No, no
me he equivocado de título. Igual que hay veces que leemos libros inolvidables,
otros podríamos ponerlos en esa categoría, la de aquellos que nos hicieron
perder el tiempo porque además de no aportarnos nada de nada, supusieron tener
que hacer un tremendo esfuerzo para terminarlos. ¿Os ha pasado? A mí, por supuesto, sí. La diferencia es que
ahora no termino ni uno que me esté costando. Cierro y a otra cosa, porque
quizá el mundo es más rápido, con los libros digitales la oferta es mayor y ya
no vivo en un sitio en el que encontrar novedades era una
auténtica utopía. Ahora tengo la posibilidad de comprar con un click y
estanterías repletas de novedades y clásicos al alcance de mi mano en cualquier
centro comercial de los alrededores.
Estoy
pensando ahora en otros libros olvidables.
Son aquellos que en el momento de su lectura nos parecieron maravillosos pero
que, con la perspectiva del tiempo han ido modificándose en nuestra percepción
y si los abordas de nuevo te preguntas qué demonios le verías en su día a ese
bodrio infumable que tú mismo le hiciste creer a tus sentidos que era
literatura. Lo que te parecían frases brillantes se convierten por arte de
magia en topicazos sin interés y la trama que te mantuvo atrapado, con el paso
del tiempo te parece previsible, vacía y tramposa. Cuando me encuentro frente a
uno de ellos me pregunto qué proceso mental estaba cociéndose en mi cerebro
para que se me fuera tanto la pinza o qué me ha pasado por el camino para
cambiar tanto. El tiempo ha hecho mella en ellos, los ha hecho caducar.
Quizá
sea sólo eso.
Demasiado cercanos, demasiado actuales y en poco tiempo
olvidables.
¿Os ha pasado también?
Claro
que, para compensar, está el otro extremo, esos libros que nos hicieron leer en
el instituto y que odiamos porque a la edad que los leímos odiar forma parte
del vocabulario. Sobre todo lo que viene con una imposición detrás. Sin embargo
ahora, libres de la presión del tiempo o de un examen sobre el contenido, los
vemos de otro modo y da igual si los leemos una o veinte veces más. Mejoran
como el buen vino. De estos tengo muchos ejemplos: La Celestina; El Buscón; San
Manuel Bueno, mártir; Cien años de soledad… Mis ejemplares pierden hojas por
desgaste y cada vez que me sumerjo en ellos descubro más y más matices y
entiendo, ahora sí, por qué el tiempo no les afecta en absoluto.
Estos,
sí, son inolvidables.
La vida secreta de los libros... No nos damos cuenta y ellos también hacen su camino. Yo sigo acabando todo lo que empiezo, una manía. El único que abandoné fue 'El péndulo de Foucault'. Con otros muchos me ha pasado eso, que al acabarlos te encantan y, vistos con el tiempo, no lo entiendes. Y entre mis inolvidables, que por suerte son muchos, 'Cien años de soledad', 'La historia interminable', 'Ébano', 'Olvidado Rey Gudú', 'No digas que fue un sueño', 'El viejo y el mar', 'El señor de las moscas'...
ResponderEliminarBesos
Dorothy, a mí me pasaba eso, hasta hace bien poco terminaba todo lo que caía en mis manos. Supongo que es lo que te hace modelar tu criterio, distinguir entre lo que vale y lo que no, porque fiarse de lo que te cuentan no es demasiado sensato.
ResponderEliminarHas mencionado otros cuantos inolvidables que he leído.
Un besito
Hay muchos libros olvidables, vale la pena empezar 100 si entre ellos acabas encontrando 1 que no olvidarás jamás. Biquiños!
ResponderEliminarCreo que en nuestra vida lectora es inevitable encontrarte con libros "olvidables". Yo tengo la costumbre de llegar al final de todo lo que leo independientemente de que me guste o no, así que tengo muchos olvidados. Y luego como no acostumbro a releer pues los que me gustaron mucho sigo guardándolos en mi memoria con cariño
ResponderEliminarbesos
Lo que pasa es que esos libros "olvidables" no se olvidan; ¡los recordamos precisamente por lo poco que gustaron! Cruel paradoja.
ResponderEliminarSiempre he dejado lo que no me mantenía interesada, por eso tengo pocos "olvidables". Pero sí que es verdad que años después he redescubierto muchos que no me prendieron en su momento y que luego me apasionaron. Un ejemplo: "Lady Susan" de Jane Austen. Lo intenté por primera vez con 14 años y leer cartas no me gustó. Años más tarde es uno de mis favoritos de la autora.
ResponderEliminarPor desgracia hay más olvidables que inolvidables.
ResponderEliminarNo voy a decir ninguno de mis olvidables, pero mi inolvidable por excelencia es Lo que el viento se llevo.
