jueves, 3 de junio de 2021

NUESTRA ÚLTIMA VEZ

Hay veces que lo sabes, que se sabe que es la última vez en nuestra vida que haremos algo. El último día de primaria, por ejemplo. Se nos queda marcado a fuego en la memoria porque apresamos las emociones para echar mano de ellas si nos ataca la nostalgia. 

Sin embargo, otras veces, no sabemos que esa será la última vez. Ni siquiera hay la más mínima sospecha, así que nuestro cerebro no guarda, no mima, no atesora para otro momento y, cuando queremos recordar, no se puede. 

No recuerdo el último día que vi a mi amigo Javi antes de ponerse enfermo. Nadie sospechó que en tres meses se iría y ese día fue uno más de los muchos que compartimos en nuestra juventud. 

Tampoco recuerdo el último viaje que hice con mi padre, porque él iba a ser eterno y porque los padres se hacen mayores y achacasos, envejecen mucho antes de morir y no se dejan a sus niñas en medio de una tormenta. ¿Cómo iba a guardar recuerdos, si él iba a seguir a mi lado?

Hace poco más de un año, me despedí de amigos dando por hecho que nos veríamos en semanas. Ni siquiera hubo abrazos largos que dejaran una huella en nuestras pieles, solo, tal vez, porque no lo recuerdo, un "nos vemos pronto" que en algunos casos ya es un "no nos vamos a volver a ver nunca". 

En enero de 2020, el día 10, estuve en un encuentro para hablar de La colina del almendro y tampoco sabía que era una última vez...

Nuestra última vez.

martes, 1 de junio de 2021

MY SHINING STAR DE LAURA SANZ

 

Pulsa en la portada



Sinopsis:

¿Puede una persona brillar?

Eso se preguntaba Simón una y otra vez mientras anclaba las pupilas en el cantante de aquel grupo de rock, hasta ese día totalmente desconocido para él.

Sí, una persona podía brillar. Al menos Mike Allen lo hacía, con una potencia tan extraordinaria que incluso él, que jamás se había sentido atraído por nadie del mismo sexo, era incapaz de apartar la vista del escenario.

Estaba fascinado.

¿Puede una persona ser un oasis de paz para otra?

Eso se preguntaba Mike mientras sus ojos recorrían a Simón de arriba abajo con avidez.

Apenas le conocía, pero desde el primer momento que cruzaron sus miradas, sintió una fuerte conexión con aquel hombre moreno de aspecto tranquilo y reservado, tan diferente a él.

Quizá era una locura lanzarse a averiguarlo, pero ¿desde cuándo era él una persona sensata?


My shining Star

Dos hombres y una historia de amor


Hace ya muchos meses, Laura Sanz, mi compañera y amiga, me habló de su deseo de contar esta historia. Había en ella miedo por el enfoque, porque era la primera vez que se enfrentaba a narrar una historia entre dos hombres. No sabía si sería capaz de plasmarlo con el respeto que le merece, si podría construir una novela bonita que cualquiera pudiera disfrutar. Sabemos que los prejuicios existen, pero también hay mucha gente que no los tiene. ¿Por qué no hacerlo si te apetece? Dudó, como dudamos siempre, hasta que se sentó a escribir.

Entonces, en cuanto las palabras empezaron a ordenarse, el miedo se esfumó y ya solo quedaron las sensaciones que le producía la relación entre Mike y Simón. Durante la redacción de esta novela, ella brilló. Sus avances los medía en palabras conmigo, yo apenas sabía de la novela que un día llevaba 20.000 palabras y poco después 27.387.  Y que poco a poco se hacía grande y ella se sentía maravillosamente frente al teclado. Sobre el contenido, sería un secreto hasta que llegase el momento de que pudiera leerla entera.

