domingo, 26 de enero de 2014

APUESTAS, INTENCIONES, CASUALIDADES.


Con Detrás del cristal hice apuestas. Fuertes.

La primera de ellas fue plantear una situación incómoda para el lector, sobre todo para su empatía con mi protagonista. El punto de partida de la trama es algo que nadie en su sano juicio haría, pero pensé que esto es ficción y, por lo tanto, algunas licencias que en la vida real nunca me permitiría como ser humano, podía usarlas para plantear el punto de inicio de la narración. Mi misión en adelante, como narradora, sería conseguir que le perdonasen su "locura".

La segunda fue llenar la novela de casualidades que iría engarzando poco a poco hasta hacerlas coincidir. Piezas sueltas que formarían el puzle de esta ficción.

Estas dos apuestas, a la vista del resultado un año después, no han sido tan locas. La mayoría de los lectores han entendido que se trata de una novela y no la crónica de una vida real, han seguido el juego y me han dejado contar una historia que, tras el tono de comedia, esconde algo más.

Porque había una tercera intención.

Es la más ambiciosa, la que no sabía si habría sido capaz de lograr que se entendiera y, sin embargo, desde las primeras reseñas, me di cuenta de que los lectores la habían captado a la perfección. Con esta apariencia de ligereza, para quienes quisieran mirar un poco más allá de las palabras, había un hilo conductor, un pensamiento que hilvana la novela: el miedo a cometer errores que nos paraliza incluso para intentar ser felices, aunque lo tengamos al alcance de la mano. Y la posibilidad de cambiar eso si te das una oportunidad.

Está permitido equivocarse. Lo cobarde es no intentarlo.

Lo escribí en la portada.

Casi un año después, analizando los vaivenes del libro, los comentarios recibidos, su propia biografía, intensa, inesperada, y el vuelco que todo esto ha supuesto en mi vida, os voy a hablar de las casualidades.
Siempre os digo que de cada una de las palabras que me han ido llegando a través de comentarios, tanto en Amazon, como en mi correo, en Twitter... aprendo. Los proceso, medito, valoro si lo que me cuentan me convence y me replanteo muchas cosas, pero hubo uno que me molestó especialmente. Lo voy a reproducir porque no tengo miedo a que se vean las críticas que recibo. Sé que muchos autores hablan solo de las buenas y nunca se atreven a mostrar las malas pero a mí no me importa.

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2.0 de un máximo de 5 estrellas detras del cristal, 6 de julio de 2013
Por 
Compra verificada por Amazon(¿Qué es esto?)
Bueno se trata de una novelita muy poco creible. Los resonajes deben estar en el mismo metro cuadrado porque si no es imposible tanta coincidencia, además las reacciones son absolutamente ilógicas. Para pasar el rato y que no sea muy largo.

No corrijo las faltas de ortografía de la crítica, aquí que cada palo aguante su vela.

Motivadora, ¿verdad? En tres líneas desmonta lo que me costó años tejer sin apenas decir nada de la novela acaba rematando que es simplemente para pasar un rato cortito.

Pero bueno, a lo que iba que no era esto exactamente.

Antes os he dicho que aposté por las coincidencias porque en la ficción es divertido ir encajando situaciones. Como narrador obliga a pensar y al lector, muchas veces, le hace gracia. Incluso los hay que juegan a adivinar cómo se resolverán (bueno, lo digo por mí que soy lectora antes que otra cosa y juego a eso cuando leo las novelas de otros). Pero es que, además, en mi vida las casualidades han sido tantas y tan maravillosas en algunas ocasiones que, ¿por qué no usarlas en la ficción? Ni se me pasó por la cabeza que lo hubiera hecho tan rematadamente mal.

Tras meses de meditación profunda (bueno, mentira, cinco minutos tardé en decidir esto) aviso que voy a poner las que me dé la gana en cuanta novela tengo ya escrita y las que escriba a partir de ahora. Le recomiendo a quien esté detrás de ese nick mutante (es que ha cambiado alguna vez, supongo que tendrá una razón) que no me lea más, que voy a seguir llenándolo todo de hechos que se cruzan, personas que se conocen y, además, para más disgusto suyo, mis personajes seguirán reaccionando igual que lo han hecho en las otras novelas, con esa carencia de lógica que le parece que tienen.

