En este blog siempre he reservado espacio para los libros autoeditados, consciente, por mi propia condición, de lo complicado que resulta llegar al público cuando no tienes detrás de ti gente que empuje tu proyecto y que lo haga visible a ojos de los demás. No lo he hecho sólo por esa razón. Existe otra más poderosa. Entre los autoeditados hay gente con mucha calidad que merecen nuestra atención y obras cuya lectura nos puede aportar muchas cosas positivas.
Curiosamente, con quien menos he insistido he sido conmigo misma. Salvo en el caso de mi última novela, El medallón de la magia, cuyo proceso de publicación pudisteis seguir paso a paso, en los otros casos, los ecos en la red de las novelas se han quedado ocultos en una de las páginas de este blog. Hoy quiero hacerlos visibles, compartirlos porque me he dado cuenta de que ya son unos cuantos.
La arena del reloj es casi protagonista de esta página. Es una novela-biografía muy diferente a cualquier otra cosa que hayáis podido leer, sé que muchos ya sabéis de lo que hablo. Me siento orgullosa de este libro por lo que significa en mi vida, lo que contiene, lo que me ayudó en su momento y las oportunidades que me ha ido brindando desde que decidí, tal vez de manera inconsciente, dejarlo accesible. Me devuelve, siempre, más de lo que puse.
Su chico de alquiler, a pesar de la sencillez de la historia, para mí tiene la enorme importancia de haber sido la pionera. Su atractiva portada me hizo visible para los blogs y sé que hay muchas personas que han pasado un buen rato leyendo una historia ligera, un chick lit muy cortito que sólo tenía la ambición de entretener.
Esta página de mi blog, EN OTROS BLOGS, os llevará a lo que os cuento. En ella he ido recopilando las reseñas que han salido y alguna que otra cosa que en su momento me llamó la atención.
MAYTE ESTEBAN. Escritora. Abrí paso en España al mundo de la autoedición. Hoy publico con HarperCollins.
jueves, 12 de abril de 2012
miércoles, 11 de abril de 2012
NO CORRESPONDENCIA
Hay momentos en la vida en los que se produce un fenómeno extraño: lo que sentimos no se corresponde con lo que estamos viviendo. ¿Os ha pasado? Es como si el cerebro se desconectase de alguna manera y fuera incapaz de registrar la realidad circundante, moviéndose por una paralela.
La no correspondencia es difícil porque impide disfrutar plenamente de los éxitos, por pequeños que sean, de las cosas sencillas que hacen que nuestro paso por aquí merezca la pena. O al contrario, maximiza lo cotidiano, engorda hasta los más mínimos detalles haciéndonos creer que nos podemos comer el mundo. Nos mantiene en un equilibrio inestable, caminando por una navaja demasiado afilada.
No lo había pensado así cuando empecé a escribir, pero estoy pensando en la no correspondencia en el amor. El dolor de quien siente solo es inmenso, pero yo, que no puedo dejar de pensar, me he intentado poner en el otro lado, en el de la persona que recibe ese amor que es incapaz de corresponder. Cuando uno ama el tiempo cura. Cuando uno ama está vivo y en cualquier momento puede reorientar ese sentimiento hacia otra persona. Pero, ¿qué pasa cuando eres amado y no puedes dar al otro lo que necesita? Tiene que ser doloroso saber que, aunque no quieras, estás haciendo daño a una persona que te quiere.
Hay que dormir por las noches, porque si no se escriben cosas muy raras...
La no correspondencia es difícil porque impide disfrutar plenamente de los éxitos, por pequeños que sean, de las cosas sencillas que hacen que nuestro paso por aquí merezca la pena. O al contrario, maximiza lo cotidiano, engorda hasta los más mínimos detalles haciéndonos creer que nos podemos comer el mundo. Nos mantiene en un equilibrio inestable, caminando por una navaja demasiado afilada.
No lo había pensado así cuando empecé a escribir, pero estoy pensando en la no correspondencia en el amor. El dolor de quien siente solo es inmenso, pero yo, que no puedo dejar de pensar, me he intentado poner en el otro lado, en el de la persona que recibe ese amor que es incapaz de corresponder. Cuando uno ama el tiempo cura. Cuando uno ama está vivo y en cualquier momento puede reorientar ese sentimiento hacia otra persona. Pero, ¿qué pasa cuando eres amado y no puedes dar al otro lo que necesita? Tiene que ser doloroso saber que, aunque no quieras, estás haciendo daño a una persona que te quiere.
