¡Qúe cabeza!
Me apunté en el blog de Kayena al Sant Jordi bloguero y se me había olvidado por completo que tenía que hacer una entrada con la sinopsis del libro con el que participo. Resulta complicado porque el libro que intercambio con quien me toque es La arena del reloj. Escribir sobre mis libros me cuesta, os lo aseguro, mucho más que sobre los de los demás.
Sinopsis:
A veces la vida se complica tanto y en tan poco tiempo que necesitamos repasar lo vivido, para confirmar que, definitivamente, vivir merece la pena.
Escrita a dos voces, La arena del reloj pone el acento en las cosas importantes de la vida, en los pequeños detalles que configuran nuestra existencia. El tono narrativo, distinto para cada voz, seduce y arrastra al lector, de modo que resulta casi imposible abandonar el relato antes de terminarlo.
Este es un libro muy personal, absolutamente distinto en todo al anterior. Es un viaje interior, una despedida, la necesidad absoluta de asumir que somos mortales y que, la mayoría de las veces, nos preocupamos por lo accesorio.
Habla de amor, de vida y de muerte. Habla, en definitiva, de la vida misma.
Las bases están aquí, por si queréis apuntaros, pero os resumo que cada participante colabora con un libro y una rosa (que puede ser un dibujo, una postal,...) que intercambiará con quien le toque. El 16 de abril se harán los emparejamientos, para poder mandar los libros el 17 y que lleguen para celebrar el día del libro, el 23 de abril. Mejor vais al blog de Kayena que seguro que se explica mejor que yo... ¡Si es que estoy muy despistada! Esto de ponerse de parto (aunque la criaturilla sea de papel) es muy estresante.
NOTA IMPORTANTE: Me han comentado que yo no participaba con este libro, sino con El medallón de la magia. Es que hay días tontos en los que tengo la cabeza en cualquier lado. De todos modos, no importa, participo con cualquiera de los dos. Le preguntaré a quien le toque cuál es el que prefiere y solucionado.
Mil disculpas.
MAYTE ESTEBAN. Escritora. Abrí paso en España al mundo de la autoedición. Hoy publico con HarperCollins.
viernes, 24 de febrero de 2012
jueves, 23 de febrero de 2012
EL MEDALLÓN DE LA MAGIA YA ESTÁ CASI AQUÍ.
Últimos detalles que comparto sobre la "criatura" antes de que el día 25 esté ahí, este mismo sábado, día que os indicaré cómo conseguir la novela. Aunque sé de buena tinta que hay quien tiene un adelanto...
Estos son algunos de los personajes:
- Una adolescente, Amanda. Tiene 18 años y jamás en su vida se hubiera imaginado que es una bruja, descendiente de una vieja estirpe de hechiceras.
- El fantasma de un soldado del Siglo de Oro, Alonso. Soldado de las tropas de Felipe IV en el siglo XVII. Un conjuro en el momento de su muerte le liga a la biblioteca de la bruja.
-Un dominico del XVII, Inquisidor en su época para más señas, Fray Fantasma. Empeñado en recuperar un medallón mágico perdido desde hace siglos.
- Una bruja del pasado, Brianda. Antepasada de Amanda, realiza un conjuro para proteger su legado antes de ser apresada por la Inquisición.
- Una abuela muy moderna, Clara. Cuida de Amanda desde que sus padres fallecen.
Como la vida nunca es tan sencilla como parece, al final, lo estoy viendo, tendré que dividir mi tiempo entre La arena del reloj, que está haciéndose visible y El medallón de la magia. Os dejo los enlaces de las últimas reseñas que han aparecido, todas las de este mes de febrero, de mi primera novela.
Reseña en Mis lecturas y más cositas. Uno de febrero. Margari.
Reseña en El universo de los libros. Catorce de febrero. Tatty.
Reseña en Algunos libros buenos. Dieciocho de febrero. Félix.
Gracias por las de enero también que abrieron el camino (Marga, Sandra, gracias).
miércoles, 22 de febrero de 2012
NUEVOS EN CASA. Febrero.
