miércoles, 9 de noviembre de 2011

EL ETERNO OLVIDO de ENRIQUE OSUNA






Título: El eterno olvido
Autor: Enrique Osuna.
Páginas: 360.









Antes de empezar a hablar del libro, os diré cómo llegó a mis manos. En esta misma página hay una pestaña en la que, al abrir, sólo aparece una dirección de correo electrónico. Lo tengo ahí, por si alguien se quiere poner en contacto conmigo. Enrique vio el blog y le pareció que quizás pudiera estar interesada en leer su novela. Me pareció buena idea y me animé. La sorpresa vino unos días después, cuando se puso de nuevo en contacto conmigo para decirme que había descargado La arena del reloj y se lo había leído. La reseña en su blog ha captado la esencia de lo que yo quería transmitir con el libro. Desde aquí aprovecho para darle las gracias. Además, coincidió con el día en el que empecé El eterno olvido. No sé si es una casualidad o simplemente magia.


Sinopsis (extraída de Amazon):

Kamduki es un juego de Internet que pretende encontrar la persona más inteligente y audaz del planeta. Justo cuando se encuentra inmerso en la resolución de las pruebas, Samuel conoce a dos chicas: Marta y Lucía; una moderna y desinhibida; otra sensual y enigmática. El amor irrumpe en escena, mientras Samuel se va obsesionando con las pruebas a medida que las va superando. No puede sospechar la terrible realidad que esconde aquel diabólico juego, ni que su vida jamás volverá a ser la misma.La sombra del pasado, el amor y la crueldad se entremezclan en una aventura sin retorno en busca de un sueño. El eterno olvido no es solo una novela de amor, intriga y suspense; es la constatación de que lo mejor y lo peor de las personas transitan sobre una línea demasiado delgada.

Cuando empecé a leer la novela, no encontré nada de esto que dice en la sinopsis, por lo que llegué a pensar que me había equivocado de libro. Más tarde constaté que no era eso, sino que en realidad aparecen tres historias sucesivas en la novela, relacionadas entre sí.

La primera es la historia de Noelia y su abuelo, una historia dura en la que el autor aprovecha para introducir tanto al personaje femenino principal, y la justificación de su conducta posterior, como reflexiones sobre la sociedad y el mundo en el que vivimos.

La segunda nos presenta a Samuel, el protagonista masculino, y empieza, ahora sí, a desarrollar lo que se planteaba en la sinopsis. Un día Samuel descubre Kamduki en internet y, por ponerse a prueba, se apunta a resolver los enigmas que plantea. Con esto me sentí... ¡torpe! Algunos eran tan obvios cuando leías la respuesta que parecía imposible que mi cerebro no hubiera sido capaz de resolverlos. Tengo que decir, también, que la prueba número seis la resolví mientras la iba leyendo. Supongo que fue casualidad, pensé justo lo que había que pensar cuando dieron las pistas y cuando llegó la solución me dije que para algo soy geógrafa... Ahora en serio. Fue pura suerte que la primera idea que tuve fuera la solución. Las pruebas van aumentando de dificultad, a la vez que la obsesión de Samuel por conseguir el premio. No lo hace solo. Contraviniendo las normas le ayudará una amiga, Lucía, una muchacha muy inteligente a la que conoce una noche.

La tercera parte de esta historia, para mí la más intensa, empieza cuando Samuel acude a Noruega a recoger el premio.Ahí, la narración se vuelve angustiosa, la novela se acelera y la pluma de Enrique te obliga a buscar momentos para terminar la lectura. Por si todo esto fuera poco, el epílogo añade un toque de misterio más a todo el entramado que ha creado.

En el libro no sólo son interesantes las reflexiones, sino también cómo ha introducido el juego del ajedrez en la narración. Por eso aparece en la portada.

Voy a rescatar una frase, sólo una, que quizá por mis propias circunstancias personales actuales me ha llegado. Habla, como no, del olvido.

"El mismo día que fallece una persona nace su olvido, apenas apreciable en su incipiente aparición, caprichoso y esporádico luego, firme y robusto con el paso de los años."
 
¿Qué os parece? ¿Os animáis a leerlo?

domingo, 6 de noviembre de 2011

MAÑANA ENTRE PINOS

Vivo en un lugar especial, estoy segura. Lejos de la ciudad, de sus gases nocivos, sus atascos, las prisas y la soledad de las grandes aglomeraciones humanas. Estoy lejos, pero no tanto. En menos de una hora, si la elijo bien, puedo estar en el centro de Madrid, y en unos cuarenta minutos, si consigo aparcar, me puedo hacer una foto debajo del acueducto de Segovia. Tengo acceso a internet, varios supermercados, servicio de urgencias médicas y talleres por si se me rompe el coche. Y tiendas de muebles de verdad. Y gimnasio. Y tres panaderías donde hacen pan de madrugada... No me falta lo básico y como plus, tengo pinares, muchos pinares que rodean el municipio y que otorgan el privilegio de un paseo un domingo antes de comer.