Besitos.
Pues sí, hay libros que en un momento nos gustaron mucho, pero luego, a los años vuelves a ellos y te preguntas dónde está la magia... Los años nos cambian, también toda la lectura que llevamos ya... Y ya es más difícil sorprendernos, convencernos... Pero afortunadamente existen libros que aún lo hacen. Y que los releemos y seguimos disfrutando: Cien años de soledad, Crónica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del cólera (se nota mi debilidad por Gabo), El camino de Delibes, Momo o La historia interminable, Olvidado Rey Gudú, EL señor de los anillos, Niebla de Unamuno y tantos y tantos...
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues tocas un tema muy curioso: el de cerrar sin terminar algunos libros. Cuando era más jovencita, me empeñaba en terminarlos todos, siempre, aunque me resultasen insufribles. La experiencia me ha aportado algo valioso: el tiempo que puedo dedicar a la lectura es muy breve, así que mejor aprovecharlo en leer algo que realmente me guste.
ResponderEliminarTengo una larga lista de libros olvidables y soy culpable de haberlos leído enteros...Casi todos!!!
Mandarica, en eso que dices llevas razón, siempre es bueno indagar porque a veces te llevas sorpresas.
ResponderEliminarBesotes
Tatty, me encantaría tener tu fuerza de voluntad para terminar todos los libros.
ResponderEliminarYo lo de releer sí que lo hago, de hecho estoy preparando una entrada sobre los libros a los que vuelvo.
Un beso
Enrique, sí que es una paradoja, que no se nos olviden precisamente los libros que pretendemos olvidar. Pero los recuerdos funcionan como quieren...
ResponderEliminarUn beso
Isabel, tú eres entonces de las mías. Es cierto eso que dices, sobre los libros a los que nos acercamos en un mal momento y que tiempo después cambian en nuestra percepción. Por eso no hay que tener miedo de abandonar alguno, puede que simplemente no sea su momento.
ResponderEliminarUn beso
Inés, yo no he hecho un balance de los que pesan más, pero es verdad que a la hora de elegir, nos quedamos con muy poquitos.
ResponderEliminarBesos
Margari, veo que entre tus inolvidables también están muchos de los míos. Yo también me rindo ante los encantos de García Márquez. Sólo hay uno con el que no he podido, con El señor de los anillos. Lo empecé varias veces y nada. Traté de ver la película y me dormí...
ResponderEliminarBesos
Mónica, no sé si yo también decidí dejar libros a medias por falta de tiempo, supongo que algo de eso hay. De pequeña devoraba todo lo que caía en mis manos.
ResponderEliminarUn beso
En mi colección de libros "olvidables" hay unos cuantos pero no te puedo decir títulos. Los olvidé...
ResponderEliminarBesos
Sin duda, hay libros que llegan a nuestra vida por algún motivo, y salen de ella sin pena ni gloria. Me ha pasado en varias ocasiones. Antes, hace ya mucho tiempo, siempre me quedaba con una sensación extraña al dar carpetazo a un libro sin terminarlo. Pero al final aprendí que hay muchas historias esperando, por lo que ya no me demoro en historias que no me aporten nada. ¡Muchos besos!
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. Con todo.
ResponderEliminarCuando era mas joven acababa todo lo que empezaba aunque me costara, ahora no, le doy un margen y si no me gusta, no me gusta, lo dejó sin ningún cargo de conciencia. En cuanto a los que antes sí y ahora no. Supongo que cada edad y cada libro deben tener una mínima correspondencia.
Otra cosa que ahora casi no hago es releer y a veces me da pena porque muchas veces he disfrutado mucho mas un libro en una segunda o tercera lectura que en la primera.
Besos
P.D. Me gusta lo que cuentas y cómo lo cuentas, con tu permiso me quedo por aquí.
Me he sentido identificada con todo lo que has dicho. Efectivamente he leído libros que en su día me parecieron la bomba y ahora distan mucho de lo que son mis preferencias. También coincido con las lecturas obligatorias, deberían cuidar mas eso, dejar que se lea lo adecuado a cada edad, se trata de inculcar la lectura no de hacérsela aborrecer. En fin me ha encantado tu entrada. Un beso
ResponderEliminarYo intento terminar todos los libros, aunque sea dejando pasar un poco de tiempo. Aún así muchas veces es una pérdida de tiempo. Debería retomar la lectura de algunos libros de obligada lectura en el colegio que no me gustaron nada, "Tormento" y "Tiempo de silencio" entre ellos. A ver si con la edad consigo valorarlos.
ResponderEliminarBesos
Qué reflexión más acertada. Estoy totalmente de acuerdo contigo. A veces la impresión que te formas de un libro depende del momento de la vida que estés viviendo.
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