Este mes han vuelto a llegar cuatro libros a casa. Estoy un poco dispersa y todavía no he acabado con los anteriores, me queda La casa Riverton, atascado desde hace semanas. Supongo que no es su momento y probablemente saque el marcapáginas del lugar donde lo tengo y lo posponga para cuando pueda disfrutarlo plenamente. Debería haber reseñado Marca de nacimiento, pero dejé pasar unos días después de terminar la lectura y después no me apetecía hacerla, así que sin reseña que se queda. Eso es lo mejor de este blog, las únicas ataduras que tengo con él son las que quiera ponerme yo misma.
Ahora os los presento de uno en uno.
Asesinato en el jardín de Sócrates. Sascha Berst.
Atenas, 404 a.C., un joven campeón olímpico aparece asesinado y la misión de encontrar al asesino recae en el capitán de los arqueros de Atenas. En sus investigaciones, ante nuestros ojos desfilarán personajes como Sócrates, Hipócrates o Platón...
El precio en rojo indica claramente dónde me lo encontré. Sí, lo confieso, en un cajón de supermercado. Un libro en pasta dura, de más de 400 páginas y con un trasfondo histórico. Una tentación. Lo quería guardar para mis horas de parque en el verano, pero no sé si seré capaz. Soy débil...
Niños feroces, de Lorenzo Silva.
Lázaro tiene tanto talento como escritor como dudas sobre su capacidad para narrar una historia. Su maestro le brindará la oportunidad para disiparlas en la figura de un antiguo combatiente español que, siendo tan joven como él, luchó en el frente ruso y en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, y cuyo relato parecía aguardar pacientemente a que Lázaro lo convirtiera en una novela.
Este no es mío. Me lo pidió mi hijo, tenía un especial interés en leerlo y el día que llegó se puso a ello. Hace un par de días que lo terminó y está preparando sus impresiones para ese blog por el que tengo debilidad (normal, por otra parte, ¿no?).
La Búsqueda. Blanca Miosi.
Una apasionante novela, basada en hechos reales, que nos hará recorrer de la mano de su protagonista Waldek Grodek, desde los campos de concentración nazi hasta las dictaduras de Sudamérica.
Visitando blogs, mi hijo se fijó en el libro de Blanca. Le interesó al instante, es un apasionado de la Segunda Guerra Mundial. Nunca se cansa de leer sobre el tema. Como Blanca es una persona muy próxima y me sonaba que el libro estaba en papel, le preguntamos. Nos indicó una de las pocas tiendas de Madrid en las que quedaba un ejemplar. Nos costó que nos lo mandaran, porque el servidor dio problemas, pero finalmente lo conseguimos. En tiempos digitales, estando Blanca en los primeros puestos de Amazon, nosotros nos volvimos locos tratando de rescatar un libro de papel. Ayer comenzó a leerlo. Tendré que esperar.
A la hora del pan con chocolate. Concha Morales.
(Veinte retratos de la infancia)
Este pequeño poemario llegó por correo también ayer. Supongo que algunos de los que sois habituales sabéis que este es el libro de Koncha (ese es el nombre en su perfil), una de las personas que comentan en este blog y que tiene también un blog muy cálido: Desde Vallekas.
Ya lo he leído. Dos circunstancias se han unido: que es cortito y que ayer no trabajé, lo que me dio la oportunidad de echarle un vistazo que se convirtió en una lectura completa.
¿Habéis leído alguno?
Los cuatro libros que han llegado este mes, los tenéis aquí, en una foto de familia.
Ahora os los presento de uno en uno.
Asesinato en el jardín de Sócrates. Sascha Berst.
Atenas, 404 a.C., un joven campeón olímpico aparece asesinado y la misión de encontrar al asesino recae en el capitán de los arqueros de Atenas. En sus investigaciones, ante nuestros ojos desfilarán personajes como Sócrates, Hipócrates o Platón...
El precio en rojo indica claramente dónde me lo encontré. Sí, lo confieso, en un cajón de supermercado. Un libro en pasta dura, de más de 400 páginas y con un trasfondo histórico. Una tentación. Lo quería guardar para mis horas de parque en el verano, pero no sé si seré capaz. Soy débil...