Hay que dormir por las noches, porque si no se escriben cosas muy raras...
viernes, 6 de abril de 2012
NUEVOS EN CASA
En este último mes han sido seis los libros que han llegado a casa. No son muchos, la verdad, me he contenido todo lo que he podido, pero es que voy teniendo problemas de espacio y tengo que ser prudente. A este paso acabaré teniendo que instalar estanterías en el cuarto de baño...
Ocho protagonistas, cuatro historias...
Historias plagadas de romance, dulzura, seducción y erotismo, que te conducirán a través de risas, lágrimas y suspiros, más allá de cualquier otra historia que hayas leído.
Déjate seducir por ErótiKa, y entenderás porqué el amor, no entiende de límites.
Cuando he dicho que "han llegado" es completamente cierto: tan solo he comprado uno de ellos. Os los muestro a continuación:
Mi adquisición ha sido El confidente, de Hélène Grémillon.
En plena encrucijada de su vida, tras la reciente muerte de su madre y ante el próximo nacimiento de un hijo que su pareja no desea, Camille recibe una revelación inesperada desde su propio pasado, en forma de cartas anónimas que van llegando una a una a su buzón y que no puede evitar leer con más y más avidez. Pero a medida que avanza la historia, en su interior crece la terrible sospecha de que hay cosas en el pasado de cada uno que quizá sería mejor dejar en el olvido...
No sé cuándo me pondré con él, con todo lo que tengo pendiente.
Queridos Mallorquines, Claves del trato personal en la isla de Mallorca. Guy de Forestier.
Este es un libro curioso de anécdotas recopiladas entre un grupo de más de cien personas. En realidad, el autor del libro no es más que un seudónimo, elegido por el autor, Carlos García-Delgado, arquitecto catalán afincado en Mallorca.
Me lo regaló Marga Ramón, es muy cortito y si no está leído todavía es por la misma razón: falta de tiempo.
Títeres, de Mónica Martín.
La misteriosa desaparición de un influyente hombre de negocios llevará a su hija a adentrarse en la turbulenta intriga que compone la historia de su familia. El camino que recorre se convierte en un escenario donde todas las voces tienen su momento para romper el silencio de un teatro que busca ansioso conocer la verdadera tragedia que se esconde tras un cruce fortuito de destinos.
Este es de la biblioteca, y como no me dé prisa me tocará devolverlo como me llegó. Confío en las vacaciones...
El eterno olvido, de Enrique Osuna.
Samuel Velasco vive en el inconformismo propio de quien nunca dispuso de una oportunidad para elegir su camino. Un día oye hablar de Kamduki, un misterioso juego que pretende, en sólo nueve pruebas, encontrar a la persona más inteligente del planeta. Seducido por el que aseguran que será el mayor premio de la historia, está dispuesto a darlo todo por convertirse en ganador. Carece de las facultades necesarias para afrontar los enigmas más enrevesados, y son muchos los aspirantes, pero su obsesión por vencer no tiene límites. La sombra del pasado, el amor y la pasión se entremezclan en una aventura sin retorno en busca de un grandioso premio inimaginable que esconde una terrible realidad.
Es, creo, uno de los que más ilusión me han hecho. Contiene unas palabras escritas a bolígrafo debajo del título que no pienso compartir, son mías, y procede de un intercambio que hice con Enrique. En su estantería está La arena del reloj. No nos ponemos de acuerdo en quien salió ganando con el trato...
El hijo del herrador, de Ricardo A. Fernández.
La Hispania medieval sirve como escenario a esta historia de conflictos personales que se engarzan hábilmente con los de Estado. La sociedad segoviana aparece retratada como un microcosmos en el que los odios y venganzas entre vecinos, las intrigas para alcanzar el poder local y las desgracias personales son espejo de lo que sucede en los distintos reinos.
Los caprichos del destino llevan al humilde hijo de un herrador de Segovia a conocer de cerca los vaivenes de la política de los distintos reinos peninsulares. Un buen día recibe el encargo de servir al Obispo de Osma y esto marcará para siempre su existencia...
Ya he contado cómo llegó este libro a mis manos. Ricardo tenía su propio puesto en un mercadillo medieval, nos pusimos a hablar y cuando quise pagárselo no hubo manera... Me lo regaló, firmado, así que fui a mi casa, agarré un ejemplar de El medallón de la magia, volví al mercado y se lo regalé. Trueque medieval... Es mi lectura actual. Voy muy despacio, pero os aseguro que el libro no tiene la culpa. El maldito tiempo.
Erótika. Vol I. de Karol Scandiu.
Ocho protagonistas, cuatro historias...
