Martes 22 de julio de 2014,
Estimado señor Verano, ¿para cuándo su ansiada visita? Preparando su previsible estancia en estas latitudes había acomodado el hogar, cambiando edredones por sábanas o abrigos por camisetas de tirantes y me encuentro ahora con la casa alborotada cada noche, buscando una manta en lo más profundo del armario o rescatando el pijama de invierno.
No hemos cambiado aún la sopa por la ensalada, todo un despropósito si se tiene en cuenta el mes por el que transitamos.
Las noches en el parque están siendo lo peor porque los niños miran el calendario e insisten en que es casi como si usted hubiera venido, que ya es tiempo de que nos deleite con su bochornosa caricia y a veces hasta nos convencen para salir sin chaqueta o con unas sandalias que dejan a su suerte a nuestros pobres pies. Ellos corren y no lo notan tanto pero desde el banco donde vigilamos sus diabluras se hace difícil no tiritar.
Me han contado que tiene previsto presentarse el jueves y hacernos olvidar que ha estado ausente tanto tiempo, lo cual, señor Verano, permítame que se lo diga, no es muy elegante. Ansiamos su presencia, valoramos su visita pero no quisiéramos, en ningún momento desear que se vaya tanto como deseamos recibirlo.
Ay el verano, querido es mas aquí no se posa :P This is Galicia. Biquiños!
ResponderEliminarMe llevo mejor con el señor Invierno, tengo que admitirlo. Pero claro, es que por aquí el señor Invierno siempre es amable, así que jugamos con ventaja. Al señor Verano lo conozco muy bien y lleva varios días instalado por aquí. Y hoy está muy contento, que no quien salga a la calle de día... No me importaría que fuera a visitarte y nos dejara un poquito...
ResponderEliminarBesotes!!!
Uy, Mayte, como dice mi paisana Cris Mandarica, llevamos un mes de julio que ni fu ni fa. Tres días de buen tiempo ya es para aplaudir al astro rey. Y, si no hay verano en junio, pues en agoso, frío al rostro. En fin, otro año será. Un abrazo. P.D.: Espero que el Sr. Santiago interceda para que este año haya unas fiestas tranquilas en su honor. Aún tenemos el dolor en el alma de la tragedia del año pasado.
ResponderEliminarQuise decir julio, fue un lapsus.
ResponderEliminarEstá siendo un noverano caprichoso, desde luego. A ver si lo sobrellevamos, cuando menos, con paciencia.
ResponderEliminarVino en tropel, como siempre hace, trayéndonos unos días de locos pero el lunes por la noche, como si tuviera mucha prisa, recogió los bártulos y se marchó. No ha terminado de instalarse. No sé qué le habremos hecho...
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