Niños feroces, de Lorenzo Silva.
Lázaro tiene tanto talento como escritor como dudas sobre su capacidad para narrar una historia. Su maestro le brindará la oportunidad para disiparlas en la figura de un antiguo combatiente español que, siendo tan joven como él, luchó en el frente ruso y en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, y cuyo relato parecía aguardar pacientemente a que Lázaro lo convirtiera en una novela.
Este no es mío. Me lo pidió mi hijo, tenía un especial interés en leerlo y el día que llegó se puso a ello. Hace un par de días que lo terminó y está preparando sus impresiones para ese blog por el que tengo debilidad (normal, por otra parte, ¿no?).
La Búsqueda. Blanca Miosi.
Una apasionante novela, basada en hechos reales, que nos hará recorrer de la mano de su protagonista Waldek Grodek, desde los campos de concentración nazi hasta las dictaduras de Sudamérica.
Visitando blogs, mi hijo se fijó en el libro de Blanca. Le interesó al instante, es un apasionado de la Segunda Guerra Mundial. Nunca se cansa de leer sobre el tema. Como Blanca es una persona muy próxima y me sonaba que el libro estaba en papel, le preguntamos. Nos indicó una de las pocas tiendas de Madrid en las que quedaba un ejemplar. Nos costó que nos lo mandaran, porque el servidor dio problemas, pero finalmente lo conseguimos. En tiempos digitales, estando Blanca en los primeros puestos de Amazon, nosotros nos volvimos locos tratando de rescatar un libro de papel. Ayer comenzó a leerlo. Tendré que esperar.
A la hora del pan con chocolate. Concha Morales.
(Veinte retratos de la infancia)
Este pequeño poemario llegó por correo también ayer. Supongo que algunos de los que sois habituales sabéis que este es el libro de Koncha (ese es el nombre en su perfil), una de las personas que comentan en este blog y que tiene también un blog muy cálido: Desde Vallekas.
Ya lo he leído. Dos circunstancias se han unido: que es cortito y que ayer no trabajé, lo que me dio la oportunidad de echarle un vistazo que se convirtió en una lectura completa.
¿Habéis leído alguno?
lunes, 20 de febrero de 2012
GUIOMAR
Hace cuatro meses tuve que volver a Segovia sola desde Madrid. No había llevado el coche por dos razones: Madrid me supera, demasiados carteles, demasiadas carreteras alrededor para alguien como yo, acostumbrada a asomarse a la ventana y ver sólo campos de cultivo y, además, el coche tenía apenas un mes y yo muy poquito control sobre él. De hecho, me sigue controlando todavía, aunque ya le voy cogiendo el aire a sus miles de botoncitos multitarea.
Así que, en esas condiciones, sólo quedaban dos opciones: autobús o tren. Elegí el AVE. El tiempo se reducía drásticamente y la diferencia de precio, simplemente era ridícula. Después de correr por la estación de Chamartín, porque no sabía ni dónde tenía que ir, logré llegar al andén y acomodarme en un asiento. No me fijé, con las prisas, que esto no es un cercanías y que tenía asignado mi propio sitio. Me senté sin criterio y no me di cuenta hasta que estaba casi al final del trayecto. No pasó nada porque tampoco, a esa hora, había demasiada gente con destino Segovia. Hubiera sido bastante embarazoso.
En el tren, a través de la megafonía, escuché un nombre repetido: Guiomar. Es como han llamado a la estación del AVE segoviana, en honor a Pilar Valderrama, la mujer que se esconde tras los versos del último Machado. Durante el trayecto traté de leer, pero estaba cansada porque la noche anterior había sido muy intensa y se me caían los ojos. Así que, puesta mi mirada en el paisaje mientras no fue un túnel, empecé a pensar en esa mujer. En realidad sabía muy poco de ella, y me propuse investigar. Al llegar, el cansancio, el sueño y quién sabe qué más cosas, desviaron mi curiosidad. Hasta ahora.