Cuando terminó, volví a ser su lectora cero y os prometo que volvió a sorprenderme. Ha pasado de la Edad Media a los Landvik que enamoran a las lectoras, pasando por Harry, su personaje más atormentado, Poncho, un pijo que se vuelve divertidísimo al lado de Estela y los dos hermanos Salas, con los que nos llevó de la mano al oeste Americano, a esta otra historia. Una que abre un camino diferente.

Una apuesta.

Un riesgo.

Un acierto.

Sé que hay mucha gente que cuando nos lee hablar de los libros de autores que están a nuestro lado, no nos cree: "Ya está esta haciendo promoción de sus colegas". Se nota que, primero, a mí no me conocen de nada. Nunca recomiendo nada que no me parezca digno de ser recomendado o que no haya leído. Y menos en el blog, un sitio que es casi mío y de Margari, que es la persona que siempre está ahí (gracias, preciosa). Segundo, que este blog, como acabo de decir, es cero influencer de nada. Es donde guardo las lecturas que quiero recordar. ¿Qué sentido tendría entonces?

Lo recomiendo porque así lo siento, porque cuando leí esta novela venía de una sequía lectora importante que se desvaneció entre sus páginas. Buscaba ratos para leer. Me daba prisa en terminar las tareas para poder sentarme con el libro. Se me olvidó que, de vez en cuando, tenía que fijarme en si había alguna errata que se hubiera escapado, porque solo quería leer y saber qué pasaba con estos dos.

(Solo me ha pasado con novelas esto tres o cuatro veces en lo que va de año y una de ellas no tiene reseña porque hay una razón poderosísima para que no la tenga, que contaré en un tiempo. Una razón que me hizo muy feliz. Una razón que se convertirá en unas palabras aquí cuando de verdad proceda.)

No me disperso más. 

Hoy es el primer día de Mike y Simón (con tilde en la o). Hoy es el momento de empezar a descubrirlos. Espero que quien se anime se encuentre tan cómoda como yo en la historia. A los que os gusta Laura Sanz, es ella, es la de siempre. Es su manera de narrar, es su capacidad de mostrar emociones y esa forma de llevarte de la mano hasta el final.

Es ella brillando.

No se puede pedir más.



lunes, 31 de mayo de 2021

CUANDO TE HABLA UNA NOVELA

 Estos últimos días he hecho una lectura cero de una novela. Es algo que viene siendo habitual, pero últimamente, por mi propia salud y por el trabajo pendiente lo había dejado un poco de lado. He tardado mucho más de lo que tardo en condiciones normales, y quizá ello haya sido la causa de que la lectura haya sido mucho más pausada, reflexiva y emotiva.

En realidad, emotiva no lo ha sido por la velocidad.

Lo ha sido por todo lo que esa novela ha removido dentro de mí, por los lugares que me ha hecho visitar, lugares que tienen un espacio reservado en esa memoria con la que no puede ni la falta de B12. Esa memoria que recoge lo que es la base de tu propia persona.

Toda la novela me ha estado hablando de mí misma.

Cuando terminé, lo que hice fue contarle una historia paralela a la autora. En lugar del análisis que esperaba, que atendiera a la forma, al ritmo, al interés que podía generar o a los posibles errores, yo le devolví un relato de un tiempo pasado que para mí es de lo más valioso que poseo.

Fue ahí, en este impulso no refrenado, cuando me di cuenta de que la novela es mucho más extraordinaria de lo que pensaba. Creo que lograr con un libro que el lector no solo complete la historia, que dote de vida en su imaginación a los personajes, sino que la haga suya y se traslade a su vida, es magia.

Me habló y recorrí con los dedos de la imaginación antiguas cicatrices, puse en primer plano los recuerdos más felices y quizá un final que no es de novela, pero que tiene mucho de literario porque, en su día, fue el activador de la imaginación que logró que escribiera una de mis primeras novelas no publicadas. Una de las que vivirán eternamente en el cajón.

