miércoles, 15 de junio de 2011

GENTE TÓXICA

Leyendo El viaje a la felicidad, de Eduardo Punset, me he encontrado con una definición que me ha impactado. Gente tóxica. 

Lo aplica a las personas que enrarecen el ambiente con su incapacidad para trabajar en equipo. 

En estos días he pensado que conozco a algunas de estas personas, aunque no en el trabajo sino en el día a día. Se quejan siempre de que son un imán para las desgracias pero, poco a poco, he ido constatando que no se trata de magnetismo. Es su propio reflejo el que contamina el ambiente, lo enrarece y lo distorsiona, de modo que, no tardando mucho, acabarán experimentando la soledad. 

La infelicidad la viven a diario, la contagian a quienes se les acercan. 

Son personas tóxicas y dañinas porque se empeñan en que sus defectos son siempre los de otros. Yo, por mi parte, he decidido darle al botón de suprimir cuando tropiezo con ellos. 

No sea que algo se pegue...

domingo, 12 de junio de 2011

SERIES BASADAS EN HECHOS REALES

Esta tarde, viendo una película mala en un canal del que raramente soy audiencia, he visto el anuncio de una nueva serie, que será estrenada el cuatro de julio. No habría llamado mi atención (este canal en cuestión hace tiempo que no lo consigue, no suelo parar en él ni cuando hago zaping) si no fuera por el malestar que me ha causado el tema que trata esta serie: está basada en hechos reales. Reales y dolorosos. Se pueden amparar en que se trata de un hecho "histórico" pero es que esa historia sólo tiene siete años, y mucho dolor detrás para quienes la vivimos de cerca. No hace falta estar dentro de un tren para que una bomba te reviente por dentro. Hace falta solo haber compartido infancia con quien tuvo la mala suerte de sí estar ahí. Hace falta solo haber hecho esa ruta a diario durante cinco años para sentir un mareo al recordar.

Odio que aprovechen las desgracias para sacar un rendimiento en forma de audiencia. Me dan mucho asco  las hienas que esperan la carroña después de que se produce cada ataque del león. Lo hicieron antes, con el avión que se estrelló en Barajas, y me imagino que lo harán siempre si nadie se lo impide. Lo estoy viendo: cuando suceda algún crimen salvaje o una desgracia extrema, en lugar de periodistas van a mandar a guionistas, para valorar si el material es de calidad suficiente para convertirlo en ficción.

No creo que quejarme sirva de algo, pero quiero que recuerden a los muertos y los heridos (no las víctimas, de esas hay más, aunque no sufrieran rasguños en el cuerpo). Todos ellos tienen familias, gente que siente y a quienes no les viene bien que les repitan constantemente una fecha. Para todos ellos no es ficción.

miércoles, 8 de junio de 2011

LA EVOLUCIÓN DEL LIBRO

Este mes se asocia a muchos eventos relacionados con los libros. La llegada del buen tiempo anima a sacarlos a la calle en multitud de ferias, algunas con mucho renombre, como la de Madrid, y otras que empiezan a dar pasitos, como la que se celebra en Azuqueca de Henares, mi pueblo, donde tuve el gusto de ser invitada el año pasado.
Hoy, al tener un libro en las manos, perfectamente encuadernado, me he puesto a pensar en lo que han evolucionado los soportes de escritura a lo largo de la Historia. El ser humano ha necesitado siempre plasmar de algún modo pensamientos, contabilidades o registros. Unos 30.000 años antes de Cristo se usaron ya el hueso, la piedra o la madera para registrar marcas que pueden ser consideradas los primeros intentos de escritura. Ésta, como tal, aparece en la antigua Mesopotamia, 5.000 años antes de Cristo, en tablillas de arcilla escritas en cuneiforme. No es hasta dos mil años después cuando, los egipcios, empiezan a usar el papiro, obtenido de la planta egipcia llamada Cyperus Papyrus. La biblioteca de Alejandría, aquella que se perdió, fundada por Ptolomeo en el siglo II recogió así las obras más importantes de la literatura griega escritas hasta entonces.


En la Edad Media, en Europa, también se tuvo interés en conservar y difundir la cultura; en pergaminos se copiaban a mano textos en los monasterios, pero no es hasta el siglo XII cuando el libro empieza a circular en ámbitos laicos, como las universidades. El libro se convierte en un objeto intelectual, con prestigio e importancia, pero con escasa difusión, por lo costoso que resultaba copiarlos y lo caro que era el pergamino. A partir del siglo XV, a través de la influencia de la cultura árabe, los pergaminos se sustituyen por papel, y se empiezan a producir grandes avances, debido sobre todo a la invención de la imprenta por Gutenberg.