Empecé ayer a buscar datos en internet sobre ella, alguna pista que me hablase de la intensa personalidad de una mujer que logró conmover el corazón de uno de nuestros mejores poetas. Pensé que tenía que ser maravillosa, para haber sido capaz de sacar esas emociones de su alma. Machado se dibuja en mi mente como un gran ser humano, y a un gran hombre, deduje, le acompaña una gran mujer. O eso dicen algunos que deben tener el mismo criterio que yo para elegir asiento en el tren…
Bueno, no sé si soy pésima investigadora o he elegido fatal mis fuentes, pero el caso es que me he encontrado con una enorme decepción. Pilar Valderrama, la mujer a quien Machado protegió bajo el pseudónimo de Guiomar, me ha parecido egoísta, interesada, vanidosa, una poetisa de ingenio moderado que trató de aprovecharse del afecto que él sentía para acceder con su obra a lugares vetados a su talento limitado. No lo consiguió, al parecer, no salía en los libros de texto cuando yo estudiaba, que recuerde, salvo por haber sido la "amante". Y así, entre comillas, porque su amor no pasó de unos encuentros en los que solo había palabras. Tampoco en eso fue generosa con un hombre que le entregó su corazón maduro.
Sin embargo, parece que él sí estaba enamorado. Profundamente. Las cartas que intercambiaron fueron más de doscientas (aunque solo se salvaron unas decenas, todas de la pluma de Machado, las suyas se perdieron) y el valor que tienen ni siquiera es literario. Más bien tienen el carácter de documentación, sobre la persona que fue. Como las tenía ella, trató de borrar pasajes que le parecieron comprometidos (aunque ella ignoraba los adelantos del mundo moderno y el poder de CSI) para salvaguardar su honor de mujer casada y católica. Hoy, gracias a esas técnicas, parece que algunos fragmentos se han podido recuperar. La pregunta que encuentro en mis "investigaciones dominicales" también me la hago yo.
¿Por qué se enamoró de alguien con mentalidad tan opuesta a la suya, si lo suyo fue encima un amor que no incluyó lo físico? ¡Quién sabe! El corazón no siempre se deja aconsejar, es enemigo acérrimo de la razón cuando se acelera. No escucha, no quiere escuchar. Late y late, se inquieta y se descompasa sin que su dueño pueda ponerle frenos. Machado amó, de eso no hay duda, pero me quedan muchas dudas sobre las intenciones de ella. Amó, quizá es cierto, pero usó la cabeza y no el corazón. La estación lleva su nombre porque el tren era el medio de locomoción que empleaban para sus encuentros.
Esperaba encontrar otra cosa. Quizá un amor desmedido, lleno de barreras insuperables. Quizá un amor tranquilo, un pacto por ambos lados en igualdad de condiciones. Ya digo, quizá he elegido mal las fuentes y alguien será tan amable, en los comentarios, de contarme otra versión. También he decidido, por mi cuenta, claro, que el honor de que le pusieran su nombre a la estación del AVE, si todo es como encontré, le viene grande.
Tu poeta
Así que, en esas condiciones, sólo quedaban dos opciones: autobús o tren. Elegí el AVE. El tiempo se reducía drásticamente y la diferencia de precio, simplemente era ridícula. Después de correr por la estación de Chamartín, porque no sabía ni dónde tenía que ir, logré llegar al andén y acomodarme en un asiento. No me fijé, con las prisas, que esto no es un cercanías y que tenía asignado mi propio sitio. Me senté sin criterio y no me di cuenta hasta que estaba casi al final del trayecto. No pasó nada porque tampoco, a esa hora, había demasiada gente con destino Segovia. Hubiera sido bastante embarazoso.
En el tren, a través de la megafonía, escuché un nombre repetido: Guiomar. Es como han llamado a la estación del AVE segoviana, en honor a Pilar Valderrama, la mujer que se esconde tras los versos del último Machado. Durante el trayecto traté de leer, pero estaba cansada porque la noche anterior había sido muy intensa y se me caían los ojos. Así que, puesta mi mirada en el paisaje mientras no fue un túnel, empecé a pensar en esa mujer. En realidad sabía muy poco de ella, y me propuse investigar. Al llegar, el cansancio, el sueño y quién sabe qué más cosas, desviaron mi curiosidad. Hasta ahora.