Amor y deseo llevados hasta el límite, dispuestos a romper barreras y luchar por ser felices sobre todo lo demás. ¿Puede el amor y el deseo prevalecer sobre lo que la sociedad considera correcto? ¿Se puede amar sin importar qué o quiénes estén en contra? ¿Puede un corazón y alma mutilados, volver a creer en el amor? ¿Qué serías capaz de hacer por amor?
Ésas y muchas otras preguntas encontrarán sus respuestas en las páginas de ErótiKa.Historias plagadas de romance, dulzura, seducción y erotismo, que te conducirán a través de risas, lágrimas y suspiros, más allá de cualquier otra historia que hayas leído.
Déjate seducir por ErótiKa, y entenderás porqué el amor, no entiende de límites.
Pues este es otro que procede de un intercambio y que contiene sus correspondientes palabras en bolígrafo. Karol y yo nos conocimos en persona en la presentación en Azuqueca de Henares de Nivaria, la novela de Óscar R. Arteaga y volví a casa con su libro. Ya lo he leído y muy pronto os traeré la reseña.
¿Habéis leído alguno?
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miércoles, 4 de abril de 2012
UN ALTRO PREMIO MUTANTI
Ieri ho insegnato premio Mutanti. Sono sorpreso tutti i segni di affetto.
Questo premio deve essere da lontano, non credo che nessuno di voi questi nomi, ma è un onore, un premio che può venire dalla Mallorca. Ciò significa che i blog in tutto ilmondo comunità e siamo tutti insieme a premiare su altri blog. Vorrei ringraziare concae Marga.
Carissimo Blog Award è un premio che ricompensa, incoraggiare e promuoverequesto sito, i cui seguaci numero non più di duecento, ma la loro natura e il contenutomeritano di essere rese note in tutti gli angoli della blogosfera.
Le regole sono molto semplici:
1 - copiare e incollare il premio sul blog e collegarlo al blogger che ha dato.
2 - Scrivi Identificare i 5 blog preferiti con meno di 200 seguaci e commenti sui loroblog, in modo che sappiano che hanno ricevuto il premio.
3 - E questi blog continuano a mantenere la catena, e scegli i tuoi 5 blog preferiti.I miei blog scelti sono:Metida entre librosLos libros de la brujaNovia a la fuga, ¿o no?El blog de Magnus IndgalsenEl arte de sentir
Questo premio deve essere da lontano, non credo che nessuno di voi questi nomi, ma è un onore, un premio che può venire dalla Mallorca. Ciò significa che i blog in tutto ilmondo comunità e siamo tutti insieme a premiare su altri blog. Vorrei ringraziare concae Marga.
Carissimo Blog Award è un premio che ricompensa, incoraggiare e promuoverequesto sito, i cui seguaci numero non più di duecento, ma la loro natura e il contenutomeritano di essere rese note in tutti gli angoli della blogosfera.
Le regole sono molto semplici:
1 - copiare e incollare il premio sul blog e collegarlo al blogger che ha dato.
2 - Scrivi Identificare i 5 blog preferiti con meno di 200 seguaci e commenti sui loroblog, in modo che sappiano che hanno ricevuto il premio.
3 - E questi blog continuano a mantenere la catena, e scegli i tuoi 5 blog preferiti.I miei blog scelti sono:Metida entre librosLos libros de la brujaNovia a la fuga, ¿o no?El blog de Magnus IndgalsenEl arte de sentir
lunes, 2 de abril de 2012
AMAZON, AUTOPUBLICAR Y LA FECHA DE CADUCIDAD.
Hace un tiempo había un programa de televisión en el que la periodista, Samantha Villar, se ponía en la piel del protagonista de su reportaje. Durante 21 días, bajo la premisa "no es lo mismo vivirlo que contarlo" experimentaba lo que suponía vivir, por ejemplo, sin el sentido de la vista o el penoso trabajo en una mina andina.
Un famoso periodista, preguntado por ese experimento, declaró que le parecía una aberración. Viviendo la experiencia se pierde ese punto de objetividad y de distancia que se le presupone al que se dedica al oficio de cronista de lo cotidiano. Yo, que no soy periodista, estos días he hecho como Samantha, ponerme en la piel de un escritor, experimentar para saber cómo es la experiencia de autoeditar en una de las plataformas que la red pone a nuestra disposición a un solo click de distancia: Amazon. Después de haber publicado, os cuento mi experiencia. Es, cómo no, subjetiva, personal y absolutamente mía, por lo tanto, nulamente extrapolable para nadie más. Es, llanamente, un experimento sin valor.
