martes, 2 de abril de 2013

ESTA NOCHE, A LAS NUEVE, CITA EN EL RINCÓN LITERARIO.

Ha llegado el día.

Hoy, 2 de abril, estaré en compañía de Freddy Piedrahita, en su programa El Rincón Literario. Será a las nueve de la noche, hora de España, doce de la mañana, hora de California. Vamos a hablar de la publicación en amazon, de autoedición, de novelas digitales... en definitiva, de lo que se nos vaya ocurriendo en esa hora que dura el programa.

Preparé un video de presentación, pero se me olvidó tener en cuenta que el fin de semana pasado cambiaban la hora, así que miento un poquito (sin querer) y convoco al personal una hora antes. ¡Lo siento!

Me han dicho que esta noche hay partido de Champions, así que mucha gente estará con el ojo puesto en la tele, espectantes sobre el resultado del partido. No importa. Dentro de un par de días la entrevista se podrá descargar y escuchar (y ver, Mercedes Gallego prepara un montaje muy chulo) en diferido.

Esta es mi invitación:

Presentación de Mayte Esteban


Y este es el enlace que tendréis que abrir si os apetece escuchar esta noche (a las 9) la entrevista. Repito la hora por mí misma, que soy la despistada number one.

Para escuchar la entrevista en directo

La página incluye un chat (bajando con el cursor, unos minutos antes de la entrevista se abre) en el que podéis interactuar, hacer preguntas, compartir risas con los otros oyentes... Es como un programa simultáneo.

Lo dicho, os espero en compañía de Freddy Piedrahita.

¡No faltéis!

lunes, 1 de abril de 2013

LA PROTEGIDA WITTMAN DE IVÁN HERNÁNDEZ




Sinopsis:

«La protegida Wittman»(El Futuro No Tiene Aliados - Libro 1) narra los increíbles y mágicos sucesos que giran en torno a Minerva, una joven de 20 años que fue despojada de sus recuerdos y su niñez de la manera más sobrecogedora, pero que todavía conserva una inteligencia superior, muchas preguntas sin respuesta y un colgante poderoso que prometió no utilizar jamás, heredado de su abuelo fallecido.

Las aventuras de Minerva te transportarán desde una recóndita isla del océano Índico al lujo de Leven Hall, una mansión victoriana situada en la actual Cumbria (Reino Unido). Allí, Minerva convivirá junto a la señora Wittman, una anciana rica, fría y distante, dueña de Xecoline Wittman, una compañía farmacéutica en horas bajas. Su único propósito será explotar el talento de Minerva, su protegida, para conseguir sintetizar un medicamento capaz de erradicar una enfermedad terrible que está desolando Sudáfrica, con el objetivo principal de sacar a la empresa del bache financiero que está atravesando en esos momentos.

La señora Wittman no estará sola en su empeño. Peter Badge, el apuesto y altivo director de Xecoline Wittman, controlará todos los movimientos de Minerva dentro de la compañía. Sin pretenderlo, surgirá entre ellos una amistad que Minerva acepta con cautela.
¿Logrará Minerva salvar a la humanidad o, por el contrario, la condenará para siempre?

Mis impresiones:

Cada vez soy más vaga para hacer reseñas al uso, siento más la necesidad de afrontar los libros desde la perspectiva de las emociones. No es algo nuevo, lo he hecho siempre, era un aspecto que jamás he descuidado porque en realidad, si quiero animar a alguien a que lea, lo mejor es contarle lo que yo sentí, sin destrozar las sorpresas narrativas. Es arriesgado por subjetivo, por personal y porque cada persona es diferente a las demás, y lo que a mí me puede parecer una maravilla, a otro ser humano le puede causar una impresión contraria. Este libro del que hoy os hablo es fantástico, así que el reto es todavía más complicado porque es un género que o te gusta o no. O con el que tienes una relación extraña, como yo, ávida lectora de Harry Potter y absolutamente incapaz de leer El Señor de los anillos.

