Cada noche, a las 0:58, me quedo mirando en el techo de mi habitación los grandes números rojos de la hora que proyecta mi reloj.
Sonrió por la casualidad de que cada noche mire solo una vez la hora y acierte con las 0:58.
¿Es un especie de día de la marmota?
¿Hay una conspiración brujeril para que mis ojos se vayan al techo justo a la misma hora?
¿Sucede algo a las 0:58 que se me ha pasado por alto?
¿Son las 18:58 en Bogotá?
¿Por qué no estoy durmiendo nunca a las 0:58?
¿Debería escribir una novela que se llame 0:58?
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