El principio fue difícil. No entendía nada de cambios de formato, códigos html (y sigo más o menos igual) o programas de conversión. Orientada por un buen amigo fui dando pasos, sorteando obstáculos y, de paso, poniéndome cada vez más nerviosa con aspectos como la maquetación. Entiendo perfectamente que haya gente que se dedica a ello, no es nada sencillo. Ayer mismo descubrí que algunas palabras, en tantos cambios de formato y pruebas para que todo estuviera en su lugar, han mutado hasta convertirse en extraños vocablos que no existen en el castellano, ni actual, ni antiguo. Son producto de la tecnología o, más bien, de mi falta de dominio de ésta.
Superada la fase de preparación tocó subir el archivo. Es fácil en el fondo, seguir las instrucciones y poco más, pero las dudas sobre si lo estaba haciendo bien hicieron que algo que debería haber durado unos minutos se prolongase por espacio de dos horas y se llevase por delante mi paciencia.
Ver la novela finalmente publicada fue casi más complicado que escribirla. También fue emocionante, lo reconozco, pero eso sólo era el principio. Quedaba enfrentar el proceso de promoción, algo para lo que tampoco estoy preparada, empujarla para que los demás la conocieran y se pudieran acercar a su lectura. De todo, sin ningún género de dudas, lo más complicado, lo más duro. No sé hacerlo, me agota y me siento una pesada repitiéndome, pero he luchado con mi tendencia natural a esconderme y he concentrado la energía que empleo siempre en proyectos ajenos en uno en el que soy la protagonista.
¿Resultado? En los quince primeros días, mi objetivo (nada ambicioso por otro lado) era vender una novela al día. Prueba superada con creces. Es más, no sólo se produjeron ventas en amazon.es, como esperaba, sino también en la plataforma alemana, lo que me provocó más de una sonrisa. Inimaginable, poco frecuente pero muy en mi línea de ir por caminos siempre poco transitados.
En los rankings variables cada hora que ofrece Amazon, he llegado a ponerme número dos en algunas categorías varias veces e incluso durante un día estuve en el top 100 de Amazon.es. Y eso que rechacé hacer una promoción gratuita, para no alterar de ninguna manera los datos que quería para mi "estudio personal".
No he llegado al número uno y eso es bueno en el fondo. La absurda apuesta con mis alumnos de tatuarme el medallón que da título a la novela si lo conseguía no la tendré que cumplir (aunque estaba dispuesta a hacerlo si ocurría, de eso que no quede ninguna duda). Supongo que al apostar estaba más segura de que "ganaría" que mis oponentes. Soy tonta pero no estoy loca... no del todo, al menos.
De esto concluyo varias cosas. La publicación digital está planteando cambios en el mercado muy importantes. Las estrategias de marketing van a marcar las diferencias y, sobre todo, creo que tenemos que esperar tiempo para estar seguros de qué pasará al final con todo esto. ¿Por qué lo digo? Pues porque, de momento, nos falta la perspectiva del tiempo, algo que al ser un fenómeno tan reciente no tenemos. Ahora estoy hablando de literatura y no de libros, ni de ventas, ni de posiciones ocupadas en una lista variable a cada segundo. Me acuerdo que hace unos años, en el libro de literatura de cuarto de ESO, entre los nuevos valores que apuntaban a convertirse en referentes para el futuro, había nombres como José Ángel Mañas o Ray Loriga. ¿Alguien se acuerda de Historias del Kronen o de Lo peor de todo? Supongo que alguien, pero para la mayoría son novelas que se han ido perdiendo entre las miles que se publican a diario. Sin embargo, todos conocemos La Colmena o El Camino, y no hace falta decir quienes las escribieron. Son literatura, no libros de moda.
Perspectiva. Eso es lo que nos hace falta. Tiempo para observar, para decidir qué o quién se queda. Esto que estamos viviendo es nuevo, sorprendente y tendrá un impacto. A lo mejor acabamos estudiando a la "generación amazon", pero ahora nada de lo que está en primer plano tiene su puesto asegurado. Hoy hay novelas autoeditadas que nos parecen geniales, pero nadie nos asegura que, entre los códigos html del archivo digital, escondidas, lleven las cifras de su fecha de caducidad.
Un famoso periodista, preguntado por ese experimento, declaró que le parecía una aberración. Viviendo la experiencia se pierde ese punto de objetividad y de distancia que se le presupone al que se dedica al oficio de cronista de lo cotidiano. Yo, que no soy periodista, estos días he hecho como Samantha, ponerme en la piel de un escritor, experimentar para saber cómo es la experiencia de autoeditar en una de las plataformas que la red pone a nuestra disposición a un solo click de distancia: Amazon. Después de haber publicado, os cuento mi experiencia. Es, cómo no, subjetiva, personal y absolutamente mía, por lo tanto, nulamente extrapolable para nadie más. Es, llanamente, un experimento sin valor.