Esta mañana, de repente, nos asaltó la idea de salir en familia a dar una vuelta al pinar. Caían algunas gotas, pero no importó. Cinco minutos en coche y ya estábamos dentro del bosque, dispuestos a explorar. El objetivo en estas fechas suele ser recoger setas, pero este año, con lo poco que ha llovido a finales del verano es casi una tarea imposible. Nos conformábamos con ver alguna.

Empezamos un paseo sin esperanzas y en pocos minutos nos dimos cuenta, por la ausencia de destrozos que arman algunos en el pinar, que no debía haber ni un solo níscalo (o nícalo, como dicen los segovianos). Así que el objetivo se transformó. Con ver una seta cualquiera, nos conformábamos. Empezaron a aparecer discretamente ante nuestros ojos unas pequeñas setas no comestibles, una especie que tiene como misión descomponer los restos orgánicos que caen al suelo. Suelen crecer en las piñas, y se llaman micenas de las piñas. Aitana empezó a contar: una, dos, tres... Alex se unió a su juego: veintisiete, veintiocho... Juraron que pararían al llegar a cien. Bueno, hasta ciento treinta. Casi mejor hasta doscientas. Esta vez sí, mamá, cuando lleguemos a trescientas paramos...  Lo dejaron, finalmente en trescientas treinta y nueve.

Aparte de esta especie, no pudimos encontrar nada. Ni un solo níscalo, ni boletus, ni siquiera alguna amanita muscaria, y eso que Aitana nos advirtió con énfasis que no la tocáramos si la veíamos, que es venenosa. Eso indica que la visita al museo con el colegio, el curso pasado, fue provechosa. Sin embargo, no fue tiempo perdido. Pasamos un buen rato en familia, pudimos respirar el olor del bosque húmedo, del tomillo, de los pinos... En cinco minutos estábamos en casa de nuevo. Listos para comer y para pasar la tarde en casa, que el clima invita a poco más.

Y tú, ¿qué harás hoy?

jueves, 3 de noviembre de 2011

LA BIBLIA DE LOS CAÍDOS. FERNANDO TRUJILLO SANZ.

Creo que las personas atraemos determinadas cosas y repelemos otras tantas, como imanes con polos opuestos. Yo, por ejemplo, estoy segura de que mi cuerpo repele el deporte con energía. Cada vez que intento hacer un esfuerzo por encima de mi media, acabo accidentada. Del mismo modo, estoy convencida de que soy un imán para los libros. Tiendo a atraerlos, o ellos me atraen a mí, igual que la gravedad nos mantiene pegados al suelo.
Hace algo más de una semana tropecé con una propuesta que hacía Fernado Trujillo Sanz en Facebook. A cualquiera que se lo pidiera, le regalaría un ebook de su primera novela, La Biblia de los Caídos. Intenté resistirme pero fue en vano. Cinco minutos después le había enviado un mensaje. El correo, sabedor del atasco de libros que tengo desde que empezó el curso, me saboteó la iniciativa. Sospeché. No sé, mi conexión es muy lenta y este proceso había ido demasiado rápido. Volví a intentarlo al cabo de unas horas y enseguida recibí el libro.

Ahora toca decir qué me ha parecido. Como siempre, trataré de no desvelar nada, sólo empujaros a desear leerla. A ver si lo consigo.


Sinopsis (extraída de Amazon):

El mundo cuenta con un lado oculto, una cara sobrenatural que nos susurra, que se intuye, pero que muy pocos perciben. La inmensa mayoría de las personas no es consciente de ese lado paranormal... ni de sus riesgos. A veces la gente se topa con esos peligros y desespera, se atemoriza, y no sabe qué hacer ni a quién recurrir. Pero no todo está perdido...Dicen que en Madrid reposa una iglesia muy antigua, cuyo origen es desconocido. Allí, en su interior, frente a una cruz de piedra esculpida en uno de sus muros, se puede alzar una plegaria. También dicen que aquel que no tiene alma la escuchará, y si la fortuna acompaña, el ruego será atendido. Pero exigirá un elevado precio por sus servicios, uno que no todo el mundo está dispuesto a pagar. Mejor será asegurarse de que se quiere contar con él antes de recitar la plegaria.Eso es lo que dicen.Este es el tomo cero. El inicio de la historia de La Biblia de los Caídos.

El caso es que cargué la novela en la tablet y curioseé. No pretendía empezarla, tengo un libro sin terminar, pero una página me fue llevando a otra. Tuve un pequeño problemilla con el formato, pero otro correo al autor me lo solucionó en un momento. Seguí leyendo y sólo interrumpí la lectura durante un día, por motivos personales. Yo, que creía que la temática del libro no me iba a atraer en absoluto, me equivoqué. Es un libro que he disfrutado mucho. La prosa de Fernando Trujillo Sanz te atrapa desde el principio, tiene giros que te van sorprendiendo y que impiden que interrumpas la lectura. La historia está perfectamente estructurada pero a mí lo que me ha enamorado irremediablemente de esta novela son los personajes.

