lunes, 3 de mayo de 2021

COMPROMISOS LECTORES

 Decía el otro día Marta Luján en un tuit que ella, antes que escritora, es lectora, y que no lee por compromiso con otras autoras, sino siguiendo sus propios deseos lectores. Que no le importa si la otra persona lee sus libros y que, desde luego, no lee esperando nada de vuelta.

Solo puedo quitarme el sombrero ante su tuit.

Llevo años siguiendo esa filosofía, leyendo lo que de verdad me apetece y comentando únicamente lo que me llega, lo que me mueve, lo que me conmueve y me gusta tanto que de verdad me apetece compartirlo con los demás. Y en ese contexto de siempre buscar lo positivo, me da igual si la persona a la que leo nunca siente la necesidad de abrir un libro mío. De hecho, leo a gente que jamás se va a molestar en leerme a mí, y no hablo solo de autores extranjeros. Hablo de algunos que tengo muy cerca.

El tuit de Marta me trajo de recuerdo varias historias. 

Una se remonta a la Navidad de 2011, cuando por primera vez abandoné un libro que suponía un compromiso lector. Lo hice después de intentar leerlo con todas mis fuerzas y que se me hiciera bola, porque no me estaba gustando nada. Era autoeditado, era el principio de este movimiento, y el autor, que sabía que lo estaba leyendo -cometí la torpeza de anunciar que lo había empezado-, al ver que pasados tres meses no decía nada sobre su novela, me bloqueó en las redes. Supongo que si hubiera dicho que el libro me parecía un tostón habría hecho igual, pero me callé porque quién soy yo para tirar el trabajo de nadie.

A partir de esa experiencia, no suelo anunciar qué es lo que estoy leyendo. Me libera de ese tipo de reacciones y me concede a la vez la libertad de pensar lo que quiera de los libros. Tengo que decir que desde 2011 he empezado muchísimos más que he terminado, que he leído fragmentos que no me han convencido, pero me lo he guardado porque sé que solo es mi opinión y puedo estar equivocada.

No tengo la soberbia de pensar que yo soy la que tiene razón.

Hace como dos años, me pasó otra de estas cosas que tienen que ver con este tuit de Marta, pero en sentido contrario. Alguien se leyó un libro mío y lo alabó el público. Desmedidamente. Yo lo agradecí, como hago con todo, y me fijé que esa persona escribía. Como soy muy curiosa, pero también me he cansado de tirar dinero, me descargué el fragmento de su novela. Después de un inicio prometedor, la novela se volvía muy lenta para mí y la dejé. No estaba muy mal escrita, pero carecía de algo que le pido a los libros: alma. Técnica sí tenía, pero la emoción no la encontraba por ninguna parte. No se me erizaban los pelillos del brazo ni sentía envidia por lo genial del enfoque.

Tiempo después, poco, esta persona se puso en contacto conmigo para pedirme que leyera su libro y le dejase un comentario. Yo, con toda la amabilidad del mundo, le dije que lo tendría en cuenta. Me daba mucho respeto decirle que ya lo había empezado y no me había gustado, no me complace causarle dolor a nadie, y menos en algo que para nosotros es tan valioso como son nuestras novelas. Yo sé que hay gente que disfruta subiéndose a un pedestal a despotricar sobre otros autores, pero yo lo paso mal y no quiero exponerme voluntariamente a cosas que me lo hagan pasar mal, sería idiota. Transcurridas unas semanas, noté su repentina ausencia en mis redes. Después de me gusta continuos desapareció, hasta tal punto que pensé que habría desistido en esto de escribir. No era así. Sigue, pero me ignora con cordialidad. Me pregunto si los halagos que tuvo para con mi novela no serían sino un medio para su fin.

Desde luego, si así era, creo que es la estrategia más equivocada. Yo no había descartado leer su siguiente libro por si había mejorado y ahora, con todo lo que tengo en mente, quizá sí.

Por fortuna, eso no sucede siempre. La mayoría de los autores que conozco son como Marta, saben separar su yo lector de ese otro que escribe. 

Ojalá todo el mundo lo entendiera tan bien. Nos iría a todos un poquito mejor.

domingo, 2 de mayo de 2021

EN MAYO, AÑOS DE MENTIRAS A MITAD DE PRECIO

 Daniel intenta escribir una novela. No sabe cómo se hace, solo se ha dejado llevar por su instinto y por esa capacidad terapéutica que tienen las palabras a veces y que ahora tanta falta le hacen. Daniel no es un aspirante a escritor más, tiene algo especial, algo que brilla aunque aún le quede mucho camino por recorrer hasta que aprenda a centrarse en lo importante. Eso ha visto Alejo Novoa en él. Esa será la razón por la que el autor más esquivo de la literatura vuelva a dar señales de vida. Quizá porque él, un día, también necesitó que lo rescatasen de sus fantasmas.

