Por ejemplo:
"Cuchara: Utensilio para coger una pequeña porción del contenido de un recipiente, en especial para tomar y llevarse a la boca alimentos líquidos o blandos que no pueden pincharse con el tenedor; puede ser de metal, madera o plástico y consiste en una pequeña pieza plana ovalada o redonda y ligeramente cóncava con un mango".
A nadie se le ocurría cuestionar al diccionario, no se le pasaba por la cabeza defender a capa y espada que las cucharas tienen pinchos o sirven para cortar. Que era su opinión y había que respetarla, ¿verdad?
Pues eso, tan sensato, era antes de Twitter.
Ahora alguien llega y te dice que un utensilio con pinchos es una cuchara y a alguien con la cabeza bien amueblada y conocimientos básicos de diccionario se le ocurre decir, oye, que no que eso no es una cuchara, mira el diccionario y te responde soberbio, respeta mi opinión, que tengo derecho a tenerla. Por supuesto, respeto que seas idiota, no te digo nada por eso, a mí como si lo cultivas en macetas, pero las cucharas no pinchan por mucho que lo repitas o por fuerte que lo grites. O por muchos tuits que pongas. Solo te digo que si cualquiera va al cajón a buscar una cuchara para comerse un yogur y se encuentra con un utensilio con pinchos, se va a cabrear, pues no cumple la función para lo que la quiere. No es cuestión de encaramarse en una opinión, va más allá: es una cuestión de diccionario. De definición.
Por mucho que te parezca una cuchara, no lo es.
Así de sencillo.
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