De todos, me quedo con Diego, el niño. Es genial. Un personaje que, por su maldición, se ve obligado a decir siempre la verdad, con esa naturalidad y desvergüenza de los niños. Fernando lo ha dibujado a través del lenguaje con maestría y me ha cautivado. Es el principal apoyo que encuentra Sara, recién llegada al grupo, rastreadora novata a la que Alex recuerda siempre su condición. Muchas de las preguntas que ella se va haciendo, acaba siendo Diego quien se las despeje.

Miriam, la centinela, es un personaje que vive un conflicto. Su condición la obliga a mantenerse casta, no tiene permitido que su alma se funda con otra, y aunque su misión es atrapar al Gris para llevarlo ante los ángeles a los que sirve, se siente atraída por él, ya que carece de alma. Por eso acepta esperar a que él termine el exorcismo que le han encargado antes de entregarlo. El personaje principal, el Gris, sobrevive sin alma. Es un tipo duro, atormentado porque ya casi es incapaz de tener sentimientos humanos.

Finalmente, hay otro personaje que me tiene descolocada: el Plata. Genial. Salta de cuerpo en cuerpo, ocupándolos por un tiempo y está un poco trastornado. O a lo mejor es que hay que seguir leyendo libros para entederlo del todo. La idea de un hombre sin alma, otro que sólo es alma, un niño maldito, obligado a decir siempre la verdad... Mientras leía no podía dejar de pensar en que estaba viendo una película. Los personajes de Diego y el Plata, que son muy divertidos, desdramatizan la historia y la vuelven deliciosa. Pero ya sabéis que yo soy yo y esta es sólo la opinión de una lectora.
La historia, en realidad, no acaba en esta novela. La continuación de la historia es Los Colmillos del Asesino (La Biblia de los Caídos. El Testamento de Sombra. Tomo I) Esta, y otras novelas de Fernando Trujillo Sanz están disponibles en Amazon. Me parece que acabaré leyendo mucho a Fernando...

¿La habéis leído? ¿Os apetece?

lunes, 31 de octubre de 2011

ADIOS, AMIGA.


Barby, te voy a extrañar muchísimo.
Cuando reuna fuerzas, te voy a dedicar la entrada
que tú mereces.

Adiós, amiga.



domingo, 30 de octubre de 2011

NUEVOS EN CASA

Estos días estoy recibiendo en casa muchos más libros de los habituales. Leo mucho, pero no siempre compro los libros yo. Lo he dicho muchas veces, mi madre tiene una biblioteca que da para un par de vidas, y siempre que voy a verla me traigo alguno de sus libros (que siempre devuelvo puntualmente).

Sin embargo, últimamente han sido varios los libros que he adquirido en papel. El primero que llegó fue Recuerdos prestados de Cecelia Ahern. Estaba en uno de esos cajones que ponen en los supermercados, llenos de libros a los que bajan el precio para deshacerse de ellos. Siempre me paro ahí. Se me olvida enseguida si el objetivo que me hizo entrar en la tienda fue comprar unos yogures y hacerme con la provisión semanal de leche y huevos. Me quedo pegada a esos cajones y es raro que no rescate a algún ejemplar.

Otro de los libros que se han instalado ya en mis estanterías es el último premio de novela Círculo de Lectores.  Me cuesta mucho elegir algo en la revista, cada vez que me la traen, porque suele estar llena de libros que tienen ventas espectaculares y como ya me he llevado varias decepciones con alguno de ellos, suelo mirarlos con cierto recelo. Por eso elegí la primera novela de Vicente Gramaje Trilla, Cuando leas esta carta. No sé qué tal estará, ya os lo contaré si me gusta, pero me anima que el jurado sea gente como tú y como yo.

Finalmente, se ha venido a vivir a mi casa el libro de Megan Maxwell, Las ranas también se enamoran. Ayer lo encontré en una librería y estuve mirándolo. Antes de que me diera tiempo a tomar la decisión de comprarlo, Alberto me lo quitó de las manos y se fue a pagarlo.

Por si no fuera bastante, hace unos días en Facebook me encontré con una oferta de Fernando Trujillo Sanz. A cualquiera que se lo pidiera, le regalaría el ebook de su primera novela, La biblia de los caidos. Ni corta ni perezosa me puse en contacto con él y enseguida tuve la novela en mi lector. Casi está terminada y tengo que deciros que me está encantando a pesar de que el tema me echaba un poco para atrás. No soy mucho de exorcismos, ni de películas de terror (me ponen nerviosa), pero el caso es que esta novela está escrita con mucho humor. Un par de personajes son muy divertidos y desdramatizan la situación. Le doy las gracias a Fernando porque estoy disfrutando mucho su libro.




El siguiente libro que pienso leer es El eterno olvido, de Enrique Osuna, otro autor que ha tenido la amabilidad de proporcionarme su novela para que la lea. Tengo que pedir disculpas si voy más despacio con las lecturas digitales, pero es que no tengo un ebook sino una tablet y con la retroiluminación me canso enseguida.







¿Habéis leído alguno de ellos? ¿Qué os parecieron?