Me ha hecho comparar pasado con presente y darme cuenta de que muchas veces nos empeñamos en perseguir la felicidad sin darnos cuenta de que, una vez, ya la tuvimos. Y que no importa si de nuevo no logramos rozarla con los dedos, si el presente no se le acerca; estuvo ahí, lo vivimos, fue tan real y tan maravilloso que solo queda dar las gracias.

Por haberlo vivido.

viernes, 28 de mayo de 2021

PROMESAS A LAS ESTRELLAS, GABRIELA MISTRAL



Ojitos de las estrellas

abiertos en un oscuro

terciopelo: de lo alto,

    ¿me veis puro?


Ojitos de las estrellas,

prendidos en el sereno

cielo, decid: desde arriba,

    ¿me veis bueno?


Ojitos de las estrellas,

de pestañitas inquietas,

    ¿por qué sois azules, rojos

    y violetas?


Ojitos de la pupila

curiosa y trasnochadora,

    ¿por qué os borra con sus rosas

    la aurora?


Ojitos, salpicaduras

de lágrimas o rocío,

cuando tembláis allá arriba,

    ¿es de frío?


Ojitos de las estrellas,

fijo en una y otra os juro

que me habéis de mirar siempre,

    siempre puro.


Gabriela Mistral, Casi escolares.

martes, 25 de mayo de 2021

RESEÑA DE LA COLINA DEL ALMENDRO POR MARTA QUEROL

Marta Querol es una autora española; tiene una trilogía compuesta por El final del Ave Fénix, Las guerras de Elena y Yo, que tanto te quiero, que no solo he leído, sino que he recomendado y regalado, porque me encantó. Acaba de publicar otra novela, primero bajo seudónimo y ahora de nuevo con editorial y con su nombre, El infiltrado, que está en mi kindle, esperando. Tiene antologías de relatos. Escribe para la revista Zenda. Es una mujer con voz propia que defiende lo que piensa siempre desde el respeto y la educación, pero sin renunciar a su verdad. La he leído muchas veces hablar claro, como nadie, de los complicados entresijos del mundo editorial que a veces tienen tantas sombras como luces.

¿Qué estoy intentando decir con esto?

Pues, básicamente, que el hecho de que Marta escogiera mi novela como lectura, provocó una aceleración de mis latidos. Sé que los escritores a veces somos los más duros jueces, porque conocemos los mecanismos por los que se mueve este juego que es la narrativa. Me encantó que lo hiciera, pero sé que Marta es sincera, así que tuve la sensación de que me iba a presentar a un examen casi como los de oposición. 

Cuando me dijo que la novela le había gustado, respiré aliviada. 

Y eso que no me imaginaba que un martes por la mañana me iba a despertar con una video reseña, algo que no me sucede habitualmente. Mi hija me dice mucho que me haga la diva, que haga como si estas cosas me pasaran todos los días y no les doy importancia, pero yo no soy capaz. Igual que Marta es sincera en sus opiniones, yo soy transparente con mis emociones y cuando estoy agradecida o sorprendida, o emocionada, o feliz... se me nota. Estoy aprendiendo a reprimirme cuando estoy triste (aunque a veces no me salga del todo), pero cuando hay algo muy bonito no pienso dejarlo escapar.

Porque la vida tiene muchos, muchos, ratos feos.

Porque llevo meses en los que me está fallando la salud y no veáis cómo vienen unas palabras como las de Marta hoy.

La reseña está en YouTube y yo me la guardo aquí. Porque Mary Davenport se merece que esto no se pierda. Porque le agradezco a Marta muchísimo que me haya hecho llegar unas impresiones tan chulas. Porque esta novela se merecía un recorrido en la calle que nos interrumpió el virus y que yo, ahora, tampoco le puedo dar, y esto es suficiente para decirme a mí misma que todo lo invertido en ese libro valió la pena.

Muchísimo.

Aquí podéis verla. A mí me han entrado muchas ganas de leer la novela de nuevo.