Las casualidades relacionadas con la novela son mil. Lectores que han llegado a mí sin saber que me conocían en persona. Lectoras que se convierten en amigas porque la historia se ha convertido en un nexo común. Gente que ha tropezado (mira Nolitasita, qué extraño) con algo que le recordaba muchísimo a su propia vida. Y más, muchas más, como esta, de hace tres días. La novela en estos momentos está en el top de Amazon de España y de México y mirad lo que pasó:



Lo que a mí me confirma que las casualidades son la sal de la vida. Lo que me anima a seguir haciendo lo que he hecho hasta ahora: exactamente lo que me da la gana.

Por cierto, ya que hablo de un comentario negativo, uno de mis comentarios en Amazon de cinco estrellas, es falso. Me lo plantaron hace unos días como medida de apoyo a autores que habían sido víctimas de un troll. Ni yo tuve nada que ver en esa guerra, ni pido jamás comentarios, ni los doy si a cambio sin haber abierto el libro, así que está denunciado. Quiero que me lo quiten porque no es mío. No he protestado ni uno solo de los malos pero ya van dos veces que pido que se me retire uno de cinco estrellas. La otra vez lo logré, espero tener la misma suerte ahora.

¿Soy tonta? No lo sé, prefiero ser coherente conmigo misma. Espera... ahora que lo pienso, quizá es que yo, como mis personajes, carezco de lógica.


lunes, 20 de enero de 2014

BAJO LOS TILOS DE MARÍA JOSÉ MORENO, YA ESTÁ EN CASA.

Ha sonado el timbre y a estas horas, en las que siempre reina la tranquilidad en casa, cuando nunca espero a nadie, me ha sobresaltado. Lo que tiene vivir en un lugar donde apenas tienes vínculos personales y ni uno solo familiar es que las visitas están contadas y programadas, así que, siempre que la campanilla anuncia a alguien, antes incluso de abrir la puerta, sé quién está al otro lado porque me han avisado previamente.

Por eso, mientras escribía como cada mañana, me he preguntado quién vendría a verme.

Era un mensajero.

Traía un paquete envuelto que no daba demasiadas pistas así que lo he abierto con impaciencia. Dentro, otro envoltorio que me ha costado abrir sin cargármelo y al final... la sorpresa de encontrarme con un ejemplar de Bajo los tilos, la novela de María José Moreno.


En realidad lo sabía, sabía que llegaría uno de estos días pero como vivo despistada se me había olvidado.

Ya lo tengo entre mis manos y son muchas las ganas que tengo también de leer esta historia, así que no creo que pasen muchos días hasta que me enfrente a él. Conozco la escritura de María José porque ya he leído La caricia de Tánatos (del cual hay reseña en el blog) así que la impaciencia se multiplica. Pero tengo que ser sensata y terminar los que tengo a medias, libros de los que os hablaré dentro de unos días porque este mes está siendo tan intenso, tan lleno de proyectos y noticias que apenas me queda tiempo para redactar reseñas. Haré algo diferente pero no voy a dejar pasar la oportunidad de recomendaros alguna de las lecturas que he encontrado que me han parecido muy buenas.

La sinopsis de Bajo los tilos, para los que no conocéis la novela, es la siguiente:

Elena fallece en el avión que la traslada de Madrid a Nueva York. Su familia no sabía que había emprendido ese viaje. Elena guardaba un gran secreto.

Cuando su hija María recibe la trágica noticia, se ve envuelta en una espiral de preguntas sin respuesta. ¿Qué hacía su madre en ese avión?, ¿por qué iba a Nueva York?, ¿por qué no se lo había contado a nadie?... Preguntas que la sumen en una difícil y tenaz búsqueda en el pasado de su madre hasta conocer sus más íntimos, oscuros y dolorosos secretos.

