El lenguaje está lleno de trampas, no sólo es necesario conocer la ortografía para decir lo que quieres decir, hay que entrenarse un poco con la sintaxis, encontrar tu estilo propio, para que lo que cuentas no sea sólo una anécdota sino que tenga alma. O para que en el examen de historia demuestres lo que sabes y no escribas otra cosa absolutamente distinta, responsable de que tu nota no pase del dos.
El mundo de blogger es infinito. Hay espacio para todo: diseño gráfico, manualidades, cocina, música, arte, historia... Cada uno vamos eligiendo los temas que más nos interesan y creando pequeños grupos en los que compartimos aficiones, sueños y, sobre todo, palabras.
Lo que más me gusta son los libros. Leer, escribir, expresarme a través de palabras ha sido siempre mi refugio para los buenos y los malos tiempos. Por eso mi mundo virtual se ha ido acomodando al real, y he ido descubriendo a gente que, como yo, lee o escribe. Algunas veces me he llevado grandes sorpresas: gente anónima que cuelga sus escritos y nos regala relatos de mucha calidad comparten espacio con otras personas a las que el talento les pasó un día por su lado sin dejarles huella alguna. O simplemente son víctimas de las trampas del lenguaje.
Sin embargo hay algo que no me gusta nada: encontrarme relatos en los que faltan letras (por esa simplificación que empleamos al escribir, que al final se traslada sin remedio a nuestro propio pensamiento), ni tampoco con faltas de ortografía que no se le perdonarían a un niño de tercero de primaria. Mucho menos libros, presuntas novelas en las que no hay erratas, hay errores de base, palabras empleadas en lugar de otras porque hemos asumido que son sinónimos cuando no es cierto. Hace poco leí en un relato un sustantivo que había sido empleado sustituyendo a una preposición y un adverbio. No una, varias veces. Las letras eran las mismas, pero un espacio entre ellas hubiera bastado para que aquello no sonase chillón (por cierto, esta expresión, "sonar chillón" es una figura literaria, sinestesia se llama, mezclar sensaciones de dos sentidos diferentes para lograr un efecto sorprendente, una de las "cosas inútiles" que enseño).
En realidad empecé a escribir esta entrada porque ayer me enfadó que una de mis alumnas me gritara (no estaba enfadada, habla así) que es absolutamente ridículo estudiar lengua, o literatura, o las figuras literarias, porque no sirve para nada en la vida. Es mejor saber química, o física, o logaritmos. Yo no pienso lo mismo. Sé hacer logaritmos, pero todavía no he encontrado una conversación interesante en la que se pueda hablar de ellos. Sin embargo sí que he hablado horas con gente del Quijote (por cierto, hay quien opina que es malo!!!) o de la novela picaresca, o de la importancia de las obras literarias para conocer mejor la sociedad que las produjo.
Sin querer me he ido desviando del tema. En realidad estaba tratando de decir que si no conocemos el lenguaje en toda su extensión y esto incluye la sintaxis, las figuras literarias, caeremos en sus trampas. Y esquivarlas es tan fácil como ser un poco más exigentes con nosotros mismos, no dejarnos vencer por la comodidad que supone escribir algunas letras menos o pararnos simplemente a escuchar en clase del lengua en lugar de quejarnos.
Para comunicarnos hablamos. Usamos el lenguaje. Los logaritmos pueden ser importantes en nuestra vida durante algún tiempo pero la lengua lo es siempre.
Me sumo a la campaña de Olga con su banner.
Mayte, ¡no puedo estar más de acuerdo contigo! Como filólogo, puedes imaginar cómo veo toda esa simplificación y degeneración de la lengua...
ResponderEliminar¡Felicidades por esta entrada!
¡Un beso!
Uy! Me has puesto nerviosa. Yo escribo mi blog con todo cariño porque me gusta y trato de fijarme para no cometer errores pero no tengo la formación que tú tienes por lo que puedo cometerlos y el que alguien como tú los encuentre y le molesten me ha puesto nerviosa.
