy acostumbrada a verlos cuando los comparte y creo que son tan bellos casi como sus novelas. Le he robado una foto para que podáis verlo. 

La historia la ambienta en Nueva York y arranca en 1969, y en todo momento la he visualizado en blanco y negro. Suena a Embraceable you, sabe como un cóctel bien preparado y recuerda a una película del mejor cine en blanco y negro negro.

Desisto en el intento de poner un vídeo en el blog, no sé por qué ya no me sale. Dejo el enlace por si queréis escuchar cómo suena.



La novela participa en el concurso de novelas indies de Amazon en este verano de 2015, concurso que termina al finalizar agosto. Sinceramente le deseo que sea una de las finalistas elegidas para la evaluación final por parte del jurado porque es una novela muy interesante, muy bien escrita y con un final cerrado. 

Además, el autor sortea una ilustración de las que ha hecho de la novela entre todas las personas que la hayan leído y participen en el sorteo que tiene activo en Facebook.


viernes, 21 de agosto de 2015

DESMORALIZADA



Vengo desmoralizada.

He conocido a Alberto, segundo de ESO, un excelente estudiante. Me ha estado contando cosas de su instituto e irremediablemente hemos llegado a los libros. De los dos que ha tenido que leer este curso, uno era Rebelión en la Granja de George Orwell. Me ha parecido bien, un libro que tiene dos lecturas y que sirve muy bien para ampliar conocimientos de historia.

Estupendo hasta que le he preguntado cómo lo habían trabajado.

Pues nada, la profesora les dio el título y el autor, un plazo para entregar una ficha del libro (resumen y datos técnicos como el número de páginas) y otra para hacer un examen.

En este punto mi cara se ha debido parecer a ese emoticono al que se le abren mucho los ojos y se le descuelga la mandíbula, pero he seguido preguntando, por si acaso me estaba adelantando.

"¿Qué has entendido del libro?"

Alberto me ha contado que transcurre en una granja, donde los animales se rebelan contra un granjero injusto y, poco a poco, los cerdos se van haciendo con el control de la granja, siendo tan malos como era el granjero.

"¿Y qué más?" No quería volver a adelantarme.

Le he preguntado si han dedicado algún día a explicar esa otra lectura que tiene Rebelión en la granja, esa en la que descubrimos que el autor ha escrito realmente una fábula en la que está haciendo una crítica al régimen soviético de Stalin.

Alberto me ha mirado con la cara del emoticono de antes. No sabe, por supuesto, quién fue Stalin, ni se había enterado de que existía la posibilidad de que hubiera otra manera de entender el libro.

Mientras tomaba un aperitivo con su madre y otra amiga, le he explicado que los libros tienen muchas veces -o sería lo deseable- dos lecturas. Una, la simple, la que está en la superficie. El resumen de lo que hacen los personajes y poco más, eso que ha valorado su profesora a la hora de puntuar el examen. Pero, si el autor es un poco inteligente, siempre deja caer otra lectura más profunda.

Es evidente que a Alberto no le han enseñado a abrir los ojos. No ha podido hacer otra lectura porque ni siquiera intuía que se pudiera.

Ahora me pregunto, ¿tampoco ha aprendido a hacerlo su profesora? ¿No ha tenido una miserable hora para explicarles el libro? ¿No sería mucho más rentable en cuestión de aprendizaje dejarse de exámenes y diseccionar el libro en clase? ¿Es ella una de esas lectoras que no son capaces de leer entre líneas? ¿Alguien así educa a nuestros hijos? ¿Estoy pidiendo demasiado?

Me temo que sí, que cada día veo más claro que leer se leerá, pero la comprensión de lo que se lee se está convirtiendo en una quimera.

Y me da mucha pena.

viernes, 14 de agosto de 2015

¿Y SI DE VERDAD TE QUIERO? DE VICTORIA VILCHEZ




Sinopsis:

Laura es la reina de los «¿Y si...?», y ahora está a punto de casarse. Pero, ¿y si Sergio no fuera el hombre de su vida? 