"Una historia de mentiras que esconden grandes verdades" . Laura Sanz, Escritora.
La tienes ahora por 2,84€ en ebook.



sábado, 24 de abril de 2021

LA FAMILIA MARSTON

 Llevamos unos meses escuchando hablar de una saga de romántica histórica, Los Bridgerton. Después de haber presenciado el éxito que su adaptación para serie de televisión que ha tenido la colección de novelas de Julia Quinn y lo que de rebote se están vendiendo en todas partes, hablar de cualquier otra serie de libros de ambientación histórica siempre suscitará comparaciones. En mi caso, es complicado comparar porque no he leído un solo libro de Quinn, aunque sí vi la serie. Me entretuvo, me desconcertaron muchas licencias, pero soy de mente abierta y sé lo que es Netflix, así que se las perdoné.

Pero no sé si un día leeré los libros y menos si lo haré en orden.

¿Por qué digo esto? Porque los que me conocen saben que no soy de sagas. Soy perfectamente capaz de empezar a leer una por el número 3 (¿verdad, Marian?) y no darme cuenta hasta el final que hay otras historias vinculadas a ella. Tan perfectamente capaz que esta saga de la que vengo a hablaros, la Familia Marston de Christine Cross la empecé por el 4. Solo la vi en una de las promos que hizo la autora en las redes (bravo, creo que es la única manera que tenemos los peces de colores de darnos a conocer), fui a Amazon, leí la sinopsis (sin ver lo del 4, obvio), me gustó, la descargué... y después, cuando la terminé y descubrí que había más, poco a poco, fui leyendo las siguientes.

Estos días he estado leyendo la que acaba la serie, Todo un caballero, y la verdad es que me ha dado muchísima pena que se terminase, porque esta saga de libros tiene varias cosas que me gustan mucho. Christine Cross maneja la época, se concede licencias, porque al fin y al cabo hablamos de ficción, pero no del tipo tosco de la serie de Netflix, escribe de MARAVILLA, los personajes los construye de tal manera que consigue que los quieras y para mí, lo decisivo, es que no puedo soltar los libros. Busco todo el rato momentos para ellos. 

Sé lo que voy a encontrar. Es romántica, libros que cumplen todo el pacto que hace con los lectores este género. Y en eso, estoy segura, yo tengo mucho que aprender, porque tiendo a olvidarme de la vida real en mis historias y a veces les resto una dulzura que ella se permite. Como lectora, cuando necesito estos libros, agradezco que la tengan y los de Christine la tienen.

Todavía no he leído todos los libros que ha escrito, pero eso está bien porque así sé que, en otro atasco lector, sabré a quién recurrir.

Voy a dejar la saga completa, no sin antes deciros que Christine Cross es el seudónimo de una autora española, Marta Luján. No hay que irse lejos para encontrar autoras de romántica de ambientación histórica maravillosas, las tenemos aquí. Y si no, leed a Nieves Hidalgo o a Nuria Llop y me decís si estoy equivocada.

Por cierto, pregunta para la editorial, ¿por qué estos libros no están en papel? En serio, no lo entiendo. No voy a contar nada de las novelas, os dejo con las sinopsis y las podréis descubrir. Creo que es parte de la magia de la lectura, ser tú mismo quien la complete, dejándote seducir solo por tu propio instinto. Y si necesitáis más, descargad los fragmentos gratuitos que harán el resto.


1



En la sociedad londinense de la época georgiana, de la hija de un duque solo podía esperarse que fuese una gran dama. ¿Pueden romperse las reglas por una gran pasión? ¿Y si esa pasión conlleva un asesinato?

Lady Arabella Marston se encuentra ya en su tercera temporada y sigue soltera y sin compromiso, aunque no le importa demasiado. Su verdadera pasión es la pintura.

Dispuesta a demostrar que puede ser algo más que una dama, decide presentar su obra, La ninfa del agua, a la primera exposición de verano que tendrá lugar en la Real Academia de Artes de Londres.

Cuando Arabella descubra que le han robado el cuadro, no tendrá más remedio que pedir su ayuda al conde Alexander Harvey, Lord Thornway; un hombre apuesto y recién llegado de Europa, al que no dudará en catalogar como libertino. Sin embargo, pronto descubrirá que su superficialidad esconde un corazón atormentado por el pasado.