Minerva es la protagonista. Una niña que vive en una isla, alejada del mundo, con la única compañía de su abuelo Joseph y que de pronto se ve obligada a abandonarlo al quedarse sola. A lomos de Surira, un ser imposible, surca en cielo y acaba naufragando en el mar, siendo rescatada por un barco pesquero que ha sido víctima de un secuestro por piratas modernos. En ese tiempo algo extraño y sorprendente ha ocurrido con ella: Minerva abandona su apariencia de 10 años y crece de pronto, convertida en una joven de 20 que no es capaz de manejar un cuerpo que ha mutado en tan poco tiempo. Pero no sólo eso, Minerva es mucho más madura de lo que se espera en alguien de su edad. Su estancia en el barco es dura y cuando llegue el rescate aterrizará en una mansión victoriana en un pueblo inglés, Cumbria. La señora Wittman, una acaudalada anciana dueña de una multinacional farmacéutica, cree que Minerva tiene la solución para encontrar la cura a una enfermedad que arrasa el continente africano.

No sigo contando lo que pasa, es necesario, mucho más que en cualquier novela al uso, ir descubriéndola por tu cuenta. Ir quitando una a una sus capas y comprendiendo. Porque en La protegida Wittman no hay sólo una historia, hay muchas. Las que cuenta, las que sugieren algunas de sus frases (impactantes, de las que te apetece apuntarte), las que le magia te permite imaginar. El equilibrio entre lo real y lo ficticio, y la personalidad de los personajes invita a seguir leyendo.

Hay además un cuento dentro de otro cuento y una narrativa que como os he dicho no se queda solamente en frases bien construidas sino que las dibuja… La novela se divide en capítulos señalados en números árabes que de pronto mutan a romanos, a veces se separan por introducciones de frases de un relato llamado Retales de lo imposible... Hay medallones con poderes especiales y amigos de los que nos gustaría tener a todos. Y un romance. Y seres mágicos. Y estrellas. Y otro mundo. Y corales…

La protegida Wittman es una novela especial, diferente. El libro tiene magia. En cada palabra, en cada frase, trazadas con elegancia pero sin abusar de artificios que las hagan lentas y dificulten la lectura. Es algo esencial en este libro, te va llevando por sus páginas sin darte cuenta, disfrutas de Minerva, vas conociendo el pasado mientras el presente transcurre ante tus ojos y aunque hay que tener un poco de paciencia para juntar todas las piezas del puzle, al final encajan tan bien que le perdonas el haberte tenido desconcertada mucho tiempo.

Para leer La protegida Wittman hay que tener, por encima de todo, la mente abierta. De otro modo, creo que la lectura de este libro no se disfruta del mismo modo.

Iván Hernández tiene una imaginación desbordante y anuda elementos en principio chocantes en una trama que se sostiene. La novela mezcla personajes muy reales con seres fantásticos, como Surira y a mí, en ciertos momentos, se me pasaba por la cabeza que me apetecía verlos en una pantalla; tiene mucho de cinematográfica sobre todo en la parte final. Bueno, mejor del final no hablo, no le tiraré del pelo porque no tiene… Ya decía yo que ponía Libro I…

Lo que sí tiene Iván es un montón de novelas que podéis encontrar en su página www.buscoaliados.com . Yo leí este verano Clara, de hecho fue la manera en la que le conocí, una novela corta, intrigante, que me sorprendió mucho. Como ya sabéis los que visitáis mi blog, además, es el artífice de la portada de Detrás del cristal. Admiro su trabajo y cuando me planteé poner mi libro en Amazon quería que la carta de presentación fuera buena. Creo que, a la vista de los resultados, no me equivoqué. Por favor, para los simples, que esto no suene a peloteo porque no lo es, es la pura verdad (aclaración necesaria claramente innecesaria). Si algo no me gusta, directamente lo ignoro.

Tengo un par de novelas suyas pendientes en mi kindle y menos tiempo del que me gustaría, pero sé que caerán.

Por cierto, no os lo he dicho, aunque esta novela ha sido un best seller digital en Amazon durante algunas semanas, situándose en el top ten y ahí la tenéis, 500 páginas de lectura por 2,68€, yo la he leído en papel. Existe esa posibilidad, la tomé y os aseguro que ahora tiene un lugar preferente en mi estantería.

Os animo a encontraros con Minerva.

sábado, 30 de marzo de 2013

CAMBIAR LOS ESQUEMAS


El otro día hice un esquema con lo que tenía escrito de las novelas en las que trabajo. Quería tener la manera de ver, rápidamente, por dónde iba, si había agujeros en la secuencia temporal (me vuelven loca) o hacerme una idea de lo que queda para dar por terminado el primer borrador.