ResponderEliminarHola, Mayte:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en muchos de los puntos que tocas.
A mí, una de los factores que más me puede atraer de un blog es cómo escribe su autor. Si tiene faltas de ortografía pero aporta otras cosas, probablemente le de una oportunidad, porque no quiero caer en la pedantería.
Pero si escribe correctamente, tiene infinitas papeletas para que me quede.
Aunque quiero dejar claras dos cosas. Lo primero, todos somos humanos y, en lo más tonto, podemos cometer un error. El problema está en que esto queda grabado aquí casi a fuego.
Lo segundo es tener presente que, aunque las lenguas sean algo vivo, sí estaría bien observar un mínimo de reglas. Pero, para ello, quienes exigen tendrían que conocerlas y cumplirlas. De momento, eso parece improbable.
Este tema es de los que me llevan a charlas o correos interminables. Así que lo voy a dejar aquí...
Un abrazo!
PD. ¿Tu dirección de correo sigue siendo la que pones en "contacto"?
PD2. El lenguaje, profe, también puede ser matemático, corporal, de signos... Y creo que, más bien, somos víctimas de las trampas de las lenguas.
Espero que mis faltas no sean desastrosas... no pase de 2° de BUP... por cierto, el teclado no me escribe las tildes, o acentos... :S
ResponderEliminarTampoco me gusta la simplicacion ni la repeticion sobretodo de la iiiii.
No os preocupéis. No hablo de tildes, ni de erratas, hablo de los códigos indescifrables (para mí que soy muy tonta) que me encuentro muchas veces. Están bien para un SMS, pero nada más. A cualquiera se le puede escapar una palabra.
ResponderEliminarChicas, no os preocupéis. Me gusta lo que escribis así que, como dice AM, si veo algún fallo hago como si no estuviera y sigo leyendo.
AM, ya sé que hay múltiples lenguajes, pero cada vez que oigo que estudiar lengua y literatura no sirve de nada me enciendo y tengo que escribir para calmarme. Lamentablemente, lo escucho demasiadas veces.
Asumo que muchas veces me equivoco, porque todos somos humanos. Y yo además, imperfecta.
Jesús, llevo toda la tarde aplastada por el calor, ¿qué tal en Cádiz?
Se me olvidaba. Tengo dos correos, uno es el que está en la pestaña de contacto y el otro creo que en el perfil de blogger.
Jajaja, Mayte, no me refería a eso... sino a que es respetable que cada uno se comunique en el lenguaje que quiera. Eso y, también, puntualizar la diferencia que existe entre lengua y lenguaje.
ResponderEliminarA mí también me ha tocado explicar, sobre todo cuando decidí aparcar las ciencias y pasarme a esto, por qué es útil.
Siempre he respondido que la lengua estructura el pensamiento. De ahí que sea inevitable estar marcados por nuestro idioma o idiomas. También digo que es un arma para defenderte del mundo, para expresarte y conseguir lo que quieres. ¿Cómo pides agua, si tienes sed? ¿Cómo gestionar tus sentimientos, si no sabes cómo nombrarlos? Pero, además, son es un billete a otros lugares, tiempos, vidas...
PD. Llevo mucho tiempo luchando por no ofender a nadie, cuando me refiero a la forma que tienen de escribir. Sólo es eso.
PD2. ok! t mand 1 mail ayr
Pues de acuerdo contigo. A mí también eso de la simplificación de palabras no me va mucho. Las llego a utilizar en mensajes de sms y eso es muy raro, pero fuera de ahí, no me agradan nada.
ResponderEliminarSaludos!
Mayte, en Cádiz el calor está siendo insoportable. Ayer nos dio una ligera tregua, pero hoy vuelve a dar caña. Espero que mañana refresque un poco, que toca tarde de terraza con los amigos (suerte que el bar al que vamos siempre tiene todo el día la terraza a la sombra).
ResponderEliminar¡Besos!