La atracción que siente por él, hará que surjan en Arabella muchas dudas. ¿Deberá renunciar a sus sueños y a su pasión por la pintura para escoger el amor?

Solo cuando alguien intente acabar con su vida, comprenderá qué es lo esencial para su corazón.


2


Un marqués indolente.
Un secreto de nacimiento.
Una aventura peligrosa que despertará un amor apasionado en la Inglaterra de la Regencia.

Él no sabía que su vida no tenía sentido, hasta que llegó ella para removerlo todo y conquistar su corazón.

James, Marqués de Blackbourne, es el mayor de los trillizos Marston y el heredero del ducado de Westmount. Ajeno a los intentos y amenazas de su padre por casarlo, se dedica a vivir una vida acomodada y sin sobresaltos entre caballos, cartas, bebida y mujeres.

Nadie en su familia le echa en cara su modo de vida mientras cumpla con sus responsabilidades, nadie excepto su atractiva prima Lady Victoria Cavendish que lo acusa de malgastar su vida, convirtiéndose así en una espina para su conciencia.

Lady Victoria siempre ha estado enamorada en secreto de James. Hija única, huérfana de madre a temprana edad y criada en un ambiente de lujo, Victoria ha sido mimada en exceso por su padre. El conde siempre la ha protegido de todo, especialmente del terrible secreto de su nacimiento.

Cuando en un baile de máscaras un hombre enmascarado le entrega una carta en la que le revela el secreto de su bajo origen y amenaza con hacerlo público ante la alta sociedad si no cumple con sus exigencias, Victoria pierde toda esperanza de conseguir el amor de James, pero será precisamente esta aventura juntos lo que hará que James vea a Victoria tal como es, una hermosa mujer digna de ser amada.

3




Una mujer misteriosa.

Una maldición antigua.

Dos corazones destinados a encontrar el verdadero amor en una vieja mansión de la campiña inglesa.

Lady Sara Ferrers arrastra una maldición. Descendiente de la famosa lady Katherine Ferrers, una salteadora de caminos que murió a causa de un disparo y que se dice que vaga durante las noches por la mansión de Markyate Cell, la gente la considera una bruja. En realidad, se trata solo de una joven solitaria que lleva una vida tranquila... hasta que conoce a su nuevo vecino, el vizconde Leighton.

Lady Sara no esperaba enamorarse, pero está decidida a conquistar el corazón de su atractivo e irresponsable esposo. A Edward Marston le gusta disfrutar de su vida en Londres, sin ataduras ni responsabilidades, pero una inesperada herencia cambiará su vida para siempre. Cuando se ve obligado a tomar a lady Sara como esposa, se debatirá entre la fascinación que siente por ella, y el rechazo a una boda impuesta.

¿Puede triunfar el amor incluso cuando se le cierran las puertas del corazón?


4




Siempre le había atraído la aventura y el peligro, pero nunca había imaginado que esta le llegaría en forma de mujer.

Robert creía que la vida ya no tenía más emociones que ofrecerle, hasta que la conoció a ella.

Judith sabe que corre peligro, pero está dispuesta a todo por salvar a su hermano.

Juntos emprenderán una búsqueda que pondrá en riesgo no solo sus vidas, sino también sus corazones.

Tras sufrir una traición a manos de una mujer que destrozó su corazón, Robert Marston ha dejado su trabajo como espía al servicio del Gobierno de Su Majestad. Atrapado en los recuerdos, se refugia en una vida monótona y aburrida que loha hecho encerrarse en sí mismo. Todo cambia el día en que se cruza con una mujer, tan hermosa como desconocida. Dice llamarse Judith y ser hermana de uno de sus mejores amigos, y espía como él, David Langdon, quien lleva una semana desaparecido.

Juntos investigarán la desaparición de David mientras la atracción crece entre ellos. Las pistas los llevarán al mundo de los fumaderos, del comercio del opio y de la prostitución. Robert tendrá que usar su habilidad como espía para adentrarse con Judith en los bajos fondos de Londres, ya que ella está empeñada en acompañarlo en la búsqueda. Evitar poner en peligro a Judith y, sobre todo, evitar poner en peligro su propio corazón, será una tarea enorme.


5



Una promesa infantil convertida en un sueño.

Dos corazones en busca de la felicidad.

Jimmy Marston no encuentra su lugar en el mundo. Atrapado entre su pasado como huérfano y su presente en la alta sociedad como hijo adoptivo del marqués de Blackbourne, tiene la sensación de no pertenecer a ningún lugar. Su frustración aumenta cuando es rechazado por una joven dama a causa de sus orígenes.

Tras sufrir un accidente que lo postra en el lecho, tendrá mucho tiempo para reflexionar sobre sí mismo y sobre quién es en realidad.

