miércoles, 11 de abril de 2012

NO CORRESPONDENCIA

Hay momentos en la vida en los que se produce un fenómeno extraño: lo que sentimos no se corresponde con lo que estamos viviendo. ¿Os ha pasado? Es como si el cerebro se desconectase de alguna manera y fuera incapaz de registrar la realidad circundante, moviéndose por una paralela.

La no correspondencia es difícil porque impide disfrutar plenamente de los éxitos, por pequeños que sean, de las cosas sencillas que hacen que nuestro paso por aquí merezca la pena. O al contrario, maximiza lo cotidiano, engorda hasta los más mínimos detalles haciéndonos creer que nos podemos comer el mundo. Nos mantiene en un equilibrio inestable, caminando por una navaja demasiado afilada.

No lo había pensado así cuando empecé a escribir, pero estoy pensando en la no correspondencia en el amor. El dolor de quien siente solo es inmenso, pero yo, que no puedo dejar de pensar, me he intentado poner en el otro lado, en el de la persona que recibe ese amor que es incapaz de corresponder. Cuando uno ama el tiempo cura. Cuando uno ama está vivo y en cualquier momento puede reorientar ese sentimiento hacia otra persona. Pero, ¿qué pasa cuando eres amado y no puedes dar al otro lo que necesita? Tiene que ser doloroso saber que, aunque no quieras, estás haciendo daño a una persona que te quiere.

Hay que dormir por las noches, porque si no se escriben cosas muy raras...


9 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu reflexión. Además, me ha hecho pensar...

    ResponderEliminar
  2. Se tiene que pasar mal. Saber que eres amado y no poder corresponder... Y es algo que no se puede controlar. Se quiere o no se quiere. No hay más.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  3. Estaba buscando información para una cosa que estoy escribiendo (es cosa de momento, no sé cómo calificarlo) y encontré la no correspondencia en el amor, pero siempre del lado del que sufre porque no le quieren. Trataba de pensar desde la otra parte, como dice Margari, se quiere o no, imposible controlar el corazón.

    ResponderEliminar
  4. No se si será la falta de sueño o qué será, pero......

    ResponderEliminar
  5. ¿Y yo qué le voy a hacer si alguien me elige y a mí me es indiferente? Claro, a lo mejor son cosas de la edad que ya lo ves, veo, todo desde un punto de vista más pragmático. Seguro que hace años me hubiera preocupado más de mi sufrido amador. Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Esto era una investigación para un relato corto y ha salido un debate... me gusta.

    Koncha, ¿qué dices de edad? Si estás en lo mejor. Te has quitado todas las tonterías de encima.

    Al, lee otra vez, corazón. Que no es tan raro.

    ResponderEliminar
  7. En algún sitio he leído (soy malísima para las citas) que no somos responsables de los sentimientos de los demás.
    No pienso que tenga que ver con la edad (¡ésta Koncha presumiendo de años!) y creo mas bien, como Margari, que no se puede controlar.
    En cualquier caso no has dado para pensar un ratito que de vez en cuando no viene mal.
    Besos

    ResponderEliminar
  8. De vez en cuando, pensar viene bien, Paloma. A veces intento ponerme en el otro lado y buscar en mis propios sentimientos, tratando de saber cómo me sentiría. Supongo que es un ejercicio derivado de estar siempre inventando personajes.

    Un beso

    ResponderEliminar
  9. Esto lo encontré en un blog:

    El juego y camino de un amor no correspondido, tiene tres senderos que recorrer a priori de la muerte:

    Alegría,

    por encontrar a quién amar,

    tristeza,

    por rechazo y no disfrutar,

    Soledad,

    por no vivir, por sólo soñar.

    ResponderEliminar

Si dejas tu comentario, entenderé que aceptas formar parte del reflejo de este espejo. Gracias por tu visita.