¿A que apetece?

Si queréis un ejemplar podéis conseguirlo en formato digital, en cualquiera de las más de sesenta plataformas en las que está subido este best seller, pero si sois más de papel, en cualquier librería ya está disponible. Si no lo tienen, me consta que se puede encargar. Si os pilla una lejos, también se puede comprar online. Os vais a hacer un auténtico regalazo.

miércoles, 15 de enero de 2014

ENCUENTROS CON AUTORES EN AZUQUECA DE HENARES

Este año, la Biblioteca Almudena Grandes (Azuqueca de Henares) organiza unos encuentros con autores que empezarán el próximo mes de febrero. Todos los encuentros se celebrarán en la Sala de Conferencias del Centro Cultural.

Este año se incluyen cinco nombres. Aquí os dejo el programa, la última autora, quizá, os suene un poco.
  • KIRMEN URIBE. “Lo que mueve el mundo”
20 de febrero. 18’00 h.
Licenciado en Filología Vasca. Conocido por realizar montajes multimedia, en los que combina poesía con otras artes -música, narración, vídeo- en espectáculos itinerantes. Premio Nacional de la Crítica y finalista al mejor libro de poesía traducido al inglés en 2007 en EE. UU. Ganador del Premio Nacional de Narrativa en 2009 por Bilbao-New York-Bilbao.
+ información http://kirmenuribe.com/es/
  • MAITE CARRANZA. “El fruto del baobab”
6 de marzo. 18’00 h.
Licenciada en Antropología y guionista de profesión, como escritora es conocida por su faceta de autora de novelas juveniles, en 2011 obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. En 2013 publica su segunda novela para adultos “El fruto de baobab”.
+ información http://www.maitecarranza.com
  • ADELA CORTINA. “Para qué sirve realmente la ética”
18 de marzo. 18’00 h.
Catedrática de Ética y Filosofía política en la Universidad de Valencia. Miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Directora de la Fundación ETNOR (Ética de los Negocios y las Organizaciones). Ganadora del Premio Internacional de Ensayo Jovellanos 2007.
  • ESTEBAN NAVARRO. “La noche de los peones”
8 de abril. 19’00 h.
Escritor y policía. Finalista en varios premios de novela. En el año 2011 cosechó numerosos éxitos de ventas con la trilogía del policía nacional Moisés Guzmán. Su obra “La casa de enfrente” en edición digital alcanzó el top ventas y en 2013 fue finalista del Premio Nadal con “La noche de los peones” .
+ información http://www.navarroesteban.com
  • DOLORES REDONDO. “El guardián invisible”
25 de abril. 18’00 h.
Estudió Derecho y restauración gastronómica. Comenzó escribiendo relatos cortos y cuentos infantiles. En 2013 inicia la trilogía del Baztán con la inspectora Amaia Salazar como protagonista. Su obra ha sido traducida a 18 lenguas, y recientemente acaba de publicar “Legado en los huesos”, la segunda entrega.
+ información http://www.doloresredondomeira.com
  • MAYTE ESTEBAN. “Detrás del cristal”
7 de mayo. 19’00 h.
Licenciada en Geografía e Historia. Ha ganado varios premios de relatos. Autora de novelas todas ellas publicadas en Amazon con las que ha alcanzado el número uno en sus respectivas categorías. Detrás del cristal ha sido publicada por Ediciones B (Vergara)
+ información http://elespejodelaentrada.blogspot.com.es

Ya os iré contando cómo va.

viernes, 10 de enero de 2014

DOS MIL CATORCE EMPIEZA A ANDAR.


Este año viene cargado de antemano con un extra de sueños que se van a ir cumpliendo. Uno de los míos, uno de mis "imposibles" se hará realidad en un mes, así que no puedo estar más contenta.