Empecé ayer a buscar datos en internet sobre ella, alguna pista que me hablase de la intensa personalidad de una mujer que logró conmover el corazón de uno de nuestros mejores poetas. Pensé que tenía que ser maravillosa, para haber sido capaz de sacar esas emociones de su alma. Machado se dibuja en mi mente como un gran ser humano, y a un gran hombre, deduje, le acompaña una gran mujer. O eso dicen algunos que deben tener el mismo criterio que yo para elegir asiento en el tren…
Bueno, no sé si soy pésima investigadora o he elegido fatal mis fuentes, pero el caso es que me he encontrado con una enorme decepción. Pilar Valderrama, la mujer a quien Machado protegió bajo el pseudónimo de Guiomar, me ha parecido egoísta, interesada, vanidosa, una poetisa de ingenio moderado que trató de aprovecharse del afecto que él sentía para acceder con su obra a lugares vetados a su talento limitado. No lo consiguió, al parecer, no salía en los libros de texto cuando yo estudiaba, que recuerde, salvo por haber sido la "amante". Y así, entre comillas, porque su amor no pasó de unos encuentros en los que solo había palabras. Tampoco en eso fue generosa con un hombre que le entregó su corazón maduro.
Sin embargo, parece que él sí estaba enamorado. Profundamente. Las cartas que intercambiaron fueron más de doscientas (aunque solo se salvaron unas decenas, todas de la pluma de Machado, las suyas se perdieron) y el valor que tienen ni siquiera es literario. Más bien tienen el carácter de documentación, sobre la persona que fue. Como las tenía ella, trató de borrar pasajes que le parecieron comprometidos (aunque ella ignoraba los adelantos del mundo moderno y el poder de CSI) para salvaguardar su honor de mujer casada y católica. Hoy, gracias a esas técnicas, parece que algunos fragmentos se han podido recuperar. La pregunta que encuentro en mis "investigaciones dominicales" también me la hago yo.
¿Por qué se enamoró de alguien con mentalidad tan opuesta a la suya, si lo suyo fue encima un amor que no incluyó lo físico? ¡Quién sabe! El corazón no siempre se deja aconsejar, es enemigo acérrimo de la razón cuando se acelera. No escucha, no quiere escuchar. Late y late, se inquieta y se descompasa sin que su dueño pueda ponerle frenos. Machado amó, de eso no hay duda, pero me quedan muchas dudas sobre las intenciones de ella. Amó, quizá es cierto, pero usó la cabeza y no el corazón. La estación lleva su nombre porque el tren era el medio de locomoción que empleaban para sus encuentros.
Esperaba encontrar otra cosa. Quizá un amor desmedido, lleno de barreras insuperables. Quizá un amor tranquilo, un pacto por ambos lados en igualdad de condiciones. Ya digo, quizá he elegido mal las fuentes y alguien será tan amable, en los comentarios, de contarme otra versión. También he decidido, por mi cuenta, claro, que el honor de que le pusieran su nombre a la estación del AVE, si todo es como encontré, le viene grande.
Tu poeta
Piensa en ti. La lejanía
Es de limón y violeta,
Verde el campo todavía.
Conmigo vienes, Guiomar;
Nos sorbe la serranía.
De encinar en encinar
Se va fatigando el día.
El tren devora y devora
Día y riel. La retama
Pasa en sombra; se desdora
El oro del Guadarrama.
Porque una diosa y su amante
Huyen juntos, jadeante
Los sigue la luna llena.
El tren se esconde y resuena
Dentro de un monte gigante.
Campos yermos, cielo alto.
Tras los montes de granito
Y otros montes de basalto
Ya es la mar y el infinito.
Juntos vamos; libres somos,
Aunque el Dios, como en el cuento
Fiero rey, cabalgue a lomos
Del mejor corcel del viento
Aunque nos jure, violento,
Su venganza,
Aunque ensille el pensamiento,
Libre amor, nadie lo alcanza.
