viernes, 11 de abril de 2025

CASI



 

Lo que más me maravilla de escribir es que puedo hacer lo que me dé la real gana.

¿Quiero matar a un personaje? Me lo cargo.

¿Quiero que mi novela transcurra en otro siglo? Allá voy.

¿Me apetece poner a hablar a alguien a quien jamás conoceré en la vida que me ha tocado? Nadie me lo impide.

¿Puedo hacer sufrir a un personaje o feliz a otro? Sin duda.

Durante muchos años me pregunté para qué demonios había venido a este mundo. No sentí que hubiera hecho nada especial salvo respirar regularmente y parir dos niños sin anestesia. En todo lo demás, siempre he sido un casi.

Casi la mejor de clase.

Casi periodista.

Casi pianista.

Casi la primera de mi promoción en la universidad.

Y así, hasta el infinito, hasta que de tanto decirla la palabra casi se desgastaba y se le veían hasta las costuras a la a.

Casi, casi.

Pero llegó la escritura y dejé de sentirme un casi. Puede que para los demás lo sea, pero yo no lo siento así, siento que este es mi sitio. Siento que escribiré hasta que me fallen los ojos, y aun entonces lo estaré haciendo, porque las historias me las seguiré contando a mí misma cuando me esté quedando dormida por las noches.

Casi como si las escribiera.




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