Si tengo que definir este 2013 que acabó, diría que ha sido para mí el año más estresante al que me he tenido que enfrentar en mi vida. A finales de 2012, después de pensarlo mucho, decidí que iba a publicar Detrás del cristal en Amazon, a pesar de que alguien se empeñó en decirme meses antes que era una historia sin mucho (o ningún) potencial. No tenía nada que perder. Durante 2012 había colgado en la página mis tres novelas anteriores, había sido apadrinada por el club de lectura de la Biblioteca Almudena Grandes, el blog El universo de los libros me dedicó su sección "Un autor, un mes" y aunque las novelas habían tenido cierta repercusión en la red, incluso una editorial importante se interesó por El medallón de la magia, tampoco se puede decir que hubiera logrado demasiado éxito.

Quizá salir del absoluto anonimato entre los cientos de escritores que en ese momento lo estaban intentando, un montón de reseñas acumuladas, mil pirateos, pero poco más.

Así que, sin arriesgar mucho, decidí darle una oportunidad a una novela que a mí me había encantado escribir.

Pensé que una portada bonita no era capaz de hacerla sola. La de Su chico de alquiler es resultona, la de La arena del reloj me encanta pero sé que no llama demasiado la atención, pero la del medallón… me sigue trayendo por el camino de la amargura, así que, un sábado por la mañana, cuando tenía ya el archivo de texto listo, escribí a Iván Hernández. Enseguida nos pusimos de acuerdo y empezamos a trabajar el mismo lunes. Creo que más gratificante incluso que el hecho de encontrar esa imagen que resumía la novela, la tipografía que me parecía más adecuada o esa frase en la portada, fue encontrar a una persona con la que era muy sencillo trabajar, llena de ideas para discutir.

En pocos días la teníamos y antes de lanzar el libro decidí que necesitaba unas vacaciones. Ya sé que febrero no suele ser el mes más adecuado para irse de vacaciones pero lo hice, porque necesitaba ese descanso que al final no fue tanto porque me llevé el ordenador (no sé estar sin él) y volví a darle un repaso al texto.

Publiqué la novela y soy consciente de que el efecto amigos la metió en el top de cabeza. Quince días después seguía ahí y, por las ventas que llevaba, deduje que no eran sólo amigos ya los que se estaban interesando por ella porque, entre otras cosas, no tengo tantos. Algo estaba pasando que superaba mis expectativas, los comentarios eran buenos pero seguían siendo de conocidos por lo que aún no creía que eso se sostuviera demasiado tiempo.

Ya, lo sé, soy un poco escéptica en general con lo mío.

El caso es que marzo empezó con fuerza. Varios correos de editoriales se me amontonaban para pedirme valorar la novela por si podían incluirla en sus catálogos. Por eso me estresé. No me lo podía creer porque partía de esa premisa, del pensamiento negativo de desconfianza que me generó la primera opinión privada sobre ella. Dejé que lo hicieran pensando que ni siquiera se molestarían en contestar.

Me volví a equivocar.

Otras cuestiones se empezaron a mezclar y cada día la tensión acumulada en mí estallaba como una llantina nocturna sin la cual era incapaz de quedarme dormida. Hace tiempo que tengo problemas con el peso y esto sumó para restar, hasta el punto de que en el verano pesaba tan solo 48 kg, algo insuficiente a todas luces para mi estatura.

Pude contar que tenía un contrato firmado pero me lo guardé, salvo para determinadas personas próximas, hasta que Ediciones B lo hizo público el 10 de julio. ¿Por qué? Pues por algo que me temía y mira, ahí no me equivoqué. Mientras fui invisible, mientras mis tres primeras novelas no las conocía casi nadie, no me dejaron comentarios negativos en ninguna de ellas. Si acaso uno que era absolutamente constructivo en El medallón de la magia y que siempre agradeceré, pero esa mala idea que llegó de pronto, varias opiniones pésimas encadenadas en el verano, no la había vivido y sabía que no me libraría de ella porque lo he visto en otros autoeditados a la mínima que empezaban a destacar.