Me llevó unas cuantas horas.

Seguí escribiendo estas novelas como hasta ahora, una de ellas en perfecto orden de lectura (aunque parezca raro no he vuelto atrás, lo que el lector se vaya a encontrar ha ido saliendo de mi cabeza justamente en ese orden) y otra caótica del todo. Como que ya he escrito el final y me falta toda la parte central.

O eso creía…

No puedo hacer viajes en coche por la noche de copiloto. Me quedo callada, concentrada en mis pensamientos, dejando que la música me relaje y me suelen pasar dos cosas. La más frecuente es que me quede dormida y me despierte con un horrible dolor de cuello y la otra es que me deje llevar y mis novelas avancen a pasos agigantados en mi mente.

Ayer, pasó otra cosa.

Venía de Soria, bajo un tremendo aguacero, hipnotizada por los limpiaparabrisas cuando me puse a pensar en el esquema de mi novela. De pronto, el interruptor de las ideas se activó en mi cerebro y éstas empezaron una carrera que ríete tú de la velocidad de los "limpias".

¿Resultado?

Un desastre.

Ahora la novela no empieza donde empezaba, ni como empezaba y un personaje ha mutado de personalidad. A otro creo que lo voy a suprimir y es posible que aparezcan nuevos. Empecé a imaginar el argumento como hago siempre, como un círculo que se cierra y no había manera de hacerlo sin cambiar desde el principio.



Tendré que empezar otra vez, pero no es empezar de cero, es más complicado porque toca poner las piezas sobre la mesa y construir otro puzle nuevo. Ya lo hice con Detrás del cristal, ya me cargué páginas y páginas hasta que me convenció, así que no es la primera vez.

Lo bueno es que no me da ninguna pereza.

martes, 26 de marzo de 2013

CON LAS VACACIONES, EMPIEZA EL TRABAJO



Dentro de un par de días empezarán para mí las vacaciones de Semana Santa. Mi ritmo de vida se invierte del todo porque cuando hay vacaciones, irónicamente, es cuando más trabajo tengo. Sobre todo cuando se juntan con unos días de mal tiempo como los que los pronósticos meteorológicos auguran. Los niños no tendrán ni la oportunidad de irse al parque un rato, así que, sin tener dotes adivinatorias especiales, estoy segura de que habrá más de una pelea por el mando de la tele.

Que romperán algo.

Que discutirán por contarme primero cualquier cosa que se les ocurra.

Son predecibles cien por cien...

Además de todo, tendré que actuar como mediadora en sus conflictos. Para mí las vacaciones son un tiempo especial porque dejo mi trabajo normal, pero asumo otras tareas que se han ido quedando pendientes y, sobre todo, tengo las tardes libres para hacer lo que más me gusta: escribir. Me emociona pensar que tendré cada día cuatro horas por delante, que no voy a tener que irle robando horas al sueño y a la rutina para poner en palabras las historias que llevan mucho tiempo dando vueltas por mi cabeza.

Ya he empezado a calentar motores, ya tengo esquemas de lo que quiero contar y entre ayer y esta mañana he logrado componer un capítulo de la novela. No puedo estar más contenta con el resultado porque a pesar de que era algo difícil creo que he encontrado el tono adecuado, la manera de restarle crudeza a algo complicado sin perder la emoción.

Las vacaciones, de algún modo, ya han empezado entonces.

Que las disfrutéis.

Yo pienso hacerlo.

domingo, 24 de marzo de 2013

UNAS FOTOS.

Estoy leyendo un libro. Por primera vez en muchos meses, uno solo, sin compaginarlo con lecturas obligatorias, sin alternarlo con otro porque se me cuele de pronto en mis deseos y no sepa resistirme.

Voy despacio pero no es porque el libro no se deje, que sí, que es perfecto, es que no tengo tiempo de nada. Ya os contaré lo que me ha hecho sentir, no se va a librar de una reseña.

Mientras termino (a lo mejor tardo, no quiero que se acabe), unas fotos de hoy...






Si pulsas en las fotos, se agrandan.