La sociedad demanda libros y este nuevo invento permite la reproducción rápida y mucho más barata. En pocos años, este invento alemán se extiende por el mundo es la causa, no sólo de la expansión de conocimientos sino también de los importantísimos descubrimientos geográficos, avances médicos, pensamientos filosóficos que se derivan de la lectura de textos que nos acercan, por primera vez, a otras visiones del mundo.

Los avances en la impresión se producen desde este momento de un modo imparable pero no es hasta finales del siglo XX cuando, con la nueva tecnología digital, se consigue que los libros tengan un empuje imparable que hace que, hoy en día, sea casi imposible calcular cuántos libros se publican diariamente. A la publicación tradicional, con editoriales que se ocupan de la producción y la difusión de los textos, hay que sumarle internet, un mundo en progreso constante en el que las cifras marean.

Hoy en día también el soporte ha cambiado de manera radical. A los tradicionales libros en papel hay que sumarle los e-books o libros digitales, libros escritos en un soporte informático que pueden ser leídos en un ordenador o en lectores digitales del tamaño de un libro de bolsillo. Y, paradójicamente, todavía me encuentro a gente que dice que no leemos.

domingo, 5 de junio de 2011

TRADUCCIONES DE AQUELLA MANERA

Esta semana he leído un libro traducido por un foro. Se me habían acabado las lecturas que tenía previstas y me apetecía tener algo entre manos, así que me descargué una novela para el ebook. Busqué una corta, sin dramas, fácil de leer, que me mantuviera entretenida pero que no me absorbiera, porque en estos días la energía la necesito para otras cosas.

No os diré de qué novela se trataba, no creo que tenga la culpa el autor del fracaso de mi lectura, sólo diré que la original estaba en inglés. Proliferan por ahí los foros que se dedican a traducir novelas, bueno, según mi experiencia, a arruinarlas. Traducir un libro no es sólo conocer el significado de las palabras y ponerlas unas detrás de las otras. Significa ser capaz de entender el contexto, saber buscar el sinónimo adecuado en cada momento. Hay que ser capaz de darles alma a los personajes, o al menos que el lector los sienta vivos. En esta novela de la que os hablo, no había nada de eso. La traducción era tan penosa que a veces era muy complicado seguir el argumento. Otras veces ni siquiera sabías qué personaje hablaba o qué estaba pasando exactamente.

Algo de inglés sé, y en alguna que otra ocasión me he reído con algunas frases. Creo que el este foro nadie ha oído hablar de los phrasal verbs, de los distintos significados (ninguno nada que ver con el otro) de look at, look for, o look after, por ejemplo. No os recomiendo leer nada de esto. Pierdes el tiempo y encima te enfadas.

¿Te ha pasado alguna vez?

miércoles, 1 de junio de 2011

RUBÍ. Kerstin Gier.

EL AMOR MÁS ALLÁ DEL TIEMPO

Esta novela se me había pasado por alto, lo reconozco. La había visto en varias ocasiones, pero nunca me llamó la atención. Fue a raíz de ver las reseñas que se hacen de ella en varios blogs cuando me decidí a comprarla y a leerla.


Gwend una adolescente de 16 años, se ve sorprendida de repente con una capacidad inusual: es capaz de saltar en el tiempo. Contra todo pronóstico ha sido ella, y no su prima Charlotte quien ha heredado esta capacidad familiar. Desde este punto de partida la autora nos sumerge en el mundo de quienes dominan la capacidad de trasladarse al pasado y construye una trama de sociedades secretas que se remontan en el tiempo, vigilando de cerca a los que han sido elegidos para "elapsar".

La historia, a pesar de lo complejo que resulta pensar en los traslados temporales, está muy bien construida, y deja muchas puertas abiertas para que queramos leer la siguiente de la saga: Zafiro, que, al menos en España, ya está en las librerías. Eso, que por una parte está muy bien, le resta entidad como libro independiente, aunque fomenta que tú, como lector, empieces a elucubrar sobre qué será lo que pasará más adelante. Y por supuesto que quieras seguir leyendo.

Me ha gustado sobre todo el personaje de la amiga, Leslie, porque está muy loca, aunque me resulta complicado imaginarla con 16 años. Parece más bien que tenga la personalidad de alguien de doce. También me he reído mucho con algunos de los diálogos. Ahora que llega el verano, es un buen libro para pasar un rato. Te lo recomiendo.