Producto de la envidia, supongo, nadie me va a convencer de lo contrario. Triste, muy triste para alguien como yo que siempre se entusiasma con lo bueno que le sucede a los demás. Creo que los lectores necesitan muchos libros al año, que no leen uno solo ni un solo género así que no percibo que el resto de personas que escriben sean una "competencia" a derribar sino más bien me gusta pensar que podemos apoyarnos para hacerlo cada vez mejor.

A lo mejor soy idiota perdida.

Reconozco que me hicieron daño, sobre todo el ver que algún perfil está creado en exclusiva para machacarme (no tiene más libros comentados en Amazon y eso da que pensar). Por eso, a partir de entonces, cada vez que llega un comentario me pongo nerviosa, se me cierra el estómago y tengo que pedirle a alguien que lo lea primero. No soy capaz de hacerlo sola. Precisamente, el que yo sea la persona más crítica conmigo misma que existe me ha hecho pulir todos mis textos (menos Su chico de alquiler) hasta la extenuación. He puesto mucho empeño que dos líneas en muchas ocasiones sin argumentos fundían sin compasión.

Yo sé que esto no es importante, como me dice mi amigo Pinti mil veces es algo a lo que tengo que acostumbrarme, sé que llegarán más porque obviamente no puedes gustarle a todo el mundo, pero reconozco también que estos últimos meses en los que la novela no está visible en Amazon me han brindado paz. Ocho comentarios seguidos de cinco estrellas te devuelven la tranquilidad, sobre todo si proceden de personas que no esperas o no conoces.

He engordado un poco, pero no ha sido el ego sino de verdad verdadera.

Estoy mucho más tranquila para afrontar 2014, la publicación en papel ya está ahí, a días de hacerse realidad y espero que este año mi apetito no sufra estragos.


Sé que debería pedir como deseo para este próximo año ser superventas, mantenerme después de haber conseguido tanto en este año pero soy así: me conformo con no volver a pesar 48 kg. Con mantenerme donde estoy ahora.

lunes, 6 de enero de 2014

MULTIPLICACIONES EGIPCIAS: ¡MÁS QUE FÁCILES!

¿Alguna vez os habéis preguntado cómo multiplicaban los egipcios? Supongo que no, como no es normal tampoco preguntarse dónde guarda la vecina los botones que se le caen a las camisas, pero cuando os cuente el método que usaban, con el que probablemente hicieron los cálculos para construir las pirámides, seguro que lo que os preguntaréis es cómo habéis podido vivir todos estos años sin saberlo.

Ahí se me ha ido la mano un montón, me temo.

El método egipcio hace unos cuantos años que lo conozco pero siempre que se lo explico a los chicos, aquellos días raros en los que apenas hay deberes ni exámenes a la vista y los noto un poco dispersos, obtengo como recompensa toda su atención y se afanan en resolver ellos mismos multiplicaciones, sorprendiéndose de que sea casi tan rápido y tan sencillo como apretar las teclas de la calculadora.

Bueno, tampoco es eso. No es tan sencillo ni tan rápido pero es infinitamente más sorprendente.

Como lo más sencillo es empezar con un ejemplo, tomad lápiz y papel y seguidme. 

Vamos a multiplicar 18 x 11.

Para multiplicar colocaremos números en dos columnas. En la de la izquierda nuestro primer número, 18, y en la derecha el número 1. Después iremos doblando sucesivamente las dos cifras:

18          1
36          2
72          4
144        8

No seguiremos porque 8 + 8 = 16 y ya es mayor que 11, la segunda cifra de nuestra multiplicación, por eso ya no nos hará falta. Ahora, con las cifras de la derecha, buscamos sumar 11. Nos va a sobrar alguna fila, así que la tachamos. Sumamos el resto de las cifras:

18          1
36          2
72          4
144        8
198        11

Y ahora, la prueba de la verdad… Coged la calculadora (o usad la cabeza, lo que os resulte más fiable) y multiplicad 18 x 11. Sorprendente, ¿verdad? En realidad no hemos multiplicado en ningún momento, sólo hemos sumado.

Ya sé que siempre hablo de libros en este blog pero hoy, por alguna razón, me apetecían más los números.