Mary Reed hace años que dejó atrás el orfanato de Angel House donde se crio, se gana la vida como cuidadora de enfermos y está satisfecha con lo que tiene.

Cuando lady Blackbourne la contrata para cuidar de Jimmy, Mary pronto se dará cuenta de que nada tiene que ver el apuesto y malhumorado hombre, que pone a prueba su paciencia, con aquel niño con el que un día prometió casarse. Un hombre que le hace plantearse que, quizás, no esté tan satisfecha con su vida como pensaba.

¿No sabíais qué leer en romántica de ambientación histórica? Pues ahí tenéis unas cuantas ideas. No llega a 20 euros la saga completa, lo que os costaría un libro en papel. Podéis pulsar aquí para verlas en Amazon.

jueves, 15 de abril de 2021

¿QUÉ LIBRO SE PUBLICÓ CUANDO NACISTE? 2011-2020

 Esta entrada habrá que verla pasados unos años, y no solo porque los libros aún no han madurado, como dije en la entrada anterior que dedico a este tema, sino porque las personas que han nacido en estos años son muy pequeñas aún. Tan jóvenes que algunos no saben leer y ya me extrañaría que tuvieran ahora curiosidad por saber qué se publicó en el año que nacieron.

Si en las primeras entradas de esta serie tengo claros los libros que he ido consignando en cada año, algunos sin ningún género de dudas, en este caso las tengo todas y me voy a permitir licencias. Sobre todo una, porque para mí hay un libro que es mi libro del año por razones personales. Espero que se me perdone el guiño, lo hago en mi casa.

Esta entrada también va a ser diferente porque no voy a hablar de cada libro. Lo que sí diré es que si en la primera década del siglo la novela se decantaba por la histórica, en esta segunda todo es más ecléctico. Si se atiende a las listas de ventas, muchos de los años están copadas por novela negra, aunque la intimista también ha tenido su momento. Otro tipo de novela que ha arrasado en ventas ha sido la novela romántica, que llega cada vez a más lectores, pero que sigue sufriendo una falta de respeto generalizada por la crítica, a pesar de que hay muchas novelas de este género de gran calidad y autoras, sobre todo, a tener en cuenta, con mucha mayor calidad literaria que algunos autores de otros géneros.

El fenómeno editorial de la década, sin ninguna duda, es Patria, de Aramburu, una novela que presenta técnicas narrativas que en principio podían haber provocado rechazo, pero sucedió todo lo contrario: conectó absolutamente con los lectores.


2011. El día de mañana. Ignacio Martínez de Pisón





2012. El lector de Julio Verne. Almudena Grandes



2013. Intemperie. Jesús Carrasco



2014. El impostor. Javier Cercas.



2015. Cicatriz. Sara Mesa.



2016. Patria. Fernando Aramburu.



2017. Clavícula. Marta Sanz.



2018. Ordesa. Manuel Vilas.



2019. La colina del almendro. Mayte Esteban.



2020. Un amor. Sara Mesa.



miércoles, 14 de abril de 2021

HACER FELIZ

 Imagina que tienes la oportunidad de hacer un regalo a alguien, un único regalo, y que ese regalo le hará feliz o que se sienta el ser más desdichado del planeta. ¿Cuál sería tu elección? 

Imagina que ese gesto, lo que hagas, revertirá en ti, multiplicado. ¿Cuál sería tu elección?

Creo que hasta aquí, la mayor parte de la gente ha elegido hacer feliz, aunque no conozca de nada a la otra persona, y lo creo porque estoy convencida de que la mayoría de las personas son buenas en esencia. Solo un pequeñísimo (pero ruidoso) porcentaje se decantaría por putear a la persona. Solo un pequeño porcentaje de las personas, disfrutan haciendo que alguien lo pase mal.

La disyuntiva que planteo es porque estos días he tenido en mis manos hacer un poquito feliz a alguien que no conozco. Por supuesto, lo he elegido, porque no cuesta nada. Porque ofrecer la posibilidad a alguien de que sonría al menos un instante, de que sueñe, de que crea... salgan o no salgan las cosas adelante, siempre compensa.

A mí me compensa: es mi premio.

Lo que nunca compensa son otras cosas como el acoso constante, el insulto repetido, el daño a conciencia y el buscar réditos con ello, porque supongo que igual que la vida te multiplica lo bueno, te dará, cien veces, lo malo que aportes tú.

Y yo, sinceramente, ya tengo bastante con observar el mundo que se nos está quedando con absoluta estupefacción.

Eso, hacer infeliz, putear, se lo dejo a otros.