Antonio Machado.
sábado, 18 de febrero de 2012
LA BIBLIOTECA DE AZUQUECA APADRINA A AUTORES NOVELES (2)
¡Ya esta! Como os conté hace unos cuantos días, la Biblioteca "Almudena Grandes" de Azuqueca de Henares ha puesto en marcha un programa muy interesante para este año: el apadrinamiento, por parte de los diferentes clubes de lectura que se reúnen cada semana, de un autor novel. Este apadrinamiento tiene como objetivo dar a conocer obras de autores que empiezan, facilitándoles en encuentro y la interacción con lectores de carne y hueso. Internet nos proporciona la oportunidad de "conocer" de alguna manera algunos de ellos, pero tiene que ser mucho mejor poder preguntarles nuestras dudas sobre la novela, o simplemente nuestras impresiones, en persona.
Los nombres que se barajaron en esta idea fueron unos cuantos y, finalmente, los seleccionados para este año (espero que sólo sea el primero) son cinco:
Los nombres que se barajaron en esta idea fueron unos cuantos y, finalmente, los seleccionados para este año (espero que sólo sea el primero) son cinco:
Mónica Martín, autora de Títeres.
Óscar R. Arteaga, autor de Nivaria.
Óscar R. Arteaga, autor de Nivaria.
Karol Scandiu, autora de Erotika.
Emilio Casado Moreno, autor de Crónica Insignificante.
Mayte Esteban, autora de La arena del reloj.
¿Os suenan?
Para el día 23 de mayo, todo un lujo, Emilio Casado Moreno estará charlando con los lectores de Crónica Insignificante. Se prevé buen tiempo, acompañado de lluvia de seguidores. Podéis saber más de esta obra y su autor en este enlace.
Mónica será la que inaugure este proyecto, ya mismo, el día 28 de este mismo mes de febrero, con su novela Títeres. Para quienes queráis conocerla un poquito más, os dejo el enlace de su blog: Mónica Martín.
El siguiente, Óscar R. Arteaga, que con su novela Nivaria celebrará el Día de la Mujer un poquito más tarde. El 22 de marzo estará en la Sala de conferencias del Centro Cultural de Azuqueca de Henares, a las siete de la tarde, hora a la que serán todos los encuentros. Este es el blog de Óscar.
La tercera que llegará, en una fecha muy propia, 24 de abril, casi, casi el día del libro, será Karol Scandiu, con su novela Erótika. Karol ha diseñado, además, el folleto que publicita esta iniciativa. Este es su blog, Deseo y Oscuridad.
Este lado del folleto tiene un breve resumen de las obras y un mini semblante biográfico de cada uno.
Para el día 23 de mayo, todo un lujo, Emilio Casado Moreno estará charlando con los lectores de Crónica Insignificante. Se prevé buen tiempo, acompañado de lluvia de seguidores. Podéis saber más de esta obra y su autor en este enlace.
Para cerrar el programa, una novela que tiene una fuerte vinculación con Azuqueca de Henares, La arena del reloj. Su autora es Mayte Esteban, a lo mejor no hace falta que os ponga un enlace de su blog. El 12 de junio, a las siete de la tarde se hablará de este pequeño fragmento de vida que es su libro.
Creo que no hace falta deciros lo contenta que estoy por compartir este cartel, con autores que sé que pronto van a encontrar un hueco en el panorama literario. Este proyecto me ha mantenido entretenida los últimos tres meses, un pelín nerviosa también, y ver que ya está casi aquí es genial. Me ha encantado participar en esta idea, una más de una biblioteca muy especial porque está viva. La única pega es que, por la distancia y el trabajo, alguno de los días me lo tendré que perder. Haré todo lo posible para que no sea así, aunque hoy por hoy no lo puedo asegurar. Hace unos años, seguro que estaba la primera. Me pasé más tiempo en esa biblioteca que en mi casa.
Se puede decir que yo he crecido allí.
Se puede decir que yo he crecido allí.
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