El principio fue difícil. No entendía nada de cambios de formato, códigos html (y sigo más o menos igual) o programas de conversión. Orientada por un buen amigo fui dando pasos, sorteando obstáculos y, de paso, poniéndome cada vez más nerviosa con aspectos como la maquetación. Entiendo perfectamente que haya gente que se dedica a ello, no es nada sencillo. Ayer mismo descubrí que algunas palabras, en tantos cambios de formato y pruebas para que todo estuviera en su lugar, han mutado hasta convertirse en extraños vocablos que no existen en el castellano, ni actual, ni antiguo. Son producto de la tecnología o, más bien, de mi falta de dominio de ésta.
Superada la fase de preparación tocó subir el archivo. Es fácil en el fondo, seguir las instrucciones y poco más, pero las dudas sobre si lo estaba haciendo bien hicieron que algo que debería haber durado unos minutos se prolongase por espacio de dos horas y se llevase por delante mi paciencia.
Ver la novela finalmente publicada fue casi más complicado que escribirla. También fue emocionante, lo reconozco, pero eso sólo era el principio. Quedaba enfrentar el proceso de promoción, algo para lo que tampoco estoy preparada, empujarla para que los demás la conocieran y se pudieran acercar a su lectura. De todo, sin ningún género de dudas, lo más complicado, lo más duro. No sé hacerlo, me agota y me siento una pesada repitiéndome, pero he luchado con mi tendencia natural a esconderme y he concentrado la energía que empleo siempre en proyectos ajenos en uno en el que soy la protagonista.
¿Resultado? En los quince primeros días, mi objetivo (nada ambicioso por otro lado) era vender una novela al día. Prueba superada con creces. Es más, no sólo se produjeron ventas en amazon.es, como esperaba, sino también en la plataforma alemana, lo que me provocó más de una sonrisa. Inimaginable, poco frecuente pero muy en mi línea de ir por caminos siempre poco transitados.
En los rankings variables cada hora que ofrece Amazon, he llegado a ponerme número dos en algunas categorías varias veces e incluso durante un día estuve en el top 100 de Amazon.es. Y eso que rechacé hacer una promoción gratuita, para no alterar de ninguna manera los datos que quería para mi "estudio personal".
No he llegado al número uno y eso es bueno en el fondo. La absurda apuesta con mis alumnos de tatuarme el medallón que da título a la novela si lo conseguía no la tendré que cumplir (aunque estaba dispuesta a hacerlo si ocurría, de eso que no quede ninguna duda). Supongo que al apostar estaba más segura de que "ganaría" que mis oponentes. Soy tonta pero no estoy loca... no del todo, al menos.
De esto concluyo varias cosas. La publicación digital está planteando cambios en el mercado muy importantes. Las estrategias de marketing van a marcar las diferencias y, sobre todo, creo que tenemos que esperar tiempo para estar seguros de qué pasará al final con todo esto. ¿Por qué lo digo? Pues porque, de momento, nos falta la perspectiva del tiempo, algo que al ser un fenómeno tan reciente no tenemos. Ahora estoy hablando de literatura y no de libros, ni de ventas, ni de posiciones ocupadas en una lista variable a cada segundo. Me acuerdo que hace unos años, en el libro de literatura de cuarto de ESO, entre los nuevos valores que apuntaban a convertirse en referentes para el futuro, había nombres como José Ángel Mañas o Ray Loriga. ¿Alguien se acuerda de Historias del Kronen o de Lo peor de todo? Supongo que alguien, pero para la mayoría son novelas que se han ido perdiendo entre las miles que se publican a diario. Sin embargo, todos conocemos La Colmena o El Camino, y no hace falta decir quienes las escribieron. Son literatura, no libros de moda.
Perspectiva. Eso es lo que nos hace falta. Tiempo para observar, para decidir qué o quién se queda. Esto que estamos viviendo es nuevo, sorprendente y tendrá un impacto. A lo mejor acabamos estudiando a la "generación amazon", pero ahora nada de lo que está en primer plano tiene su puesto asegurado. Hoy hay novelas autoeditadas que nos parecen geniales, pero nadie nos asegura que, entre los códigos html del archivo digital, escondidas, lleven las cifras de su fecha de caducidad.
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