Sus dudas no hacen más que aumentar cuando conoce a Leo, un encantador y sexy policía que la hará enfrentarse de una vez por todas a su enfermiza indecisión. Ambos se irán descubriendo el uno al otro y tendrán que luchar contra el deseo irrefrenable que los sacude cada vez que están juntos. 

La mayoría de las veces, cabeza y corazón no van de la mano, y Laura no tiene ni idea de a qué parte de ella debería hacer caso.

Mis impresiones:

Esta novela me la compré el día en el que estaba en promoción con kindle flash. No sabía nada de ella, no tenía ninguna referencia y apenas le eché un somero vistazo, pero me apeteció y la compré. Luego hice eso que digo siempre que no tengo que hacer y que no volveré a hacer, pero que no puedo resistir: empezarla sin acabar el libro anterior.

Pues me la tuve que leer...

Esta historia está escrita en un tono desenfadado, desde el punto de vista de Laura, la protagonista. Si bien es una novela fácil de seguir, en ella hay algunas frases que me han gustado mucho y que he ido tuiteando, porque he descubierto la manera de compartir los subrayados de kindle en Twitter. Si veis en mi perfil una frase seguida de un enlace, eso es que estoy leyendo una novela y alguna de sus frases me ha dicho algo -a veces incluso es algo que no está en el contexto de la historia sino que me lleva a un pensamiento mío- y he sentido el impulso de dejarla ahí.

Laura está a punto de casarse con Sergio, el chico con el que lleva tres años embarcada en una relación que nunca ha sido explosiva, y mucho menos desde que pasaron el primer año, ese en el que hablan las hormonas y las reacciones químicas en nuestro organismo. A poco de la boda, Laura empieza a tener millones de dudas, su cabeza se llena de "¿Y si...?", la coletilla que le pone a todas sus preguntas internas. En ello está cuando Leo irrumpe en su vida.

Leo es... perfecto. Agente de la autoridad, guapo, simpático, de sonrisa encantadora, amable, generoso, correcto, educado, cachas... vamos, un chico de esos que solo existen en nuestros mejores sueños. Tropieza con Laura un día para ponerle una multa cuando tiene un poco mal aparcado a Cooper. (Cooper es el coche de Laura, que tiene nombre). En primer encontronazo entre ellos está listo y la química entre los personajes no se hace esperar. Solo será la primera vez porque, días después, Candela, la hermana de Laura, planea unos días en un pueblo de Burgos, en casa de un amigo, y ese resulta ser Leo.

Y no, no es una casualidad que acaben en su casa, pero tendréis que descubrir vosotros cuál es la razón leyendo el libro.

Lo que más me ha gustado de la novela no es que Leo sea perfecto. Lo que más me ha gustado es que la autora sabe crear ese clima mágico de sincronía entre la pareja protagonista, que maneja la tensión sexual perfectamente y que nunca pierde la elegancia en las descripciones de cualquier encuentro entre los dos. No hay escenas de sexo, por lo menos de las que suelen aparecer en la literatura de ahora, y hay más química entre los personajes que en muchos libros eróticos. Y eso me ha gustado porque eso sí es real, si se da en la vida. A veces, si tenemos suerte, tropezamos con alguien que hace que nuestro corazón se descontrole, que se nos aflojen las piernas y digamos tonterías para encubrir nuestro nerviosismo. A veces, con infinita suerte, nos enamoramos a la vez que otra persona lo hace de nosotros y entonces todo merece la pena.

La novela no se centra en una trama compleja sino más bien en las dudas de Laura y el nacimiento de los sentimientos hacia Leo. Un detalle interesante, para mí, ha sido la teoría de los primeros besos que él le expone. Me ha parecido muy acertada y muy tierna, además de que creo que lleva mucha razón.

¿Qué teoría?

Leed...

Creo que ¿Y si de verdad te quiero? es una novela que se lee con gusto, que hace que muchas veces te rías con las cosas que le pasan a Laura, que me ha enseñado un lugar que desconocía, y del que he buscado fotos porque me parecía que tenía que ser precioso. Y sí... lo es. Y como no me pilla muy lejos de casa, quizá planee una excursión no tardando.

Pozo Azul. Covanera. Burgos