Hoy me han hecho llorar.
A las dos menos un minuto ha sonado el timbre de casa
anunciando la llegada de un paquete. Si al hecho de que el que suene el timbre
de casa sin esperarlo, le sumaba que yo no había encargado nada, mi reacción ha
sido de completa extrañeza.
He abierto al mensajero, claro, pobre, que tendría que irse a comer.
Cuando le he visto aparecer por el pasillo que da a las
escaleras, paquete en mano, ya sabía qué era. No sé exactamente cuándo vi en
Facebook los paquetes que Sugar Dreams tenía preparados, listos para enviar y
he reconocido el envoltorio. Las manos me han empezado a temblar al firmar en
el recibo y me ha costado un poco tener paciencia para abrirlo una vez en el
salón.
Esto era lo que contenía.
Esto y una carta de Yasnaia Altube Lira, donde me explica cómo ha
conseguido mi dirección (la madre que te...)
No tenía por qué hacerlo, por qué enviarme ningún regalo
pero ver esas galletas (que no sé si seré capaz de comerme sin sentir un
pellizquito) con la portada de mi novela, me ha emocionado. Un regalo inesperado que me ha encantado.
No sé cómo darte las gracias por este precioso detalle,
Yasnaia.
Yo escribo sin saber qué va a pasar cuando vosotros leáis el
libro, muchas veces sin pararme a pensar si lo que hago es lo más correcto, lo
más conveniente o lo más comercial. Escribo lo que me sale de dentro, las
historias que necesito contar después de observar el mundo que me rodea. Quizá
por eso me sale todo muy real, porque a lo mejor no soy creadora de historias
sino cronista de mi tiempo, solo que adornándolo entre personajes que están
hechos de fragmentos de seres vivos.
Voy a seguir haciéndolo, voy a seguir contando historias
porque, siempre lo digo porque es cierto, no podría dejar de hacerlo aunque
quiera. Y os las regalaré a vosotros, mis lectores, que me dais tanto cada día.
No sé cuántos somos, quizá muy pocos para pensar en mí con palabras grandes,
pero sois maravillosos.
Gracias, Yas.
Te debo algo. No sé qué exactamente, ya se me ocurrirá. Te pienso sorprender.
Ahora me parece que estoy bloqueada.
oh qué detalle tan bonito!!! tienen que estar buenísimas pero debe dar mucha pena comérselas, yo creo que sería incapaz :)
ResponderEliminarBesos
Jajaja una vez hablando de las galletas-libro te dije que tendrías las tuyas... no sabia cuando... y tampoco te lo hubiera dicho, si no... vaya sorpresa hubiera sido.
ResponderEliminarSabes muy bien que la novela me encantó. .. pero no solo es por eso que te las hice, te las hice por la persona que hay detrás del libro, esa encantadora, sencilla, y emotiva mujer que me has dejado conocer en todas nuestras charlas.
Esto es una inyección de ánimo, de agradeciendo por la confianza que has puesto en mí, por el trocito de corazón que me robó Andrés, por el trocito de corazón que me has robado tú.
Y no seas tonta jajajaja no me debes nada... con bastante me has sorprendido ya.
Besos... nos vemos pronto... espero!
Que chulas quedaron que original!!!
ResponderEliminarQué detalle más bonito!!! No creo que pudiera darle ni un bocado...
ResponderEliminarBesotes!!!
Son preciosas! Y seguro que están riquisimas. Disfrutalas, seguro que la persona que te las ha hecho lo ha disfrutado haciendolas. Un bonito detalle. Besos
ResponderEliminarUna sorpresa preciosa. no me extraña que se te saltaran las lágrimas.
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